PENDEJADAS.
Hola, soy Pamela, este es el segundo relato que escribo.
Espero que tenga la repercusi�n del primero.
Empezar� diciendo que vivo con mi hija como ya expliqu� en el
relato anterior. Ella tiene 19 a�os y esto sucedi� el a�o pasado. Era una ma�ana
con sol, de verano. Mi hija para esa �poca se va al gimnasio bien temprano. Yo
salgo a correr. Ella siempre se va con un vecino y amigo suyo, Pablo, un par de
a�os mayor. Ese d�a cuando volv� de correr me estaba por ir a dar una ducha para
ir a trabajar cuando escucho sonar el timbre. As� como estaba, empapada en
sudor, fui a atender la puerta. Cuando abr� del otro lado estaba Pablo.
-Hola Pamela. Como le va?-me dijo mir�ndome casi de arriba
abajo.
-Bien Pablito, vos como est�s?
-Bien, todo bien. Paola est�?
-Paola? No, se fue al gimnasio ya. Cre� que se hab�a ido con
vos.
-No. Qued� en pasarla a buscar en ves de que ella pasara,
pero me qued� dormido.
-Y debe estar all� todav�a.
-Si, seguro. Le molesta que la espere. Digo, ya me parece
medio tonto ir, porque quedamos en ir a la pileta y si me voy ahora nos vamos a
desencontrar.
-Ah, bueno. Pasa, dale.
Todo parec�a un poco raro. Fui con �l hasta la cocina y se
sent� en la mesa.
-Quer�s tomar algo Pablito? Yo voy a desayunar as� despu�s
nada mas me ba�o y me voy a trabajar.
-Bueno, esta bien. La acompa�o.
Me puse a hervir el agua, a preparar caf� y en un segundo
hablando de varias cosas ya est�bamos los dos desayunando.
-Perdoname la facha, pero es que sal� a correr y estaba a
punto de ba�arme cuando llegaste.
-No se preocupe. A usted todo le queda bien.
Con una sonrisa agradec� su piropo y seguimos hablando
El todav�a me miraba bastante, sin disimular mucho. Sobre
todo sus ojos se posaban en mis tetas. Yo ten�a una remera blanca que al mojarse
por la transpiraci�n se hab�a pegado a mi cuerpo. Debajo de la remera ten�a un
sujetador deportivo de lycra y una calza larga.
-Hace cuanto sos amigo de Pao, Pablito?
-Y... desde que llegaron aca, al poco tiempo nos hicimos
amigos.
-Te gustan mis tetas?-le dije directamente.
-Qu�?
-Que si te gustan mis tetas. Digo, por c�mo las mir�s.
-Perdone, es que nunca... � se puso muy nervioso.
Con una sonrisa en mi cara le dije "quer�s tocar una?". �l
hizo un gesto afirmativo con su cabeza. Tom� su mano y la llev� hasta una de mis
tetas. La puse sobre ella y lo solt�. �l se qued� sin mover su mano. S�lo estaba
apoyada ah� agarrando mi teta. Sab�a que la iniciativa era toda m�a por m�s que
�l fuera quien me deseara. Me saqu� la remera del otro lado de donde me estaba
tocando Pablo y tambi�n me saqu� el sujetador. Mi otra teta qued� al aire.
Enseguida Pablo cambi� su mano a esa teta. Ahora si mov�a su mano. Puso su mano
debajo de mi teta, en el final y la tocaba y sonre�a. Hice lo mismo del otro
lado, me saqu� la remera y el sujetador por completo. Las dos manos de Pablo
estaban sobre mis tetas. Sus movimientos y su toqueteo no me calentaba, pero s�
el hecho de tener a un amigo de mi hija haciendo eso.
-Ayyy... por Dios. Qu� buenas tetas tiene Pamela! Si usted
supiera las pajas que le he dedicado.
Pablo se estaba soltando m�s y m�s. En ese momento, con ese
comentario me decid� a tocar yo tambi�n. Me fui directamente con una mano a su
entrepierna. Su verga ya estaba completamente parada. La toqu� un poco a trav�s
de la maya que llevaba y enseguida la saqu�. Empec� a pajearlo y a pellizcar y
rasgu�ar sus bolas. El acerc� su boca a mis tetas y las empez� a chupar y a
besar con mucha devoci�n. En un punto sus besos y chupones me hac�an doler. Le
dije que parara un rato y me levant�. Le di la espalda. Fui hasta uno de los
cajones de la mesada y busqu� un forro que hab�a all�. Sent� que por atr�s se
acercaba �l. Me tom� de la cintura y me apoy� la verga. Me besaba la espalda.
