Introducci�n del Autor :

Para un escritor, no siempre es f�cil encontrar fuentes ver�dicas y ciertas
como para poder volcarlas en un relato. Si bien, como autor me llev� largas
horas de bar, recopilar la historia de Mart�n C. Rold�n en extens�simas charlas
capturadas con mi grabadora y que actuaron para �l como una descarga
psicol�gica. Aconsejado por su terapeuta, Mart�n accedi� durante dos meses a
encontrarce conmigo a charlar de su particular vida. La historia que les voy a
narrar sucedi� cuando Mart�n tenia 14 a�os, viv�a con su madre y su
pareja, Arturo, un tipo de 50 a�os, muy jovial, que se iba temprano al
trabajo y viv�a para su trabajo.

Un verdadero ambicioso.

Sandra P. Rold�n, que tuve el honor de conocerla, siempre brevemente cuando
se encontraba con Mart�n al t�rmino de nuestras charlas, es una mujer linda de
40 a�os, morena de ojos claros, m�s bien bajita, 1,58 con un busto
normal, y una cola incre�ble que despierta admiraci�n a su paso.

En la �poca del relato trabajaba como vendedora de Avon y en ese
tiempo ten�a un �xito considerable.

Todo comenz� el d�a que descubr� a mi madre en mi habitaci�n masturb�ndose
con mis videos porno. Fue chocante, pero la visi�n de esta peque�a mujer
entregada a sus pasiones me subyug�. Varias veces hab�a descubierto el desorden
en los estantes donde las guardaba, y sinceramente pens�, que era asunto de
Arturo. En el convencimiento de que se hallaba sola, dio rienda a su lujuria, y
un fortuito rev�s del destino me ubic� en el preciso instante en que su climax
se desataba. Despatarrada en mi cama y con la bata abierta se expon�a a las
caricias de la caliente pantalla. Ni siquiera la impresi�n de verme pudo cortar
el vendabal de sexo que la devoraba en su orgasmo, at�nito me qued� vi�ndola
hasta que se calm�.

-Qu� haces aqu� ? -, su voz calma y suave me sac� del estupor, mientras
cerraba su bata y apoyaba la mano sobre sus ojos.

-No v� nada, no te preocupes�-, pas� raudamente a mi lado y se meti� en
el ba�o.

Entre mi madre y su pareja hac�a tiempo que las cosas no andaban bien, mejor
es, que se hab�an congelado paulatinamente. Por imposibilidad econ�mica, no
pudimos mudarnos y la casa solo ten�a dos dormitorios, asi que, la soluci�n
salom�nica fue comprar dos camas separadas y deshacerse de la matrimonial. A
partir de ese momento, la complicidad entre mi madre y yo se acrecent� y con
s�nicas actitudes nos dej�bamos las pel�culas que nos parec�an m�s excitantes a
la vista, hasta que llegamos a dejarnos cartelitos con los n�meros del
"counter" en donde deb�amos prestar atenci�n. Mis pajas se potenciaron
exponencialmente.

Pas� un d�a, en que me despert� temprano como siempre, para ir al colegio,
sent� que se me mov�a todo, mi cuerpo estaba todo transpirado y me sent�a raro.
Solo tenia puesto un peque�o slip que usaba para dormir y alternaba entre
escalofr�os y oleadas de calor insoportable, mi madre vino a mi habitaci�n a ver
que pasaba que no me levantaba y cay� en cuenta.

-Mart�n, ten�s un poco de fiebre, mejor quedate en casa, llamar� al Dr.
-, volvi� con un term�metro, lo puso bajo mi brazo y se qued� esperando, un
momento despu�s fij� su atenci�n en �l�Fiebre.

Llam� al m�dico, me arrop� y me sugiri� que durmiera una rato que despu�s me
traer�a el desayuno a la cama. El doctor me prescribi� un antiestam�nico, que
guardara reposo y comida liviana con l�quidos.

Lo m�s alentador fue que aconsej� toda la semana en cama para evitar
recaidas, ni hablar que me puse contento, cualquier cosa para no ir al colegio.

Como dos horas despu�s, arrib� mi mam� Sandra con la bandeja del desayuno, la
dej� sobre el escritorio y se acerc� a la cama. No niego que a pesar de sentirme
mal esos mimos a los catorce a�os me gustaban. Adem�s, mi madre en el traj�n
solo se ataba una bata sobre su camisoncito y la vista regocijaba mi espiritu.
Estaba medio despierto, por lo que cuando me toc� el hombro no me sobresalt�, me
di la vuelta para mirarla, ella estaba con la bata desvencijada y abierta, el
camisoncito azul que usaba para dormir, se ve�a con algunos botones
desabrochados que dejaban entrever el nacimiento y el valle de sus senos.
Mir�ndome con ternura, me dio un beso.

-C�mo te sientes ? -, corri� las mantas que me cubr�an hasta arriba de la
panza, y me pas� la mano por el pecho.

-Si, estoy todo mojado, pero, me siento medio mareado.-, fue entonces,
que ella corri� la sabana, destap�ndome hasta los muslos.

-Mira !!, si hasta el slip tenes todo empapado�-, pas� la mano por
sobre el calzoncillo, tante� para sentir la humedad y not� el lamparon
amarillento y acartonado de la poluci�n nocturna.

En ese momento algo muy raro me sucedi�, yo no lo pod�a creer y no sab�a que
hacer, mi pene comenz� a levantarse, se puso duro, era imposible disimularlo, me
encontraba all� solo, con el slip mojado y con un paquete dentro.

No me percat� si se hab�a dado cuenta o no de la mancha, pero me levant� casi
de un salto, di un paso y la habitaci�n me dio vueltas, perd� el equilibrio y
choqu� contra el placard, mi mam� que estaba a un metro, estir� el brazo
intentando sostenerme, pero terminamos los dos en el piso, yo medio despatarrado
y ella casi completamente sobre mi, la bata se le abri� hasta la cintura y el
saco pijama junto con ella. Sus pechos quedaron al descubierto. Esto, termin�
con mi aguante y mi pene salt� del peque�o slip, asomando arrogante su cabeza,
la cual se fue a clavar contra la panza de mi mam� Sandra que todav�a estaba
sobre mi.

-Es la fiebre. -, se arrodill� y clav� su mirada en mi pene.

Como si no pasara nada, su mano intent� acomodarle dentro del calzoncillo,
debido al tama�o y a la dureza que presentaba le fue imposible guardarlo,
intent� meterlo estirando el slip, y tampoco pudo cubrirlo, as� que, con una
mirada p�cara, se termin� de levantar y ayud�ndome, nos dirigimos hasta el ba�o.

-No mires, es que� -, intent� taparme con las manos.

