Relato: Papito (II) by Francesca Duval
Segunda parte
En
esta segunda parte, contar� lo que falta de mi historia y lo m�s importante de
la vida de papito. De como llegu� � quererlo m�s que mi propia vida, y que hoy,
� mis 50 a�os, lo sigo amando como cuando era una chiquilla.
Papito
fue � traer a mam� del Hospital, y volvieron a casa al medio d�a, a la vuelta,
papito hab�a pasado a buscar a mis hermanos del Colegio, y todos regresaban
juntos. Al verme mam� me pregunt� que como me sent�a, y si ya no me dol�a la
barriga, le salud� con un beso, y le dije que ya estaba mejor, que papito me
hab�a dado un remedio y que ya estaba sana. Ayudamos a mam� a entrar, y la
acostamos en su cama, y mis hermanitos inmediatamente la acosaron con preguntas,
y mientras ella les contaba su operaci�n, con papito fuimos a traer sus cosas
del auto. Salimos de la casa y nos fuimos al garaje, papito abri� el maletero
del auto, y sac� la maleta y las otras cosas de mam�, mientras yo abr�a la
puerta delantera, y sacaba las mantas y las maletines de mis hermanitos, dej�
todo en el suelo y me acerqu� a papito por detr�s, y lo abras� por su cintura,
�l dejo las cosas en el piso, se dio la vuelta y rode�ndome con sus brazos,
coloc� sus manos en mis nalguitas, y me alz�, me doli� mi maltrecho culito, pero
no me import�, mientras yo lo abrazaba por el cuello, y nos comenzamos a besar
intensamente, le acariciaba su pelo, y abriendo mis piernitas, las coloqu�
alrededor de sus caderas, papito comenz� a andar y me sent� sobre el cap� del
auto, mientras nos segu�amos besando, sacando sus manos de debajo de mis
nalguitas, las llev� hacia adelante y me comenz� a acariciar mis pechitos, por
sobre el vestido con una mano, y con la otra levant� el ruedo de mi vestido y
llev� su mano a mi entrepierna, y comenz� a acariciar mi sexo, por sobre mi
calzoncito, excit�ndome al instante, dej� de besar a papito y le dije:
- Te amo, papito, quiero que me cojas! Quiero sentir tu pene
en mi chuchita! Quiero chup�rtela papito!!!!!!!!.
- Yo tambi�n mi hijita querida! Yo tambi�n quiero cojerte,
quiero comerme tu chuchita mi amorcito!!!!!!. Me dijo mi papito, mientras
con sus dedos apartaba a un lado la entrepierna de mi calz�n, y me enterraba un
dedo en mi mojada vaginita. Dej� de acariciarlo para subir un poco m�s mi
vestido, y mirar como mi papito me masturbaba con su mano. Escuchamos pasos de
alguien que venia corriendo, y mi papito r�pidamente me dej� en el suelo, y
agarr� las cosas de mam�, yo hice lo mismo, justo en el momento en que llegaba
mi hermano mayor a buscarnos, porque mam� preguntaba por nosotros. Papito y yo
preparamos la cena, y luego, mientras yo atend�a � mi mam�, papito atend�a a mis
hermanitos. Despu�s de mirar televisi�n un rato, papito acost� a mis hermanos, y
luego estuvimos conversando con mi mam� en su dormitorio. Me fui a dormir a mi
cuarto cerca a las 11 de la noche, despu�s de despedirme de mis padres, sabiendo
que mi papito ir�a a mi dormitorio m�s tarde.
Ser�an cerca de las 3 de la ma�ana, cuando sent� que mi
papito se acostaba a mi lado, yo hab�a dejado la puerta de mi dormitorio
entornada, y �l hab�a entrado sin hacer ruido, luego de cerrar y asegurar mi
puerta, se acost� a mi lado. Me hab�a dormido tan ansiosa, que mi sue�o era muy
liviano, y en cuanto sent� a papito a mi lado, me despert� y lo abras�, papito
ya estaba desnudo, y yo lo esperaba igual, ya que me acost� desnuda para
esperarlo lista. Juntamos nuestros cuerpos desnudos en un abrazo interminable,
mientras nos bes�bamos con pasi�n, mientras nos acarici�bamos por todas partes.
- Te amo mi beb�!!!!, te amo mi hijita querida!!!!!. Me
susurr� mi papito en el o�do. Llev� una de mis manitas hasta el pene de mi
papito, y lo comenc� a masturbar, y me di cuenta que ten�a ya una media
erecci�n, mi papito me acariciaba mi sexo, y cuando abr� bien mis piernitas, �l
meti� un dedo en mi dolorida vaginita, y me comenz� a masturbar, luego fue
besando todo mi cuerpito, hasta llegar a mis pechitos y me los comenz� a chupar,
y � morder suavemente, lo que me acab� de excitar, y lo comenc� a masturbar m�s
r�pido.
- Que rico papito, me gusta mucho!!!!!!!!!!! Le dije
despacio para que solo �l me oyera.
Soltando su pene de mis manitas, sigui� bajando por mi cuerpo
hasta llegar a mi sexo, y con sus labios me lo comenz� a besar, y con su lengua
separ� mis labios vaginales, y me penetr�, con su lengua enterrada en mi
vaginita, me mov� abriendo a�n m�s mis piernitas, se acomod� entre mis muslos, y
me comenz� a chupar mi cl�toris y mi vaginita, y aunque me ard�a un poco, goc�
con lo que me hac�a, hasta que me hizo terminar en un orgasmo largo y
estremecedor.
- Termino papito!!!!!, uuuhhh!!!!!!, aaaahhhh!!!!!!, que
rico!!!!!!!!, hhhaaaaa, papito!!!!!!!!!! Le dije, en el momento en que
comenc� a tener mi orgasmo. Despu�s �l fue subiendo y besando todo mi cuerpito,
mientras se acomodaba arriba m�o, hasta que su pene qued� a la altura de mi
chuchita, al o�do me dec�a que me amaba, y que quer�a estar as� siempre conmigo,
y luego me pregunt� si lo amaba.
- Te amo mi reinita!!!!, quisiera estar as� siempre contigo
mi hijita!!!!, me amas mi amorcito? Apoyando las manos en la cama, levant�
un poco su cuerpo, se acomod� encima m�o, y yo abr� m�s la piernitas y las
flexion�, para acomodar la entrada de mi vaginita, a la altura del pene de mi
papito, y sin tocarnos con las manos, me fue penetrando despacio, mientras yo le
dec�a que lo amaba y que siempre ser�a de �l.
- Soy tuya papito!!!!!!!, y te amar� siempre!!!!!!!!!!!, te
quiero mucho, mucho, muchoooooooo!!!!! AAAHHH!!!!!!!! Sent� como el
pene de papito abri� mis labios vaginales, y luego, como comenz� � abrir al
m�ximo las paredes de mi vaginita, mientras resbalaba hacia adentro, hasta tocar
mi �tero, cuando sent� que el pene de papito me entr� todo, llenando totalmente
mi estrecha y mojada vaginita, nos quedamos un rato quietos, y luego cuando me
acostumbr� a su tama�o, me comenc� � mover, apretando y soltando mi esf�nter y
mi barriguita, papito me la comenz� a meter y sacar cada vez m�s r�pido,
mientras me hablaba dici�ndome lo que me estaba haciendo, y pregunt�ndome si me
gustaba.
- Te la estoy metiendo mi amorcito!!!!!!, la sent�s?, ya est�
adentro de tu chuchita, mi vida!!!!!!!, te gusta lo que te hace tu padre, mi
amorcito???.
- Me gusta mucho papito!!!!!! Haaa!!!!!! Me gusta que me
metas tu pene!!!! Me encanta sentir tu pene dentro de mi chuchita, papito!!!!!!
Aaaahhhh!!!! As� papito!!!!! Aaaahhhh!!!!!!! Que rico papito!!!!!!! HHHMMMM!!!!!
Me cogi� con ganas, y pronto comenc� � sentir que me ven�a el primer orgasmo,
cruc� mis pies atr�s de su espalda, y las estocadas del pene de mi papito fueron
m�s profundas, y desencadenaron en mi, por primera vez una serie de orgasmos,
para no gritar me colgu� de su cuello, y lo mord� en el pecho, y creo que tuve
como tres orgasmos seguidos, mientras mi vaginita me palpitaba mucho, apretando
el erecto y caliente pene de papito, que segu�a entrando y saliendo cada vez m�s
r�pido de mi vaginita, y cuando mi papito eyacul� dentro de mi, tuve el cuarto
orgasmo, el pene de mi papito palpitaba dentro de mi sensible vaginita,
haci�ndome sentir un sinf�n de nuevas sensaciones, mientras sent�a como soltaba
su semen a cada espasmo de su pene.
