Hola, hace rato quer�a escribir en esta p�gina (que por
cierto me parece magnifica) pero no me atrev�a, adem�s por lo que contar� es
100% real.

Lo que cuento transcurri� hace muchos a�os contaba yo con 8
a�os, pero fue tan determinante para mi vida que lo recuerdo como si fuera ayer.

Nac� en un pueblo, y me crie en una estancia panelera (donde
sacan panela un producto de la ca�a de az�car) que era propiedad de mi abuelo,
all� trabajaba mi pap� y 4 t�os m�s, pero el que me interesa lo llamar� Pedro.

Pedro era 6 a�os mayor que yo trigue�o de ojos caf�s con un
muy buen cuerpo el t�pico latino, estudiaba y trabajaba en la estancia, yo
tambi�n hab�a ingresado a la escuela primaria.

En las tardes despu�s de realizar los deberes me iba a la
estancia a jugar en las bagaceras (arrumes de bagazo), y mi t�o la mayor�a de
veces estaba por all� y jugaba con migo.

Cuando est�bamos cansados nos estirabamos en una de esas,
alejadas de los otros trabajadores y �l empezaba a preguntarme de la escuela de
los compa�eros y de las compa�eras, una vez me dijo que si quer�a saber que
hac�an los adultos en las noches? Yo que era bien intrigado le dije que s�, y el
me hizo prometer no contarlo a nadie, me dijo que los padres se acariciaban y se
besaban, que se tocaban y era muy bueno, que los dos lo podriamos hacer tambi�n
y mientras se tocaba por encima del pantal�n. Yo en mi inocencia y por lo que me
hab�an dicho pensaba que era malo, pero hab�a una fuerza dentro de m� que hac�a
decir si, una curiosidad extrema por saber lo prohibido. el me cogi� de la mano
y la coloc� sobre su bulto, inmediatamente la retire, pero al momento volv� a
ponerla en ese sitio, ese bulto me agradaba, me hac�a sentir peque�as cosas en
mi interior y muy despacito fui metiendo la mano por dentro de sus calzoncillos
para sentir...

Ten�a una gran arma, a pesar de sus 14 a�os, grande fuerte,
con unos vellos pubicos recien formados, yo la tocaba y pensaba en la m�a tan
peque�a, El como presintiendo mis pensamientos me dijo que no me preocupara, que
la m�a crecer�a inclusive m�s que la de �l (cosa que sali� muy cierta), se bajo
del todo los pantalones y me dijo: Anda dale un beso

como de costumbre mi primera reacci�n fue rechazar de
inmediato y casi retirarme, luego esa cosita en mi interior ... me acerco
lentamente y empiezo a mirarla, a masajearla de arriba abajo de abajo arriba,
empiezo a tocar sus grandes bolas y ah� ... zas a mi boca, empiezo a sentir su
sabor, su aroma de hombre, me introduzco un poco, luego toda, el empieza a
contorsionarse a gemir,... ah, ah AHAHHHHHHHHHHHHHHH

siento un l�quido caliente en mi boca la saco por instinto
pero sigo con la mano haciendole masajes, el se queda quieto, vuelve con su
respiraci�n normal, me toca la cabeza y me dice, pero eso no es todo, ma�ana
veremos otra cosita.

Esa noche casi no duermo y pensaba, no se si con sentimientos
de culpa o de ganas de ver que me esperaba el otro d�a...

Al otro d�a en las bagaceras a mi no daban ganas de alejarme
de los trabajadores, pero el me llamo, ven Carlos Mario, vamos a jugar mas
atr�s, como de costumbre mi curiosidad pudo m�s, y fui, al rato y ya cansados
nos recostamos. Te acuerdas de ayer? (como no recordarlo)

Estamos en algo pendiente? mira como estoy, mire su bulto y
pude ver que nuevamente ten�a una erecci�n quer�a salirse del pantal�n, yo me
hab�a excitado que tambi�n lo tenia erecto, el comenzo a tocarme, acaricarme
suavemente, a pasar esas manos casi de hombre por mi cuerpo, me beso lentamente
en el cuello y las espaldas, y cuando menos cre� me encontraba casi desnudo, me
empez� a besar por la espalda hasta bajar a mi ano, lo beso suavemente, lo toc�
con sus dedos, luego volv�a con su boca, igual siento que empieza a introducir
su lengua, yo respiro agitadamente, me gusta lo que siento, siento que �l igual
disfruta y gime, luego entra un dedo en m� ano, siento algo de dolor pero pasa
me besa con mas fuerza, y baja su boca, veo como con saliva se unta su gran pene
y mi ano y empieza a forcear, por instinto cierro las nalgas las ajusto y hago
que se desespere queriendo entrar en mi profundidad hasta que las abro y siento
como un cincel atraviesa mi gran culito, siento un gran dolor pero no grito, el
empieza un mete saca suave, luego acelerado y ahhhhh, tio que bueno, como me
gusta, sigue ahhh ahhh ahh AHHHHH, hay sobrinito que rico AHHHHHHHH. los dos
quedamos como de pel�cula,

Esa fue mi primera y unica vez que me dieron por ah�, tuve
una que otra experiencia homosexual, pero ya yo era el que penetro, y muchas
veces fue unicamente masturbaciones mutuas.

Nos trasladamos a otro pueblo y no volv� nunca m�s a tener
esa clase de relaciones tengo despu�s de 16 a�os unas relaciones heterosexuales
que narrare muy pronto.

Escr�bame y comenten mi relato la direcci�n es
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gracias.