Mi nombre es Enric, debo reconocer que estoy un poco bastante
loco. Dicho en otras palabras: Es que comenz� muy joven a ver peliculas guarras
y a hacerme pajas y eso ha hecho que mi inmaginaci�n haya tenido un desarrollo
superior al del resto de personas.
Soy heterosexual del todo creo yo. Nunca he sentido atracci�n
hacia ningun tio pero he mantenido unas cuantas relaciones homosexuales
porque...yo que s� porque. Pero el caso �s que las mantuve llamado por..por el
riesgo quiza? Vete a saber, cuando me muera se lo preguntar� a san Pablo, que
creo recordar que �s el de la puerta del cielo no?
Bueno, me inici� en el sexo homosexual hace unos cuantos
a�os, con una persona que mejor me callo, pero que siendo �l m�s joven que yo,
sab�a mejor de que iba la historia del mariconeo.
Tuve unos cuantos mariconeos con �l pero lo acabamos
abandonando porque no s�, creo que �l �s maricon de verdad pero como veia que yo
no lo era pues ten�a un comportamiento huidizo de mi.
Despu�s de �l tuve unos cuantos mariconeos m�s con otros
tios, que conoc� principalmente a trav�s de una secci�n de contactos del
periodico. Me lo hize unas cuantas veces con unos cuantos tios pero notaba que
faltaba algu muy importante. Y no entend�a el porqu� no me gustaba, cuando a mi
me gustaba pajearme viendo una peli x hetero, y pensando que yo era la chica que
era follada por el chico.
Al final me vino la idea a la cabeza de hacerlo con un tio
pero yo vestido de tia. Lo hize un par de veces pero con nefastos resultados.
Pero no por la condici�n del transvestismo, sino por motivos de hacerlo en un
sitio muy guarro o que la pareja seleccionada estuviera un tanto colgada. Me
parece recordar que el tio ese no paraba de temblar y se fumaba como 4 paquetes
de tabaco diarios.
Volvamos al tema, al final logr� saber bien lo que quer�a y
como lo quer�a y consegu� quedar con un t�o con el que realmente me gust�
enrollarme con �l. Yo me hab�a vestido con un "vestido" de tia y hicimos como
una peque�a trama en que yo era su mujer y lo esperaba en casa, y el regresaba
del trabajo y nos poniamos a mirar la tele y enrollarnos y nos ibamos a pegar un
polvo a la habitaci�n.
Dentro lo que cabe sali� bastante bien porque cuando me
estaba morreando con �l en el sof� delante la tele. Por primera vez en mi vida,
me gusto morrearme con un t�o. Nos fuimos a la habitaci�n pero fue all� que la
experiencia tuvo un final un poco flojo. Porque no se le levant� el rabo y all�
acabo todo.
Despu�s de ese me lo hize con otro tio que tambien montamos
una trama en la que tuve mi primer orgasmo "femenino" cuando �l me com�a el
"co�o" jeje. O sea, era en mi inmaginaci�n que ese tio lo que me estaba comiendo
era el co�o. Tuve uno de esos orgasmos no de picha, sino de cerebro, que los
siente todo el cuerpo y te quedas temblando unos instantes. Pero no tuvo tampoco
el final de penetraci�n deseado porque no s�, pero el pavo prefiri� no hacerlo.
Despu�s de este vino el sujeto que �s parte importante de
este relato. Se trata de un pavo de un poco lejos de mi ciudad. Vive como a 3
horas en coche, pero que vi� mi anuncio de contacto del periodico y se anim� a
dejarme mensaje. Tuvimos un par de charlas y la cita entre �l y yo no pintaba
muy clara, basicamente por este echo de que nos separaban tres horas en coche.
Pero al final acordamos quedar un sabado noche.