-Se v� que se fue de juerga en tus sue�os y se enchastr� todo con lechita�
-, me ruboric�, porque ya no hab�a vuelta atr�s, mi miembro se negaba a regresar
a su pasiva forma. Me sent� en el borde de la ba�era y abri� la canilla,
lentamente el vapor fue subiendo, devorando todo a su paso.

Segu�a mareado, me temblaban las piernas, y no entend�a bien lo que hab�a
pasado, estaba entregado, ella me puso de pi�, me sob� el pecho, d�ndome al
instante un peque�o y r�pido beso en la boca�

Me apoy� contra la pared para que me sostuviera mejor, me tom� de la cintura,
se agach� un poco y muy despacio me fue bajando el slip hasta sac�rmelo por
completo, qued� arrollado entre sus manos�

-Epa !! Que almidonada le diste� -, me dijo mientras lo ol�a
profundamente justo en el lampar�n y sonre�a embelezada.

Se incorpor� recorri�ndome con la mirada, yo no sabia que hacer, mi pene
estaba totalmente erecto y desafiante. Ella me sostuvo para que pudiera meterme
en la ba�era, y como por descuido, una de sus manos agarr� mi pene tanteando su
dureza, termin� de entrar y comenz� a ba�arme. Frotaba mi cuerpo suavemente con
el jab�n, el cuello, los hombros, el pecho, la panza, cuando lleg� a mi ombligo,
y me d� cuenta que el siguiente paso era "enjabonar el palo", me sacud�
por reflejo, salpic�ndola. Mi pene se balance� como un mazo de gladiador,
entonces me mir� y se larg� a re�r�

Se la quit�. C�mo evitar mirarle los pechos ? Hermosos, redondos, tentadores,
ella se percat� lo que suced�a y se acerc� m�s, se inclin� para lavarme la
espalda y mi cara qued� enterrada en su cuello.

No aguant� m�s, de seguro ser�a la fiebre, pero perd� toda raz�n y bes� ese
cuello seductor, entre el vapor caliente y los sopores de mis calenturas, la
fisiol�gica y la sexual, me sent�a embriagado.

-Martincito�, portate bien� No me hagas cosquillas !! -, levante mi mano
y tom� un pecho, lo amas� Que bien se sentia�

-Agarrate fuerte tontin� no vallas a caerte, agarra tranquilo� -, me
brome�. Asombrado por su complacencia segu� confiado, pude escuchar su risa en
mi o�do, mientras se demoraba en tallarme la espalda en esa inc�moda posici�n,
en esa peligrosa cercan�a. Hubiese sido m�s sencillo y recatado que me pidiera
que me girara, pero no, sigui� con lo suyo y yo segu� con lo mio. En un instante
de abandono, donde el jab�n ya hab�a caido de su mano y eran solo francas
caricias y entre retozos y chapot�os siento como la otra mano de Sandra me
tantea la verga, la soba un poco y se aparta. Al distanciarse unos cent�metros
ella ses� el contacto�, pero yo no, segu� aferrado posesivamente a sus dos
tetas�

-Te estas portando malito� -, me dijo al tiempo que castigaba mi duro
miembro con suaves golpecitos que lo hac�an oscilar. Gemi. No lo pod�a creer ni
yo mismo, pero me o� gemir�

Nos observamos en silencio. Rompi� a reir�

-Bueno, bueno� !! Parece que en esta casa hay alguien m�s necesitado que yo�
No te procupes� , te voy a dar " todo lo que necesitas�" Esto te va hacer
muy pero muy bien�, relajadito� Aaaasiiiiii� Shhhhh� dejate hacer� -, acto
seguido me masturb� con dulzura mientras me ce��a a su cuerpo. Con movimientos
lentos de su mano, me pajeaba a pleno. Hasta yo mismo me encontraba asombrado
del tama�o que hab�a adquirido mi verga, ni en mis mejores pajas la hab�a visto
asi.

-Guau !! Que linda y dura cosota ten�s� -, suspir� sin dejar de abrazarme
el cuerpo y el miembro. No pas� mucho tiempo del manipul�o cuando me sobrevino
la sublime sensaci�n del orgasmo. Los chorros de leche se dispararon espesos y
desesperados haciendo blanco en el vientre y el pantal�n pijama de mi madre.

-Bien !! V�lgame !! Qu� buena acabada hijo� Tambi�n con esta manguera�
Rel�jate� , g�zala bien� -, con un ritmo menor de su ben�fica mano no dej�
de proporcionarme placer y con suaves besitos en mi cuello me invit� a que la
tocara. Estrech�ndola la acarici� por todos lados, la espalda desnuda, sus
gl�teos y piernas enfundadas en el sedoso pantal�n�

Infinitos minutos nos dimos arrumacos y mimos abrazados, pero mi madre not�
que lo que ten�a en su diestra mano, no hab�a aflojado en lo m�s m�nimo su
ardor.

-Estoy loca... -, murmur� y con un sugestivo suspiro procedi� a quitarse
el pantal�n pijama. Pude ver su entrepierna, llena de pelos bien cortaditos y
con toda su desnudes se meti� en la ba�era conmigo.

Todo iba muy r�pido�

Hizo que me recostara semisumergido en el agua caliente, no pude evitar estar
encandilado por su cuerpo, ella percatada y embelezada abri� la ducha y la
cascada de gotas cubri� su piel.

-Sumergete, no tomes fr�o. Mira, travieso� enchastrar con leche a tu mami�
-, me brome� mientras se recorr�a el cuerpo con sus manos.

Desesperado, prosegu�a con mis juegos de mano sobre mi verga, mientras no me
perd�a ni una d�cima de segundo del espect�culo de su figura, y ella no perd�a
de vista ni un instante mi miembro.

-Te gusta lo que vez ? -, me interrog�.

-Claro !! Sos muy linda M� -, visiblemente excitada se enjuagaba la cara
con ambas manos, gir� y flexion� un poco las rodillas, mostr�ndome su mejor
cara, el final de su espalda� Despu�s de una serie de hist�ricas y cortas
flexiones gir� otra vez, al enfrentarme nuevamente enjugando sus ojos, vislumbr�
mi tensi�n.

-Otro�? Parece que viene m�s lechita otra vez�, no ? -, al tiempo que
pronunciaba estas palabras se acuclilla entre mis piernas y reclama el cetro,
que acaricia y tant�a con delicadeza, hasta que decide empu�arlo con firmeza.
Ella viendo que nada hab�a cambiado en mi estado, contin�a masturb�ndome, y yo
me abandono cerrando mis ojos a sus des�os.

