Me llamo Teresa, soy una mujer de 60 a�os, divorciada, viv�a
con mi hija y su esposo hasta que hace algunos meses mi hija muri� de un paro
cardiaco. Dicen que aun a pesar de mi edad soy una mujer bastante atractiva, yo
en realidad no me veo nada fuera de lo com�n, soy de altura mediana, cabello por
los hombros bastante canoso, el cual peino de mo�o conservadoramente, soy
delgada, mi cuerpo es proporcionado y debido a la edad ha ido adquiriendo la
madurez que solo el tiempo da, mis caderas son anchas mi trasero aun firme, mis
senos son grandes y redondos.

Una peque�a explicaci�n le ayudara probablemente a entender
lo que le voy a contar, mi marido era un hombre completamente dominante, el cual
manejaba totalmente cada aspecto de mi vida.

Nunca fui feliz en mi matrimonio, la �nica felicidad que me
dio mi uni�n marital fue mi hija, la cual ahora perd�.

Desde que mi hija se caso con su esposo decidieron vivir en
nuestra casa, por lo que era muy com�n que ambos notasen la forma en que mi
marido me trataba, siempre haciendo de mi su juguete el cual mov�a a su gusto,
hacia conmigo lo que quer�a, imponiendo siempre su voluntad aun incluso delante
de mi hija y su marido. Hace dos a�os, me abandono por irse con una mujer mucho
mas joven con la cual sabia, hab�a andado desde hacia bastante tiempo pero por
mi temor no hab�a dicho nada, siempre hab�a guardado silencio, conform�ndome con
recibir de El muy poca atenci�n.

Recib� de mi hija y su marido todo el apoyo que necesite para
superar esa dif�cil situaci�n, con el tiempo me fui resignando a ser una mujer
abandonada por su marido. Pero de nuevo la tragedia llego a mi casa y esta vez
aun fue m�s dolorosa, mi hija mor�a repentinamente de un paro cardiaco,
dej�ndonos solos a su esposo y a m�. Es aqu� donde empieza la historia que les
voy a contar.

Pedro el esposo de mi difunta hija siempre fue un hombre
respetuoso y responsable, a sus 32 a�os era el esposo modelo siempre trato a mi
hija de forma excelente, adem�s era hogare�o y cari�oso, quien se hizo cargo de
la manutenci�n de la casa cuando mi marido me dejo. Aunque fue muy duro superar
la p�rdida de mi hija, poco a poco me fui acostumbrando a convivir con El,
trataba de atenderlo en todo lo que pod�a, tratando de recompensar de alguna
manera que se preocupara por m� aun despu�s de que su esposa hab�a muerto y ya
no tenia ninguna obligaci�n para conmigo. Pero creo que algo hab�a permanecido
oculto dentro de mi yerno desde que mi esposo me abandono, creo que todo lo que
hab�a visto de la dominante relaci�n de mi marido sobre mi hab�a causado un
efecto en El que yo desconoc�a.

Como ya les dije Pedro era un hombre muy responsable que
contribu�a en la casa con todo cuanto pod�a, yo me sent�a feliz de convivir con
El pues me agradaba su compa��a, aunque no era un familiar directo me sent�a
protegida por El.

Pero hace tres semanas todo cambio, en la v�spera de navidad
mi yerno me informo que le hab�an ofrecido un mejor empleo en otra ciudad lejana
de donde viv�amos, y que pensaba aceptarlo, me horrorice! Ante la posibilidad de
que mi yerno se fuera de la casa dej�ndome completamente solitaria.

Me comento que le gustar�a saber que pensaba yo de la
posibilidad de que tuviera que marcharse a trabajar lejos, ahora creo que mi
yerno me pregunto esto porque sabia exactamente cual seria mi reacci�n, sabia
que me hab�a vuelto muy dependiente de El, pienso que mi yerno sabia que har�a
cualquier cosa para que El reconsiderara su decisi�n de marcharse.

Est�bamos en la sala, empec� a hablarle a mi yerno pidi�ndole
y suplic�ndole que no se fuera, trate de justificar mis palabras dici�ndole que
me preocupaba por El, mi yerno me escuchaba callado, parec�a que estaba
completamente decidido a aceptar el empleo.