-Qu� hace Pamela? Ya se acab�?- me pregunt�.
Me baj� la calza y qued� todo mi cuerpo al desnudo. El tocaba
mi culo, apretaba mis cachetes.
-No pod�s estar tan fuerte perra.
Abr� mi mano y dej� el preservativo en la mesada.
-Ponetelo-le dije.
El se puso el forro y yo me agach� ah� mismo en la mesada. Se
acerc� a mi y me penetr� despacio. De a poco fue metiendo su verga. A cada
cent�metro que se mov�a y que entraba �l gem�a y gozaba. "No sabes las veces que
he so�ado con este momento" me dijo. Empez� a hacer movimientos de mete-saca m�s
largos y profundos. Con mi dedo �ndice busqu� mi cl�toris. A esos movimientos
les fue agregando velocidad. En un momento estaba siendo cojida ferozmente por
el mejor amigo de mi hija. Inesperadamente en ese momento de penetraciones
fuertes me meti� un dedo en el culo. Lo mir� con una sonrisa de oreja a oreja
que delataba mi felicidad. Para sorpresa m�a sab�a perfectamente lo que hac�a.
No eyacul� precozmente lo que me indic� que no era su primera experiencia y que
al parecer lo hac�a seguido. Unos minutos m�s y ah� si termin�. Al acabar llev�
su verga bien adentro m�o y ah� la dej� hasta terminar de eyacular. Despu�s la
sac�, se corri� hasta atr�s y se paje� un poco para sacarse el forro. Me acerqu�
a �l y lo bes� mientras agarraba su verga.
-Me sorprendiste. Me diste un muy lindo polvo-le dije.
-Y bueno... tuve una gran maestra.
-Qui�n?
-Se dice el pecado pero no el pecador. Decime si lo hice
mejor que mi pap�.
-Qu�?
-Dale Pamela. Ya se que mi viejo te ha cojido un par de
veces. Un d�a lo escuch� hablando con un amigo en el trabajo y dec� cada cosa de
vos.
Largu� una carcajada y me fui en direcci�n al ba�o.
-Me acompa�as a ducharme- le dije a Pablo d�ndome media
vuelta. El corri� saltando y gritando hasta mi. Le dije que se callara que
estaban los vecinos y pod�an escuchar. A los besos y los manoseos nos metimos a
la ducha. Ah� le chup� su verga y dej� que acabara en mi boca. despu�s �l me
chup� la concha deliciosamente y termin� rompiendo el culo bajo el agua de la
ducha. Como no hab�a ning�n forro as� me coji� y me llen� las entra�as con su
leche calentita. Despu�s si me ba�e mientras �l me miraba y hac�a bromas.
Quedamos de acuerdo en que nadie se enterar�a de lo que hab�amos hecho o yo ir�a
a la c�rcel por cojerme un menor de edad. Tambi�n quedamos de acuerdo en que �l
podr�a visitarme para que fu�ramos una especie de amantes. Le dije que se
comprara sus propios forros. Varias veces cuando mi hija sal�a los fines de
semana a bailar �l ven�a a mi casa con la excusa de que ten�a otros planes y nos
qued�bamos las noches viendo pel�culas y despu�s cojiendo. De a poco lo fui
sacando de mi vida. Le dec�a que no pod�a venir a mi casa porque tendr�a
reuniones de trabajo y esas cosas. El me llamaba mucho por tel�fono, insist�a,
pero se cans�. Como segu�a siendo un muy buen amigo de mi hija iba a mi casa
pero trataba de evitarlo. En una oportunidad en la que no pude evitarlo se me
vino encima en la lavander�a, se me vino por atr�s y me agarr� de la cintura. Me
agarr� con fuerza y no me dejaba dar vuelta. Le dec�a que no hici�ramos nada.