-Gozalo bien mi amor, �ste va ha ser m�s intenso�Dame papito�D�jame a mi y
dame m�s lechita, m�s� Quiero otro. Dale� Otra vez !!-, coloc� una mano
cerrada encima de la otra, hasta comprobar que la cabeza quedaba algo m�s arriba
de ellas. Entonces esta vez, es a dos manos y con una tremenda decisi�n de hacer
estallar mi verga como un volcan, alli fue cuando la o� murmurar una
involuntaria exclamaci�n de asombro por el tama�o de mi pedazo de carne.

Mi semen y mis sensaciones se acumulaban en la cabezota roja y
desproporcionada por el machacante manos�o. Arque�ndome en un incre�ble espasmo
le entregu� todo mi ser en chorros l�quidos.

La mayor�a hizo blanco en su cabellera, pero uno� , solo uno, impact� en su
ment�n, que por desig�os f�sicos, qued� pendiendo como una estalagtita.

-Parece crema de enjuague�-, le dije regocijado.

-De que te ries tonto ? -, estir� mi brazo buscando alcanzar con mi mano
la estalagtita l�ctea, y la unt� en mis dedos. Al mostrarle los dedos unidos por
la hilacha de semen, volvi� a sorprenderme con una arrebatada acci�n. Tom� mi
mano desde la mu�eca y llevo los dedos a su boca, relamiendolos con serenidad.
Abr� los ojos como el naipe del dos de oro.

-Me gust� que hicieras� Me gust� lo que me hiciste�-, afirm�
dubitativamente toc�ndole las tetas.

Ayud�ndome a salir de la ba�era, me sec� y me condujo a mi cama, me regal� un
beso en la boca, mojado, con la lengua�, respond� a su pasi�n y le entregu� la
mia que chup� con fruicci�n.

Esta "medicina" te va a hacer bien, pero tiene que quedar entre nosotros, no
le cuentes a nadie, si eres juicioso, Sandrita va a seguir d�ndote este
tratamiento�-, como negarme ? Una furiosa tormenta se desat�, presagiando
los "tormentosos" d�as que seguir�an en nuestras vidas.

Dorm� tan profundamente que cuando me despert�, por la ventana se deslizaban
los �ltimos vestigios de claridad, devorados por el avance inexorable de las
sombras nocturnas.

Desde las once de la ma�ana que no ve�a a mi madre�, so�� todo lo ocurrido ?
No habian pasado ni quince minutos de mis reflexiones cuando irrumpi� en la
habitaci�n.

-Mi vida� , mi amor, Marti duermes a�n ? -, se acerc� y se sent� en el
borde de la cama. Abraz�ndome por la espalda me besuque� tiernamente el cuello y
mi mejilla.

Hasta aqu�, nada diferente de lo que hace una madre despertando a su reto�o,
pero al girarme en busca de sus ojos y quedar boca arriba, la lluvia de besos
hicieron blanco inequivocadamente en mis labios. A un par de besos simples le
sigui� una voraz lengua apasionada. No hab�a so�ado parece�

-Que hora es� -, pregunt�.

-Las 19.30 Vamos incorp�rate y t�mate esto� debes tomarlo, te har� bien para
recuperarte� -, me dijo mientras dirij�a a mi boca una cucharita con un
espeso brebaje.

En efecto se trataba de la vieja f�rmula para potenciar la energ�a vital de
un adolescente en desarrollo� , yema de huevo con ron y miel !!

Sin chistar beb� cuidadosamente cada cucharadita, en silencio y a sabiendas
que a partir de ahora iba a tomar esa p�cima diariamente y por algo m�s que
superar la gripe. Arrop�dome con un beso maternal y depojado de toda lujuria me
invit� a dormirme.

Apenas Arturo cerraba la puerta al irse, mi mam� Sandra ven�a a mi
habitaci�n. A las 7,30 de la ma�ana y con su saco pijama de sat�n azul,
que la cubr�a hasta la mitad de los muslos, atravesaba el largo pasillo hasta
llegar a mi cuarto. Curiosamente ya no llevaba la larga bata, sino, un cardigan
de lana que no superaba el largo del saco y a partir

de ese d�a Sandra no volvi� a calzarce ropa interior al levantarce.
Suavemente y con sigilo para no despertarme, preparaba la "verdadera
medicina", la de c�psula, la que me reset� el m�dico.

Yo ya estaba despierto�Me incorpor� con pereza, tom� el vaso que me ofrec�a y
beb� la c�psula, luego con infinita dulzura, una a una las cucharaditas con la
p�cima energisante.

Mientras recib�a las cucharaditas, entre dormido y despierto, deslic� mi mano
por dentro del satinado saco hasta llegar a los pechos de Sandra.

Ella me daba a tomar el n�ctar sin pronunciar palabra, y se dejaba magrear a
mi voluntad, se acomod� desabotonando la prenda hasta su ombligo, para
liberarlas a mi placer.

Una vez terminada la colaci�n, se qued� at�nita con la tacita en la mano
mientras yo no dejaba de toquetear sus pechos, jugando con sus pezones,
retorci�dolos con suavidad.

-Espera� -, escuch� la imperceptible voz y acto seguido deja la tacita en
el piso y se precipita sobre mi cuerpo, un ida y vuelta de besos lujuriosos y
calientes anunciaban�, sexo. Sandra tanteaba por sobre las mantas mi verga
erecta y dispuesta a salpicarla de esperma nuevamente, mientras los voluptuosos
besos nos transportaban.

-Marti, tengo que sacarte la lechita, sino te va hacer mal�D�jame por favor�
-, me susurra en la semipenumbra del cuarto y cuando nuevamente el cielo romp�a
a llover, anunci�ndose con un trueno lejano en esa fr�a ma�ana, mi madre me
destapa hasta m�s all� de mi cintura en busca de su tesoro. Desata el cordel del
pijama y libera al prisionero propas�ndose con las l�bricas caricias, en
instantes se regod�a con la im�gen de mi vergota excitada, la mira hipnotizada,
sedienta y venciendo todo atavismo planta infinitos y dulces besos en mi
inflamada cabesota. De all�, a realizarme la primera mamada de mi vida por una
mujer, tan solo hubo una lengua� , su morbosa lengua. Sus manos jugueteaban
viv�ces, una en la base de mi venablo y la otra con mis huevos, mientras que su
boca, lengua y labios maravillosos chupeteaban, apretaban y relam�an mi excitado
miembro.

Observ� que una de sus manos fue a perderse en su entrepierna y al contacto
�stas se abrieron de par en par revel�ndome una preciosa joya�, su vagina.

La penumbra del cuarto, potenciaba con sus sombras la caliente situaci�n,
Sandra me mamaba y se masturbaba con sabidur�a y de tanto en tanto emit�a unos
gemiditos. Inclin� lo que pod�a mi torso, para poder alcanzar con mi mano su
gruta y al llegar ella comprendi� en el acto el relevo y se aplic� a mi verga
con todo fervor y con ambas manos. Debido a mi puber torpeza, necesit� ense�arme
el camino por el que deb�a llevarla, mi mano copi� la suya y cuando la paje�
acertadamente mis dedos quedaron solos al libre albedr�o.