- Acab� mi hijita!!!!!!, aaahhhhhh!!!!!!!!!, que rico!!!!!!
MMMMMHHH!!!!!!.
- Si papito, siento como tu pene me llena de semen, dentro de
mi chuchita!!!!!!!!!! Papito se derrumb� encima m�o, y por primera vez fui
consciente de su peso, mi carita quedaba a la altura de su pecho, y qued�
totalmente bajo su cuerpo, luego �l se acomod� de costado, sacando de mi
ardiente vaginita su pene, y abraz�ndome, llev� mi cuerpito casi arriba del de
�l, en esa posici�n descansamos un rato, mientras mi chuchita me dejaba de
palpitar, papito me dio un beso largo y apasionado. Luego se levant�, se puso su
boxer, se volvi� a agachar y me dio otro beso, se despidi� de m�, y se fue a su
dormitorio.
Cuando mi papito se fue, y qued� sola en mi camita, comenc� a
pensar en todo lo que hab�a pasado en esos escasos cinco �ltimos d�as de mi
vida, y realmente eran muchas emociones, y sucesos. Desde la primera vez que
mir� a mi papito como mi hombre, hasta este momento en que sent�a mi peque�a �
inflamada vaginita, llena con el semen, que mi papito me hab�a dejado dentro. La
sent�a todo el tiempo inflamada, y todav�a estaba adolor�da, de todas las veces
que mi papito me hab�a hecho el amor esos d�as, me dol�an un poco
mis piernas, y estaba macurc�da de mi barriguita y mi culito, pero todo
sacrificio y dolor val�a la pena, por estar con mi papito, y saber que era su
mujer, y que me amaba, no solo como su hija, sino como su amante, su otra mujer,
limpi� mi sexo y mis muslos con mi calz�n, y luego me puse mi camis�n, y me
dorm� pensando en mi papito.
Al d�a siguiente mi papito nos llev� al colegio, y qued�
establecido, que mientras mi mam� estuviera enferma, yo ir�a adelante en el
autom�vil, y mis hermanitos en el asiento de atr�s. Mientras mi papito conduc�a,
yo tocaba y acariciaba su pene, por sobre su pantal�n, mientras �l acariciaba mi
chuchita por sobre mi calz�n, y cuando pod�a, me apartaba � un lado el el�stico
de la entrepierna de mi calz�n, y met�a sus dedos en mi chuchita, acariciaba mi
cl�toris y los met�a en mi h�meda vaginita. Llegu� al colegio mojada, y muy
excitada, pero con la actividad del d�a se me pas�. A medio d�a nos pas� a
buscar, y nos regresamos a nuestra casa, y nuevamente aprovechaba para tocarlo,
acariciarlo sin que mis hermanos se dieran cuenta, y dejar que �l me acaricie
por sobre mi calsoncito. Por la tarde, mi papito se qued� en casa atendiendo �
mis hermanitos, y lo vi muy poco, ya que entre ayudar a la Se�ora que ven�a a
cocinar, y atender a mi mam�, se me pas� toda la tarde, y solo dos veces pude
estar a solas con mi papito, y apenas le pude dar besos fugaces, y �l solo pudo
acariciar mi rostro y tocar mis nalguitas por sobre mi vestido. Por la noche,
nuevamente vino a mi cuarto en la madrugada, y volvimos a hacer el amor, pero
antes, me comi� el culito con su lengua y sus labios, y no sent� ning�n dolor,
como �l me hab�a dicho.
Como la noche anterior, mi papito lleg� y se meti� en mi
cama, luego de asegurar con llave la puerta de mi cuarto, y de sacarse sus
boxer. Yo lo esperaba desnuda, y esta vez estaba despierta, ya que durante la
noche hab�a despertado como tres veces, y hac�a como cinco minutos que hab�a
despertado la �ltima vez. Cuando lo sent� a mi lado lo abras�, y pegu� mi
cuerpito al suyo, y lo bes� en la boca, mientras nos empez�bamos a acariciar por
todos lados, luego le ped� a mi papito que quer�a hacer el amor con luz, que
prenda la lampara de mi mesa de noche, papito me solt� por un momento, y
mientras �l prend�a la luz, me agach� y me apoder� de su pene con mis manitos, y
se lo comenc� a acariciar, y cuando �l se recost� en la cama, me acost� sobre
�l, d�ndole la espalda, y colocando mis piernitas a los costados de su cuerpo,
le ofrec� mi chuchita. Mientras, yo comenc� a chupar su pene, mi papito comenz�
a acariciar mi chuchita, Me introduc�a sus dedos en mi vaginita y en mi culito,
y luego acariciaba mi cl�toris, mientras yo segu�a chupando su pene, hasta que
se le puso bien duro. Papito me puso en cuatro patas sobre el medio de la cama,
y me meti� su pene desde atr�s, por mi mojada vaginita, y me hizo el amor con
fuerza, y esta vez yo goc� mucho, y no sent� ninguna molestia, tuve dos orgasmos
mientras su pene entraba y sal�a, de mi apretada y mojada vaginita, cuando
estaba por acabar, se recost� de espaldas, al medio de mi camita, y yo me sent�
sobre �l, y solita me introduje su pene en mi vaginita y lo comenc� a cabalgar,
hasta que lo sent� terminar contra mi �tero, me recost� sobre su pecho, mientras
mi papito me acariciaba la cabeza y me dec�a:
- Hacer el amor contigo es la cosa m�s bella que me � podido
suceder!, te amo
chiquitita adorada!. Te amo mi hijita!
- Yo tambi�n te amo papito!, y me gusta que me hagas el amor,
me gusta sentir tu pene dentro de mi chuchita!, quisiera volver a dormir pronto
contigo!, puedo papito?
- Pronto mi hijita!, yo creo que pronto podremos volver a
dormir juntos, no te preocupes, ya buscaremos la forma, de que podamos estar
toda una noche juntos, mi amorcito.
- Te extra�o mucho papito!, quiero dormir siempre contigo!
Le contest�, conversamos un rato m�s, y luego mi papito se me levant� de su
barriga y me dej� en mi camita, mientras �l se levant� y se puso sus boxer, y
despu�s de darme un gran beso en la boca, se fue, y yo me quede sola, pero como
estaba cansada me dorm� inmediatamente. Los d�as siguientes fueron normales, y
mi papito comenz� a espaciar las noches que ven�a a mi dormitorio, ya que mam�
estaba un poco mejor, y hab�a noches en que papito no pod�a
escaparse de su cuarto, y otras solo ven�a por un ratito. Me acariciaba, y
dejaba que yo lo acaricie otro momento, y despu�s se iba, porque mi mam� estaba
despierta, algunas veces lo comenzamos a hacer por las tardes, cuando mi mam�
estaba acostada, y mis hermanos jugando en la calle.
Nos met�amos en el ba�o, y yo me sacaba mi calz�n, y mi
papito se bajaba su pantal�n y sus boxer hasta las rodillas, le chupaba un rato
su pene, y luego �l chupaba mi chuchita, y despu�s se sentaba en el inodoro, y
yo me colocaba parada entre sus muslos, de frente sobre �l, y me introduc�a su
pene en mi vaginita, y lo cabalgaba, hasta que terminaba dentro m�o. Siempre de
esta forma ten�a uno � dos orgasmos, ya que ten�amos mayor contacto, y pod�a ver
como me entraba su erecto y caliente pene en mi estrecha vaginita, y como yo
estaba arriba de �l, pod�a moverme a mi comodidad, metiendo y sacando su pene de
mi vaginita, a mi ritmo, hasta que terminaba bien adentro de mi vaginita y
llenaba mi �tero con su semen. Otras veces fueron en la cocina, papito me
sentaba en el mes�n, y despu�s de sacarme el calz�n, � de hacer a un lado el
el�stico de la entrepierna de mi calz�n, me met�a su erecto pene por mi cada vez
m�s receptiva vaginita, levantando mis piernitas y me cog�a con fuerza, a veces
termin�bamos juntos. Tambi�n lo hac�amos en el garaje, dentro del auto, � en un
colch�n viejo, que papito guardaba en un rinc�n no se porque. Cuando se
cumplieron las dos semanas de vacaciones de papito, empez� a trabajar
nuevamente, y solo lo pod�a ver por la ma�ana, cuando nos llevaba al colegio,
cuando nos pasaba � buscar � medio d�a, y por la madrugada, cuando entraba a mi
cuarto, y hac�amos el amor, � solo nos acarici�bamos un poco.