Que todo hab�a pasado ya. Y el me dec�a que pensaba mucho en mi. Que estaba muy
caliente y quer�a cojerme. Ah� mismo me baj� el pantal�n que tra�a y tambi�n la
tanga y me clav�. Su calentura era tal que me ech� dos polvos seguidos. El
primero fue lento y me tocaba las tetas. Acab� dentro de mi concha y el segundo
fue m�s salvaje. Me hizo gozar mucho y me volvi� a llenar la concha con su
leche. Nos besamos apasionadamente y nos despedimos. Nunca me fui a lavar la
concha despu�s de ese polvo. Quer�a seguir sintiendo el semen fresco de un
jovencito adentro m�o. Despu�s de eso cortamos lazos totalmente y nunca m�s nos
encontramos sexualmente.
La otra experiencia con j�venes ocurri� unos pocos meses
despu�s. Adem�s en esa oportunidad descubr� algo que nunca me imagin�. Era
s�bado a la noche y ten�a ganas de divertirme, de estar con alg�n hombre. Mi
hija hab�a ido a la casa de una de sus amigas y se quedar�a ah� as� es que
decid� salir a bailar. Me vest� lo mas sensual que pude. Una tanga roja y una
mini bien mini que apenas sobrepasaba mis cachetes. Una blusa blanca bien
ajustada y con algunos botones desprendidos, no llevaba corpi�o. A medida que me
vest�a me iba calentando m�s y m�s. Me ped� un remis y me llev� hasta un
boliche. Hab�an muchos j�venes y me sent� inhibida por lo que decid� esperar en
el rem�s a que disminuyera el movimiento en la entrada. El remisero me miraba
las piernas por el espejo retrovisor. Estaba muy caliente. Por fin me decid� y
si bien el gent�o no hab�a disminuido, le pagu� al remisero, me baj� y fui
directo a la entrada. No era la primera vez que iba pero en las oportunidades
anteriores se ve�a m�s gente de mi edad. Supuse que a lo mejor ya estar�an
adentro. Camin� entre los chicos y chicas y se quedaban mir�ndome. Algunos se
atrev�an a decirme alg�n piropo. Por fin pude entrar, fui a la barra y ped� un
trago. Me sent� en una mesa y me puse a observar c�mo de a poco se llenaba de
gente joven. Nadie de mi edad. El ambiente estaba muy bueno. Ya empezaban a
bailar y a divertirse. Algunas parejas se iban a los rincones a besarse y m�s.
Me tom� varios tragos y se fue haciendo tarde. Sent�a que estaba desperdiciando
la noche. Ten�a ganas de irme. En ese momento se vio una movimiento extra�o en
la pista. Todos empezaban a abrirse. Cuando mir� un grupo de cinco chicos estaba
con tragos en las manos y saltando y gritando. Se tranquilizaron un poco y todo
volvi� a la normalidad. Despu�s empezaron a manosear a cada chica que pasaba por
ah�. Yo me sonre�a de lo que ve�a pero pensaba en mi hija en el lugar de esas
chicas y ah� ya no me gustaba. Me causaba gracia lo caliente y excitados que se
ve�an chicos pero yo estaba tan caliente como ellos. En un momento lograron
"encerrar" entre ellos a dos chicas y las tocaron por todas partes. Al rato se
le sumaron otros cuatro o cinco chicos m�s. Estos eran m�s grandes de cuerpo que
los otros, pero se ve�an de la misma edad. Estaban m�s sacados a�n que los
otros. Uno de ellos se sac� la camisa que tra�a y dej� ver un f�sico muy bien
trabajado. Apost� conmigo misma a que ten�a que ser ragbier o algo as�. Su
espalda era enorme y sus brazos tambi�n. Se desprendi� el bot�n de su pantal�n
pero no se baj� el cierre, hac�a movimientos p�lvicos sexys y graciosos a la
vez. Se tocaba la verga y hac�a como si estuviera esquiando. Como hipnotizada
por aquel espect�culo y teniendo en cuenta mi experiencia anterior con j�venes
me par� y me fui hasta la pista. De a poco me fui metiendo entre la gente hasta
llegar a esos chicos. Gritaban, insultaban. Me ven�an como anillo al dedo.
Machos calientes y en gran cantidad. Me abr� paso entre ellos y me puse en el
medio. El que estaba bailando con el torso desnudo al verme se qued� con los
ojos bien abiertos. Yo comenc� a bailar tratando de imitarlo y acerc�ndome a �l.
