Relato: La nueva tia buena del gimnasio Hola, me presentare: Me llamo Lucas y soy un chico de 21 a�os moreno, de piel bronceada y de estatura media. Mi historia comienza cuando, una de esas inaguantables y calurosas tardes de verano me dirig�a al gimnasio, como todos los d�as. Cuando llegu� no hab�a casi nadie (normal, con el calor que hac�a), excepto unos compa�eros de trabajo que sol�an ir por all�, montados en las sillas est�ticas y unas se�oras corriendo. Me dispuse a hacer los ejercicios de cada d�a; unas pesas, abdominales y quiz�s unos largos en la piscina. Mientras me sentaba a levantar las pesas, observ� desde el cristal que separa la sala baja de ejercicios de el recibidor, a una chica aparentemente nueva; ten�a su bonito pelo casta�o ondulado recogido en una coleta alta, y parec�a algo t�mida, aunque eso no es lo que daban a entender sus ajustad�simos shorts que dejaban casi ver su culo, ni el simple sujetador deportivo negro que apenas le tapaba nada; se pod�an apreciar sus dos enormes tetas perfectamente.
Cuando entr� en la sala en la que yo estaba, no pude quitarle la vista de encima ni un momento, y para colmo, se sent� en una de las sillas est�ticas que estaban en frente de mi, ofreci�ndome una visi�n perfecta de lo que se pod�a ver de su culo. Por supuesto me puse palote en seguida, y con los pantalones tipo veraniegos cortos que llevaba, mi enorme erecci�n no ayudaba mucho. Esper� y esper�, pero aquello no bajaba y yo solo quer�a follarme a esa chica, o ir a machac�rmela a los servicios. Decid� olvidar el tema e ir directamente a la piscina, donde no se notar�a tanto mi �situaci�n�.
Despu�s de cambiarme a un ba�ador bastante suelto, me asom� a la entrada de la piscina interior: Nunca estaba muy lleno, pero ese d�a no hab�a absolutamente nadie; mejor, no le gustaban los ba�istas que no paraban de interrumpirle a su paso ni los t�picos viejecitos haciendo Aquaerobic. Me tir� a la piscina de cabeza y me di cuenta de que mi amiguito segu�a ah�, bien tieso. No pude evitarlo y empec� a frotarlo por encima, acord�ndome poco a poco de esos pechos y ese culo; me imagin� haci�ndome una paja cubana entre las tetas de la chica nueva, met� mi mano en el ba�ador y comenc� a hacerme una paja en serio, disfrutando cada momento de ese indescriptible placer; que ganas ten�a de hac�rselo a la de verdad.
Pero entonces tuve que parar, son� la puerta y yo, sin tener tiempo a guard�rmela, fing� nadar. Por suerte me encontraba en una perspectiva desde la que no se pod�a ver nada. Gir� un poco la cabeza y me encontr� a la chica de antes, vistiendo un ba�ador negro que me puso malo. Ahora si que necesitaba esa paja urgentemente.
La chica se puso a nadar y yo de la emoci�n, inconscientemente (o no tanto), mientras ella no me ve�a me toqu� la polla vislumbrando su cuerpo mojado por el agua. En cuanto se par� al otro lado de la piscina no lo dud�, fui como el que no quiere la cosa nadando hasta all� y fing� estar cansado para pararme con ella en la paredilla de la piscina, ella me sonri� con timidez y mir� hacia otro lado, lo que la hac�a m�s tierna y sexy.
-�Es la primera vez que vienes por aqu�?-La pregunt�.
-S� Bueno, no soy muy aficionada al deporte pero necesitaba un hobby para estar entretenida este verano.-Me respondi� ella, con una voz dulce.
�Yo s� que te iba a tener entretenida todo el verano, con lo buena que est�s� Pens�, y recordando mi erecci�n, intent� ocultarla.
Mantuvimos una conversaci�n por un rato, resulta que se llamaba Sandra y ten�a 20 a�os. Los d�as pasaron y yo solo iba al gimnasio por ella, nos hicimos amigos y ten�amos mucha confianza, tanta que yo a veces la pon�a crema en la espalda cuando hac�amos ejercicios fuera o la pod�a dar una cachetadita en el culo como broma; normalmente cada d�a, despu�s de eso iba a hacerme un pajote para aliviarme. Hasta que lleg� un d�a en que la tensi�n sexual no pudo m�s:
Decidimos �nadar� juntos (no hac�amos m�s que chapotear un poco y sentarnos al bordillo a hablar) en uno de esos d�as en que la piscina estaba totalmente vac�a. Ese d�a la not� un poco triste y la pregunt� que le ocurr�a.