Casi sin quererlo y debido a lo babosidad de su raja dos de mis dedos se
perdieron en su interior�

y zas !! Sandra despeg� su boca un momento y con un gesto que me inquiet�
explot� en un soberbio climax�

-Ahhhhhhhhhh !! Uhh� Uhh� Uhhhhhhhhhhhhhhh -, estaba claro, mi madre es
un serhumano y por lo tanto se rige por las reglas de la Naturaleza, ella
tambi�n goza y siente�

-Marti� acabooooo, si� m�s� no pares� -, el gesto se transform� en mueca
org�smica y en breves instantes encerr� nuevamente mi verga con sus labios,
bramando guturalmente.

Su lengua pugnaba por entrar en mi uretra cuando derram� una copiosa descarga
de semen en su boca y el bramido se hizo salvaje y conmovedor. Con total
naturalidad, luego de colectar todo lo recibido, lo trag� emitiendo un singular
sonido y solo interrumpi� su tarea para decirme �Marti estoy por venirme otra
vez� no pares� sigue� con los dedos adentro�mete y saca� -, y
continu� la mamada. Estall� nuevamente en hermosos estertores y cimbronazos
asida firmemente de lo que chupaba. En los siguientes quince minutos de paja y
succiones, se derram� de forma sublime dos veces m�s en mis dedos, cada vez que
llegaba al climax se crispaba sobre mi verga, y emit�a un r�tmico
"mmmmsiiii�" gutural y sin dejar de chupar, d�ndome a entender lo que le
ven�a� Con su �ltimo orgasmo logr�, por fin, beberse una vez m�s mi ser� Hab�a
sido un espectador privilegiado de sus acabadas. Se acomod� a mi lado y en un
silente acto, desplaz� los cobertores

tap�ndonos, dormitamos un rato en esa filial pose, mi madre recostada sobre
mi vientre echa un bollito sepultada por las ropas de cama y yo acariciando su
cabeza. De pronto se recompuso, su cabeza emergi� de las profundidades de la
cama y me sac� del sopor.

-Genial !! Me quieres Martincito ? -, pregunt� con voz quebrada y
profunda.

-No, duerme un poco, luego volver� con un refrigerio. -, se incorpor�
arreglando sus desarticuladas prendas.

-Comer�s conmigo ? -, pregunt� en el preciso momento que un soberano
erupto la tom� por sorpresa.

-Berrrrrppppppp�Creo que ya comi suficiente� -, coment� con un suspiro
pas�ndose la palma de la mano por el vientre.

Sali� lentamente de la habitaci�n y al llegar a la puerta se torn� en sus
talones y me arroj� un beso con su mano.

Me acurruqu� en el calorcito ben�fico de mi cama, orbitando el planeta de los
sue�os y las fantas�as, las mamadas fueron tan plenas que me rend� pronto a los
brazos de Morf�o.

Como a las dos de la tarde, me despert� con un apetitoso refrigerio, t� con
leche y miel, tostadas, jal�a y jugo de naranjas.

-Debes reponerte bien�-, me dijo mientras sus ojos no dejaban de
centellear mir�ndome. Sentada en la cama, mam� no reparaba en ning�n recato, el
escueto camis�n no alcanzaba a cubrir parte de su anatom�a, en esa posici�n.
Mientras esperaba pacientemente a que terminara, no dejaba de mirarme fijo y de
sonreirse con complacencia y en un momento, abri� sus piernas exponiendo toda su
"rajada" intimidad a mi vista. Dem�s esta en aclarar que la visi�n de su
vagina me excit� de inmediato, y ya no pude dejar de mirar su exquicita joya,
hasta pod�a percibir ese embriagador aroma a hembra mojada.

-A ver� , d�jame retirarla� -, y en un apresurado movimiento sac� la
bandeja de encima mio y la llev� hasta la c�moda, luego se dirigi� hasta la
persiana y la levant� solo un poquito. La sombras cedieron un poco, ya era
imposible que pudiera yo ocultar la tremenda erecci�n que me hab�a provocado. Al
regresar y antes de sentarce junto a mi, se percata del mounstro despierto que
yace debajo de las cobijas y con una risita perversa sofocada con su mano,
acaricia a la "bestia" por sobre la colcha.

-Si quieres..., pero�. -, balbuce�.

No hizo m�s que terminar de decirlo, cuando con su mano bajo los cobertores
se dirig�o de manera precisa al encuentro de mi miembro.

La sorpresa esta vez fue para ella, al constatar que ninguna barrera de tela
la separaba de su presa, en la noche producto de la ausencia de fiebre,
acalorado me saqu� los pantalones todos mojados.

Lo tom� en todo su vigor y comenz� a acariciarlo con lentitud.

-Puedes hacerme lo mismo que ayer con la boca ? -, le dije mientras me
acomodaba para que accediera mejor.

-Debo�mira como estas. Ahora te ense�ar� otras cositas lindas�-, me
destap�, se sac� el cardigan gris y se qued� mir�ndome la verga un instante.
Luego tom� correcta posici�n arrodillada a mi lado, sobre la cama y comenz� a
masturbarme.

-Esta va ha ser mejor que las que te haces con las pel�culas� �brete
el saco pijama� -, era su marioneta, todo mi cuerpo convulsionaba por
su maestra mano, me hac�a subir, bajar, aplastarme contra el colch�n cuando
arremet�a la paja con velocidad�Se agach� sobre mi verga y la babe� para
lubricarla.

-Es hermosa�, est� enorme� -, seseaba enardecida.

-Ch�pala� -, rogu�.

-Va a saltar�ch�pamela�-, avis� y me abandon� arque�ndome.

-Acaba Marti�, acaba para mamita� Vamos, dame mucha lechita�Quiero verla
salir�

El primer chisguete hizo blanco en la almohada, el segundo en mi hombro y el
tercero en mi pecho� , lo dem�s se derram� en mi vientre�, recien entonces y sin
dejar de tomarlo con fuerza, se lo llev� a la boca para vigorizarlo nuevamente.
Alternaba paja y chupadas, asegur�ndose de mi hombr�a segundo a segundo. Asi
jug� un rato y sin previo aviso ni mediar palabra, se mont� a horcajadas de mi.
El camisoncito no me dejaba ver lo que hac�a�, pero sent�a. Sent� como frotaba
la cabeza de mi verga sobre su babosa vagina y en cada roce un gemido de placer
abandonaba sus labios. Una vez m�s, dos y a la tercera� adentro !!