Me tom� de las manos y empezamos a bailar. Yo me pegu� a su cuerpo y lo provoqu�
lo m�s que pude. Teni�ndome tan cerca suyo su vista se perdi� en mis tetas. Tom�
sus manos y las llev� a mi culo, una en cada cachete. Me mir� a los ojos y le
sonre�. Sus amigos gritaban cada vez m�s. Me apart� de �l y empec� mi propio
mini-show. Me abr� de piernas y me inclin� hacia abajo. Todo mi culo qued� al
aire. Me fui a cercando a cada uno de los chicos que me rodeaban y los tocaba
invit�ndolos a imitarme. De a poco se fueron acercando todos hacia mi cerrando
el c�rculo. Empec� a sentir manos en mi culo y en mis piernas. Que bien se
sent�an todas esas manos sobre m�. El del torso desnudo se acerc� por adelante
estirando sus manos y me agarr� una teta. Se acerc� m�s a�n y nos besamos con
lengua y toda la saliva posible. Su aliento a alcohol era mortal. Empec� a
sentir como mi tanga iba bajando por mis piernas. Me la estaban sacando.
Incre�ble. Estos muchachitos estaban tomando las riendas. Estir� mis manos y
trat� de agarrar sus trozos. Empec� a sentir apoyadas tremendas en mi cola.
Pijazos cada vez m�s fuertes que me calentaban a m�s no poder. Manos y mas manos
sent�a en mis tetas, pellizcos y todo. Mi falda hab�a dejado de cubrir lo poco
que cubr�a, estaba arriba de mi culo, mi culo al aire manoseado por estos
chicos. Sent� unos dedos urgueteando en mi concha y esa fue la gota que rebals�
el vaso. Me acerqu� al del torso desnudo y le pregunt� al o�do si no hab�a un
lugar donde pod�amos ir. Enseguida se fue a hablar con otros dos chicos mientras
otros dos se acercaron a ocupar el lugar que hab�a dejado el primero. Yo segu�a
bailando con mis j�venes amigos cuando volvieron los otros tres y me tomaron de
la mano y me llevaron a la salida. Trataba de arreglarme la ropa y ve�a como
todos los otros nos segu�an. Cuando salimos del boliche se escuchaban todos los
gritos. Cuando llegamos al estacionamiento se separaron en un auto y una
camioneta. Yo segu� con los tres mismos con los que sali del boliche en el auto
y todos los dem�s se subieron a una camioneta. El del torso desnudo manejaba con
un acompa�ante y yo me sent� atr�s con el otro. Hablamos un rato, bromeamos y
pregunt� a donde �bamos sin tener respuesta. El que estaba atr�s conmigo se baj�
el cierre del pantal�n y se sac� la verga, se la paje� un poco y despu�s me
agarr� de la nuca y me tir� hacia abajo mientras me dec�a "chupamela perra". El
sosten�a su pija y yo abr�a mi boca y me la met�a toda. Con mi lengua pegada a
ella la recorr�a de arriba abajo mientras �l no sacaba su mano de mi nuca.
Aceleraba mas y m�s el ritmo. Sent� algo de l�quido preseminal y empec� a
succionar con fuerza. El ped�a m�s y me dec�a "asi me gusta turrita". Unos
instantes despu�s sent� que �l se corri� hacia atr�s y larg� toda su leche. me
sosten�a con fuerza de la nuca para que no me hiciera para arriba. Toda su leche
espesa y caliente llen� mi boca. Levant� mi cabeza y vi junto a nuestro auto la
camioneta que llevaba a los otros chicos. Al verme levantarme del regazo de su
amigo empezaron a gritar. Yo abri mi boca y les mostr� el semen de su amigo y
ellos empezaron a insultarme, a decirme cosas y a desnudarse. Me mostraban sus
verga, tiraban la ropa, se tocaban, se pajeaban. Era una locura total. En una
rato llegamos a un lugar que parec�a abandonado. Despu�s me di cuenta que era
una vieja residencia universitaria que nunca se termin�. Empezaron a bajarse de
la camioneta y a correr hacia adentro. No dejaban de gritar. Algunos se vinieron
a donde estaba yo y me empezaron a decir cosas y a besar y a tocar. Me fueron
llevando hacia adentro. Mientras pas�bamos yo pod�a ver habitaciones no muy
grandes con colchones en el suelo. Sobre el final de ese primer piso uno de
ellos empez� a gritar moviendo los brazos "ac�, ac�". Nos fuimos hasta all� y
cuando entr� pude ver dos colchones y un sill�n viejo y algo roto. Dos o tres
chicos ya estaban tirados en el suelo durmiendo o inconscientes de lo borracho
que estaban. Los dem�s se me vinieron encima y me empezaron a meter mano por
todas partes. Enseguida me sacaron la ropa por completo.