"Por favor Pedro," suplique, "Piense lo que esta haciendo,
ese trabajo puede parecer mas bueno pero piense, que va a hacer solitario en una
ciudad nueva y desconocida, quien se va a ocupar de atenderlo"

"Si se�ora, lo se, pero debo pensar que mi futuro, en rehacer
mi vida, en buscar una nueva mujer, se que es dif�cil para usted, pero debo
pensar en mi, se que siente temor de que me vaya de esta casa y de su vida,
porque soy su compa��a, verdad se�ora?" pregunto mi yerno.

Pedro tenia raz�n, me sent�a llena de terror de quedar
solitaria, El era mi �nica compa��a, aunque nuestro trato era poco, para mi era
menos dif�cil llevar mi vida sabiendo que por lo menos quedaba alguien que se
cierta manera se preocupaba por mi, me sent�a �til pudiendo ayudarlo, teniendo
su comida lista cuando regresaba del trabajo, lavando su ropa y ocup�ndome de
cuanto pod�a, me hab�a acostumbrado a compartir con El, no pod�a imaginar lo que
har�a sola en aquella casa, sin m�s compa��a que las paredes que me rodeaban,
tenia que admitirlo.

Intentando recuperar la calma, limpie las lagrimas de mis
ojos y cabecee "SI, es cierto, pero es acaso incorrecto que una suegra se
preocupe por cuidar de su yerno, y ocuparse de sus necesidades, adem�s no
resisto la idea de quedarme sola" confes�

Pedro me miro de forma seria, "Le dir� que es lo incorrecto
de eso" me dijo

"Soy un hombre joven y sinceramente estoy cansado de vivir en
la casa de mi suegra, necesito un lugar propio, un lugar donde yo sea el jefe,
deseo vivir de nuevo con una mujer, la cual haga lo que le diga y cuando se lo
diga" continuo.

Empec� a llorar de nuevo, en parte porque sabia que era
cierto y aunque muchas veces lo hab�a pensado, cre� que nunca llegar�a el
momento, sabia que mi yerno era un hombre joven, y que probablemente desear�a
rehacer su vida, era verdad lo que dec�a, no sabia que mas decirle, "Por favor�"
le suplique, sabiendo que mi esfuerzo era en vano, "no hay ninguna cosa que
pueda hacerlo desistir de su decisi�n y que lo haga quedarse aqu�?"

Entonces mi yerno sonri�, era una expresi�n calculadora, una
que me hizo sentir miedo, su mirada cambio, de pronto notaba un extra�o brillo
en sus ojos.

"Bueno suegra" Dijo sonriendo, "Quiz�s puede haber una cosa
que usted podr�a hacer que posiblemente me har�a reconsiderar mi decisi�n de
irme, digo reconsiderar porque no podr�a garantizarle que seria definitivo"

Entonces nerviosamente pregunte

"Por favor d�game que es, har� cualquier cosa que me usted me
diga?"

Sonri� aun mas mientras se levantaba del sof� donde se
encontraba, y caminando unos pasos se sent� a mi lado en el sof� grande.
Entonces lentamente me hablo

"Usted quiere que me quede suegra?" pregunto

"Si, claro que si Pedro," respond� suavemente

"Y usted har�a cualquier cosa para que me quedara?" pregunto
de nuevo

"Si" respond� nerviosamente, estaba asustada de a donde pod�a
conducir su pregunta, escuchaba el tono de las palabras de mi yerno y no pod�a
dejar de sentir un gran temor, de pronto parec�a reconocer la misma actitud que
tenia mi marido cuando se propon�a algo.

"Siempre me he preocupado por atenderlo de la mejor manera en
todo cuanto he podido" agregue

"Si lo se" continuo "Pero bueno, hay una necesidad de la cual
usted nunca se ha ocupado suegra, y ahora si usted quiere que permanezca aqu�,
eso va a tener que cambiar, de hecho todo tendr�a que cambiar dr�sticamente si
me quedo"

"Una necesidad de que?" balbucee temiendo lo peor, "Le he
dicho que har� lo que usted quiera".