De un solo movimiento lo clava dentro suyo, gemidos y respiraciones profundas
la asaltan, y yo sinti�ndome en las nubes, solo atino a tomarme de sus lindas
tetitas�

No lo podia creer, mi propia madre me estaba cogiendo, comenz� a balancearse,
a cabalgarme; no se cuanto dur� , diez minutos ? quince ? una eternidad ?
Explot�, sent� mi semen salir por segunda vez disparado, ella se contrajo y me
clav� las u�as en los hombros. Erguida sobre su torso temblaba con r�tmicos
espasmos de sus nalgas ensartada por mi miembro. Nos quedamos como a la ma�ana,
abrazados y bes�ndonos con dulzura, Sandra sobre mi torso permanec�a agazapada,
pegada y penetrada.

La verga no ten�a asomo de retirarse, auque no en toda su dureza, conservaba
la suficiente turgencia para tenerla empalada. Si ella atinaba a moverse como
respuesta sent�a a la bestia vigorizarce, crecer y penetrarla.

-Mi amorcito, no seas ansioso, por ahora te puede hacer mal� , solo dos
lechadas por "medicina"�si ? Creeme que yo intento controlarme y me cuesta
much�simo�Comprende, ahora puede hacerte da�o� Cuando te repongas ya veremos�-,
me sermoneaba cuando yo imped�a que me desmontara, tom�ndola por los muslos y
las nalgas.

-Una vez que estes bien vas a pedirme por favor que me baje�-, brome�.

El mi�rcoles, por todo el d�a me dej� descansar y cocerme en mi caldo, solo
me quedaban el olor a hembra en mis dedos y sus besos cuando vino a darme la
p�cima energ�tica� Inteligentemente me dio a entender que me masturbara si ten�a
ganas acerc�ndome el control de la video.

Pero ya no era lo mismo, ella lo sab�a�

El jueves el ritual de la medicina, reinici� nuevamente, una vez por la
ma�ana donde eran masturbaciones y mamadas, y otra a la hora de la siesta, como
a las tres, donde despu�s de una breves chupadas me montaba. Me ense�� a
retenerme, a regular mi �mpetu para durar empalmado todo lo que ella necesitaba
cabalgar para saciarse.

Nos encontr�bamos de los m�s calentitos, luego de una cabalgada salvaje que
la hizo derretirse en unos cuantos minutos y a mi dentro de ella.

-Desenchufame� Vamos !! Dale te digo� , s�came esa cosota de adentro y vamos
al ba�o� Abrigate bien� -, me abrigu� con su bata de pa�o y la presed�,
observando su hermoso culo que asomaba por el breve baby doll azul que vest�a y
el interior de sus muslos brillantes de flujo, que se revelaban a cada paso.

-Puedo ? -, brome� toc�ndole el culo.

Bueno� , comienza a orinar. Ahora cuando suene los dedos cortas el chorro
apretando el culito� Ya !! -, obedec� al escuchar el sonido.

-Ayyyyyy� , pens� que no me dar�as m�s carne !! -, me llev� hasta mi
dormitorio en un suspiro, agarrada de mi verga, tiraba como una
locomotora sexual.

Para el fin de semana ya me encontraba mejor, pero la presencia de Arturo por
la casa, no dej� lugar a nada, contrariado, me conform� con recuerdos. En un
momento, mi madre me confi� que dentro de mi guardarropa ten�a un regalo que me
ayudar�a a pasar mejor esos dos d�as. Apresurado me encerr� en mi habitaci�n y
descubr� lo que Sandra me hab�a dejado.

Diantres !! Era una bombacha roja� la fragancia lleg� como aguij�n a mi
nariz, pas� por mi cerebro y fue directo a mi verga.

Estaba mojada y hasta ten�a un poco de flujo baboso, la devor� con todos mis
sentidos y mi espera se hizo m�s placentera. Esperar�a�y desesperar�a, pero al
fin, las horas pasar�an e inexorablemente, llegar�a el lunes�

En la ma�ana se comportaba como una madre com�n, me llamaba a diana, me
serv�a el desayuno y todo se desarrollaba, se podr�a decir, normalmente. Me
hab�a aleccionado, que solo tomara la iniciativa si estaba completamente seguro
de que est�bamos solos.

Ni siquiera en el beso de despedida se evidenciaba morbosidad entre
nosotros�, un beso al pasar en la mejilla y nada m�s.

Pero desde que llegaba al mediod�a de la escuela, y siempre antes de comer,
era inevitable que viniera a mi habitaci�n a impartirme educaci�n sexual
pr�ctica� Me encontraba duchado y listo viendo porno en la video y como si de
una final de mundial se tratara, se acostaba desnuda a mi lado sin despegar la
mirada de la pantalla.

Inmediatamente me situaba con mi cabeza entre sus piernas y la mataba a
lametones y chupadas, ella con sus ojos vidriosos clavados en las im�genes, solo
atinaba a gemir y a convulsionarse en cada orgasmo, para luego recomenzae la
b�squeda de otro. Despu�s de llevarla del cielo al infierno en repetidas veces,
abusaba de su cuerpo a mi placer.

A esa altura ya no era ella la que se montaba al jovencito sumiso, como en
las dos primeras semanas, era yo quien me situaba sobre ella enloqueci�ndola con
el piston�o.

La tomaba de frente, entre sus piernas, la tomaba desde atr�s, peg�ndome a su
espalda o me la sentaba encima al borde de la cama viendo su culo subir y bajar
en el espejo de la puerta de mi placard, la gozaba al m�ximo�

Se preocupaba en ense�arme todo lo referente al sexo, me mostraba como deb�a
tocar a una mujer, como chupar sus pechos, como acariciarla, como lamer su raja
y especialmente como excitarla y complacerla.

Hab�a descubierto que no solo su concha me gustaba chupar tambi�n, me
apasionaba chupar, lamer y violentar con mi lengua el peque�o y sabroso
agujerito entre sus nalgas, al comienzo con torpesa, pero en unos d�as ya era un
experto y a ella , �sto, la perd�a completamente�Bueno chuparla en su
entrepierna la perd�a completamente, indistintamente en que puerto anclara mi
lengua.

Por esto, me hizo prometerle que no descuidar�a mis obligaciones, que
estudiar�a y que no tomar�a ganancia de mi ventajosa situaci�n con ella. Todos
los d�as me dec�a que me preparara que yo deber�a cumplir bien mi parte. Mi
parte�, en qu� ?

Luego del almuerzo, cada uno se dedicaba a sus tareas, Sandra a sus
quehaceres y yo al estudio. C�mo a las 17hs. era yo quien la buscaba para
el sexo, la tomaba donde la encontrara, en el lavadero � en el living�

Ella siempre estaba dispuesta.