Mi mam� comenz� a levantarse, y ya se sent�a mejor, as� que
comenz� a hacerse cargo de mis hermanitos, de mi, y de ayudar a la se�ora, que
ven�a todos los medios d�as, todav�a andaba despacio y no pod�a levantar peso, y
papito me dijo que mam� le hab�a dicho, que el medico hab�a prohibido a mam�
hacer el amor por lo menos unos tres meces, as� que solo lo har�a conmigo, y que
eso a mi me encant� mucho, ya que no lo tendr�a que compartir con nadie. Me
hab�a vuelto una adicta al pene de papito, ya que me la pasaba busc�ndolo y
paraba tras �l todo el tiempo, y con ganas de sentir su erecto y rico pene,
dentro de mi ardiente y ya todo el tiempo inflamada vaginita. La rutina del auto
segu�a siendo la misma, yo adelante acariciando y recibiendo caricias de papito,
y mis hermanitos detr�s, sin darse cuenta de nada. Algunas veces que acompa�� a
papito sola al mercado, aprend� a chupar su pene en el auto, y papito me hizo
terminar con su mano y con su boca, y una noche que lo acompa�� a la Farmacia, a
comprar un remedio para mam�, me cogi� en el asiento trasero del auto.
Paramos en un lote bald�o, en una calle desierta y oscura,
papito me desnud�, y se desnud� �l en el asiento trasero, y despu�s de que nos
chupamos primero, me cogi� por mi vaginita por un rato largo, y luego me la
meti� por mi culito, despu�s de ponerme Vaselina, y esta vez no me doli� nada,
me enterr� todo su pene dentro de mi canal trasero, y me cogi� con fuerza. Logr�
tener tres orgasmos en menos de una hora mientras con una manito estimulaba mi
hinchado cl�toris. Cuando sac� su pene de mi culito, ya no me vinieron esas
ganas de ir al ba�o, como las dos primeras veces, pero la sensaci�n de que mi
culito estaba muy abierto, me dur� hasta que regresamos a la casa. Yo me dirig�
directamente al ba�o, mientras papito explicaba a mam�, que nos cost� mucho
encontrar una farmacia abierta � esa hora. Ya en el ba�o, despu�s de que me
sali� todo el semen que ten�a en mi todab�a abierto culito, me desnud� para
ba�arme, y lavar todo el semen de papito, que chorreaba por mi vaginita, y por
mi culito.
Cuando mir� mi cuerpito desnudo en el espejo grande, me di cuenta que
mis senos estaban m�s llenos, como dos medias naranjas, y mis pezoncitos se
hab�an vuelto m�s oscuros, y que estaban m�s sobresalidos y duros, cuando mir�
hacia abajo, vi que mi chuchita estaba m�s abultada, ya no porque estuviera
inflamada, sino que se hab�a expandido por las cogidas que ten�amos con mi
papito, me hab�a salido como una loma, que se notaba contra lo plano de mi
pelvis, y que de la raja de mi chuchita, sobresal�a en la parte superior, el
bot�n de mi cl�toris que tambi�n estaba m�s grande y sensible, incluso me
pareci� que mis caderas estaban m�s anchas con relaci�n a mi cintura, mir�ndome
en el espejo, record� que pronto cumplir�a 11 a�os, y ya era una mujer, la mujer
de mi papito.
Cuando se cumplieron dos meces, de que mi papito me hab�a hecho su
mujer, ya me la pod�a meter por mi culito sin necesidad de Vaselina, apenas con
su saliva � mis jugos, que sacaba de mi vaginita, y aunque solo pod�amos estar juntos y a solas, en promedio unas dos noches por semana, no
dej�bamos de aprovechar cualquier otro momento que se nos presentaba. Hasta que
a papito se le ocurri� una idea, y una madrugada, despu�s de que hicimos el amor
en mi camita, me la cont� y me encant�, le dije que si, y me asegur� que lo
har�a desde el siguiente mes. A los d�as y cuando todos estabamos almorzando, le
dije a mi mam� que estaba un poco mal en Ingles y que la profesora me dijo que
era conveniente, que tome clases en alg�n Instituto, porque pod�a correr el
riesgo de perder el a�o por esa materia, mam� me ret�, y me dijo que estaba muy
floja, y otras cosas por el estilo, mi papito la interrumpi�, y le dijo que �l
averiguar�a, ya que cerca a su oficina sab�a de un Instituto, que �l hab�a visto
muchas veces, al paso, y podr�a ser conveniente para m�.
Mi mam� estuvo de
acuerdo, y dijo que de esa forma cuando acabe el instituto, yo me podr�a ir
caminando a la oficina de papito, � lo pod�a esperar a que �l me pase a buscar,
cuando saliera de su oficina. Mi papito tard� dos d�as en conseguirme el
instituto, y nos avis�, que el siguiente lunes empezar�an mis clases. Los fines
de semana era bien dif�cil, que pueda estar con mi papito, ya que en todo
momento estaban mis hermanos y mam�, a su alrededor, y solo pod�amos estar por
las noches, cuando mi papito me visitaba en las madrugadas, y a veces solo por
un momento, que apenas me daba para chup�rsela un ratito, y que �l me la meta y
me coja r�pido, unas veces por mi vaginita y otras por mi culito. Muchas noches
me qued� con ganas de m�s y sin tener un solo orgasmo.
Mam� me dijo un d�a, cuando me estaba probando un vestido,
que estaba m�s grande, y que mis pechitos estaban creciendo, y que estaban m�s
llenos, que me comprar�a corpi�os, ya que mis pechos y mis pezones se notaban
mucho, y que las mujercitas a cierta edad se ten�an que acostumbrar a usarlos.
Cuando mam� sali� de mi cuarto, me mir� en el espejo, sac�ndome el vestido y vi
que mis pechitos estaban m�s grandes y llenos. Mam� es de pechos grandes, y
seguramente yo tendr�a igual que ella senos grandes, cuando fuera mayor. Las
aureolas de mis pechos segu�an siendo chiquitas, pero mis pezones eran como dos
granos de man�, bien morenos, a causa de que papito mucho me los chupaba, y como
paraba todo el tiempo excitada, estos se manten�an erectos y duros. Me baj� los
calzones, y vi que mi sexo se notaba m�s abultado, se notaba como una loma m�s
pronunciada en mi pubis, y aunque no ten�a todav�a pelitos, se notaba m�s
grande, en medio de mi rajita, se notaba perfectamente mi crecido y duro
cl�toris, que sobresal�a de mis ya duros aunque peque�os labios mayores, aunque
mi cuerpito segu�a siendo el de una ni�a, mi entrepierna estaba m�s ancha, hab�a
como una mayor separaci�n entre mis muslos. Cuando logr� estar a solas con mi
papito, se lo coment� y �l me dijo:
- Es porque al hacer el amor, yo apoyo todo mi cuerpo contra
el tuyo, mi vida, y tus piernitas se abren al m�ximo, hacia los costados, y eso
hace que tu pelvis se expanda hacia los costados, y se cree una separaci�n entre
tus piernitas, para que haya m�s lugar, para que mi cuerpo se pueda acoplar
mejor al tuyo, mi hijita, y lo de tu pechito, es porque est�s creciendo, y junto
con tu crecimiento, tambi�n van creci�ndote los pechitos. Tus pezoncitos est�n
m�s grandes, y su color m�s oscuro por las chupadas y los besos, que yo les doy
mi reinita.
- Papito y cuando me va � venir la regla?
- Pronto mi amorcito, normalmente viene entre los doce y los
quince a�os, pero no te preocupes, que mientras no te venga, podremos segu�
haciendo el amor sin cuidarnos, y yo podr� terminar dentro de tu vaginita sin
temor a embarazarte, entiendes mi amorcito? Yo mov� mi cabeza
afirmativamente, y mi papito me pregunto que de donde sab�a lo de la regla, y le
cont� que en el colegio lo habl�bamos con las otras chicas, y que yo ten�a
varias compa�eras, a las que ya le hab�a venido la regla, y que ellas nos
contaban como era, y lo que se sent�a. Papito me pregunt�, si alguna de mis
compa�eras hab�a contado algo, de alguna relaci�n con alguien, y yo le cont�, de
una compa�era que sal�a con un chico mayor, hermano de otra compa�era, y que nos
relat� lo que hac�an cuando ella iba a la casa del chico, y lograban encontrarse
a solas. Por la llegada de mam� no pudimos seguir conversando y papito se fue �
hacer sus cosas.
Por fin lleg� el lunes, en que empezar�an mis clases de
ingles, en el Instituto que quedaba cerca a la oficina de mi papito, y todo
transcurri� normalmente, solo mi nerviosismo, fue patente durante todo el d�a,
hasta que al caer la tarde, mam� me embarc� en un taxi que me dej� en el
instituto. A las siete de la noche, papito me esperaba en la puerta, y me
acompa�� hasta mi curso, y luego me dio un beso y se despidi� hasta la salida.