Su sonrisa se ensancho aun m�s y entonces hablo "Veamos
entonces"

Al decir esto, Pedro alargo su brazo y puso su mano sobre uno
de mis senos, y empez� a acariciarlo suavemente.

Me sorprend� y me aterrorice congel�ndome de la impresi�n,
esto era aun peor de lo que tem�a, estaba tan impresionada que no pod�a
reaccionar. Mi yerno, el esposo de mi difunta hija, un hombre mucho m�s joven
que yo, y quien siempre me respeto, ahora acariciaba mis senos. Jam�s hubiera
imaginado aquello.

Creo que mi yerno pens� que mi reacci�n inm�vil, era una
aceptaci�n, porque se inclino sobre m� para besarme, esto hizo que mi mente
reaccionara de nuevo. Antes de que sus labios se pegaran a los m�os, hable
suplicante, "No por favor,� no lo haga� esto es incorrecto yo soy su suegra, por
favor no puede hacer esto"

Entonces mi yerno se detuvo inmediatamente retirando su mano
de mi pecho, su mirada se hizo fr�a y sus gestos mas serios.

"No la voy a forzar a nada se�ora, "hablo secamente, "Ahora
sabe cual es la opci�n, a menos que quiera que me levante y me vaya de aqu�,
usted me ofrecer� lo que deseo por su propia voluntad, tendr� que convencerme de
quedarme, usted dijo que har�a cualquier cosa para eso, pues bien es el momento
de demostrarlo"

No era una pesadilla, lo que estaba sucediendo era
completamente real, y ten�a que tomar una terrible decisi�n Entregarme a mi
yerno incondicionalmente o quedarme completamente sola, sabia por la forma en
que se comportaba que este era como mi marido no bromeaba en lo que dec�a.

As� que aun con mi cabeza llena de miedo, verg�enza y
remordimientos levante mi cabeza y sumisamente le hable "Har� lo que usted
quiera" El temor a quedarme sola era mayor que todo.

Mi yerno volvi� a sonre�r, sin importarle toda la verg�enza,
el horror y la tristeza que yo sent�a en ese momento.

"Entonces suegra ahora demu�streme que desea que me quede y
creo que es mejor que haga su mejor esfuerzo en convencerme" dijo
autoritariamente.

Sintiendo que mi coraz�n se romp�a y que la verg�enza y la
humillaci�n llenaba cada pulgada de mi cuerpo y de mi mente, me levante del sof�
y comenc� a desnudarme. Pedro me miro, sus ojos brillaban mientras recorr�an mis
desnudos senos y el arbusto de mi vello pubico que cubr�a mi vagina.

Totalmente desnuda me arrodille frente a mi yerno "Por favor
d�jeme servirle Pedro" suplique sollozando, casi estrangulada por mis
vergonzosas palabras. "Deseo pertenecerle a usted, quiero que me deje
satisfacerlo en todo, deseo ser su esclava, le aseguro que le obedecer�
completamente" continu�

Mis mejillas ard�an de verg�enza, incline mi cabeza
sumisamente esperando que mis palabras lo hubiesen convencido, satisfaciendo su
necesidad de dominarme completamente.

Mi yerno sonri� otra vez, la satisfacci�n se notaba en su
rostro, Hab�a ganado, hab�a logrado someterme a su voluntad.

Entonces tom�ndome del brazo mi yerno me levanto sent�ndome a
su lado en el sof�, "Incl�nese suegra y separe sus piernas" me ordeno "Deseo
examinarla"

Hice lo que me dijo, completamente avergonzada por la
humillaci�n que sent�a, mi yerno se inclino sobre mi desnudo cuerpo y coloco su
boca sobre la m�a, deseaba luchar, resistirme, empujarlo lejos de mi, pero sabia
que no seria lo mejor, en lugar de hacer esto, separe los labios y acepte que su
lengua entrara en mi boca. Sent�a una inmensa degradaci�n, pero no deb�a
incurrir en ninguna equivocaci�n, correspond� a su beso fingiendo cuanto pod�a,
el beso duro bastante tiempo, hasta que separ�ndose satisfecho mi yerno sonri�.

