Relato: Fantas�a, de un principiante PURA FANTASIA
Las fantas�as sexuales, no son mas que eso pura fantas�a,
pero cuando se trata de hechos reales y consumados, la cosa cambia; �nicamente
porque la realidad no esta al alcance de todos, tal y como nos la planteamos,
as� es que si supera a la ficci�n, entonces se convierte en una herramienta de
placer, toda vez que realizada se archiva en nuestro consciente, para ser
recuperada cuando nos sentimos verdaderamente excitados, y a eso voy y en eso
estoy.
Pues si, la verdad estoy excitad�simo, pensando en uno de
esos hechos que marca toda una vida, y digo excitad�simo, porque soy un hombre
de cuarenta y pocos a�os, al que su juventud marco un acontecimiento sexual sin
precedentes, claro, porque solo tenia 14 a�os cuando sucedi� y jam�s se ha
repetido, mas que en el continuo repasar de mi pensamiento.
Un d�a de verano, era yo casi un ni�o, me iba bien en el
colegio, pero mi padre que era en aquella �poca, un labrador recolector de
fruta, hacia que le acompa�ara a los campos con sus compa�eros, cada d�a para
tener mis d�as de ocio, ocupadas en algo. Est�bamos en un campo de perales,
recogiendo peras, eran dos cuadrillas, ocho hombres recolectores de fruta y yo
que intentaba hacer lo que pod�a. En otras ocasiones, hab�a alguna vez que las
cuadrillas las formaban mujeres, que hac�an mas divertido y especial mi paso por
entre los �rboles frutales. Recog�amos en verano, as� que todos �bamos con poca
ropa, y eso hacia que alguna de las mujeres dejara ver parte de sus encantos
mientras cumpl�an con su trabajo. As�, un d�a �frica, una mujer de unos 40, ya
madura pero que a m� me tenia prendado, quedo enganchada con una rama y eso
rompi� su bata, quedando abierta justo a la altura de su pecho, dej�ndolo al
descubierto, as� que yo siempre alrededor de esa mujer que libremente hacia su
trabajo, no paraba de ver sus tetas, al tiempo que mi polla, se inflaba hasta
casi reventar. Siendo entonces cuando ella se dio cuenta de que yo andaba
merodeando, as� que alguna de las veces se tocaba su sexo y dejaba que yo viera
sus bragas, de color negro, de Blonda transparente. Yo ya no pod�a mas, y
alej�ndome un poco de ella y de los dem�s, con miedo de que mi padre llegar� a
preguntar por m�, a un lado y bastante protegido por los �rboles, saque por fin
mi polla de la c�rcel que supon�an mis calzoncillos y empec� a masturbarme como
un loco desesperado.
Estaba tan caliente que no acert� a ver como �frica
sigilosamente, se me acerco y por detr�s me cogi� mi polla con su mano
izquierda, dici�ndome al tiempo que no temiera, que ella terminar�a lo que yo
hab�a empezado, despacio, con movimientos lentos de su mano alrededor de mi
polla, cogida fuertemente, con la presi�n suficiente, para que casi sin moverla
hiciera que estallara de placer, al tiempo que con su mano derecha me apretaba
La nalga derecha en mi culo. No tarde nada en correrme, solt� mi semen para dar
y vender, en una cantidad a la que ni yo, ni ella est�bamos acostumbrados, ya
que ella se sorprendi�; fue entonces cuando abriendo totalmente su bata, se
quito sus bragas haci�ndolas caer hasta el suelo, y abriendo sus piernas me dejo
ver en todo su esplendor, su co�o, rosado, h�medo y rodeado de un pelo que
parec�a salvajemente puesto a su alrededor. Empez� a acariciarse, met�a dos
dedos en �l, de forma que cuando los sacaba, parec�a que los labios de su co�o
los atraparan como queriendo que no saliesen nunca de tan linda cueva.
