Relato: javite77 Chico de Mam�
De nene mimado, a juguete de mis nuevos hermanos
Soy Alex, tengo 26 a�os y quiero contaros sobre mi, nac� en una ciudad andaluza del sur de Espa�a, C�diz, famosa por sus originales carnavales, con gente muy afable y cordial y con un gran sentido del humor, mi madre, Clara, una madre guapa donde las hubiere, de voluptuosa figura, de cabello rubio y unos ojos verdes como la esmeralda, contrajo matrimonio muy joven, debido al inesperado embarazo del que fue fruto mi nacimiento, pap� era comercial en una empresa de �ptica, a los meses de yo nacer, muri� mi padre en accidente de tr�fico.
Mama gracias a la ayuda de mi abuela, su madre, pudo prepararse una plaza de profesora interina (t�rmino usado en mi pa�s para profesores sin destino fijo) sus obligaciones laborales le imped�an residir en un lugar fijo durante esos a�os.
En esos a�os mi educaci�n, debido a los cambios de destino de mi madre, se la hab�an repartido entre mi mam� y su madre, mi abuela, que acompa�aba a mi madre en sus destinos laborales, pues el resto de mi familia se reduc�an exclusivamente a abuelos, a mis nueve a�os ya los hab�a perdido a todos los abuelos.
Yo era un crio sobreprotegido, y mama, ya no pod�a contar con la ayuda de la abuela para cuidarme, era un ni�o delicado, al que no hab�an ense�ado a asomarse al mundo solo, mi vida gir� entre el colegio de primaria y las faldas de mi madre o la abuela, no hab�a tenido espacio ni tiempo de afianzar amigos por esos cambios de destino de mam�, ella, a sus 34 a�os joven a�n, pens� que lo mejor ser�a aceptar las proposiciones matrimoniales que se le presentaban.
Entre sus pretendientes estaba un se�or de mediana edad, Carlos de 42 a�os, que al igual que mi madre, era viudo y ten�a 3 hijos adolescentes, adem�s Carlos contaba con una buena posici�n econ�mica, pues pose�a tierras agr�colas y era industrial ganadero, le ofrec�a seguridad.
El d�a que mama me habl� de �l, me record� la figura paterna que ten�a olvidada, pero que en casa tampoco fue requerida, me habl� de sus tres hijos y de mi parecer, no se como lo pint� en mi mente infantil, pero a mi imaginaci�n no le desagrad� la posibilidad de pertenecer a una familia m�s numerosa con hermanos-amigos con los que poder jugar y abandonar la exclusividad de mi madre en mi exigua familia. Tras ello organizaron una comida para las presentaciones familiares, Carlos me pareci� un hombre a�n m�s joven de su edad quiz�s, alto, delgado, cabello moreno ondulado, y cuerpo fibrado, mi mama hizo buena elecci�n, sus hijos Javi de 19 a�os, delgado musculado, 1,80 de estatura, moreno de piel y cabello negro como el azabache, de cejas pobladas y ojos negros penetrantes, al que acompa�aba su novia-amiga, Sara, una chica rubia de cuerpo peque�o pero de formas exuberantes, el hijo mediano era Roque 17 a�os, alto 1,85 de complexi�n delgada de piel clara y cabello negro, con ojos celestes heredados de su madre, y Pablo de 15 a�os, casta�o claro 1,75 de estatura, delgado de complexi�n fuerte, jugaba al futbol en categor�as inferiores de un importante Club de Andaluc�a, yo, a mis 9 a�os era el benjam�n de la reuni�n gastron�mica, y a esa edad debo decir que mis rasgos y maneras denotaban la delicadeza con que hab�a sido educado, era un chico alto para mi edad pero algo delgado, con los bellos ojos verdes de mi madre, y un cabello rubio lacio que ca�a sobre mis hombros. Debo aclarar que en esa edad, a�n no defin�a mi identidad sexual, pues todo lo relacionado, con ella lo ignoraba, no obstante pod�a juzgar la belleza de los que me rodeaban.
Tras mi parecer positivo a ese enlace, llego la boda , la ausencia de familia por parte de mam� no impidi� que fueran muchos de sus compa�eros y amigos invitados, por parte de Carlos, pude comprobar la extensa familia que ten�a, y tras la celebraci�n fui acompa�ado por mis nuevos hermanos, a mi nueva casa, en una de las fincas que Carlos pose�a en la provincia de C�diz.