Nos encontramos facilmente una vez lleg� a mi ciudad y como
que mi casa estaba vac�a pues nos fuimos directamente a ella. Por el camino le
ense�� un peque�o escrito de la trama que me gustar�a mantener con �l. Se
trataba de un trozo del relato "el padre de mi mejor amiga" de autor anonimo, de
la web de internet.
Una vez en casa me vest� con un "vestido" delante de �l
mientras el se le�a y rele�a el peque�o escrito que le hab�a imprimido. Por
telefono ya me hab�a dicho que a �l esa historia de tener la relaci�n sexual
como si fuera una obra de teatro, no le llamaba demasiado. Es por eso que escog�
para mantener con �l, una trama bastante corta y sencilla.
En un instante representamos la breve escenificaci�n que
podeis leer vosotros mismos, si accedeis a ella en .com (os recuerdo
que se llama "el padre de mi mejor amiga" de autor anonimo). Me meti� la mano en
el muslo mientras me ense�aba un album de fotos, para llegar a mi supuesta
rajita que acarici� muy bien arrancandome debiles gemidos.
No nos estuvimos por muchas historias y se baj� los
pantalones dispuesto a penetrarme y esta vez si que consegu� una relaci�n
homosex con penetraci�n al fin!
Conmigo a 4 patas encima de la cama, el me penetraba
repetidamente arrancandome gemidos de mezcla de placer y dolor. Al cabo de un
par de minutos de penetraci�n, le propuse cambiar de posici�n y ah� se acab�
todo porque agobiado por la calor de mi cuarto y todo el d�a de trabajo que
llevaba, no se le volvi� a levantar.
Le serv� un vaso de agua repleto de cubitos de hielo y un
helado de nata para que bajase un poco la temperatura de su cuerpo. Entonces con
�l sentado en la cama y yo en la silla, tuvimos una peque�a charla.
Yo le cont� cosas de m�. Como mi vida en el arte de mariconeo
y mi afici�n a escribir relatos er�ticos que publicaba en internet. Y �l me
cont� que hab�a estado casado y que ten�a dos hijos. Yo me pareci� curioso este
echo pues practicamente nunca me lo hab�a echo con un padre (almenos sabiendolo
yo) y le pregunte cuantos a�os ten�an su hijos.
El me respondi�: la ni�a tiene 11, y tiene el sindrome de
down. Seguimps charlando a partir de este ultimo tema y me cont� que hab�a
tenido la ni�a cuando aun no hac�an los medicos un tipo de prueba pre-parto para
ver si el embarazo ten�a alguna enfermedad de nacimiento y poder optar al
aborto.
Pero bueno, que la conversaci�n acab� y nos dirigimos a su
coche, para llevarme �l hasta mi coche y despedirnos. La ultima frase que
intercambiamos fu�: te llamar�! Y yo dije: vale.
En los dias siguientes pens� bastante en la situaci�n vivida.
Hab�a estado bastante bien. No fu� fenomenal fenomenal pues la situaci�n no era
todo lo morbosa que me podria gustar. Y mi pareja, ya lo he dicho, tampoco era
muy de hacer obras de teatro. Pero hubo un aspecto que me llam� mucho la
atenci�n. Y �s el echo que me habia contado que tenia una hija afectada del
sindrome de down.
Mi mente dio vueltas y vueltas y vi que una relaci�n de un
adulto con una menor afectada del sindrome de down �s de lo m�s morboso que te
puedas tirar por la cara. M�s morboso que nada que hubiera le�do yo hasta el
momento. Seria sensacional tener una relaci�n con ella y despu�s escribirla para
publicarla en una web. Me puse manos a la obra.
Convencer a (lo llamar� Julio) para que permitiera tener esa
relaci�n con su hija. Era quiz� el paso m�s dificil convencer a Julio y �s por
eso que esper� a un domingo, dia en que estuviera yo totalmente liberado de
nervios del curro y tal. Y me encerr� en mi cuarto para que n�die me molestara.
