Conocí a Alberto por mail,
publiqué un anuncio para conocer hombres, porque siempre tuve la
fantasía de besar, acariciar y lamer el pene de un hombre y luego
ser cogido como una mujer.
Él contestó y me contó
que tenia 38 años, (yo tengo 25) y le había gustado mucho
mi mail y mi descripción física.
Intercambiamos muchos mail en donde
él me contaba sus experiencias y yo le revelaba mis miedos a una
mala experiencia, a que no me gustara, y también mis fantasías,
como la de vestirme y actuar como una mujer para él.
Al fin llegó el día
del encuentro y lo conocí: era un macho alto, robusto, con la pancita
que tienen los hombres mayores, y (me lo podía imaginar) con vello
en todo el cuerpo. Hablamos de nosotros, él me contó que
me había imaginado tal cual me vio (rubio, delgado y con cara de
niño) y yo le comenté que al verlo me gustaba cada vez más
y no quería ni pensar que su pene sea tan robusto como él.
Estuvimos hablando un rato largo
y mientras pasaba el tiempo él notaba que yo estaba impaciente porque
me invitara a su apartamento y comérmelo a besos. Fui a su apartamento,
no era muy grande, pero se podrán imaginar que no me importaba,
yo estaba muy excitado con la idea de ser su mujer y sentirme una, por
primera vez.
Me invitó con un whisky,
brindamos por habernos conocido y nos tomamos todo de un golpe para no
perder el tiempo.
Yo estaba recostado en el sofá
y mientras él iba a la cocina , empecé a desabrocharme la
camisa mostrando mis tetillas y sacándome el pantalón y quedándome
sólo con la camisa y las braguitas negras que me encanta usar.
Cuando volvió, me dijo "Estas
muy linda ", me levantó y me dio un beso largo, su lengua recorría
todos los rincones de mi boca haciéndome gozar , sus manos me acariciaban
la nuca y bajaban hasta mi cola que apretó fuerte, esto me gustó
y de un salto lo abracé con mis piernas quedando trepado a él
mientras me llevaba a su cama.
Mientras yo le saqué la camisa,
besé su cuello y su pecho jugando con mis dedos en sus tetillas
mojándomelos en la boca y acariciándoselas con movimientos
circulares y mucha suavidad. "Me gustas mucho", le dije y él
con un suspiro me respondió : "Tu también Carla".
Esto me encantó, estaba tratándome como una mujer, y me llevaba
a su cama para cogerme como a una.
Cuando llegamos me arrodilló
ante él , me sacó la camisa y empecé a acariciarle
el pene por fuera del pantalón, notaba cómo iba creciendo
y cada vez se hacía más grande, bajé la cremallera,
le bajé los slip y no podía creer el pedazo que tenía
frente mío, era enorme, todo peludo y con una cabeza que me hipnotizaba,
no podía apartar la vista de esa serpiente mágica, no pude
hacer otra cosa que acariciarla con una mano, con la otra acariciarle las
bolas y mirarla totalmente embobado.
"Eso es lo que querías,
putita, es toda tuya, siéntela en tu boca" me dijo, y con una
mano acercó mi boca a su glande y no pude hacer otra cosa que abrirla
lo más grande que podía porque no sabía si podía
con ella. La primera chupada, me dejó un sabor salado en la boca
y el placer de comerme a su serpiente, de sentirla palpitar dentro de mi
boca, luego empecé a lamerle la cabeza como si fuera un helado,
mientras lo miraba a los ojos y él me decía "Bien, estás
aprendiendo, siéntele el gusto, y nunca más podrás
dejarla, será tu vicio"
Lo empecé a masturbar suavemente
con mi mano y le contesté: "Me encanta, nunca pensé
que era tan rica". Se sentó en la punta de la cama y abrió
las piernas para que le lamiera las bolas y empecé a tragármelas
, morderlas suavecitas y cada vez que hacía esto, él gemía
de placer, luego besé su pija desde la base hasta la punta y volví
a metérmela por la boca , mientras él guiaba mi cabeza arriba
, abajo, yo ya no tenia mas voluntad, él guiaba mi cabeza con sus
manos y yo sólo quería seguir mamándosela hasta que
me inundara de su leche.