En realidad despu�s de la segunda semana de pasi�n incontrolable, las mismas
tar�as de cada uno, impusieron el ritmo de los encuentros. Martes y jueves yo
ten�a educaci�n f�sica obligatoria desde las 14 hs. hasta las

16 hs. y luego seguramente concurr�amos a la casa de alg�n compa�ero a
estudiar, hasta podr�a ser la mia propia !! Sandra aprovechaba para dedicarce a
full a su trabajo y visitar clientas.

El fin de semana Arturo estaba en casa y como sus horarios eran impredecibles
no conven�a arriesgarse, asi que, me iba a jugar al f�tbol y a la noche alguna
reuni�n cumplea�era de amigos siempre hab�a.

Pues quedaban lunes, mi�rcoles y viernes para el amor carnal y el sexo
filial�Cuando est�bamos solos en la casa, generalmente cuando amanec�a con
lluvia fuerte y me permit�a que faltara a la escuela, hac�amos sexo toda la
ma�ana en mi cama, almorz�bamos tarde y volv�amos encamarnos.

Luego de leer un rato, hacer la digesti�n y descansar nos dorm�amos una
caliente siesta ensartados por los genitales, por la tarde, en donde se
presentara por la casa, nuevamente sexo, como hasta las siete. Suena fuerte,
pero es as�, nos encam�bamos y coj�amos enagenados del mundo, como bestias.

Ella siempre andaba por ah�, casi desnuda, eso me excitaba mucho, y yo me
encontraba todo el d�a con el palo duro. Sol�a usar un vestidito corto de
algod�n floreado en azul y un saquito de lana beige que le tomaba la cintura y
hac�a que el vuelo del vestido se levantara hasta casi el comienzo de sus
altaneras nalgas.

Por supuesto no usaba bombacha.

Un d�a la encuentro en el dormitorio haciendo un revuelo en su guardarropa.

La clavaba y la chupaba en donde fuera, de parados en la cocina, sentados en
el bidet del ba�o, en la escalera que va a la terraza.

Un d�a la atrap� en el lavadero que estaba en el patio, era un sitio que
semejaba un peque�o chalecito, ella se encontraba frente al lavarropas�

-Martincito portate bien� -, fue la �ltima frase articulada y l�gica que
le escuch� pronunciar. Sigilosamente me col� debajo de su �nica prenda y la
chup� tanto que hice que se viniera tres veces. Despu�s reci�n la penetr�,
antes de llenarla de semen, acab� dos veces m�s y cay� al piso sobre la pila de
ropa en c�mara lenta, jadeando, desmayada en �xtasis�

En otra oportunidad, nos encontr�bamos en el piso del hall de entrada de la
casa.

Pobrecita� , solo fue hasta all� a recoger la correspondencia que el cartero
habia deslizado por bajo la puerta, pero a consecuencia de andar por la casa
semidesnuda, como ya describ�, cuando se agach� a recojerla fue tal el
espect�culo er�tico que sin quererlo me brind�, que me le pegu� como
sanguijuela. La ten�a boca abajo, con ambas manos me aferraba a sus hombros y la
ensartaba por su jugosa raja, ella, empinaba el culo.

D�ndole y d�ndole, eyacul� una vez en su interior, pero todav�a continuaba
empalmado, entonces la segu� bombeando en busca de otra descarga. Ella
docilmente vomitaba orgasmos a repetici�n y enajenados nos aislamos del
mundo�Son� el timbre.

Les hab�a dicho que mi madre era vendedora de Avon, la campanilla
sonaba con insistencia cuando Sandra record� que hab�a sitado a una clienta que
necesitaba un producto con urgencia.

Con el sweter y el vestido a la altura de sus hombros y a rega�adientes se
desacopl� y fue a buscar el producto.

Abri� la peque�a ventanita y tras el saludo de cortes�a le entreg� el
paquete.

La observaba desde el piso como, un poco en puntillas de pi�, intentaba
encuadrar lo m�s posible en la ventanita� , la imagen de su hermoso culo y de su
vagina drenando gotones de mi leche me desbord�, y sin decir agua va, me acerqu�
agazapado y la penetr� otra vez.

C�mo la clienta demoraba en su charla, mi mami comenz� a padecer los estragos
de la copulaci�n en sus facciones.

La relaci�n con Sandra, mi madre, estaba mejor que nunca.

Asi pasaron dos largos meses en que se suced�an d�a por medio las situaciones
m�s variadas para poder llevar adelante nuestra vida incestuosa de madre e hijo
y de amantes desenfrenados. El invierno ya cubr�a todo con su manto gris, h�medo
y Arturo ya aparec�a tarde en la noche y hasta algunas veces no ven�a a dormir�
, si para la medianoche ya no ven�a y era viernes � s�bado, Sandra aterrizaba en
mi cama para dormir juntos. Siempre hab�a sexo, luego, arrumacos, besos y
caricias hasta que nos dorm�amos. Aunque tranquilos, siempre, con la puerta de
mi habitaci�n con llave.

Cada d�a que lograbamos concretar un encuentro sexual pleno en una cama, nos
volv�amos m�s hambrientos y consegu�amos perfeccionar el arte de amar, hasta
extenuarnos. Sandra alcanz� el �xtasis m�ximo en sus orgasmos y despu�s del
s�ptimo u octavo se desmayaba.

Amorosamente la reanimaba y al encontrarme con su satisfecha mirada, el
c�rculo de la perfecci�n se cerraba a nuestro alrededor.

-Me gusta hac�rtelo, se siente tan lindo cuando�- titube�.

-Nooo� me gustas mucho, jam�s dejar� de hacertelo !! -, excitado sub�
sobre su cuerpo y la bes�, ella se abri� para recibirme.

-De veras ? -, interrump�.

-Si, y no solo me la enchufar�s algunos d�as� Dormir�s conmigo !! -, con
suma algarab�a me comunic� su deseos y mi verga, desbocada, toc� a su
puerta. Ella solo me dej� pasar�

Una madrugada en que se dio esta oportunidad, nos encontr�bamos en dulces
arrumacos con mi madre, despu�s de dos furiosas eyaculaciones sin desalojar que
le hab�a hecho a su dulce conchita, la cosa se estaba caldeando y prometia otro
hermoso polvo con ella. De pronto intentaron abrir la puerta� Como un rayo mi
madre salt� de la cama.

-Es �l� que desastre� , nos mata�-, susurr� temerosa.

-Shhhhh !! Calmate, esc�ndete en la baulera� all�, bajo la escalera�R�pido !!
Yo me encargo� -, no termin� de decir esto, cuando se oyeron los golpecitos
a mi puerta.

Instantaneamente prend� la tele y corr� una porno en la video�, abr� con
somnolencia y pereza.