Pas� la hora de clases sin ninguna novedad, y papito me estaba esperando a la
salida. Nos fuimos caminando hasta su oficina, ya que ten�amos una hora m�s, a
mam� le hab�amos dicho que yo pasar�a dos horas, los d�as Lunes, Miercoles, y
Viernes.
Entramos al edificio, donde estaban las oficinas de papito, y ya no
hab�a nadie por los corredores, solo el sereno en la planta baja, donde estaba
la tienda de papito. Me explic� que muchas veces, �l ten�a que quedarse a
trabajar hasta tarde, y que el sereno ya estaba acostumbrado a verlo salir a
cualquier hora. Varias veces hab�a estado en la oficina de papito, pero siempre
acompa�ado por mi mam�, esta era la primera vez que entraba sola con mi papito.
Una vez que entramos a su privado, prendi� la lampara de ne�n principal y toda
la habitaci�n se llen� de una luz blanca, y comenc� a mirar todo, como si fuera
la primera vez que entraba en esa habitaci�n. Aparte de su escritorio y un gran
modular, hab�a tambi�n una mesa de reuniones con seis sillas, y un juego de
Living, con un gran sof�. Papito cerr� con llave la puerta que daba al pasillo,
y luego regres� conmigo a su oficina, y cerr� con seguro la puerta de la misma.
Me abraz� y yo me colgu� de su cuello, y nos comenzamos a besar apasionadamente,
como si no lo hubi�ramos hecho hac�a mucho tiempo, papito me hab�a levantado mi
faldita, y me sosten�a por mis nalguitas, mientras yo lo abrazaba con mis
piernitas por su cadera, as� como estabamos, papito me llev� al gran sof�, y se
dej� caer en �l, yo qued� montada a horcajadas en su falda, sin dejar de besarlo
y acariciarlo.
Al rato me pidi� que nos detuvi�ramos, y nos levantamos, y
entonces el recorri� un poco para delante el sof�, y moviendo una palanca que
hab�a a un costado, el espaldar se baj� hacia atr�s, y qued� convertido en una
cama de dos plazas. Tir� los almohadones al piso, y de un caj�n del modular,
sac� una manta y la coloc� sobre la cama, en que se hab�a convertido el sof�,
luego se sent� en el borde de esa cama improvisada, y yo me puse entre sus
piernas, y dej� que mi papito me desvista, mientras yo lo acariciaba, y �l me
chupaba los pechitos, y me dec�a que lo volv�an loco. Cuando qued� totalmente
desnuda, lo ayud� a desnudarse, y cuando �l se recost�, al medio de la cama, me
sub� tras �l y me puse arriba de su estomago, d�ndole la espalda, y comenc� a
chupar su amado pene, que pronto comenz� a crecer dentro de mi boquita, mientras
mi papito me met�a sus dedos en mi vaginita, y jugaba con mi cl�toris, � ratos
dejaba de chupar su pene, para llevar mi cuerpo hacia atr�s, para que papito
pueda chupar y meter su lengua en mi vaginita, y en mi culito, hasta que me hizo
acabar por primera vez. Al rato, papito me coloc� acostada de espaldas sobre la
cama, y me enterr� su pene en mi vaginita mientras yo colocaba mis abiertas
piernitas tras su espalda, y me arranc� el segundo orgasmo de la noche, cuando
sent� como su duro y caliente miembro, tocaba mi �tero, parti�ndome en dos, me
cogi� con fuerza, entrando y saliendo de mi chorre�nte vaginita, haci�ndome
acabar dos veces m�s. Luego me la sac�, y se llev� mis piernitas a sus hombros,
y despu�s de mojar mi culito, con los jugos que me sal�an de mi chorreante
vaginita, me comenz� a meter su duro y caliente pene por mi culito, que comenz�
a abrirse al m�ximo para recibirlo, me dol�a un poco, pero me gustaba, as� que
entre quejidos y suspiros, le dije que me lo meta todo.
- Met�la papito!!!!!!!, m�temela por mi culito!!!!!,
hayyyyy!!!!!!!!, as� papito, m�tela todaaa!!!!, ya entr� papito!!!!!!!!!
HAAAAA!!!! La siento en mi estomago papito!!!!!!!!, aaaahhhhh!!!!!!!
- Est� toda dentro mi amorcito!!!!!!!!!!! HHHAAAGGG!!!! Que
culito m�s rico el de mi hijita!!!!!!!!!!, te gusta mi vida? Te gusta que te la
meta por tu culito , mi hijita?
- Siiiiiiii papito, me encanta que me la metas, por mi
culito!!!!!!!!, sigue, sigue, sigueeee!!!!!, as� papito!!!!, m�s
fuerte!!!!!!!!!!, as� papito!!!!!!!, te amo papito!!!!!!, aaahhh!!!!!!!!. Le
dec�a, mientras con mi cadera acompasaba el empuje y las arremetidas del pene de
mi papito, me part�a en dos, me dol�a, pero me llenaba de gozo, al sentirlo bien
adentro y apretado por el anillo de mi esf�nter, yo pujaba y gem�a todo el
tiempo. Hasta que termin� dentro de mi culito, llenando mi intestino con su
caliente semen.
- Ya termino!!!!!! Haaa!!!! Ya termino mi hijita!!!! MHH!!!
Ya terminoooo!!!!! AAHHGG!!!! MMMMHHH!!!!!! El anillo de mi esf�nter,
apretaba el tronco del duro y caliente pene de papito, exprimi�ndolo, mientras
nos com�amos nuestras bocas para no gritar, ya que tuve otro orgasmo, en el
momento que mi papito se vaci�, dentro de mi intestino, papito se acost� un poco
cruzado a mi cuerpo, y me la fue sacando despacio. Cuando sali� toda de mi
culito, se qued� quieto, acostado de espaldas, mientras me acariciaba mi rostro
y mi pelo, yo me sent� � duras penas su lado, todav�a muy agitada y excitada, y
agarr�ndolo con las dos manos, chup� su hinchado y morado pene suavemente,
sintiendo en mi boquita el sabor de su sexo y mis jugos, y por mi nariz entraba
el penetrante olor de su sexo y el m�o, en una mezcla que llegaba hasta mi
cerebro, excit�ndome a�n m�s. Me tragaba todo lo que ten�a el lubricado y erecto
pene de mi papito, hasta que se lo dej� reluciente y brillante, con mi saliva.
Sent� que se le pon�a duro de nuevo. Papito me pregunt� si me lo quer�a meter en
mi chuchita, y le dije que si, par�ndome y sent�ndome luego, con las piernas
abiertas encima de su barriga, me lo fui enterrando de a poco, hasta que llen�
toda mi estrecha y mojada vaginita, coloqu� las manos sobre la dura barriga de
papito, y comenc� a cabalgarlo como a �l le gustaba, y a mi me encantaba, y me
lo estuve cogiendo un buen rato, hasta que entre suspiros, resoplidos y
quejidos, los dos terminamos, y sent� su semen derramarse en el fondo de mi
vagina, y su amado pene palpitar, apretando las paredes de mi torturada
vaginita, mientras me llenaba de su caliente esperma, la ardiente cavidad
vaginal, que lo apretaba y exprim�a. Me recost� en su pecho, y nos quedamos
quietos y callados un rato largo, mientras recobr�bamos el aliento, y sent� como
el pene de mi papito se encog�a dentro m�o, y como resbalaba, escap�ndose y
saliendo fuera de mi chorreante vagina. Al rato nos levantamos desnudos como
estabamos, y papito me llev� alzada, en sus fuertes brazos a su ba�o, y me ayud�
a lavar mis partes intimas, y � sacar los restos de semen de mi chuchita y de mi
culito, luego nos vestimos y nos fuimos a la casa.
Durante todo el viaje me recost� sobre �l, y conversamos
sobre lo que hac�amos, y papito me pregunt� si no estaba arrepentida, � con
culpa por lo que hac�amos, le contest� que para mi era lo m�s normal, y lo mejor
que me hab�a pasado en mi corta vida, el poder hacer el amor con �l, y que
siempre me consider� su mujer, y que no me pod�a imaginar otra forma de
declararle el amor que sent�a, y que no solo era mi papito, sino mi vida entera.
Papito par� el auto, a un costado de la calle, y me bes� tiernamente en la boca,
y me dijo que lo volv�a loco, y que me amaba con todo su coraz�n, y que solo
vivir�a para mi. A partir de ese d�a, con papito hac�amos el amor en su oficina,
en esa hora que ten�amos para nosotros, tres noches a la semana, y dejamos de
hacer el amor en la casa, ya que cada d�a se volv�a m�s peligroso, y solo los
fines de semana, mi papito me visitaba en la madrugada, en mi cama, y me hacia
el amor en silencio, y luego se marchaba al cuarto de mam�.