"Eso estuvo muy bien suegra" me dijo "siga as� y vera que me
convencer� de que me quede"

Parec�a que no necesitaba una contestaci�n, mi yerno tenia
otras cosas en mente, su mano acaricio de nuevo mis senos, involuntariamente mis
pezones ante las caricias empezaron a ponerse duros, no paso mucho tiempo antes
de que sustituyera su mano por su boca, comenzando a chupar mis senos. Aun
contra mi voluntad, sus caricias ten�an el efecto previsto, pod�a sentir como mi
vagina empezaba a humedecerse, mientras mi cuerpo traicionaba mi voluntad. Mi
respiraci�n empez� a hacerse mas pesada e inestable.

Entonces mi yerno empez� a inspeccionar mi vagina, frotando
ligeramente los dobleces de mis labios, insertando primero uno y entonces otro
dedo dentro de mi vagina, rozando ligeramente mi cl�toris con su pulgar, la
excitaci�n de mi cuerpo empezaba a vencer la parte consciente de mi pensamiento.
NO pod�a negar que aun con toda la verg�enza, repugnancia y humillaci�n que
sent�a mi cuerpo estaba excit�ndose mucho al ser acariciado de aquella manera.
F�sicamente hab�a despertado la muy olvidada necesidad de sentir un pene dentro
de mi, absolutamente involuntariamente me escuche comenzar a gemir suavemente.

"OH parece que le gusta lo que le hago se�ora?" pregunto
Pedro mi yerno

"Ohhh" gem�a excitada, tenia que complacerlo "OH si Pedro, se
siente maravilloso"

"Que bien se�ora, ser� mejor que usted empec� a tomarle el
gusto a esto" hablo

Entonces mi yerno se levanto y me indico que me arrodillara
de nuevo ante El, esto hizo que mi cara quedara al mismo nivel de su
entrepierna. Mire asustada como mi yerno se quitaba la camisa revelando un
muscular torso casi sin pelo, ten�a que admitir que mi yerno ten�a muy buen
cuerpo, entonces mi yerno desabrocho sus pantalones y los bajo. Cuando El
finalmente estuvo parado desnudo ante mi, incluso con mi verg�enza y repugnancia
no pod�a evitar admirar su erguido pene. Era largo y de una circunferencia
impresionante.

"D�game lo que desea suegra" dijo

Sabiendo que no ten�a ninguna opci�n, le dije lo que El
obviamente deseaba o�r

"Ponga su pene en mi boca, por favor"

"Quiere mamarme la verga?" pronuncio c�nicamente

"Si", susurre, completamente humillada por mi yerno,

"Muy bien se�ora, eso es lo que quer�a escuchar" sonri� Pedro
y entonces tom�ndome suavemente por el cabello acerco mi cara a su erecto
miembro

"Aqu� tiene su recompensa por ser una buena esclava" agrego

Separe los labios, y met� su pene dentro de mi boca,
demostrando simb�licamente mi reconocimiento de que me hab�a dominado
completamente. Comenc� lentamente a chupar la cabeza de su viril erecci�n, cerr�
los ojos y simplemente acepte mi nuevo estado como esclava de mi yerno.
Extra�amente a medida que le continuaba haciendo el sexo oral a este, empec� a
disfrutar del hecho mamar el pene del hombre al cual me somet�a.

Despu�s de algunos minutos empec� a escuchar como mi yerno
gem�a cada vez mas fuerte, parec�a que su orgasmo se acercaba, entonces cuando
sent� su pene hincharse aun mas y temblar dentro de mi boca, trague con
impaciencia las abundantes cantidades de semen que disparo dentro de mi boca y
que descendieron por mi garganta.

Como pueden las cosas cambiar tan r�pidamente?, En el lapso
de algunos minutos hab�a dejado de ser una recatada se�ora para convertirme en
la esclava sexual de mi joven yerno.

"Pero esto es solo el inicio, la historia apenas comienza�"

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