-Disculpame, es que me inquiet� al no encontrar a nadie y tu puerta cerrada�
-, advirti� en ese momento lo que la pantalla reflejaba y haci�ndome el
sobresaltado tom� el control y apagu� la televisi�n, �l continu�, -Disculpame
nuevamente� Tu madre ?

-Todo est� OK !! - , respond�.

-Ahh !! , si en mi �poca hubiera tenido video� -, me dijo con una sonrisa
y me dese� buenas noches. Al cerrar la puerta exal� aliviado.

Fui hasta la portezuela de la baulera y rescat� a mi mam�, que se hab�a
cubierto con todo tipo de art�culos que yo guardaba.

-Aprendez muy r�pido� , y no solo a matarme a orgasmos� -, dicho esto me
bes� excitada.

-C�mo empezamos�? -, le pregunt� sob�ndole las nalgas.

-Amorcito no seas malito�b�same con la lenguita, eh ? -, y con una
sensualidad morbosa se coloc� boca abajo en mi cama, con la almohada bajo su
vientre. Locura sexual a la en�sima potencia.

No pasaron muchos encuentros, para que los anos de madre e hijo pasaran a ser
los protagonistas de las tertulias sexuales. Despu�s de la cuarta corrida, mi
vigor necesitaba de fuerte estimulaci�n para dar "algo m�s", asi
que ella impuls� el desarrollo de los jugosos jueguitos de lengua en las
profundidades de las nalgas. No solo la lengua diestra y escurridiza de Sandra
me pon�a a tono, tambi�n, estaba el olor�

El aroma almizclado que desped�a su entrepierna inflamada por el traquet�o,
nuestros jugos y su ano, lograban reanimar al "muerto".

Necesit�bamos tener mutuo contacto entre las lenguas y los anos, asi que mi
mamita pronto se cans� del 69 de lado e ide� una postura que sacaba mucho
provecho. La cabecera de mi cama se situaba contra la pared, asi que, Sandra me
ayudaba a colocarme con la cabeza y los hombros en las almohadas y mi baja
espalda contra la pared. Con las piernas apuntando hacia el techo, las bajaba
lentamente, hasta que ella se montaba sobre mi cara y la sepultaba entre sus
nalgas.

Aferrada a mis piernas mi florcita quedaba a su merced y su lengua no
perdonaba. Me chupaba hasta el alma misma� Cuando invert�amos los lugares y era
ella la que se situaba contra la pared la situaci�n nos desbordaba. Con mi verga
en su boca yo me contoneaba lentamaente como si estuviera en su vagina al mismo
tiempo que la chupaba a full, eyaculaba dentro sin descontrolarme mucho porque
la primera vez casi la ahogo. Sin querer, me dej� llevar, y s� me imagin� en su
dulce concha, empuj� y empuj� con fuerza mientras los chorros de leche sal�an de
mi verga y si no fuera por el empell�n que me dio la asfixiaba con esperma. A
partir de ese momento al eyacular retiraba mi verga hasta sus labios y dejaba
que ella se atiborrara�

Mi curiosidad y su lujuria hicieron el resto.

Las charlas en el desayuno eran igualmente instructivas, mi padrastro nunca
las presenciaba porque part�a m�s temprano o simplemente no estaba y al correr
del tiempo, las cosas ganaron m�s confianza.

Sandra ya no cuidaba su pudor frente a mi, y con solo la bata de pa�o � un
cardigan sobre sus carnes desayun�bamos tranquilos, ella no quer�a m�s que
seducci�n en ese momento, por m�s que en el d�a anterior el descontrol sexual
hubiera sido m�ximo, el desayuno era sagrado. Desde un primer momento, nunca
permiti� ning�n jueguito sexual antes de partir a la escuela, en eso se manten�a
estricta.

Convers�bamos y no solo plane�bamos el d�a, tambi�n coment�bamos con
naturalidad nuestras "perfomance", pero nada m�s.

-Bien. Asi podremos disponer mejor el tiempo� Imaginate cuando llegue
Diciembre ? No ir�s a la escuela�Te voy a secar� -, brome�.

Era f�cil saber cuando quer�a algo mas grueso que mi lengua en su trasero, si
el agujerito se encontraba embadurnado con crema, yo ya sab�a por donde quer�a
Sandra recibir placer. Aprendimos juntos y ella se abri� con una salvaje lujuria
al sexo anal, el viernes Arturo no vino a dormir y el film fue m�s que
instructivo. Tambi�n con una desagradable experiencia, aprendimos todo lo
referente a la higiene y mi madre resuelta, adquiri� en la farmacia una bomba de
enema.

En dos d�as de febril pr�ctica, en d�nde su anillo de carne era el �nico
camino para llegar a su coraz�n, asimilamos una morbosa destreza, como ella
dec�a en esos d�as�-"para lubricar saliva y Avon� hasta que halla leche !!".

Y despu�s de penetrarla, la lubricaba en exceso�

Sandra a los 40 a�os, mostr�ndome su mejor lado�

Una tarde cuando termin� de hacer mis deberes, mi mam� se acerc� con

mimos y besos advirti�ndome que ten�amos como tres horas m�s hasta que " �l "
volviera� Era necesario darme "la medicina", pero que �sta iba a ser muy
especial, todav�a a esas alturas, segu�amos con el jueguito de nombrar nuestros
"revolcones" como "la medicina".

Sin decirme m�s, cuando todo estuvo todo listo me llam� y fui r�pido a su
encuentro. Ella estaba en la habitaci�n esper�ndome, apenas llegu�, me quit� la
remera, el pantal�n, baj� mi slip, y me acarici� un poco, luego me tom� de la
mano y nos dirigimos al ba�o.

Ayud�ndome a entrar en la ba�era comenzamos a enjabonarnos mutuamente, me
lava como nunca, me refriega bien el pecho, la panza, mi pene, mi cola, mi
espalda, me da un ba�o completo, y yo a ella, cuando intento penetrarla no lo
permite.

-Prom�teme que haraz lo que te digo, te va a gustar� -, entre besos y
chupadas acab� una vez, pero todo me parec�a extra�o. Por supuesto, ella segu�a
caliente y yo ard�a�

De regreso en la habitaci�n y reci�n all�, mientras me termina de secar, me
pone contra la pared principiando un morr�o. Se la ve�a y sent�a muy caliente,
entre babosos besos me entrego a su lascivia mientras juega con mis cabellos y
de a ratos me lame las tetillas.

Tomando posesi�n de mi verga, que ya estaba bien dura, la paj�a con
morbosidad compulsiva depositando un got�n de espesa y espumosa saliva en la
cabeza, y principia la mamada. Chupa y chupa, relame y succiona, los sonidos de
su saliva rechinando sobre mi poronga son claros y me elevan m�s. En unos
minutos, se incorpora y sob�ndome el cuerpo, me gui�a un ojo. Estupefacto y
excitado veo como se aleja con paso felino hacia la puerta de la habitaci�n.