-Nada, que me siento un poco acomplejada con mi cuerpo �ltimamente.
-�Qu� complejos vas a tener t�, con lo buena que est�s?- Pens� yo en voz alta, lo que hizo que Sandra se sonrojara.
-�Calla!- Dijo ella entre risitas.
-�Qu�? Es verdad-Admit�-�Y yo qu� tal?
-Bueno, no s�, tendr�a que verte�a fondo- Se insinu�, por lo que mi coraz�n se aceler� a cien, aunque yo no me lo tom� muy en serio, ya que sab�a que ella sol�a hacer bromas sobre sexo.
Seguimos nadando un rato, hab�amos olvidado la conversaci�n hasta que volvimos a hacer una parada y yo saqu� el tema otra vez:
-Bueno qu�, �y yo como estoy de bueno entonces?
-Mmm- Se par� a meditar ella, escrut�ndome lentamente mi rostro. Entonces hizo algo que me dej� impactado: Se peg� completamente a mi, por lo que pod�a sentir a la perfecci�n sus tetas a trav�s del mismo ba�ador negro que llevaba el d�a que la conoc�. Aparentemente ella segu�a mir�ndome. Hasta que dijo: -Amm� �7 sobre 10?- Continu� igual de pegada a m�.
-�Oh vamos! �Un 7?- Me quej� yo, bromeando.
-Te dije que ten�a que verlo TODO- Recalc�, haciendo una clara insinuaci�n a mi paquete, por lo que se peg� a�n m�s a �l haciendo que se me cortara la respiraci�n.
-Ni que yo te hubiera pedido que me ense�aras las tetas para decir cuan buena estas�
-�Por qu�? �Quieres verlas?-Y me cogi� una mano con las suyas, y la llev� hasta su pecho, donde yo la qued� totalmente inerte sin saber muy bien si estaba so�ando. Porque era lo que siempre hab�a deseado.
Sin mediar ni una palabra ella me bes� y yo la correspond�, esta vez disfrutando de sus tetas, y mientras ella me agarraba el pene y comenzaba a moverlo. Por fin, aquello estaba ocurriendo; la chica con la que me he hecho tantas pajas en mi imaginaci�n, ahora ella me la estaba haciendo a mi y yo disfrutaba alternando mis manos entre sus tetas y su culo.
Salimos de la piscina y fuimos a los vestuarios, donde nos encerramos en uno y empezamos a quitarnos los ba�adores mojados. Encendimos una de las duchas y nos dejamos llevar por la calentura.
Ella se agach� hasta mi paquete y se lo meti� en la boca; yo dej� escapar un gemidillo de placer y alivio. La agarr� la cabeza suavemente y ella sigui� haciendo lo suyo mientras le magreaba esas grandes y bonitas tetas, con los pezones rosados erectos.
-La de ganas que ten�a de que pasara esto.- Dije con la respiraci�n entrecortada por la gran mamada que me proporcionaban. Al decir esto, empez� a hacerlo mucho m�s r�pido, pero yo todav�a no me quer�a correr, quer�a durar m�s para disfrutar de penetrarla y de una buena paja cubana, para correrme en sus tetas.
Comenc� a penetrarla por su co�ito totalmente depilado y ella empez� a gemir suavemente. Yo no pod�a disfrutar m�s en aquel momento hasta que ella tuvo un gran orgasmo y casi me corro de placer al ver sus tetas botar a la par que pon�a esa cara de putilla adorable.
La indiqu� que me hiciera una paja cubana toc�ndola las tetas, a lo que ella acept� entusiasmada. Se las junt� con las manos y yo me dispuse a follarle las tetas como si no hubiera ma�ana. Disfrutaba cada momento, sintiendo su piel contra mi pene, quise alargarlo todo lo que pude hasta que fue inevitable; me corr� en sus tetas dej�ndola llena de lefa. Y los dos, agotados, nos fuimos a casa no sin antes unos cuantos toqueteos m�s. Creo que fue la mejor follada de mi vida.
A d�a de hoy, es mi pareja, ya que no solo estaba buen�sima y hacia unas mamadas de lujo, si no que era mi mejor amiga y compart�amos muchos gustos, y claro, de tanta tensi�n sexual y risas juntos ten�a que salir algo si o si.
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Relato: La nueva tia buena del gimnasio
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