Para cuando cumpl� los once a�os, papito me regal� muchas
cosas bell�simas, y mam� me hizo una fiesta, con todos mis compa�eros de
colegio, y mis amigos del barrio, ya que no ten�amos parientes, que vivieran
cerca a nuestra ciudad. Solo mi t�a, hermana de papito que viv�a en otro pa�s,
me mand� la postal que me mandaba cada a�o. Papito me confes� ese d�a, que mam�
era su prima hermana, y que los dos se hab�an escapado de sus casas, cuando �l
ten�a 16 a�os, y mi mam� 14 a�os, porque qued� embarazada de mi, y que despu�s
de una larga traves�a, lograron llegar � este pa�s, donde con nombres y
apellidos ficticios, lograron abrirse camino, con muchos sacrificios, y que
luego de que nacieron mis hermanitos peque�os, hicieron nuevamente contacto con
sus familias, y que solo en una oportunidad, la hermana de mam� vino a vernos, y
nunca m�s volvi�, as� que como los dem�s parientes de mam�, nunca aceptaron a
papito, jam�s vinieron a vernos.
De la familia de papito, solo una hermana que quer�a mucho a
papito, ven�a una vez al a�o, y se quedaba en un hotel, por una semana, aunque
ven�a a nuestra casa todo el d�a. Ella era casada con un extranjero, y viv�a en
los Estados Unidos, era menor que papito, con unos cuatro a�os, pero siempre le
estaba diciendo beb�, como papito ten�a 28 a�os, mi t�a deb�a tener 25 a�os, yo
la conoc� cuando cumpl� mis seis a�os, y siempre me llev� muy bien con ella, era
parecida � mi mam�, pero m�s hermosa y elegante, siempre estaba alegre. Como
solo ven�a una vez al a�o, me acostumbr� a recibir la �nica tarjeta que recib�a
en mis cumplea�os, ya que como ella viv�a en otro pa�s, no pod�a venir seguido, pero me
promet�a en sus cartas, que para las vacaciones de fin de a�o vendr�a, y me
traer�a un regalo hermoso, y as� era, cada a�o que ella ven�a, recib�amos
hermosos regalos todos en la familia.
Al d�a siguiente de mi cumplea�os n�mero 11, ten�a clases por
la noche en el instituto, y papito me pidi� que no entre, y que lo espere en la
puerta, me baje del taxi y vi que papito estaba al frente en su auto, esper� que
el taxi se pierda de vista, luego corr� y me sub� al auto, y le di un gran beso
a papito, y le pregunt� cual era el secreto, papito me sonri�, y arranc� el
auto, y en lugar de ir a su oficina, nos dirigimos a un edificio viejo de
departamentos, al otro lado de la ciudad, estacionamos en un garaje subterr�neo,
mal iluminado, y subimos por un estrecho ascensor, hasta un quinto piso, nos
paramos al lado de una puerta, que ten�a un cartel en la parte superior, que
dec�a 508. Papito sac� un juego de llaves de su bolsillo, y escogi� una, abri�
la puerta y me hizo pasar a una habitaci�n. Estaba oscura, y no se ve�a nada ya
que las luces del pasillo apenas alumbraban, luego entr� �l, y despu�s de cerrar
la puerta con seguro, prendi� la luz. Vi un juego de living y un comedor
peque�o, y algunos otros muebles t�picos de un departamento peque�o, mire a
papito, y le pregunt� de quien era todo esto, y sonriendo me dijo que �l lo
hab�a alquilado, y lo hab�a amoblado, y que era para los dos.
Lo abras� y papito
me tom� con sus brazos, y comenz� a andar, y me llev� a un dormitorio, que sin
ser grande ten�a una cama de dos plazas y un placard con un gigantesco espejo,
que reflejaba casi toda el cuarto. Papito me par� sobre la cama, y me pregunto
si me parec�a bien lo que hab�a hecho, colocando mis brasitos en su cuello, le
dije que era el mejor regalo de cumplea�os, que me pod�a haber dado, y lo bes�
apasionadamente. Papito me desnud�, mientras yo lo desnudaba a �l y luego ca�mos
a la cama en un interminable abrazo, mientras nos besamos por todos lados, nos
dec�amos palabras de amor, y terminamos chupando nuestros sexos, en un perfecto
69. Papito termin� dentro de mi boquita, llenando mi garganta con su semen,
mientras yo termin� dos veces en su boca, yo no dej� de chupar su pene en ning�n
momento, y me tragu� todo su semen, papito segu�a chupando mi cl�toris, y
penetrando mi vagina con su lengua y produciendo en mi, una excitaci�n
incre�ble, no dej� que el pene de mi papito se baje, y con mis manitas lo
acariciaba, mientras con mi boquita chupaba la punta de su pene, y cuando lo
sent� que de nuevo estaba bien duro, me lo saqu� de la boca y papito me acomod�
de espaldas con las piernitas bien abiertas en medio de la cama, y me la comenz�
a meter por mi chorreante vaginita, entr� despacio, abriendo de a poco mi
estrecha vaginita, gozando del momento, me dijo:
- Te amo mi hijita!!!!, te gusta como te coge papito, mi
reinita?, aaahhh!!!!
- Si papito!!!!! Sigue!!!! Sigue!!!! HAAAGGG!!!! M�s r�pido
papito!!!!!! HHAAA!!!! La siento en mi barriguita papito!!! Me gusta mucho tu
pene papito!!!!! Sigue, papito, sigue!!!!!!!!! AAAHHHGGGGGG!!!!!!!!! Me
gusta chupar tu pene y cuando lo metes en mi chuchita y en mi culito papito!!!!!
AAAAHHHGGG!!!!! Papito me la met�a y sacaba, cada vez m�s r�pido, mientras
yo me agarraba por los tobillos con mis dos manitos, para abrir m�s mis
piernitas, y poder sentir como con la punta de su pene, empujaba mi �tero y me
llenaba totalmente, cuando acab� otra vez, con otro sonoro orgasmo, se lo dije,
y papito me la sac�, y la meti� por mi culito, que ya la aceptaba sin ning�n
problema, y solo al comienzo costaba un poco que entre, pero una vez mi blando
esf�nter se abr�a, el pene de papito entraba todo en mi culito, resbalando por
las h�medas paredes de mi intestino, lo sent�a en mi barriga, luego papito me lo
comenzaba a meter y sacar, meter y sacar, cada vez m�s r�pido, y dandome un
placer infinito.
M�s tarde me la sac� del todo, y yo me coloqu� de cuatro patas
sobre la cama, y me la enterr� en mi culito desde atr�s, me gustaba esta
posici�n, porque yo pod�a regular el empuje de papito y la penetraci�n de su
pene, y porque cada vez que me la enterraba toda en mi culito, sent�a su pelvis
chocar contra mis nalguitas, y como mi esf�nter le apretaba la ra�z del pene de
papito, me dol�a un poco pero me gustaba, me cogi� por un rato largo haci�ndome
tener otro orgasmo, mientras con una mano estimulaba mi cl�toris, luego me la
saco, y se recost� en la cama. Yo me puse sobre �l, y solita me enterr� de nuevo
su pene en mi culito, cuando entr� todo dentro de mi culito, con una mano me
apoyaba en su barriga, y con la otra masturbaba mi inflamado cl�toris, mientras
papito me acariciaba, y apretaba mis pechitos y mis pezoncitos, haci�ndome
terminar de nuevo, luego cuando sent� que mi papito estaba por terminar, me dijo que la saque de mi culito y que la meta en
mi vaginita.
As� lo hice, y lo comenc� a cabalgar con su incansable y caliente
pene enterrado hasta el fondo de mi sufrida vaginita, hasta que los dos
terminamos juntos, en medio de gemidos, suspiros y gritos por parte m�a. Me
recost� sobre su pecho, sin dejar de gemir y de suspirar, mientras papito me
dec�a palabras cari�osas, Cuando su pene se sali� de mi vaginita, me levant� y
fui al ba�o y limpi� mi vaginita, mientras de mi abierto culito sal�a todo lo
ten�a en mi estomago, luego me limpi� bien, y moj� una peque�a toalla, y
regresando al dormitorio, limpi� con ella a papito, y luego me recost� a su
lado, y descansamos un momento. M�s tarde le dije a papito, que ten�a sed, y
papito me dijo que en la cocina hab�a jugos en la heladera, me levant�
nuevamente desnuda, y as� como estaba, fui y traje dos vasos de jugo, y me sent�
en la cama al lado de papito, que ya me esperaba sentado, despu�s de tomar el
jugo, papito me pregunt� si me gustaba estar desnuda, y le dije que si, que
cuando estaba con �l, la ropa era un estorbo y que cuando estuvi�ramos juntos no
tendr�a que vestirme nunca, para que �l pueda verme y cogerme cuando quisiera.