-Laura, Lauri� ahora� -, un segundo despu�s entra en el cuarto, mi t�a
Laura, la hermana de mi mam�. Ella tiene 42 a�os, es viuda desde hacia
tres y tiene una hija de 15 a�os, mi prima Elizabeth, que yo no ve�a
desde la muerte de mi t�o.

-Shhhhhhh ! Calladito, lo prometiste� y dejate hacer. -, la voz de mi
madre fue cortante, -Laura va a mirarnos, asi que, portate como sabes�

Mi t�a siempre fue una mujer agradable, pero ahora estaba adem�s, muy bella,
se notaba que hacia un tiempo que se mataba en el "Gym", su cuerpo a
simple vista estaba bien proporcionado.

Entr� en el cuarto, sin decir nada, casi imperceptible y buscando el amparo
de las penumbras fue a sentarse a un sill�n en la otra punta de la habitaci�n.
No entend�a bien que era lo que pasaba, pero con una mezcla de verg�enza y
calentura, me dej� llevar, estaba all� desnudo, erecto y mi t�a sentada en las
sombras mir�ndome de arriba a bajo, como mi madre me la chupaba !!

Entonces Sandra se me acerc�, me dio un beso en el cuello, me abraz� y sigui�
jugando conmigo, me acariciaba, me besaba, con una mano tocaba mi pene, y con la
otra amasaba mi cola, jugaba con mi ano, me mord�a, todo esto ante la
observancia atenta y cr�tica de mi t�a Laura.

Un rato despu�s, mi madre se puso de cara contra la pared, d�ndome la
espalda, flexion� un poco sus rodillas, tom� mi pene con su mano y muy
suavemente me atrajo hacia s� , lo introdujo en su concha, comenzando a
hamacarse, pod�a sentir como mi pene, entraba y sal�a de su concha, que se iba
mojando, mientras ella gem�a y su respiraci�n se aceleraba. Estaba por acabar y
la tenia tomada bien por la cintura, pod�a ver su hermoso culo trepidar,
coj�amos como animales fren�ticos.

Sent� la silla moverse, me di vuelta y mi t�a estaba de pie quit�ndose la
pollera de jean y luciendo una �gnea tanga roja, casi transparente, que no
escond�a mucho.

Camin� hacia donde est�bamos nosotros, su cuerpo estaba bien cuidado, como el
de mi madre, no tenia nada de panza, sus pechos eran mas grandes, aunque no se
hab�a sacado el sweter azul, se notaban imponentes.

Llego hasta detr�s m�o, era m�s alta que nosotros, puso sus manos en mi pecho
y me apoy� sus tetas en la espalda, con infinita dulzura comenz� a besarme el
cuello y los hombros.

Mi madre se dio vuelta para ver que pasaba, se sonri� y aceler� sus
movimientos, su cola golpeaba contra mi panza con sonoro y r�tmico chasquido.
Laura fue bajando despacio mientras lam�a mi espalda, hasta llegar a mi cola, me
chupo los cachetes y termino en mi ano, lo lami�, lo llen� de saliva, baj� un
poco mas y lami� mis huevos.

Ya no aguantaba m�s, as� que acab� dentro de mi madre, mi leche no dejaba de
salir y Sandra gem�a como una loca, me separ� un poquito y pude sentir como mi
semen se escapaba de su concha y mi t�a lo chupaba golosa, termin� de sacar mi
pene chorreante y Laura me lo chupo, me lo limpio todo, todito� Se me hab�a
bajado un poco, pero ella igual se lo met�a en la boca y lo succionaba. Mi madre
se agach� detr�s de ella y le meti� las manos por debajo del sweter, acariciando
sus tetas. Las caricias se extendieron hasta que una mano invadi� la entrepierna
de su hermana.

Empez� a frotar la concha de Laura, meti�ndole un dedo y el carcter�stico
sonido de concha empapada me lleg� con claridad. La masturbaba con maestr�a
mientras le chupaba el cuello. Mi pene, comenz� nuevamente a ponerse duro y t�a
Laura ya deliraba de placer.

Respiraba entrecortadamente, asi que, Sandra aprovech� para sacarle mi pija
de su boca, la recost� en el piso y me hizo se�as de que me acostara sobre ella.
Asi lo hice�

-Mart�n coj�tela� , cojela bien�, le hace falta. -, susurr� Sandra.

T�a Laura se corri� la tanga, agarr� mi poronga y se la meti� en la concha
hasta el fondo, en un instante se puso como loca, clavando sus u�as en mi
espalda.

La embest�a con todas mis fuerzas, ella gritaba de placer pidiendo m�s y m�s
y unos segundos despu�s, mi linda t�a Laura nos obsequia una acabada ruidosa,
bramando enloquecida. Con su jadeante respiraci�n, alcanz� a darme un beso en la
boca antes de rendirse.

Suavemente me desplaz� a su lado, se arrastr� hasta mi cintura y me comenz� a
chupar nuevamente la verga, me paje�, sabore�ndola en la boca.

-Uuuuuhhhhhhhhhhh� acaboooooooo t�aaaaaaaa�-arque� mi torso.

-Sandy ven� ap�rate se siente el sabor� ya la suelta�-, tom� a mi madre,
que estaba mirando todo desde un costado mientras se met�a tres dedos en la
concha, la acerc� a mi pene y entre las dos me lo chuparon.

Primero lo lam�a una, despu�s la otra, y despu�s las dos juntas, lo
agarraban, lo apretaban, me masturbaban, no paso mucho tiempo, que mi pene
empez� a escupir leche.

Se disputaron cada chorro, cada got�n, me lo limpiaron totalmente, mientras
se besaban entre ellas, hasta pude ver los restos de mi semen sobre sus labios
mientras lo hac�an�Mi t�a Laura, todav�a agitada, le peg� un sonoro chirlo en
las nalgas a mi madre.

Mira, todav�a tengo leche en el pullover� Sandra es maravilloso� Me desnudo y
seguimos, quieren ? Otra vez� si ? -, mam� le pidi� que se calmara, que ella
misma querr�a seguir si pudieran, pero la hora apremiaba y no era conveniente.

Con la firme promesa de que volver�a para seguir "conoci�ndome" me
bes� en la boca y se fue a vestir al ba�o. Mi padre regresar�a en una hora y
todo ten�a que estar en total normalidad.

Mam� tambi�n se visti�, y la acompa�� a la puerta, cuando volvi�, me mir�, y
me dijo que me preparara, que a partir de ma�ana iba a empezar a tener que
prestar mis servicios, no solo a ella, sino cuando pudi�ramos, tambi�n a su
hermana Laura. Pero estos encuentros de tr�o hab�a que arreglarlos muy bien.