Tuve quiza 20 minutos de conversaci�n. (m�s que conversac�on era mi propia
charla pues �l no dec�a mucho)
Le habl� de muchas cosas, como que esta sociedad est� llena
de prejuicios que ocultan los verdaderos y naturales sentimientos. Y que estamos
todos (yo inclu�do) reprimidos por el echo de vivir tanta gente, tan juntos. Y
bueno, delir� mi conversaci�n por muchos m�s temas que ni me acuerdo pero que
acab� obteniendo cierta aceptaci�n por parte de Julio, que me dijo que se lo
pensar�a.
Yo le dije que era lo mejor que me pod�a contestar. Porque
obtener su inmediata aprobaci�n era practicamente imposible. Asi que nos
despedimos y yo me dispuse a esperar (y m�s que esperar, desear) que me llamara
para decirme que estaba de acuerdo.
Estuve un par de semanas esperando su llamada, pero nada.
Cre� que lo que le faltaba a Julio es decidirse y lo acab� llamando yo. Volv�
otra vez a confesarle todo lo que quer�a hacer y como hacerlo y que no ten�a en
absoluto ningun tipo de mala intenci�n y al final se decidi� por fin.
Me dijo que me esperaba en su casa el domingo y que nos
encerrar�amos los tres en una habitaci�n y �l mirar�a todo lo que hiciese yo con
su hija. Me advirti� que comprobar�a que era cierto todo lo que le hab�a dicho
que quer�a hacer y que si en algun momento dudaba de mi, me echar�a de casa para
siempre.
No me impacient� en la espera del domingo. Me lo tom� con
calma porque lo principal que ten�a que tener en ese momento �s calma y fuera
todo tipo de nervios, stress laboral o desequilibrios que pudieran
desestabilizarme en realizar algo para lo cual lo ten�a que dar TODO de mi.
Y el domingo lleg�. Despu�s de comer algo, inici� mi viaje
entre 10 y 11. Llegu� pasado el mediod�a y con un mapa que hab�a comprado acab�
encontrando la casa de Julio. Hab�amos quedado que no habr�a nadie en su casa.
Solo �l, yo y Susana, su hija.
Esta me recibi� con una agradable sonrisa. Como en todos los
afectados de sindrome de down, se le notaba claramente en su cara esta
afectaci�n. Esos ojitos achinados y todo el resto de cara que un dia alguien
calific� como mongolicos y el denominativo este se hizo famoso.
Salud� a Julio con un apret�n de manos y a Susana con un par
de besos en los mofletes. A ella le animaron un monton ese par de besos, quiza
porque no se los sol�a dar con nadie, y se puso los brazos en la cabeza y a
hacer una cosa rarisima mirando hacia el suelo y emitiendo un ruido con la boca.
Nos sentamos los tres en la mesa y nos dispusimos a comer un
par de pizzas que Julio ya ten�a en el horno guardadas calientes, provinientes
de pizza-hood o alguno de estos de las motos.
Fu� charlando con Julio mientras de reojo me iba mirando a
Susana. Ten�a un muy joven y simpatico rostro y se ve�a que de las 24horas que
ten�a el dia, 12 se las pasaba sonriendo. Estaba rellenita y mejor, porque a mi
estos looks actuales de las t�as tan delgadas no me gustan nada. Y esas formas
redonditas y temblequeantes me pon�an un monton. De echo en la misma mesa de
comida se me empalm� el pijo pero no me caus� ningun problema porque estaba todo
tapado por la misma mesa.
Acabamos la comida y entablamos los tres una pl�tica sentados
a�n en la mesa. Me gan� facilmente la confianza de Susana utilizando simplemente
mi mirada. En otras chicas normales tienes que usar la conversaci�n y etcetera
pero son Susana unicamente me hizo falta transmitirle con mi mirada, que yo era
bueno.
Lleg� el momento en que la conversaci�n se hizo pesada pues
hab�a una mucho mejor cosa que hacer que charlar en la mesa. Se lo dije a Julio,
que no era cuesti�n de perder el tiempo y que me estaba poniendo nervioso porque
Susana me gustaba mucho mucho.