Papito se levant�, y me dio la mano, para que lo siga, juntos y desnudos como
nos encontr�bamos, me ense�� todo el departamentito, que constaba de un
dormitorio, un living comedor peque�o, una cocina chica, y una lavander�a con su
cuarto para empleada, todas las habitaciones ten�an cortinas oscuras, y estaban
cerradas, aunque el departamento daba hacia un gran bald�o, y estaba en un
quinto piso, papito me dijo que por precauci�n, era mejor que siempre estuvieran
cerradas, cuando estuvi�ramos los dos. En el living me sent� sobre papito, en el
sof� y nos comenzamos a besar, luego papito me hizo el amor acostada en el sof�,
primero por la hinchada y adolorida vaginita, y luego por mi abierto culito, y
cuando estaba por terminar, me meti� su mojado y erecto pene � mi boquita y
eyacul� en mi garganta. Despu�s de ba�arnos juntos, nos cambiamos y nos fuimos a
nuestra casa.
Al salir del edificio, no nos topamos con nadie, y llegamos a
casa sin novedad. A partir de ese d�a, los lunes, miercoles, viernes, y algunos
domingos por la tarde, �bamos una � dos horas a nuestro departamentito, donde
con papito pas�bamos momentos hermosos, de puro sexo y amor. Nada m�s entrar, ya
nos desnud�bamos y hac�amos el amor en cualquier lado, y en todas las poses
conocidas por papito, me cog�a por mi vaginita y por mi culito indistintamente,
ya que yo lo aguantaba sin problema, por ambos lados y me gustaba igual.
Cuando cumpl� 3 meces de estar en el instituto, papito
comenz� a comprar revistas pornogr�ficas, y me dejaba que yo las mire en el
Departamento, y me acostumbr� a verlas y practicaba con �l, todo lo que ve�a en
las revistas. No le dije nada, pero comenc� a ver que hab�an toda clase de
penes, y la mayor�a de los que sal�an en las revistas eran m�s grandes que el de
papito, y comenc� a fantasear con poder conocer otro pene diferente al de
papito, pero no solo eso me llamaba la atenci�n, sino que tambi�n hab�a visto
algunas im�genes de lesbianas, y un d�a le pregunt� a papito si entre mujeres se
pod�a hacer el amor, y papito me dijo que era otro tipo de amor prohibido, que
la sociedad no aceptaba esa clase de relaci�n, lo mismo que la relaci�n entre
dos hombres, y que los que practicaban estos tipos de relaciones, se ocultaban
de los dem�s, igual como lo hac�amos nosotros, medio le entend� y no volv� a
acordarme del tema, hasta el d�a que lleg� mi t�a.
Los encuentros en el
departamentito, disminuyeron en las vacaciones, y salvo dos � tres veces por
semana, que papito se met�a a mi dormitorio, por la madrugada, y me cog�a de
apuro, y en los que ninguno de los dos pod�amos gozar como estabamos
acostumbrados, no ten�amos otro tipo de contacto intimo, m�s que algunos besos y
caricias en el ba�o, � en su cuarto, mientras mam� estaba en otra parte con mis
hermanos. Las veces que pod�amos estar solos en el Departamentito disminuyeron,
pero se hicieron m�s intensas, ya que a veces pod�amos estar m�s tiempo, en el
que papito me cog�a por todos lados, y me hac�a gozar intensamente, con lo que
me dejaba calmada por varios d�as. Todo cambi� cerca de la Navidad, cuando lleg�
la hermana de papito. Como siempre se aloj� en un Hotel, y se ven�a con nosotros
todo el d�a, y por la noche papito la llevaba a su hotel. Yo la quer�a mucho y
me parec�a muy simp�tica, pero nada m�s, ya que desde chiquita sent� celos por
mi papito, sin saber muy bien porque. Hasta que esta vez cuando lleg�, me mir� y
me dijo que estaba hecha una mujercita muy linda, y me trajo entre sus muchos
regalos, una biquini. Mientras mis hermanos habr�an los regalos que les trajo la
t�a, corr� a mi cuarto y me prob� la biquini.
Cuando me mir� en el espejo, vi mi
cuerpo m�s lleno, sin estar gorda, vi que mis pechitos abultaban m�s, y que la
parte inferior tambi�n me quedaba un poco chica, ya que mi pubis se notaba m�s grande, casi como que si tuviera vello
p�bico, y mis caderas eran m�s anchas y se notaban las curvas rotundas, plenas,
as� como la separaci�n que hab�a en mi entrepierna, era un poco m�s que unos
meces antes, estaba tan absorta viendo estos cambios en mi cuerpo, que no me di
cuenta en que rato entr� mi t�a, y solo reaccion� cuando me dijo que quer�a ver
como me quedaba, y acerc�ndose a mi me tom� por los hombros y suavemente me hizo
dar vuelta, hasta quedar frente a ella, es muy chico me dijo, necesitas un
n�mero mayor, s�catelo me orden�. Aqu�?, le dije mir�ndola, y ella como si fuera
la cosa m�s natural del mundo, me dijo que si, y comenz� a ayudarme a sacar la
parte de arriba, y cuando mis pezones quedaron a la vista me di cuenta que los
mir� con inter�s, luego cuando me iba a ayudar a sacar la parte de abajo, le
dije que pod�a sola, pero ella no me hizo caso, y me baj� despacio el calz�n de
la biquini, y qued� desnuda frente a ella, se sent� en mi cama, sin dejar de
mirarme y me dijo:
- Ten�s un cuerpito hermoso nena, haber ac�rcate ac�! Me
indic� con un dedo al frente suyo, yo me mov� y me par� casi tocando sus
rodillas, y la mir� a los ojos sin tener ning�n temor, y feliz que mi t�a se
hubiera fijado, que su sobrinita era casi una mujer, con la punta de sus dedos
toc� suavemente mis pezones, y me dijo que estaban duros, luego coloc� sus manos
en mis caderas y me dijo:
- Tambi�n has crecido de ac�, se te han ensanchado las
caderas, est�s echa toda una mujercita, sobrina, est�s muy linda!. Despu�s
de vestirme, regresamos con los dem�s y despu�s de la cena papito ten�a que
llevar a su hermana al Hotel, y por primera vez acept� mi papito que los
acompa�e. En el auto t�a fue al lado de papito y yo me tuve que conformar con ir
en el asiento de atr�s, ese fue mi primer enojo de la noche, pero no dije nada.
Entramos con mi t�a hasta su habitaci�n del hotel, y mientras papito hablaba con
su hermana en la terraza, yo me qued� en la pieza viendo televisi�n, pero como
no hab�a nada bueno en la tele, me levant� y cuando me acerqu� a la puerta de
vidrio, que separaba el cuarto del balc�n, vi que papito estaba sentado en un
sill�n al lado de su hermana, y que estaban tomados de la mano, los dos me daban
la espalda, as� que los pod�a ver sin ser vista, mi t�a estaba recostada sobre
el hombro izquierdo de papito, y este parec�a que le contaba algo en el o�do,
porque mi t�a asent�a con la cabeza, de repente papito se medio incorpor� de su
asiento, y tom� la cara de t�a con sus manos, y la bes� en la boca, T�a no se
resisti� y puso sus brazos al rededor del cuello de papito y respondi� a su
beso. Vi perfectamente como papito con sus manos acarici� el cuerpo de su
hermana, por sobre su vestido, y como le apret� los senos, mi coraz�n estaba
destrozado, el beso dur� como dos � tres minutos, en los que sent� un
estremecimiento en todo mi cuerpo, y una furia y odio hac�a mi t�a crec�a en mi
interior, luego papito se incorpor�, y t�a sin soltarlo se levant�, y lo sigui�.
R�pidamente volv� a mi sitio, y fing� estar mirando la televisi�n cuando
entraron, papito me dijo que me despida, que nos �bamos para la casa. Me desped�
de t�a ya sin saber que pensar y en un mar de confusiones.
Me di cuenta que ella
estaba un poco tensa, pero fingi� muy bien y me sonri�, y me dijo que al d�a
siguiente nos llevar�a a comer helados, le di un beso en la mejilla y salimos
con papito. Ya en el auto, por primera vez yo no me acerqu� a �l, y de reojo lo
miraba y recordaba lo que acababa de ver en el balc�n del Hotel, y sent�a mucha
rabia contra mi t�a, y contra papito. Nos dirigimos hacia el departamentito, y
cuando llegamos, yo le dije que no quer�a subir, me sonri�, y me dijo que quer�a
hablar conmigo, que era hora de que hablemos de muchas cosas que yo no sab�a, y
que como yo ya estaba grande podr�a comprender, y entender lo que me ten�a que
contar, que si lo amaba como dec�a, lo ten�a que escuchar, ya que me aclarar�a
todas mis dudas y me dar�a mayor seguridad en el amor que papito sent�a por mi.
Mi enojo continuaba, pero comprend� lo que me quer�a decir, baj� con �l, y nos
encaminamos al Departamentito, no hablamos hasta que estuvimos dentro, luego
papito me hizo sentar en el sof� del living, y �l se sent� a mi lado, pero un
poco retirado, yo lo mir� a los ojos interrog�ndolo con la mirada y el comenz� a
hablar.
- O -
Hijita,
cuando ten�a 6 a�os, y tu t�a apenas tres y medio a�os, viv�amos con nuestros
padres y otras hermanos menores. Tu t�a y yo �ramos fruto, del primer matrimonio
de mi padre, y mis hermanos menores de 3, 2, y 1 a�os, eran hijos de la segunda
mujer de mi padre. De mi madre no recuerdo casi nada, ya que se escap� con otro hombre
cuando yo ten�a 4 a�os, y mi hermana estaba muy chiquitita, y nunca supimos que
fue de ella. La casa en la que viv�amos era peque�a para todos, porque �ramos
muy pobres, as� que en un cuarto dorm�a mi padre con nuestra madrastra, y el m�s
chico de mis hermanastros. En el otro, en dos camas dorm�amos, en una mis
hermanastros, y en la otra mi hermana y yo. Mi padre nos hizo trabajar desde
chicos. Cuando cumpl� 7 a�os, con mi hermana sal�amos por las tardes, a vender
dulces que hac�a mi madrastra, com�amos muy mal en casa, por lo que
acostumbramos a guardarnos algo de comida que consegu�amos en la calle, y por la
noche cuando todos dorm�an, yo despertaba a mi hermanita y com�amos en silencio,
acostados en la cama, luego mi hermanita me abrazaba y nos dorm�amos
satisfechos. Mi hermanita siempre estaba cansada, ya que desde sus tres a�itos
sali� conmigo a las calles, y me ayudaba � vender.
Con el tiempo mi madrastra se
acostumbr� a tratarnos mal, y muchas veces nos levant� la mano, y tambi�n nos
hac�a castigar con nuestro padre. As� que por la ma�ana la escuela, y por las
tardes la calle, eran para mi hermanita y para mi, una forma de escapar del
infierno, en que se hab�a convertido para nosotros nuestra casa. Desde que
recuerdo, siempre fui para mi hermanita, como un padre, y la madre que nunca
conoci�.
Un d�a en que regres�bamos, con mi hermanita, despu�s de
vender los dulces de mi madrastra, ya entrada la noche, vimos a una pareja que
hac�a el amor. En ese entonces yo tendr�a como 8 a�os, y mi hermana 5. A mi
hermanita le vinieron ganas de orinar, y la llev� a un lote bald�o en una calle
oscura, yo me qued� sobre la calle, y mi hermanita entr� por una senda, entre
los matorrales, hacia adentro del bald�o. Al rato sali� subi�ndose los calzones,
y me dice que al fondo hab�a gente, y que parec�a que estaban peleando � jugando
� algo, porque ella los hab�a escuchado. Dejamos el canasto oculto tras unos
arbustos, y entramos por la senda, mi hermana me tom� de la mano, y as� nos
fuimos adentrando como unos 20 metros, hasta que escuchamos las voces y unos
jadeos, nos agachamos, y fuimos acerc�ndonos despacito, hasta quedar debajo de
un arbolito achaparrado, entre las sombras y la penumbra, vimos los cuerpos de
dos personas que se mov�an violentamente, nos tendimos en el piso, y contra la
luz de las farolas de la calle, que se filtraban entre los arboles, vimos que �l
estaba hincado, con los pantalones bajados hasta las rodillas y sus nalgas
blancas y relucientes se notaban bien, delante de �l, en cuatro patas, estaba
una mujer gorda, con el vestido subido sobre su espalda y con los calzones en
una sola pierna y a la altura de su tobillo, el hombre la tenia agarrada por la
cadera y se mov�a como empujando con mucha fuerza, y la mujer le segu�a en el
movimiento pujando y gimiendo.
Los dos jadeaban, y ella le dec�a que lo haga m�s
fuerte, con nuestra vista ya acostumbrada a la semi penumbra, vimos como el
hombre sacaba un gigantesco miembro de entre las nalgas de la mujer, y se
separaba, par�ndose frente a ella, agarrando su duro miembro con ambas manos. La
mujer se sent� en el suelo, y luego hinc�ndose, tom� el miembro del hombre con
su mano, y se lo llev� a la boca, y se lo comenz� a tragar, luego lo sacaba y lo
volv�a a meter bien adentro de su boca. No escuch�bamos bien lo que dec�an, pero
no hacia falta, ve�amos todo lo que estaban haciendo, al rato los dos se
separaron, y se arreglaron las ropas, y la mujer sali� por la senda, por la que
hab�amos entrado nosotros, y el hombre salt� una barda que hab�a al fondo, y
desapareci�. Con mi hermanita estuvimos un rato m�s quietos, mientras nuestros
corazones se tranquilizaban, y luego nos levantamos, y nos fuimos a la casa. Por
el camino mi hermanita me pregunt�, que fue eso que hab�amos visto, yo le
contest� que no sab�a bien, pero que cre�a que era coger, que hab�a escuchado
entre mis amigos en la Escuela, que eso es lo que hacen los hombres con las
mujeres, ella se qued� pensando y no me pregunt� m�s.
Esa noche, cuando escuch� que en casa ya no hab�a ning�n
ruido, porque todos dorm�an despert� a mi hermanita, y le di de comer unos
dulces que hab�a comprado para ella, en la tarde, despu�s que termin� de comer,
me abraz� y como estabamos acostumbrados, comenzamos a hablar en susurros, para
no ser escuchados, y mi hermanita me dijo al o�do que segu�a pensando en lo que
hab�amos visto, le dije que se duerma, y que no se preocupe de nada, sin embargo
yo estuve mucho rato sin poder dormir pensando en lo que hab�amos visto.
Como mi
hermanita era muy chica para ir a la Escuela, se quedaba por las ma�anas en la
casa, ayudando a mi madrastra a cocinar y a atender a los m�s chicos, mientras
yo estudiaba. Como a la semana, de lo que vimos en el bald�o, estabamos
vendiendo por la calle con mi hermana normalmente, pero yo la hab�a visto como inquieta y nerviosa
toda la tarde, y el rato que nos sentamos a descansar, en el c�sped de una
plaza, mi hermana me dijo que me quer�a contar algo, se acerc� m�s a mi, y me
dijo que ese d�a, al rato que mi padre y yo salimos de la casa, y mientras ella
lavaba los platos en la cocina, escuch� un silbo en la calle, y que mi madrastra
le dijo que se quede lavando, que ella en un rato regresar�a, sac� a mis
hermanos m�s chicos al patio y luego entr� apresurada a la casa, y me dijo que
deje de lavar, y que me vaya a cuidar a los chicos al patio, y que no entre
hasta que ella me llame. Ella esper� hasta que mi hermanita sali� al patio, y
luego se entr� a la casa.
Al rato mi hermanita se acerc� contra la pared de
madera que daba contra el dormitorio de mis padres, por casualidad, y dice mi
hermanita que escuch� perfectamente, como la otra noche en que vimos a la pareja
del bald�o, se escuchaba a mi madrastra como gem�a, y le ped�a a alguien que lo
haga m�s fuerte, y se escuchaba la voz de otro hombre que no era mi padre, que
pujaba, resoplaba y le dec�a cosas que mi hermanita no lleg� a comprender,
cuando se acabaron los ruidos, mi hermanita se reuni� con los chicos, y al rato
apareci� mi madrastra, para decirle que entre a terminar de lavar. Yo le cont� a
mi hermanita, lo que escuchaba decir a los chicos, sobre lo que hac�an los
hombres con las mujeres, y mi hermana me estuvo preguntando por donde lo hac�an,
y como, y realmente no supe bien que contestarle, y le dije que lo averiguar�a.
Por las noches, despu�s que mi hermanita se dorm�a, yo me
quedaba pensando en todo lo que estaba pas�ndonos, y sent�a rabia contra mi
padre, y mi madrastra, por la forma en que nos trataban a mi hermana y � mi.
Estabamos en los meces calurosos del a�o y mi hermanita dorm�a con un camis�n
ra�do, y que le quedaba un poco chico, y que se le enrollaba todo casi en su
pechito mientras dorm�a, yo dorm�a solo con mi �nico calzoncillo, as� que cuando
me abrazaba sent�a el calor de su cuerpito pegado al m�o, y me entraba un amor
muy grande por mi hermanita, y le acariciaba su espaldita � su barriguita,
acariciaba su rostro y ve�a que dorm�a con una tranquilidad que yo tambi�n
quer�a sentir. Fue por esa �poca que por primera vez y sin querer toqu� sus
nalguitas, ya que ella dorm�a sin calzones, y me gust� tocarle sus nalguitas y
en las noches siguientes, comenc� a tocar m�s su cuerpito, y pronto descubr� y
acarici� su chuchita sin ning�n pelito, y suave como la piel del durazno, con
una peque�a rajita que apenas se le notaba.
En las noches siguientes, cuando ya
mi hermanita estaba profundamente dormida, le levant� bien su camisoncito, casi
hasta su pechito, y le met� un dedo en medio de su rajita, y descubr� que si le
abr�a un poco las piernitas, pod�a meter mis dedos en esa rajita, y sentir el
calor y la humedad que hab�a en medio, la chuchita de mi hermanita desped�a un
olor muy raro que me enardec�a los sentidos, y acercaba mi rostro a su
entrepierna, y aspiraba para sentir ese olor tan raro, pero que me atra�a mucho,
sin saber porque, cuando mi hermanita se acostaba sin ba�arse, el olor era m�s
penetrante, a veces me agachaba y le daba un fugas beso, cuando hac�a esto,
sent�a como que mi hermanita se asustaba y me buscaba con sus brasitos para
abrazarme m�s fuerte, varias veces durante las noches mi hermanita despertaba
asustada, y me volv�a a abrazar, para volver a dormirse tranquila, yo
aprovechaba esto, y le suspend�a todo lo que pod�a su camisoncito, para sentir
la suavidad y el calor de su piel desnuda contra la m�a.
Como al mes de todos estos descubrimientos, mi hermanita me
dijo que hab�a visto como el otro hombre que iba a la casa por las ma�anas, se
cog�a a nuestra madrastra, nuestro pueblo no era muy grande, y cerca hab�a un
arroyo, y en sus orillas hab�an lugares donde uno pod�a estar, sin que nadie lo
viera a uno. As� que con mi hermanita nos fuimos a un lugar apartado del pueblo,
cerca al arroyo, donde los arboles son m�s altos, y entre dos arboles
achaparrados, donde se formaba como una cueva de follaje, nos metimos y tapamos
la entrada con ramas. El lugar era fresco y la luz se filtraba entre el tupido
ramal, d�ndole al lugar una semi claridad di�fana. Nos sentamos en el suelo,
sobre un colch�n de hojas, que en otras ocasiones en que hab�a estado, las hab�a
colocado para que nos sirvieran como asiento � colch�n.
Mi hermanita me cont�,
que mi madrastra la hab�a mandado al almac�n, despu�s que nosotros hab�amos
salido, y a su vuelta cuando entr� a la casa, no la vio en la cocina, ni en el
patio donde estaban nuestros hermanastros jugando solos, y que cuando regres� a
la cocina, escuch� los jadeos y los gemidos que ven�an del cuarto de mi
madrastra, se acerc� sin hacer ruido a la puerta cerrada de su cuarto, y por una
rajadura de la madera, vio a nuestra madrastra, acostada en la cama, de espaldas
y el hombre desconocido sobre ella, ella estaba desnuda, y con las piernas
abiertas y sobre los hombros del tipo, �l le acariciaba y le pellizcaba los
grandes pezones oscuros de sus hinchadas tetas, mientras le met�a su cosa,
por la peluda chucha de ella, los dos gem�an y se mov�an mucho, y se dec�an
cosas como "met�la m�s adentro" "m�s fuerte" "puta" "me gusta sentir tu verga" y
otras cosas que mi hermanita no recordaba, el hombre se la met�a y se la sacaba
cada vez m�s r�pido, y por un rato largo, mientras nuestra madrastra se quejaba
y gem�a cada vez m�s fuerte, el hombre le segu�a diciendo cosas y resoplaba
mucho, mi hermanita estuvo mirando, hasta que el hombre sac� de la chucha de
nuestra madrastra, un miembro gigantesco y oscuro, que bot� un liquido blanco
contra las tetas y la cara de nuestra madrastra, mi hermanita se asust� y corri�
a la calle, y solo regres� cuando el hombre se fue. Yo la escuchaba en silencio,
y luego mi hermanita me dijo, que cuando el hombre se iba, mi madrastra le dio
un beso en la boca muy largo, le pregunt� como lo hab�a visto, y me dijo que
estaba oculta tras la barda de madera de la granja de en frente, y que nuestra
madrastra primero sali� y como no vio a nadie en la calle, hizo salir al hombre
y cuando se iba, lo agarr� por la camisa y fue en ese momento que le dio el beso
en la boca.
Yo me puse muy nervioso por lo que me contaba mi hermanita, sabia
que no pod�a contarle nada a mi padre, ya que no nos cre�a lo que mi hermana �
yo le dec�amos, y si, todo a mi madrastra, as� que le dije a mi hermana que no
se lo diga a nadie, cuando me levantaba para irnos, mi hermanita me dijo que la
bese como mi madrastra hab�a besado a ese hombre, yo t�midamente la tom� de sus
brasitos y le di un beso en los labios cerrados, cuando me quise apartar, mi
hermanita se puso de rodillas y me puso los brasitos en el cuello, y me atrajo
hacia ella, y me volvi� a besar, pero con nuestros labios cerrados, solo que m�s
fuerte, yo la abras� por la cintura y nos besamos por un largo rato, luego la
solt�, muy nervioso y sin saber que decir, y nos miramos � los ojos por un
momento, sin saber que hacer, mi hermanita me miraba con sus grandes ojos
negros, y en ellos por primera vez supe, si poderlo definir en ese entonces, lo
que es el amor, solo a los a�os pude descifrar la mirada de amor mi hermanita.
Regresamos a la casa sin hablar.
Por el camino de regreso, ninguno de los dos hablaba, y un
rato de esos, sent� la manito suave y tibia de mi hermanita, que tomaba la m�a,
nos miramos a los ojos, y mi hermanita me sonri� y me dijo que me quer�a mucho,
yo tambi�n te quiero le dije, sintiendo un nudo en mi estomago, y entonces, con
la inocencia m�s grande del mundo ella me dijo, que siempre estar�amos juntos, y
que me quer�a mucho, y que yo era para ella, lo m�s grande y lo mejor que ten�a.
Le dije con una emoci�n, que en ese momento no lograba entender, que no se
preocupara, que la defender�a de todo, y que siempre estar�a a su lado, porque
para mi ella era lo �nico que ten�a, y que la quer�a mucho.
Esa noche, y cuando
todos dorm�an, despert� a mi hermanita, y le di a comer un pedazo de pastel, que
le hab�a comprado en la tarde, despu�s que ella se lo comi�, me abraz� y nos
volvimos a besar en la boca, esta vez no esper� que se duerma, y le comenc� �
acariciar su piel, despu�s de subir su camisoncito, y cuando mi mano lleg� a sus
nalguitas y se las comenc� � apretar y � acariciar, ella me bes� muy fuerte en
mi mejilla, despacio me fui subiendo encima de ella, mientras la colocaba de
espaldas, y me situ� entre sus piernitas, como era m�s chica que yo, tuve que
encogerme un poco, para que mi cara estuviera a la altura de su carita, y
mientras nos bes�bamos, nos empezamos a mover y por primera vez sent� como una
punzada en mi penecito, que estaba apretado contra el colch�n y dentro de mi
calzoncillo, mientras en mi barriga sent�a el calor que emanaba su chuchita, me
sub� un poco m�s y llev� mi penecito contra su chuchita, y lo apret� contra
ella, hasta que sent� que mi hinchado penecito se estremec�a y tuve mi primer
orgasmo seco, contra el duro hueso del pubis de mi hermanita. Luego nos
abrasamos m�s fuerte, mi hermanita me dijo que me quer�a mucho al o�do, nos
volvimos a besar con los labios cerrados, y despu�s me acomod� a su lado, y
acurruc�ndola nos dormimos.
Al d�a siguiente por la tarde, nos apresuramos a vender todos
los dulces de mi madrastra, y corrimos a nuestro refugio bajo los arboles,
despu�s de cerrar la entrada con ramas, acomodamos el piso de hojas, y nos
recostamos a besarnos. Mi hermanita me dijo que hagamos lo que hac�a nuestra
madrastra, y yo le dije que me ense�e, ella se hinc� y se sac� su vestidito,
luego se sac� su calsoncito y sus sandalias, y se recost� desnuda sobre las
hojas, yo me saqu� mi gastada camisa, mis zapatos viejos y mis pantalones
cortos
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Relato: Papito (II) by Francesca Duval
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