Él gemía, y me decía,
"Te la vas a tomar toda, putita vas a tragarte toda mi leche sin derramar
nada" , sentía que iba a acabar y cerré mi boca para
que no se me escapara ni una gota de su néctar y al fin sentí
una explosión en mi boca, su sabor era delicioso, su leche estaba
inundando mi boca y no podía tragármela toda, se me escapaba
por la comisura de los labios y chorreaba por mi cuerpo.
Yo no podía mas, sentía
oleadas de placer por mi cuerpo y quedé exhausto tirado en la cama,
sin darme cuenta que yo también había acabado del placer
que me dio chuparle la pija a mi macho.
Él me acariciaba y me decía
"¿Te gustó, putita? ahora que lo probaste nunca la podrás
dejar, serás una putita para siempre" y yo no podía
creerlo , le había chupado la pija a un hombre que me estaba tratando
como a una puta y me gustaba, me encantaba, me gustaba que me tratara como
a una mujer, que me dominara con su voz y me tratara como a una puta viciosa.
Puse la voz finita y le contesté, "Sí ,mi macho, soy
tu putita viciosa, me encantó chuparte la pija y que me dieras toda
tu lechita , estaba deliciosa amor".
Dormí un rato , y cuando
desperté se había hecho de noche y él ya no estaba
en la cama, entonces me levanté y fui al comedor , allí había
una carta que decía: "Cuando vuelva quiero que estés
bañada y te pongas la ropa que esta en el baño. Besos".
Fui al baño y cuál fue mi sorpresa que allí estaba
listo para ponerme un conjunto de ropa interior femenina , con encaje y
un uniforme de criada con la falda muy corta que se veía todo.
Me bañé , muy tranquilo
y me masturbé pensando en lo grandioso que era chuparle la pija
y lo mucho que me gustaba estar vestido de mujer para él. Al terminar
, fui al comedor y me puse a mirar una película en el cable.
Él volvió y me dijo:
Estás hermosa, Carla, pero tengo una sorpresa para ti, Cierra los
ojos , por favor. Los cerré y entonces él abrió un
placard y vaya sorpresa, tenía toda una colección de accesorios
, maquillaje y pelucas. Me levantó del sofá y me sentó
en una silla mientras empezó a maquillarme, pintarme los labios
, me puso una peluca larga de color rojizo , un sujetador con relleno.
Pasamos al baño y empezó a depilarme mientras yo acariciaba
su pecho velludo, y me decía "Ahora vas a ser mi empleada,
vas a hacer sólo lo que yo te diga sin desobedecerme en nada. "
y yo le contesté "Sí papito, soy tu esclava, haré
todo lo que tu quieras".
Esto cada vez me excitaba más,
una vez depilada me puse un portaligas con medias negras y me miré
al espejo, ya soy toda una mujer y lo mejor que todo es que estoy bellísima.
Me puse a caminar por el departamento y cada vez me acostumbraba más
a los tacos altos y a la ropa de mujer, parecía como si fuese hecha
para mí.
Él me veía pasar y
me decía: "Si no te conociera diría que sos una pendeja
puta", y yo le contesté poniendo cara de inocente; "No
me falte el respeto, señor". Me sacó fotos en poses
provocativas , mientras me decía: " mostrame el culito",
"¿te gustó mi pija?", y así por un rato
largo, luego me dijo: ven que quiero presentarte a una persona, yo estaba
extrañado , no había nadie más que nosotros en el
apartamento, pero cuando él abrió la puerta apareció
un chico como de 22 años, muy atractivo que le dijo: "Veo que
has hecho un buen trabajo, es toda una putita, ¿es virgen?"
y él le dijo: "Sí, todavía no me la cogí,
pero se muere de ganas de serlo".
Pasó y se sentó en
el sofá, mientras mi papito me lo presentaba me dijo que caminara
frente a él para que me viera, y entonces desfilé por toda
la habitación moviendo mi culito para que le gustara y tirándoles
besos al pasar frente a ellos.
Él se llamaba Pedro y mi
papito lo llamó para que tuviéramos sexo los tres, Pedro
era rubio , musculoso, alto y enseguida me tomó por la cintura y
me dijo: "¿Cómo te llamas , preciosa?", le contesté:
" Carla a tus ordenes."
Sentía su bulto en mi cola
creciendo más y más , me giró y me besó con
una ternura que casi me hizo acabar, me sacó el uniforme y quedé
en portaligas ante él y mi papito.
Mientras me besaba, mi papito se
puso atrás mío con su pija y era increíble mi primera
vez en ser cogida no iba a ser uno, ¡¡¡eran dos !!!
Se sentaron en el sofá y
entonces me arrodillé y con una mano tomé la pija de mi papito
(que era grande ) y con la otra la de Pedro , y empecé a lamerles
la puntita y decirles: "Soy su esclava, haré lo que quieran".
Mientras le chupaba la pija a Pedro , mi papito me levantó hasta
el sofá y empezó a lamerme la cola con su lengua, primero
me acariciaba la cola y cuando metió su lengua en mi agujero sentí
un placer inmenso que me hizo gemir de placer y gritar "Cójanme,
se los suplico" , a lo que me contestó "Te voy a coger
cuando quiera, yegua " y me pegó fuerte en las nalgas, lo cual
me gustó aún más .
Era delicioso sentir una pija en
mi boca a punto de acabar y la lengua en mi cola preparando mi agujerito
para penetrarme, hasta que mi papito sacó un vibrador y me lo puso
de a poco en mi cola, AAAHHHHH qué placer era sentirlo dentro mío,
me movía al compás del vibrador, no podía resistirme,
era tanto el placer que sólo me dejaba llevar por el vibrador. "Ya
estás pronta para que te coja" y en un rápido movimiento
sacó el vibrador y de un golpe me metió su pija de un golpe
que me estremeció de placer y grité " Cójeme
papito que soy tuya"
En ese instante Pedro acabó
dentro de mi boca y tragué toda su espesa lechita, papito seguía
cogiéndome y yo gemía de placer, la sentía dentro
de mí era como si todo mis sentidos sólo sintieran ese pedazo
dentro de mí , mientras papito con la otra mano me masturbaba para
que acabáramos juntos, y al rato los dos gritábamos de placer
y yo acabé y él dejó su lechita dentro de mí,
pero era tanta que salió de mi culito y resbalaba por mis piernas.
Nos acostamos los tres en la cama,
yo entre ellos dos y mientras se recuperaban yo les limpiaba con mi lengua
los restos de lechita que les quedaba en sus pijas, hasta que el miembro
de Pedro empezó a ponerse duro y me dijo "Ahora me toca a mí,
putita", y le contesté : "Lo que quieras papito".
Escupí en su pija para lubricarla y me puse en cuclillas frente
a él, así yo controlaba la penetración, y empecé
a metermela en la cola; primero me movía suave , para hacerlo desear,
luego de a poco me fui metiendo su pija que era mas gruesa que la de mi
papito, y me costaba más, pero gozaba el doble, él tomó
mis tetillas y empezó a pellizcarlas, y la mezcla de placer y dolor
hacía que me moviera más rápido, mientras mis gemidos
se hacían más profundos y fuertes.
Él se incorporó y
empezó a besarme las tetillas con su lengua dándome pequeños
mordiscos que me excitaban cada vez más, yo pedía por favor
que me insultara y me pegara como a una puta...
Entonces me pegó en la cara
dos cachetadas que me dejaron rojos los pomulos y acabó en mi cola
mientras yo gritaba de placer al acabar eyaculando en su pecho...
Eso me costó una puteada
y dos cachetadas , pero no me dolieron , porque estaba contenta de ser
tratada como una puta y ser cogida por dos hombres.
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