Julio dudo un segundo que a mi me pareci� una eternidad y
acab� diciendo: vamos a la habitaci�n. Cogi� a su hija de una mano y nos
encaminamos los tres a su habitaci�n de matrimonio (divorciado). Una vez ah� le
dijo a Susana que se sentara en la cama, sentandose �l en una butaca que tambien
hab�a en la habitaci�n.
Yo me sent� junto a Susana e inici� mis maniobras de
estimulaci�n. Primero de todo le dije: tranquila, no te pongas nerviosa, vale?
Ella tan solo me asent�a con la cabeza pero viendo yo que
ser�a dificil que mantuviese la calma, se lo trat� de hacer entender bien. Le
dije: voy a hacerte una cosa muy bonita que te gustara mucho pero si no te
portas bien me parare y no te har� nada, vale?
Esta vez ella asinti� con la cabeza pero con gran fuerza,
cosa que me hizo confiar en que tratar�a de controlarse. Puse mi mano en su
hombro y empez� a acariciarla para estimularla. De momento se controlaba pues no
hac�a lo que hizo al principio cuando le d� los dos besos.
Le bes� el hombro mientras sin que se enterase le iba
desabrochando la blusa. Su padre seguia cada uno de mis movimientos pero a mi no
me pon�a ni un pelo nervioso. Pues le hab�a relatado a este con exactitud, todo
lo que le pensaba hacer a Susana y no ten�a que haber ninguna sorpresa.
Al igual que mi boca acab� en su boca, la blusa tambien
termin� cayendo en la cama, mostrandome un fenomenal cuerpo rechoncho que gru�ia
ya a cada una de mis besos y caricias.
Si fuera una ni�a flaca, a esa edad no tendria en absoluto
ningun tipo de pecho. Pero como estaba gordita, se le hab�an formado ya unas
apetitosas tetitas que chup� goloso.
Era inevitable y �s que mantener una relaci�n sexual con una
chica en estas condiciones no es lo mismo que mantenerlas con una chica normal
que �s due�a de sus actos. Pens� eso cuando mientras le com�a las tetas, Susana
estall� y sus brazos escaparon de su control. Iban estos de un lado a otro
mientras emit�a con la boca el mismo raro ru�do de cuando llegu� a la casa y le
d� los dos besos.
Yo me separ� un poco de ella para cogerselos y calmarla un
poco. Mir� a Julio con mirada un poco decepcionada porque la relaci�n sexual
parec�a afrontar obstaculos muy dificiles. No parec�a haber manera de mantener
quieta a Susana y lo hable con Julio.
La soluci�n se me ocurri� rapido. Era de echo la soluci�n m�s
facil y rapida que pod�a tener la cosa. Atarla. Pero primero de nada hab�a que
hablarlo con Julio, ya hab�a hablado mucho con �l y ya ten�a confianza en mi. Le
dije: me ayudas a atarla?
�l comprendi�/acept� que era la mejor soluci�n y se fue a
buscar unos cabos. Cuando tuvimos los cabos y con unos elaborados nudos
marineros. Atamos las manos de Susana a su espalda. Evidentemente no se las
apretamos como si fueramos carceleros y apenas se quej� Susana que segu�a
recibiendo mi cari�o con mis manos.
Julio volvi� a sentarse en la butaca y con un adem�n de mano
me di� via libre. Yo la incorpor� en el borde de la cama y volv� a besarla en la
boca, para siguiendo el ritmo, acabar comiendole los pechos de nuevo, los
mejores pechos que he comido nunca. De su garganta volv�an a salir los mismos
gru�idos de antes y hac�a un gesto de como querer liberarse pero en el fondo
estaba gozando cantidad.