Aunque la casa de la hacienda, era sumamente grande y contaba con suficientes habitaciones, por mi edad y el cambio de h�bitat, mama y Carlos pensaron que mejor compartiera un tiempo la habitaci�n con Pablo.
Desde esa primera noche pude comprobar que mis nuevos hermanos, tambi�n contaban con otras intenciones, para jugar con su nuevo hermanito.
Despu�s de la boda, Mama y Carlos partieron de viaje de reci�n casados a visitar M�xico, y yo me qued� al cuidado del personal de servicio de la hacienda de Carlos en compa��a de sus hijos.
La hacienda era una extensa finca de monte bajo, con encinas y frondosa arboleda que era atravesada por un caudaloso arroyo, y en un altiplano de la finca se ubicaba la casa, como Javi el hijo mayor se hab�a retrasado con su amiga Sara, Roque y Pablo pospusieron ense�arme la hacienda con la luz del d�a siguiente, pues el d�a hab�a sido largo, me dirig� a la habitaci�n de Pablo con �l, las habitaciones contaban con ba�o privado y Pablo me invit� a pasar antes a la ducha, cosa que hice sin mayor reparo, pero al instante de de abrir el agua, entro Pablo y me dijo:
- Alex como es tarde y somos hombres no te importar� que compartamos ducha?
Yo, un poco sorprendido ante algo inesperado, al instante pens� y respond� con voz pudorosa
- Bueno, si es lo que deseas, por mi no hay objeci�n
Cuando Pablo pas� al interior pude comprobar que la diferencia de edad, no s�lo se apreciaba en la estatura, su miembro comparado con el mio, era exagerado, en reposo pod�an ser 14 cm y un grosor considerable, para su edad de 15 a�os, pude averiguar despu�s, que eran medidas exageradas.
- Alex, te frotar� yo con la esponja y despu�s tu a mi, tardaremos menos,
No pon�a objeciones ante sus palabras, que aunque me sorprend�an, tampoco me inquietaban, y lo dej� hacer, me pasaba la esponja por los hombros y fue bajando por mi espalda, frot� con la esponja mi diminuto pito, y se recre� en mi culito, cosa que empez� a inquietarme, pero ya era tarde para dar marcha atr�s, y lo deje hacer, not� como sus dedos comenzaron a urgar en la entrada de mi culito, pero en ning�n momento fue brusco, esa delicadeza y el roce de sus dedos en mi escroto, hizo que instintivamente mi pito comenzar� a erectarse, yo, todo ruborizado, intentaba cubrir mi pito, pero Pablo comenz� un nuevo di�logo, que me sorprendi� a�n m�s y me dej� sin defensa.
- Huy! parece que al rubito le gusta que le toquen su culito? Toma la esponja y fr�tame tu, despu�s acabo contigo.
Me dispuse a coger la esponja y frotarlo, �l estaba frontalmente hacia mi, su pito estaba completamente erectado y medir�a 20cm, y me quede boquiabierto e impactado, a lo que le pregunt�
- Pablo, tu pito tambi�n esta grande y apuntando para arriba?
- Pues claro Alex, no solo a ti, se te empalma, adem�s esto, no es un pito, es una polla! De hombre.
Sus palabras algunas desconocidas, y su expresi�n de su derecho al igual que a mi de erectarse, le dio a la situaci�n un car�cter de naturalidad, y continu� Pablo yendo m�s all�
- Alex deja la esponja y con tu manita fr�tamelo de arriba abajo, lo dejar�s as� m�s limpio y comenzar� la polla a sudar.
Al no poner objeciones, a lo que se iva dando como natural, me encontraba en la obligaci�n de satisfacer sus instintos, al rato de estar masaje�ndolo con la mano, el jadeaba y se inclin� a besarme en mi cabeza, al tiempo que me dec�a bajito,
- As�, as�, rubito, te voy a ense�ar hoy un juego, esta polla ser� tu juguete, y tu chupete.
Empez� a empujar mi cabeza hacia abajo, y retiro mis manos de su polla, y cogi�ndola �l la condujo a mi boca, y me dijo
- Abre bien la boquita y chupa como a un helado, no roces con los dientes, s�lo con los dientes y la leng�ita, ahj!, Ahj!, As�, as�, muy bien, vas a aprender a ser toda una zorrita!
La situaci�n me hab�a desbordado, sin saber siquiera lo que hacia, ah� estaba yo, d�ndole mi primera mamada a Pablo.
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Relato: javite77
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