Soy abogada, tengo 26 a�os y trabajo en un bufete importante
en Madrid. Empec� a trabajar en esta empresa hace un a�o y medio. Yo entonces
ten�a novio, un chico estupendo, pero algo aburrido en la cama. Yo siempre me
sent�a insatisfecha, intentaba sacarle algo m�s, pero no hab�a manera. Hasta que
empec� a trabajar y entonces me encontr� con un mundo de posibilidades. Antes no
me hab�a sentido nunca guapa ni nada por el estilo, s�lo hab�a tenido 2 novios y
los 2 del mont�n, nada espectacular. Pero en la oficina notaba como los hombres
se me quedaban mirando cuando yo pasaba, puede que se debiese a mis escotadas
camisas y mis minifaldas. Dej� a mi novio sin pensarlo, y enseguida comenc� a
tener 2 citas por semana, siempre acabando en un sexo delicioso y espectacular.
A�n as� no acababa de sentirme completa. Hasta que conoc� a Pilar.
C�mo parec�a encajar perfectamente en mi trabajo y sospecho
que tambi�n gracias a mi vestuario, pronto me ascendieron y consegu� un despacho
con vistas estupendas y una secretaria personal que deb�a acompa�arme a
cualquier sitio que quer�a ir. Era una chica joven, de unos 20 a�os. Delgada, no
muy alta, ojos claros y un pelo largu�simo de color casta�o claro. Era morena de
piel y luc�a sus curvas con camisetas mini y pantalones muy ajustados. Nos
hicimos muy amigas y no dud� en contarle mi problema con los hombres, nunca me
sent�a satisfecha.
Ella me recomendaba manjares ex�ticos, posturas, ropa...
�bamos juntas de compras y nos prob�bamos juntas en el probador camisetas
ajustadas y faldas cort�simas. Al salir para vernos en los espejos, ve�amos como
a los hombres que acompa�aban a sus mujeres o novias se quedaba mir�ndonos con
la boca abierta. Igual pasaba por la calle, m�s de una vez, cuando �bamos
juntas, not�bamos como a alg�n camarero se le empinaba al vernos.
Un d�a quedamos en su casa. Cenar�amos las dos con nuestras
parejas, pero la noche result� un desastre. Acabamos todos medio enfadados,
menos Pilar y yo. Era tarde y deb�amos irnos, echamos a los chicos y ella me
pidi� que me quedase un poco. Charlamos un poco. Ella dec�a: "Es in�til tener
novio, nunca me siento demasiado c�moda hasta que echamos el primer polvo,
mientras estamos en la cama no sabe hacerme lo que yo quiero que haga, y despu�s
siempre hay algo que lo estropea todo, como esta noche." "S�, tienes raz�n. Y
ahora mira lo c�modas que estamos t� y yo, adem�s que sabemos todo lo que nos
gusta... C�mo que te laman una oreja, que te toquen el culo, que te pellizquen
los pezones..." dije yo. Ella se hab�a ido acercando a mi, parec�a que lo que yo
hab�a dicho le hab�a excitado y estaba sorprendentemente cerca. "�Crees que
podr�amos tener alguna vez una pareja as�?" Entonces nos besamos. Not� como me
mojaba. Siempre hab�a sentido admiraci�n por ella y alguna vez hab�a pensado en
ella mientras me acostaba con alg�n hombre, pero no imaginaba que aquello podr�a
ser verdad.
Nos quitamos la ropa y fuimos a su cuarto. Nos besamos, hice
todo aquello que a ella le gustaba y gritaba de placer, mientras ella me hac�a
tambi�n lo que yo ansiaba. Despu�s del primer orgasmo nos metimos en la ba�era,
una de esas enormes con hidromasaje. Me coloqu� de tal forma que uno de los
chorros de agua quedaba justo debajo de mi vagina. Estaba sintiendo mucho placer
y ella lo not�, as� que se acerc� a mi y me bes�, me lami� el pecho, me
acarici�, y mientras yo le met�a un dedo por su rajita. Nos volvimos a correr.
Cuando salimos del ba�o, despu�s de alg�n tiempo haciendo
jueguecitos, nos secamos y nos tumbamos de nuevo en la cama desnudas. Ella
parec�a querer m�s y a mi se me ocurri� una idea. "�Tienes alg�n aceite o
crema?" le pregunt�. Me acerc� un frasco con un l�quido que ol�a estupendamente
y le pregunt� si quer�a darme un masaje. Me ech� el l�quido desde el cuello,
pasando entre mis pechos, por mi ombligo y deteni�ndose un poco antes de llegar
a mi co�o. Lo not� fr�o y sent� un escalofr�o. Comenz� a untarme todo el cuerpo,
me frotaba y yo sent�a much�simo placer. Despu�s me toc� a mi. Le dije que se
diese la vuelta, abr� sus piernas y masajee sus muslos por dentro acariciando de
vez en cuando su co�o depilado.
Lam�a mientras tanto su culo y ella gem�a y gritaba sin
parar. A�n estando ella de espaldas pas� mis manos por su barriga y su pecho y
me qued� sobre ella, con mi vagina sobre su culo y mis tetas en su espalda. Fui
hasta mi bolso y cog� un consolador que tambi�n se pod�a poner a modo de
cintur�n. Me lo coloqu� y la penetr� por el culo. Le pill� desprevenida, pero
parec�a encantarle. Estaba a cuatro patas y yo de rodillas acariciando sus
pechos. Se dio la vuelta y me pidi� que se lo metiese por delante, le dije que
ni hablar, que me gustar�a ahora pasarlo un poco bien yo. As� que no lo dud� y
me tumb� sobre la cama, abri�ndome las piernas y penetr�ndome sin pasi�n. Me
corr� pronto y ella bast� meterse un par de dedos para llegar tambi�n.
Fue una noche incre�ble que nunca olvidar�, hasta entonces no
me hab�a sentido tan completa. Segu� teniendo relaciones sexuales con Pilar,
pero no fue la �nica, hubo muchas otras chicas, todas estupendas.
Escr�beme para darme tu opini�n sobre el relato, me
encantar�a escribirme con gente a la que le gusten estas historias. Espero que
hay�is disfrutado. Un beso!!