Mi pito estava a reventar y para ahorrar tiempo y cortes de
rollo, me desnud� del todo y desnud� tambien a Susana, descubriendo un cuerpo
fenomenal. S� que en una pasarela de moda no triunfar�a mucho ese cuerpo pero a
mi me pareci� divino. Ese ancha barriga y esos muslos inchados, y esa rajita
escondida por los michelines a ambos lados. Y esos brazos inchados como si fuera
un mu�eco de goma. Ten�a ante m�, mi propio ideal de chica 10, desnuda, atada de
manos y apetente de que yo le hiciera el amor.
Me puse manos a la obra y le empez� a meter el dedo por la
rajita mientras le mord�a el cuello con tacto, para no dejarle ningun lameton
(marca). Si de una persona normal en estas condiciones ya salen gemidos
incontrolables. Inmaginense ustedes de Susana, que gem�a ese gru�ido suyo m�s
fuerte que nunca lo hab�a echo. Yo mir� a Julio como preguntando si no se
molestar�an los vecinos y el me contest� que ya estaban acostumbrados a sentir
los gru�idos de Susana.
Me decid� a tomarla pero, en qu� posici�n? En postura perro
perder�a mucho la cosa, ni yo podr�a mirarle la cara ni ella a m�. Y en postura
misionero le har�an da�o las manos atadas detr�s. Opt� por trincarmela con ella
sentada encima mio, la primera penetraci�n la tendr�a que hacer yo, pero en un
instante coger�a el ritmo y ser�a ella misma que me follar�a a mi.
Me estir� en el centro de la cama y la coloqu� encima mio un
poco levantada. Pegandome a ella le apunt� el pene en su rajita y le cog� fuerte
todo el cuerpo, para ir bajandola encima m�o con precisi�n. Mi pene entro un
cachito dentro de ella y peg� un fuerte gru�ido. Pero pens� que: los vecinos ya
estan acostumbrados. Entonces la baj� del todo, metiendosela todo lo que daba de
s�.
Esta vez no gru�o sino que estall� a llorar. Yo pens�: se le
va a pasar rapido, veras.
Saqu� mi pene de ella y se lo volv� a meter y gru��. Hice
esto repetidamente hasta que, como esperaba, fu� ella misma que cogi� el ritmo.
Botando y botando encima de mi, dando todo lo que daba de s� mi pene.
Estuvimos un buen rato as�, la magia de la situaci�n hac�a
que yo tardara en correrme pero al final lleg� mi leche que acabo rezumando la
concha de Susana a�n penetrada por m�. Pero ella no paraba de botar, yo ya
estaba orgasmeado sin que ella se diera cuenta pues le encantaba botar encima
mio.
La detuve yo mismo, cogiendola fuerte como la hab�a cogido al
principio para apuntarle el pene en su concha. Pero aun as�, ella no paraba de
intentar moverse milimetro arriba, milimetro abajo. Me volv�a a excitar, mi pene
se estaba empalmando de nuevo y decid� meterle otro polvo.
Pero esta vez llevar�a yo las riendas. Le desat� los brazos y
como esperaba, se abrazo fuerte a m�. La tumbe en la cama y se la volv� a meter
y meter y meter. Je Je, los vecinos estar�an acostumbrados a los gru�idos de
Susana pero estoy seguro que ese d�a les pareci� notar que pasaba algo raro.
Esa segunda vez no me llegu� a correr, a medio polvo Susana
dejo de gru�ir y empez� a llorar. Eso me indic� que le estaba haciendo da�o y me
detuve.
Polvo acabado, nos vestimos y Julio me dejo tumbarme en el
sofa del sal�n a echar una siesta mientras �l lo limpiaba todo y pon�a a su hija
en orden.
Para las ocho de la tarde yo me desped� de Julio con otro
apreton de manos, entregandole mi amistad de por vida. Y de Susana tambi�n me
desped� con un pico en la boca. Ella se deb�a dar cuenta de que yo me iba porque
se puso a llorar cuando me vi� alejarme.