-Que buena est� esta perra!
-Mira esas gomas!
-Quiero chuparle toda la leche de las tetas a esta puta- me
dec�an, cosas que s�lo lograban calentarme m�s.
Uno de ellos me tom� de la mano y nos fuimos hasta el sill�n
que hab�a. �l se sent� y me dijo.
-Cometela entera-mientras �l agarraba su verga desde la base
con ambas manos. De esa forma se ve�a m�s grande. Apoy� mis manos en el sill�n a
ambos lados de �l y me fui acercando hasta que ese pedazo se perdi� dentro de mi
boca. La estaba tragando toda, sin manos, sin agarrarla. Se sent�a muy rico.
Pod�a escuchar al resto de los chicos gritando, alent�ndome a seguir, dici�ndole
a su amigo lo afortunado que era y muchas cosas m�s. Empec� a sentir c�mo uno de
ellos me agarraba y me manoseaba el culo y la concha. En un momento sent� su
verga buscando un lugar donde entrar. Iba de mi concha a mi culo pero
torpemente. Sin dudas estaba borracho, era efecto del alcohol que ten�a en su
cuerpo. Intentaba penetrarme por la concha pero no pod�a, entonces iba hasta mi
culo y tampoco pod�a terminar de meterla. Consciente de todo esto estir� una de
mis manos y trat� de agarrar su verga pero no tuve tiempo. De un solo golpe
hab�a logrado meterla en mi culo. Ahora empezaba a moverse, a bombear su pija
dentro de mi ano. No me hab�a dado cuenta del tama�o de su pija. Era gorda y me
estaba matando. Entre gemidos y gritos de placer y algo de dolor yo segu�a
mamando pero no como antes. Estaba concentrada en la tremenda culiada que me
estaba dando mi amante trasero. Me daba media vuelta y lo miraba. �l tiraba su
cabeza para atr�s y embest�a. El que estaba sentado en el sof�, algo impaciente
ante mi pasividad, me agarr� de la cabeza y me meti� su verga en la boca y con
un movimiento p�lvico leve empez� a cojerme la boca. de a uno fueron llen�ndome
de leche. Primero el que estaba en el sill�n me llen� la boca de leche y hasta
que no sali� la �ltima gota no sac� su pija de mi boca. Tragu� algo de semen y
enseguida el de atr�s vaci� sus huevos en mi culo. Los gritos eran muchos y las
felicitaciones para el "bestia", mi culiador.
-Bien bestia, le rompiste bien roto el culo!!!
Me di media vuelta y con una sonrisa en mi cara y algo de
leche en mi rostro me arrodill� frente al monumental pedazo del bestia y se lo
empec� a chupar hasta que qued� limpia.
-Ya est� lista para que la ensucies de nuevo-le dije.