Ver la imagen en vuestra mente ayudar� a saber como me
encontraba en ese momento; era mi primera experiencia sexual con una mujer y yo
no pod�a creerme que esto me estaba pasando; Fue entonces cuando ella me orden�
con voz entrecortada, "t�mbate en el suelo, boca arriba", yo r�pidamente lo
hice, sin saber que a continuaci�n ella se iba a sentar a horcajadas sobre mi
cara, poniendo su h�medo co�o en mi boca, susurrando "chupalo, saca tu lengua y
l�melo, mu�rdelo con tus labios", as� es que me la estaba comiendo por su co�o,
saque t�midamente mi lengua y sent� ese sabor tan caracter�stico y que con el
paso de los a�os me sigue pareciendo un verdadero manjar; golpee una y otra vez
de forma suave, con cierto temor, su cl�toris, pase la punta de mi lengua por la
abertura de su vagina, chupe cada uno de sus labios y la met� todo lo mas
profundo que pude; ella empez� a moverse alocadamente, temblaba, cabalgaba,
golpeaba con su ano en mi nariz.....me gusto, mi polla se endureci� otra vez y
ella la volvi� a coger para esta vez la moverla r�pido muy r�pido, casi al punto
de hacerme da�o, pero me gustaba tanto aquello, deber�a de haberse parado el
tiempo, est�bamos en el cielo.....me volv� a correr, Justo cuando ella empez� a
gritar y sus movimientos eran mas como espasmos, que puro temblor, sent� miedo,
pero luego he sabido que fue una s�per corrida de ella. Termino, s� levando de
encima m�o, y apart�ndose a un lado se agacho de nuevo con todo su co�o a un par
de metros de donde yo permanec�a tumbado mirando solo su entrepierna, como
empez� a hincharse de forma inusual mientras ella con dos dedos de su mano
derecha, apoyados a ambos lados de su sexo, lo abr�an......casi pod�a ver sus
entra�as, cuando empez� a manar orina de �l......estaba meando, justo all�,
delante de mi (me acordare siempre del movimiento de su sexo, abri�ndose,
dejando escapar todo ese liquido, como un surtidor a presi�n) dejando huella en
mi mente.
Despu�s de toda esta sesi�n, ella volvi� al trabajo y yo
empec� a dejarme ver, hasta que una vez terminado todo, yo me fui con mi padre y
no volv� a coincidir con �frica en ninguna otra ocasi�n. La volv� a ver, de
casualidad unos a�os mas tarde, yo ya era un hombre y ella me pareci� muy vieja,
solo cruzamos un saludo y no hemos coincidido jam�s.
Volviendo al caluroso d�a de verano, como ya os dije,
cog�amos peras, �ramos dos cuadrillas, ocho hombre y yo; mi padre iba
advirtiendo que no �bamos a cumplir con los tiempos de recolecci�n, as� que no
podr�amos terminar a medio d�a, tal como era habitual. Est�bamos cerca de una
venta (era una taberna, en medio del campo, lejos de todas partes); mi padre
conoc�a a la due�a, una mujer mayor, o al menos as� la ve�a yo. Tendr�a unos 50
y pocos a�os, se llamaba Carmen y para su edad, seg�n dec�an todos los hombres,
estaba muy bien (alguien apunto que era una calienta pollas) le gustaba
mostrarse y era muy er�tica en sus conversaciones. Tenia el pelo largo y rizado,
una piel de color blanco, casi como la nieve, y eso que era verano, la verdad
acabo excit�ndome tambi�n.
Lleg� mi padre, nos cont� que Carmen nos har�a la comida y
que despu�s podr�amos terminar de recoger el campo, cuando ya no calentar� tanto
el sol, que ella tenia cerrada la venta porque estaba sola, era el d�a que su
marido y sus hijos dedicaban a ir de compras para abastecer el negocio, y que no
iban a regresar hasta muy tarde, pero trat�ndose de un favor, y por mi padre nos
iba a dar de comer.
Llegada la hora, nos sent� a todos en una mesa larga, yo en
uno de los lados, de espaldas a la puerta, ve�a todo el sal�n perfectamente,
segu�a a Carmen con mi mirada cada vez que ella sal�a y entraba desde la cocina,
para servirnos, haciendo que el ambiente se calentara; alguien empez� a comentar
que se le transparentaba la bata a la mujer, mi padre dijo que era una calienta
pollas, que nos iba a poner como una moto; Me miraba, como haci�ndome c�mplice
de todo lo que ocurr�a en la taberna. Y como si ella hubiera escuchado las
conversaciones, que se suced�an sin ning�n pudor y recato, empez� a ser mas
descarada en sus comentarios, cada vez que se mov�a para recoger algo, dejaba
ver sus muslos blancos, casi hasta la goma de sus bragas, y fue entonces cuando
dejando que se le cayera un cubierto, y de espaldas a nosotros se mostr� de
forma descarada, vi�ndole todos nosotros, su entrepierna y sus bragas de color
blanco inmaculado, justo por detr�s.
Entonces, uno de los hombres, le dijo: "Te conozco muy bien,
t� lo sabes, pero estos no saben que tienes la entrepierna con m�s pelo de toda
la comarca". Entonces ella se levant� la bata y mostr�ndose con las bragas casi
transparentes, nos hizo ver como entre tanto blanco y debajo de su prenda
interior aparec�a una sombra oscura, desde su entrepierna hasta casi su ombligo,
pero con las ingles perfectamente dibujadas. Al tiempo, otro de los hombres
dijo: "No puede ser verdad, eso es un pa�o oscuro que llevas debajo de las
bragas para no mojarte". All� estaba Carmen, que con una mano aguanto su bata y
con la otra de forma r�pida casi ensayada, bajo sus bragas, aguant�ndolas en sus
rodillas, mostr� una mata de pelo incre�ble, negra, dibujando un triangulo
perfecto, que dejaba adivinar justo en su v�rtice inferior, sus dos labios
carnosos y grandes, que cerraban la abertura de su co�o. Que maravilla, mi polla
ya estaba a punto de estallar y mi mano sabia donde tenia que llegar para calmar
mi rubor.
La mujer subi� sus bragas y sigui� como si no hubiera pasado
nada; empezaron los hombres a increparla, siguiendo con sus comentarios, algunos
obscenos, yo estaba completamente ruborizado. Frases como: "ya me gustar�a a mi
que me la chuparas", "por el culo te la meter�a yo" "yo pagar�a por ver tu co�o
sin pelo" y ella " �que os pens�is, que no puedo con todos?" ; fue entonces
cuando mi padre le dijo: "d�jate de tonter�as y lo que tienes que hacer es
ense�arle a mi hijo y de paso a todos estos lo que es una mujer; d�jate de
fanfarronadas." Carmen, respondi�: "No soy ninguna corruptora ni nada de eso,
pero me gustar�a hac�rmelo con una polla que se mantenga dura como el hierro
durante un buen rato".
A continuaci�n, fue uno de los hombres el que apunto: "Con
una condici�n; que dejes que te afeitemos tu co�o, para ver con absoluta certeza
y nitidez, que t� estas metiendo la polla del chico".
Dicho y hecho, hicieron un semic�rculo alrededor de una de
las mesas que sirvi� de escenario; La mujer, trajo consigo una palangana y unas
cuchillas de afeitar, adem�s de una toalla; para sorpresa nuestra cuando se
encaramo en lo alto de la mesa y quito su bata, apareci�, completamente desnuda,
sus pechos grandes, ca�an sobre sus lados, como si quisieran esconderse debajo
de sus brazos, que echados hacia atr�s, apoyaban su dorso, ligeramente inclinado
hacia detr�s, mostrando entre sus piernas, una mata de pelo impresionante. Mi
padre pidi� unas tijeras y indicando ella donde las conseguir�a, las acerco y
ofreci�ndomelas dijo: "hijo m�o, rec�rtale t� esa mata de pelo".
As� es, que con mis manos temblorosas y absolutamente
empapado en sudor, me dedique a cortar el pelo de su pubis, mientras ve�a de
reojo, como mi padre le sobaba sus grandes pechos. Terminado todo este ritual,
fue mi progenitor quien con su mano, coloc� la espuma de afeitar y ayudado de
las cuchillas, fue dejando sin un pelo, completamente desnudo, aquel co�o, que a
mi aun me sigue pareciendo precioso. Era sonrosado, rodeado de una piel muy
blanca y suave, con unos grandes labios que con los toques de mi padre, se
hab�an despegado, dejando completamente abierta su abertura vaginal; En la cima
un cl�toris perfecto, era como uno de los botones de su bata, redondo grande y
carnoso. Y h�medo, muy h�medo, ella no paraba de decir que le gustaba, no paraba
de dar prisa a todo el mundo; estaba excitad�sima. �Y yo?, Imaginar como os
sent�s cuando vuestra polla, dice que va a reventar, y a eso sum�is que esta
encerrada en vuestros calzoncillos, pues as� me encontraba yo.
Una vez completamente rasurada, en el centro del semic�rculo,
y sobre la mesa, ella empez� a tocarse y acariciarse con lentitud, pero
fuertemente, apretando, como si quisiera sentir en sus adentros, lo que notaba
en la superficie de su co�o. Me di la vuelta, yo estaba en el centro del
semic�rculo, justo al lado de ella, junto a su mesa, entonces vi que todos,
incluido mi padre, ten�an sus pollas fuera de sus pantalones, todos se estaban
masturbando, ocho hombres, frente a Carmen, cuando ella grit�, porque me hac�is
esto, necesito algo dentro de mi co�o. Se levanto uno de los hombres (el mas
mayor) tendr�a unos sesenta a�os, y llevando un vaso de esos de tubo en su mano,
completamente vac�o, se lo acerco a ella, que lo cogi�, y meti�ndolo en su
vagina, se estremeci� de placer; yo no pod�a creer lo que estaba viendo, pero
sacando mi polla, tambi�n empec� a masturbarme como un loco, pose�do por alg�n
mal.
Carmen bajo de la mesa y d�ndonos la espalda, abierta de
piernas y ofreci�ndonos la maravillosa vista de su culo se puso a meter y sacar
ese vaso de su lindo co�o, que aprisionaba con sus labios el monumental aparato
y me cogi� de la mano, para que acerc�ndome por detr�s de ella, sin que yo
dejara de sobarla, cogiera mi polla y se la insertara de un movimiento en su
culo. Fue solo un instante, tan h�medo y caliente, que empez� a manar semen de
mi polla de forma que fueron cayendo al suelo, las gotas que con la fricci�n, no
pod�an quedar en su ano. Se me puso fl�cida por un momento. Ella empez� a
convulsionarse, temblando y gritando como una loca, se corri� con el culo, bien
lleno y sacando el vaso de su co�o, me hizo sentar sobre la mesa y gritando
dijo: "�A que esper�is? �Porque no me vais metiendo la polla uno a uno hasta que
muera de placer? Dicho esto empez� a chupar mi polla que no tardo en ponerse
dura, mientras yo ve�a que uno tras otro los hombres se le acercaban por detr�s
y teniendo su cara escasamente a un metro de la m�a, dejaban de moverse
sonrientes, despu�s de haber llenado su co�o de leche.
Ya estaba yo a punto de correrme de nuevo, despu�s de que
todos se la follaran bien follada, y de que llenaran su vagina de rico semen,
cuando ella grit�: �espera!, aun no, ahora viene lo mejor. Hizo tumbar a mi
padre en el suelo y a horcajadas se monto sobre �l cabalgando sin parar y
entonces me hizo poner detr�s de ella y me dijo que se la metiera por detr�s,
pero no en el culo, esta vez, no. Se la met� en el co�o, donde ya estaba alojada
la polla de mi padre, dos pollas en un mismo co�o. No os pod�is imaginar, el
placer tan inmenso que sent�. Eyaculando r�pidamente y dejando mi polla fl�cida,
deje que mi padre y ella terminaran el trabajo, como no, siempre y en todo
momento, ayudados por los dem�s siete hombres que se turnaban sin parar.
Yo en uno de los lados del sal�n, miraba sin creerme lo que
pasaba, pero otra vez excitado se me puso dura por tercera vez. Aquel co�o
desnudo, sin protecci�n, parec�a indefenso a las embestidas de los distintos
arietes de cada uno de los machos que all� estaban, el semen se le resbalaba por
sus muslos, estaba empapada en sudor y semen, un olor �cido, ba�aba toda la
habitaci�n.
En ese instante despu�s del ultimo polvo y todos los t�os
completamente desfallecidos, ella sola en el suelo y todos en sus respectivas
sillas, mir�ndola con verdadera devoci�n, Carmen me pide que me acerque; tengo
la �nica polla dura que queda en la taberna, as� que ella se pone de rodillas y
cogiendo mi aparato, se lo pone en la boca, empieza a chuparlo, montando un
verdadero espect�culo porno para todos los asistentes, chupa sin parar, mete
toda mi polla en su boca, dando golpecitos en mi glande, rode�ndolo con su
lengua, hasta que chupando cada uno de mis test�culos, mojando su dedo �ndice,
lo inserta de un golpe en mi culo, me hizo da�o, pero pronto se convirti� en
placer, sigui� chupando hasta que yo, apretando su dedo en mi ano, descargue
hasta la ultima de las gotas de semen que quedaba en mis huevos, sorprendi�ndome
que ella no dejara escapar ni una de las gotas.
Todos aplaudieron, fue apote�sico, como si de verdad
hubi�semos dado el mejor espect�culo jam�s interpretado. Me quede contento, y
Carmen no digamos, dejo de ser una calienta pollas, para convertirse en una
verdadera tigresa del placer. Yo desde entonces, me convert� en confidente de mi
padre, que sigue aun hoy felizmente casado con mi madre, que seguro que no ha
tenido tiempo de aburrirse con �l.
Placer, es lo que has sentido al leer este relato, escrito en
un par de horas de inspiraci�n, y si no me conoces, seguro que te ha gustado
hacerlo. Aunque has de saber que lo he escrito para una persona que me conoce
bien, porque a veces nos hace falta dejar volar nuestra imaginaci�n, sin
necesidad de auto-analizarnos, simplemente dejarnos llevar. Y me gustar� que no
me lo tengas en cuenta. Besos y Abrazos.
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 1
Media de votos: 10.00
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: Fantas�a, de un principiante
Leida: 757veces
Tiempo de lectura: 10minuto/s
|