Me tom� de un brazo, me levant� del suelo y me tir�
bruscamente sobre uno de los colchones que hab�an ah�. Al caer sobre ellos se
levant� un poco de tierra y un olor bastante feo. Pod�a ver al bestia venir
hasta mi paje�ndose un poco, escupi�ndose la otra mano y pas�ndose esa saliva
por su verga. En un segundo el bestia estaba abri�ndome de piernas y agarrando
su verga para meterla. Esta vez no tard�. Otra vez la meti� de un solo golpe en
mi concha como antes lo hab�a hecho con mi culo. Puse mis piernas rodeando su
cintura y �l me empez� a embestir. Era realmente una bestia, un bruto. Con cada
movimiento brusco de su pija sent�a que rozaba con mi cl�toris. Me estaba dando
un placer enorme. Pero se detuvo de un solo golpe. Sac� su verga de mi concha,
se par�, camin� un poco sobre mi y volvi� a bajar sobre mi est�mago. Agarr� mis
dos tetas y acomod� su verga entre ellas, me dijo que abriera la boca y
apretando mis dos tetas me las empez� a coger. Que rico. Este muchacho s� sab�a
lo que hac�a. Con sus rodillas apoyadas en el colch�n se ayudaba para
embestirme. Con cada embestida la punta de su pija me pintaba los labios y yo
aprovechaba para sacar mi lengua tambi�n. Despu�s de un tiempo as� sin parar de
cojerme las tetas, le sali� un poco de leche, apenas un chorrito. Lo vi haciendo
fuerza para aguantar y en una de las embestidas hacia mi boca larg� toda su
leche. Fue impresionante. Me llen� con su semen. Agarr� su verga, la sac� de mis
tetas y la puso en mi boca. Me dej� todo lo que le quedaba. Despu�s me peg� un
poco con su pija en las tetas y se levant�. Yo todav�a estaba disfrutando del
calor de su leche cuando se acercaron a mi unos cuatro o cinco chicos, que eran
los que quedaban, se pusieron de rodillas alrededor m�o y se terminaron de
pajear. Me vaciaron su semen en toda la cara, otras en las tetas y tambi�n sent�
el calor de la leche de estos muchachos en mi est�mago. Uno de ellos me agarr�
de la cabeza y de la pera y me abri� la boca. Otro empez� a pasar su pija con
todo el alrededor de mi boca limpiando de semen y llev�ndola a mi boca.
-Tragate eso puta!-me dec�an y se re�an a carcajadas mientras
me cerraban la boca y me tapaban la nariz para que me tragara ese semen. Cuando
lo hice ellos me dejaron sola y me di cuenta de que otro me estaba penetrando y
casi al mismo tiempo acabando dentro de mi concha. Se par� tambaleante, se paje�
un poco y se tir� al suelo. Mir� a mi alrededor y vi a todos durmiendo,
vomitando o en otro mundo. Me par�, me arregl� un poco y me prepar� para irme de
ah�. Me limpi� la cara y me llev� el poco semen que quedaba en ella a mi boca.
me encanta tragar leche, aunque es un asco, lo admito, pero me excita mucho.
Sobre todo si esta caliente, reci�n salida de su "envase".
Sal� al pasillo del edificio terminando de ponerme la tanga y
con los zapatos en la mano. Camin� un poco y escuch� unos gemidos. Me detuve en
la entrada de la primera habitaci�n y mir� para adentro. Hab�a una pared que
parec�a separar en dos esa misma habitaci�n. Me fui hasta ella y ah� me qued�
escuchando. Se pod�an escuchar gemidos y mas gemidos. Parec�an ser dos hombres y
una mujer, a la que trataban de pendeja. As� la llamaban. Despu�s de un rato y
un largo gemido a d�o de ellos todo se termin�. Le dijeron a ella que la
volver�an a llamar y salieron. Pasaron por al lado m�o. No me vieron. Uno de
ellos mientras se sobaba la pija dec�a "esta pendeja siempre me deja doliendo
los huevos".
Salieron al pasillo y no los vi m�s. Me intrigaba saber qui�n
era esa "pendeja" de la que hablaban as� es que me qued� hasta que ella sali�.
Ten�a el pelo y se fue por el pasillo. La segu� hasta afuera y se meti� en una
plaza. Se par� y se sac� la peluca que llevaba. No me hab�a dado cuenta de que
era una peluca. La guard� en el bolsito que llevaba y se cambi� la falda por un
jean. No pod�a ser. Empezaba a reconocer algunas cosas, como su pelo rubio, sus
jeans algo gastados y su bolso. Era mi hija. La pendeja puta que hab�a sido
cojida por dos tipos, unas habitaciones m�s all� de donde yo estaba, era mi
hija. Esper� un colectivo y yo me tom� un taxi. Llegu� a casa, me cambi� y me di
una ducha r�pida y la esper� a que llegara. Cuando ven�a por la vereda no me
quedaron dudas. El bolso, el pantal�n, su pelo. Era ella. Mi hija era toda una
puta. Esa era s�lo la punta del iceberg. Cuando me decid� a enfrentarla supe
mucho m�s que nunca me hubiera imaginado. Si les interesa se los cuento despu�s.
Pueden escribirme a mi mail o al de mi hija.
y
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO