Sola en el ba�o me puse a
meditar lo que me estaba pasando, la verdad es que estaba feliz por ello,
sin embargo dos cosas me comenzaban a inquietar: Mi familia y c�mo
tener siempre a mi negro a mi disposici�n.
Mientras me duchaba tom�
la decisi�n de quedarme una noche m�s, siempre que el negro
se quedara a mi lado, asimismo decid� llamar a mi marido y mentirle
con relaci�n a la noche de placer que hab�a disfrutado.
Al salir del ba�o, mi negro
me beso tiernamente y procedi� a ba�arse, aprovech�
y llam� a mi marido, por el celular, le dije que pas� una
noche de perros, que el ambiente del burdel era muy deprimente y los hombres
eran borrachos, marginales y soberanos (as� se auto proclama la
chusma que apoya a Hugo Ch�vez, casi rey de Vzla). Le dije que a
las 10 de la noche me retir� a la habitaci�n a pesar de la
mala cara de la encargada, lo not� molesto quiz�s se imaginaba
que le iba a contar de aventuras extraordinarias de sexo. Le mencion�
que lo llamar�a en la tarde.
Me vest� con un blue jean
y esper� por Felipe y al salir de la habitaci�n me encontr�
con un vigilante que nos abri� la puerta del burdel. Mi negro al
montarse en su camioneta Dodge RAM, me dijo con una cara de mucha sinceridad:
- Gracias mi cielo, he pasado una noche incre�ble, creo que en la
cama nacimos uno para el otro. - Las gracias debo darlas yo. T�
eres mi fantas�a realizada. Camino del Lago de Maracaibo a cuyas
orillas se encuentra el pueblo de Bobures me comento de su vida, que era
divorciado, con una ni�a de 6 a�os y que era gerente encargado
de dos fincas ganaderas: Una en Santa B�rbara del Zulia y la otra
en la zona de Arapuey-La dificultad situadas a 150 y 25 kil�metros
respectivamente, de donde nos encontr�bamos. As� mismo, me
coment� que ten�a una sociedad con el due�o de las
fincas, en una finca platanera cerca del Vig�a y que ten�an
unas 100 hect�reas para la producci�n de pl�tanos
para la exportaci�n. Me dijo debido al temor de los secuestros por
la guerrilla colombiana, el due�o de las fincas ten�a m�s
de 3 a�os que no ven�a al sur del Lago de Maracaibo, por
lo que las instrucciones eran recibidas v�a E-mail, celular y adem�s
�l ten�a que trasladarse cada tres semanas unos 3 �
4 d�as a Maracaibo para rendir informe de todas las actividades.
Este ultimo comentario me turb� un poco y me puso a meditar, sin
embargo �l me sac� de mis pensamientos, dici�ndome:
- Amor, llegamos. Mi negro era conocido en el restaurant de comida criolla,
nos atendieron de inmediato y como dos j�venes enamorados nos desayunamos
aderezando el desayuno con palabras tiernas y besos cari�osos.
Despu�s de un recorrido por
el pueblo y caminar por una playa del lago, me manifest�:
- Debo ir a trabajar a La finca
de Arapuey, tengo que resolver algunas cosas administrativas, porque ma�ana
debo ir a Maracaibo, �te parece bien si te llevo al negocio de Shalimar
y a la noche nos vemos?. Me qued� vi�ndolo fijamente, desconcertada.
Yo pensaba estar todo el d�a con �l. Me dijo:
- �Qu� te pasa, mi
amor ?. En ese momento tom� una decisi�n: - �Podemos
hablar 10 minutos?. - Claro. Regresamos al restaurant donde desayunamos
pedimos dos cervezas y yo agarr�ndolo de sus manos dije: - Voy a
hablarte de mi vida, lo voy hacer porque veo que eres un hombre serio y
voy a confiar en ti porque la noche de placer que pas� contigo la
quiero repetir por siempre. Si bien me encontraste en un burdel trabajando
de prostituta, no lo soy o mejor dicho no lo era hasta ayer.
Le dije mi verdadero nombre, mi
profesi�n, d�nde trabajaba, que era casada, con hijas, que
viv�a en Maracaibo y que mi raz�n de estar un burdel era
por una fantas�a y que anoche con �l hab�a sido mi
debut como prostituta y que no quer�a estar ni un minuto m�s
en ese burdel, que no quer�a perder mi familia, pero a �l
tampoco.
Cuando finalic� de hablar
unas lagrimas asomaron por mis mejillas, �l igual que anoche detuvo
con su �ndice mis lagrimas y agarr�ndome ambas manos, me
dijo: - Amor, v�monos. Manejaba sin pronunciar palabra, pero me
acariciaba la pierna con su mano derecha. Yo iba muy confundida por lo
que estaba pasando y no me atrev� hablar. Tomo la v�a que
conduce al burdel y al llegar al local, me dijo: - Recoge tus cosas que
te vienes conmigo. Nos bajamos y en cinco minutos ya estaba lista para
partir, me encontr� a Shalimar en el pasillo y le dije que me iba,
nos vio a Felipe y a m� y se dio por enterada del por qu�
me iba. - Que les vaya bien. Al salir del burdel, mi negro me dijo: - Te
vienes conmigo a la finca y ma�ana nos vamos a Maracaibo. Yo en
mi carro segu� la camioneta de Felipe. Llegamos a la finca al mediod�a
y todos los obreros saludaban con respeto a Felipe. Atravesamos varias
materas. La casa principal de la finca estaba ubicada cerca de un r�o
de los muchos que hay en el pie de monte andino, all� me present�
a Juliana y le dijo que yo era su novia. De casualidad no ech� una
gran carcajada. Me provoc� decirle: somos algo m�s que novios,
es mi hombre.
Juliana era como especie de ama
de llaves de la casa, Felipe le dijo que quer�amos almorzar en una
hora, de inmediato Juliana dio instrucciones dos mujeres colombianas para
que nos prepararan el almuerzo.
Felipe y yo nos fuimos a su habitaci�n
con la intenci�n de ba�arnos. La misma estaba sobriamente
decorada con muebles de fina madera, el cual ten�a un estar, que
hac�a las veces de oficina, hab�a un sof�, un escritorio
y una computadora. Felipe encendi� el aire acondicionado y yo me
quit� las sandalias, estaba acalorada y �l me estaba contemplando,
por la forma como me ve�a, de inmediato me di cuenta que quer�a
hacer el amor, definitivamente hab�a qu�mica entre los dos,
parec�a que lo conoc�a desde hace a�os, �l
se me acerco y comenz� a besarme, yo de inmediato respond�
a sus caricias, agarrando su miembro sobre su pantal�n, dejando
a Felipe que hiciera lo que bien quisiera, me acost� en la cama
y me sac� los blue jeans, me quit� la blusa, los sostenes
y pantaleta, al verme desnuda sus ojos tomaron un color caramelo y se tornaron
m�s libidinosos, me hizo retirar mi mano de su g�evo y procedi�
a quitarse la ropa. El coloso, el g�evo que tanto temor y tanta pasi�n
hab�a en m� despertado y que era el responsable de la situaci�n
que estaba viviendo, ya apuntaba hacia arriba, yo acostada estir�
mis pies y con ellos proced� acariciar el instrumento de mi negro,
�l me agarr� por mis piernas levant�ndomelas a�n
m�s y abri�ndolas para dejar ver mi cuquita y sin pensar
un instante, lanz� su boca sobre ella, chupando y lamiendo mi cl�toris,
sus dedos jugaron con mi vagina, que ya comenzaba a lubricar, yo ya estaba
gimiendo de placer. De repente clav� su lengua en mi vagina y sus
�speras manos acariciaron mi vientre, ombligo y se apoderaron de
mis senos, sus dedos hac�an suaves movimientos circulares en mis
pezones y su lengua lam�a �vidamente mis partes �ntimas,
yo con mis piernas a modo de tenazas aprision� su cabeza. Mis manos
apretaban fuertemente sus brazos y comenc� a dar griticos de placer,
ocasionalmente su lengua se abr�a paso entre mis nalgas, su contacto
con ese agujero, me convert�a la piel de las piernas, en piel de
gallina. Estaba a punto de tener un orgasmo cuando mi negro dej�
de chuparme y con fuerza quit� mis piernas de su cabeza, yo, jadeante
le iba a decir que siguiera, cuando vi que colocaba mis piernas sobre sus
hombros y la cabeza de su g�evo comenz� a penetrarme, de inmediato
se abalanz� hacia m� penetr�ndome profundamente, y
logrando que mis rodillas casi rozaran mis hombros y comenz� a sacar
y meter su g�evo con un movimiento lento, pero sistem�tico,
coloc� sus manos sobre las plantas de mis pies y ese apoyo le serv�a
para impulsarse y entrar y sacar al coloso, yo ten�a la mirada perdida
y sollozaba. �l de repente me dijo: - Todo �ntegro para ti.
- Y comenz� a darme embestidas fuertes, clav�ndome y sac�ndome
su g�evo, cuando entraba sent�a que llegaba hasta lo m�s
profundo de mi ser, comenc� a decirle: - �DISFR�TAME!
� SOY TUYA!
Yo ve�a su cara libidinosa
y se acrecentaba mi pasi�n por ese g�evo tan hermoso que se
clavaba vigorosa y r�tmicamente en mi vagina, chill� y le
ped� clemencia, estaba a punto de morir de placer cuando de repente
me solt� el pie derecho y se meti� mi dedo gordo del pie
en su boca, clavando su g�evo con mucha fuerza me hicieron llegar
a un orgasmo descomunal.
Al darse cuenta que llegu�
a un orgasmo me bes� y acarici� suavemente, yo temblaba,
respiraba jadeando y ten�a peque�os espasmos. �l me
sac� su g�evo y me hizo arrodillar sobre la cama viendo hacia
la pared, d�ndole la espalda �l me hizo colocar mis manos
sobre el copete de la cama. Por mis piernas descend�an torrentes
de liquido vaginal y semen. �l se me acerc� por detr�s
y procedi� a clavarme profundamente por mi cuquita, que ya ped�a
g�evo nuevamente. Su espada y sus manos se apoderaron de mis hombros,
me dio tres o cuatro clavadas, yo de espaldas a �l sent�a
su acelerada respiraci�n en mi oreja y sus palabras:
- Eres toda m�a.
Yo le respond�:
- S� mi amor y ese g�evo
es m�o, por favor no te muevas d�jame hacerte gozar. - �l
se qued� quieto, yo sent�a su duro pene en lo profundo de
mi vagina, sent�a c�mo de vez en cuando se mov�a su
glande para demostrarme que estaba vivo. Yo comenc� a mover mi vientre
y mi culo, con un movimiento de adelante-atr�s y ocasionalmente
giraba mi culo circularmente. Yo jadeaba, comenc� a darle con m�s
fuerza, mis manos firmemente apoyadas en el copete de madera de la cama
me daban el apoyo necesario para clavarme mi g�evo, s�, mi
g�evo porque ese g�evo era ya de mi propiedad. Mi macho con sus
manos me acariciaba mis senos y me susurraba en el o�do: - Eres
mi hembra y eres la mejor hembra que me cogido.
- Y a m� me gusta que cojas
bien cogida. Dame duro papi.
Sus 27 cent�metros de pene
entraban y sal�an de mi vagina, yo nuevamente con todos mis sentidos
orientados a tener otro descomunal orgasmo, por momentos cre�a que
iba a desfallecer de placer, me mov�a sin detenerme, est�bamos
ba�ados de sudor, ese g�evo estaba acabando con mi vida, todas
mis energ�as estaban concentradas en moverme con ese monumental
falo en mi vagina y gritar: - GUUUAAAOOOO. �l tambi�n estaba
a punto de acabar sus manos apretaron mis tetas y me dijo con voz entrecortada:
- NO PUEDO M�S, VOY ACABAR. - S�, amor, ll�name con
tu leche. Dame tu leche caliente. Y yo sintiendo como oleadas de semen
inundaban mi vagina me clav� repetidas veces mi g�evo hasta
llegar a un prolongado y placentero orgasmo.
Quedamos exhaustos, jadeantes, ba�ados
de sudor, de mi vagina como un manantial brotaba semen y liquido vaginal,
mis piernas estaban adoloridas y dormidas, pero todo mi ser estaba plet�rico
de felicidad. Mi macho jadeaba sobre mi cuello y me dec�a: - Mi
amor, qu� polvo tan rico. Estuve a punto de morir de placer.
Yo le conteste:
- T� no te puedes morir,
t� tienes que vivir por siempre para que me des lo que siempre he
deseado: Sexo, sexo y m�s sexo.
Nos re�mos los dos y el falo
de mi macho se me sali� de la vagina. Al yo verlo grande, pero fl�cido
le dije:
- Acab� contigo, Te lo mat�.
- - No, s�lo esta dormido, repone sus fuerzas para hacerte temblar,
llorar y gemir de placer.
- Eso espero. Le contest�.
- Llamaron a la habitaci�n. Era Juliana para decirnos que la comida
estar�a lista en 5 minutos, r�pidamente nos ba�amos,
extra��ndome que el ba�o estaba excelentemente bien
equipado, con equipos de primera calidad y hasta un jaccuzi. Ello me llev�
a preguntar a Felipe y me dijo que en el pasado al due�o le gustaba
venir a esta finca con frecuencia y la tiene bien equipada. Pero que no
me preocupe �l ahora es quien utiliza esta casa ya que debido a
la situaci�n con los Elenos dif�cilmente el due�o
regrese ac� alg�n d�a. Nos vestimos r�pidamente
y en 10 minutos est�bamos saliendo al comedor. En el jard�n
interior de la casa a pesar de la sombra de los �rboles el calor
era insoportable, una alta h�meda y una temperatura cercana a los
40 grados cent�grados a la sombra. Afortunadamente en el comedor
hab�a aire acondicionado. Los muebles del comedor de la casa eran
de madera muy fuerte y bien trabajada, las sillas eran de madera y cuero.
Una pared estaba llena de trofeos seguramente ganados en ferias agropecuarias
por los animales de la finca. Almorzamos comida t�pica de la regi�n
y finalizado �ste, mi negro se fue a visitar las distintas materas
de la finca (materas son salas de orde�o, muy rusticas en la cual
se re�nen las vacas dos veces al d�a para ser orde�adas,
enti�ndase que muchas de las fincas del Sur del Lago de Maracaibo
son de baja y mediana tecnificaci�n, con animales de doble prop�sito,
con una producci�n por vaca de 5-6 litros). Me qued� conversando
con la encargada de la cocina, Florencia una colombiana coste�a,
que hablaba por los cuatro costados. Me invit� a tomar un guayoyito
(caf� negro, un poco flojo) en la cocina. All� hablaban como
cotorras ella y su ayudante, Florencia me present� a su hija, Janet,
una muchacha preciosa de unos 18 a�os, que hab�a terminado
sus estudios de secundaria en la poblaci�n de Sabana de Mendoza
y se ir�a a Maracaibo a estudiar Veterinaria. La cocina adem�s
de servir para la casa ten�a un gran ventanal, que daba hacia la
parte trasera de la casa, all� se encontraba un gran mes�n
en el cual me indicaron com�an los mec�nicos y tractoristas
de la finca, ya que en el galp�n cercano funcionaba el taller de
maquinarias de la finca, por ese ventanal se daba la comida a los mec�nicos
y tractoristas. Eran las tres de la tarde y me qued� conversando
con Florencia quien se desviv�a en atenciones conmigo, su hija en
cambio estaba muy callada, lo cual era algo normal por ser gente de extracci�n
muy popular en donde la timidez es uno de los rasgos caracter�sticos.
Su cara denotaba una gran dulzura blanca y con el pelo liso, contrastaba
mucho con su madre que era morena y con rasgos africanos. Me estaba tomando
el tercer guayoyo, cuando lleg� un joven negro, alto de 1.90 como
m�nimo y de unos 23 a�os, en un tractor Ford 8000 con una
rastra, se ve�a acalorado y por el ventanal le pidi� a Juliana
agua y caf�, cuando Florencia se volte�, el negro le hizo
un gui�o a la muchacha la cual asinti� nerviosamente. Cuando
el joven not� mi presencia, se sorprendi�, me vio, casi desnud�ndome
y me dio las buenas tardes. Juliana me lo present� como hermano
de Felipe, diciendo:
- Le presento a Carlitos, es el
hermano menor de Felipe, �l estudia Agronom�a en Maracay,
pero en las vacaciones se viene a trabajar aqu�. Carlitos la se�orita
es la novia de Felipito.
El Carlitos de casualidad no se
atragant�, diciendo:
- Mucho gusto se�orita, y
a continuaci�n, exclam�:
- �Co�o, Florencia,
Negro macho se saco la loter�a! Florencia esta mujer es un bomb�n.
Me re� y le di las gracias,
aprovech� esta situaci�n para agradecerle a Florencia el
caf� y el almuerzo y me fui a la habitaci�n a ver alguna
pel�cula por televisi�n a trav�s de Direct tv.
Florencia me despidi� con
cari�o y me dijo:
- La comida estar� lista
a las 7.30 de la noche, sin embargo Felipe siempre llega como a las 8.
Si usted quiere comer antes venga. - - Gracias, pero yo lo esperar�.
- Encend� la televisi�n y en menos de 10 minutos me qued�
dormida, cuando me despert� estaba anocheciendo eran las 6.45 p.m.
estaba, como dicen mis hijas, burda de Ladi (ladi diminutivo de ladilla),
esta expresi�n significa altamente fastidiada. Me arregl�
un poco y sal� de la habitaci�n, estaba anocheciendo, la
casa en su interior tiene un jard�n central como de 400 metros cuadrados,
con grama y �rboles muy bien cuidados, no hab�a luces encendidas
solamente la entrada de la casa ten�a las l�mparas encendidas
y una de las habitaciones ten�a luz, que se filtraba por la ventana,
gracias a una cortina a medio cerrar, me imagin� que era la habitaci�n
de Juliana.
A lo lejos se o�a los mugidos
de alguna vaca llamando a su becerro, al calor se manten�a cercano
a los 33 grados, fastidiada me sent� en una butaca, deseosa de que
Felipe llegara, para cenar, al rato vi que entr� una mujer a la
casa, me di cuenta que era Janet, iba con un short y una blusa amarrada
a la cintura, no me vio y entr� r�pidamente a la habitaci�n
de la luz encendida cerrando tras de s�. Transcurridos unos minutos,
estaba tan aburrida, que pens�, es mejor hablar con estas mujeres,
que estar sola sentada en esta oscuridad. Me dirig� hacia la habitaci�n
que ten�a la luz encendida, caminando por el amplio corredor de
la casa entre el jard�n y las habitaciones.
Cuando estaba a punto de tocar la
puerta de la habitaci�n sent� un ruido extra�o, lo
que me hizo ser precavida y me acerqu� a la ventana de la cortina
a medio cerrar. Hab�a una hamaca guindada muy alta a unos 20 cent�metros
por arriba de una cama matrimonial. Cu�l no ser�a mi sorpresa,
al ver a Janet sobre la cama y vestida �nicamente con una min�scula
tanga roja, agachada sobre Carlitos, le estaba besando las tetillas y con
las manos le agarraba el enorme bulto que sus interiores escond�an.
Carlitos acostado y con los ojos cerrados, dejaba a Jane que actuara por
s� misma, estuve a punto de irme, pero la curiosidad pudo m�s,
Janet ten�a una cara de cierta inocencia pero con un deseo por tener
sexo irrefrenable. Su bello cuerpo, se mov�a con una voluptuosidad,
propia de una mujer experimentada. Yo nunca en mi vida hab�a presenciado
un acto sexual, apenas algunas pel�culas pornogr�ficas, vistas
en motel de la carretera panamericana cercana a Caracas con mi amante hace
12 a�os. Pero este acto, era en vivo y en directo, como dicen en
la tv.
Ambos ten�an unos cuerpos
espectaculares Carlos ten�a tipo de deportista y Janet ten�a
a su favor la juventud y unos deseos sexuales irreprimibles. De pronto
ella solt� la virilidad de Carlitos, con ambas manos agarr�
los interiores de Carlos y se los quit� dejando ver el enorme falo,
tan grande como el de mi negro. Janet de inmediato se trag� literalmente
de 10 a 15 cent�metros de g�evo, yo al ver ese enorme g�evo
me acord� de mis ultimas 24 horas y comenc� a excitarme,
no entend�a c�mo esa muchacha bella con cara angelical, fuera
tan diestra manejando un g�evo de esas dimensiones. De inmediato pens�
� Qu� estar�n haciendo mis hijas en Caracas ?, �en
qu� mundo he vivido yo?, la juventud de ahora es distinta. Hace
20- 25 a�os era otra cosa yo, he tenido que vivir 42 a�os
para poder cogerme el g�evo que dese� toda la vida y hasta
a un burdel, tuve que irlo a buscar y esta carajita apenas lice�sta,
se los traga en la casa de su jefe.
Estaba absorta en estos pensamientos
que no me daba cuenta de lo que ocurr�a en la cama y en mi entrepierna,
yo estaba mojando por completo mis pantaletas y en la cama Carlitos hab�a
dejado su actitud pasiva y ahora tomaba dominio de la situaci�n,
hab�a acostado a Janet en la hamaca en forma transversal, despoj�ndola
de la pantaleta, la carajita ten�a toda la cuquita afeitada, �l
sentado en la cama ten�a que hacer poco esfuerzo para chuparle la
cuca a Janet, apenas el negro, le coloc� la lengua en los labios
de la cuquita, la carajita se estremeci� y grit�:
- RICO, MI AMOR. - Esto envalenton�
a Carlos que con gran avidez mord�a, besaba, chupaba y lam�a
la cuca de Janet. Sus manos se apoderaron de los hermosos senos de la joven
quien ya fuera de s� s�lo atinaba a decir:
- Cog�me por favor, m�temelo
ya. - El descomunal g�evo de Carlitos a veces parec�a m�s
grande que el su hermano, parec�a una manguera, a m� me temblaban
las piernas, mis pantaletas y el blue jeans estaban h�medos.
Carlos, continu� chupando
la raja de la carajita, �sta gritaba: CO�O, C�GEME.
QUIERO G�EVO. P�RTEME EN DOS. La mujer porque en verdad era
una mujer estaba desesperada, su cara denotaba angustia, deseo y pasi�n.
Yo a pesar de la guevamentaz�n que hab�a llevado en las ultimo
24 horas, tambi�n ard�a de pasi�n y casi estaba a
punto de comenzar a masturbarme. Carlos agarr� a Janet y la arrodill�
sobre la cama y le coloc� el cuerpo sobre la hamaca, quedando Janet
con su culo y cuca dispuestas a sentir el miembro del semental que se aprestaba
ya a met�rselo, �l con su mano derecha le meti� dos
o tres dedos en la vagina, movi�ndolos circularmente, luego se ech�
abundante saliva en su mano derecha y se comenz� a hacerse la paja,
el g�evo se le endureci� a�n m�s y procedi�
con los dedos abrirle los labios a Janet para comenzar la penetraci�n,
Carlos la agarr� por la cintura coloc�ndole la cabeza de
su g�evo en la entrada de la vagina y sin perder tiempo la clav�
de un solo golpe, la mujer, grit�: - AAAAAAYYYYYYY. Carlos comenz�
a bombearla y meciendo la hamaca ayudaba a la salida del pene, para luego
con las manos y el cuerpo ayudarse para una penetraci�n profunda.
Yo me estaba agarrando mis senos y mordi�ndome los labios. La muchacha
tuvo varios orgasmos y su piel se estremec�a a cada embestida, ya
no gritaba s�lo dec�a: - T� eres mejor. T�
eres mi hombre. Carlos le hizo pasar una pierna a Janet sobre la hamaca
y �l con sus pies sobre la cama y las manos sobre la cintura de
Janet se la estuvo cogiendo durante varios minutos, yo estaba a punto de
masturbarme, cuando Carlitos le dijo:
- ���MI AMOR ME
VOY!!! Luego de unos segundos de �xtasis, Carlos con delicadeza
acost� a su carajita en la cama. Ella se le qued� viendo
y le dijo: - T� eres el mejor. �l hizo intenci�n de
pararse y yo de inmediato me retir� para evitar que me vieran. Excitada
como estaba, me dirig� a la cocina eran las 7.45 p.m. Florencia
me pregunt� si iba a comer le dije que quer�a esperar a Felipe,
pero quer�a tomarme un trago. Me sac� una botella de Ron
Sta. Teresa, me prepar� una Cuba libre y me dijo: - Vamos a llamar
a Negro macho por 2 metros para ver a qu� hora viene.
No le entend� y me dijo:
- A Felipe le decimos Negro macho y voy a llamarlo por radio. Felipe inform�
que regresar�a en una hora, que comiera yo sola, as� lo hice.
Cuando finalic� le di las gracias a Florencia y le pregunt�
por Janet, ella inocentemente me contest�:
- Se fue a las 7 a jugar monopolio,
con los hijos del veterinario, el cual vive en la casa que est�
como a 50 metros de aqu�. - De casualidad no le dije que seguramente
hab�a comprado las Compa��as de agua y luz el�ctrica
porque vi que le estaban metiendo una gran tuber�a y ten�a
los ojos encendidos.
Le di las buenas noches y me fui
a la habitaci�n, pero pasando por la habitaci�n de Carlitos
la luz estaba encendida pero no los vi. Me imagino que estaban haciendo
el amor en la ducha.
Al llegar a la habitaci�n
encend� la televisi�n pero adem�s de estar molesta
porque no hab�a llegado Felipe estaba excitada por lo que hab�a
visto. Acostada me puse a pensar lo que hab�a pasado con mi vida
en estas 24 horas y como hab�a aprendido. De pronto me acord�
que no hab�a llamado a mi esposo, afortunadamente hab�a cargado
la bater�a del celular. No sab�a qu� decirle, se me
ocurri� una mentira tonta y sin pensarlo dos veces lo llam�
le dije: - Estoy en Sabana de Mendoza, el carro se me accident�
en la carretera a las 3 de la tarde y nos trajeron con una gr�a
y s�lo a las 6.30 estuvo listo y como no iba a viajar de noche tuve
que buscar un hotelito en la carretera panamericana. Ma�ana me voy
como a las 9. �l me dijo: - Sabes que estoy contento que c�mo
sali� esta descabellada aventura, creo que todo esto fue una locura
de mi parte estoy arrepentido de haberte humillado de tal manera. Perd�name.
- No te preocupes, lo que pas�
es una bonita experiencia. Despu�s hablamos. Por cierto has llamado
Caracas para saber de las ni�as.
Me dijo que las tres estaban bien,
a dios gracias no me dijo que muy bien, porque si no me las imaginaba que
estaban como Janet. Nos despedimos fr�amente.
Cuando colgu�, pens�,
si fue realmente una bonita, agradable y apasionante experiencia. De la
neverita de la habitaci�n me serv� una copa de vino tinto
y sabore�ndolo record� las escenas vistas a trav�s
de la ventana de Carlitos y me excit� y mi negro que no llega, las
8.45 p.m. y ya deber�a de estar aqu�. A falta de pan buenas
son tortas, me desvest�, agarr� mi aceite para ni�os,
me fui al ba�o y llen� el jacuzzi con agua caliente y me
comenc� a tocar mis senos y a recordar las escenas vistas hace poco,
ahora fantaseaba con falos existentes me imaginaba yo en el medio de Carlos
y Felipe. Ellos �vidos de penetrar mis agujeros y yo deseosa de
sentir esos enormes y deliciosas mangueras negras, horadar mis carnes hasta
lo m�s profundo. Dando peque�os sorbos a mi copa, comenc�
a tocar mi cl�toris, para lubricarlo, abr� la tapa del aceite,
cuando iba a llenarme la mano de aceite, por encima del ruido del agua
y del motor del jacuzzi, se oy� la voz de Felipe:
- D�nde est� mi hembra,
que vengo cansado pero sediento de amor. - Estas palabras me vinieron como
anillo al dedo:
- Aqu� amor lista para satisfacerte
y darte el reposo que el guerrero necesita.
Sal� del jacuzzi a pesar
del fr�o del aire acondicionado, lo bes� le di mi copa y
la botella de vino y lo traje al ba�o, lo sent� en el borde
del jacuzzi y le quit� las botas, las medias, su camisa, en fin
lo desnud�, sin decir palabra le llen� una copa de vino y
se la ofrec�, �l tom� de un trago la mitad yo acab�
de un trago lo que quedaba.
Lo met� en el jacuzzi y lo
sent�, yo me coloqu� a horcajadas sobre �l, comenzando
de inmediato a besarlo y movi�ndome voluptuosamente sobre �l.
Mi negro respondi� de inmediato mostr�ndome y clav�ndome
en el ombligo su vara maravillosa, le dije con voz entrecortada por el
deseo:
- No sabes lo lento que transcurrieron
las horas sin ti. T� me haces mucha falta pero m�s falta
me hace �l y acompa�� esta frase agarrando al falo
que me da placer y me hacer retorcer de emociones nunca antes vividas.
- - ���Este g�evo es m�o!!! - Me sumerg�
en jacuzzi y trate de ganarle a Janet, si ella se trag� 10-15 cm
yo estaba tratando de trag�rmelo completo, no pude pero lo que me
met� era realmente demasiado para cualquiera, me qued� m�s
de 60 segundos bajo el agua chup�ndole el g�evo a mi macho.
En ese momento me acord� que en dos oportunidades le hab�an
dado el calificativo de Negro Macho, sal� a las superficie volvi�ndome
a sentar a horcajadas sobre �l y sin soltar mi g�evo de �bano
y respirando profundamente por la falta de ox�geno le pregunt�:
- Amor, por qu� te dicen
Negro macho. - - �Quieres saberlo?
- S�. - - Bueno t�
lo pediste. Ese sobrenombre, me lo puso el due�o de la finca hace
12 a�os cuando ten�a yo 20 a�os, me llev� con
su chofer y mi pap� que era encargado aqu� a C�cuta,
all� nos fuimos en la noche a un burdel llamado La Casa de Las Mu�ecas,
sitio en cual hab�a m�s de 80 mujeres la gran mayor�a
bellas. De inmediato llamaron 4 mujeres, a m� me asignaron una mujer
como de 32 a�os que a los 5 minutos quer�a irse a la habitaci�n
a tirar, yo como carajito al fin, le pagu�, no la contradije y nos
fuimos, bueno ella al ver mi bate se volvi� loca no sab�a
si llorar o re�r. Aparentemente nunca hab�a visto un g�evo
de ese tama�o, se lo met�, goz� una bola y a los 20
minutos ya yo estaba sentado en la mesa y ella harta de g�evo, se
fue contenta sin embargo le coment� a dos o tres amigas lo que hab�a
gozado con el carajito. A los 10 minutos las mujeres me ten�an como
loco, pidi�ndome cigarrillos y dici�ndome: - � Qu�
ser� lo que quiere el negro ? Mi padre que era muy puta�ero
y jodedor, les dec�a: - El negro lo que quiere es bollo. Y con los
dedos �ndice y pulgar de ambas manos hacia una forma de triangulo
para imitar una cuquita. Para hacerte el cuento corto entre tragos esa
noche me acost� con 6 mujeres distintas y todas quedaron satisfechas.
Mi padre esa madrugada estaba orgulloso de m� como si estuviera
gradu�ndome en la Universidad. Yo recuerdo que le pagu� a
la primera y las otras no me pagaron porque no quise cobrarles. El due�o
de la finca, al d�a siguiente almorzando en el hotel me dec�a,
cada vez que nos pasaba una mujer cerca: - Negro macho otro culito, pidiendo
tus favores. Esa aventura la dieron a conocer y desde ese entonces me dicen
Negro macho. Yo apretando duro al coloso de mi negro, le dije: - �Cuando
vamos t� y yo a batir ese record ?. - Yo misma me contest�:
Pronto t� tienes que tener
m�s de seis orgasmos en una noche conmigo. Prom�temelo.
- Te lo prometo. Sentada sobre �l,
agarr� el aceite para ni�os lo vert� en mi mano y
con ella comenc� a masturbar a mi hombre suavemente, pero ejerciendo
cierta presi�n de forma sistem�tica, sus labios comenzaron
a besar mis senos voluptuosamente, en la medida que yo aceleraba mis movimientos
con la mano �l proced�a a darme con su dedo en mi cl�toris,
de inmediato comenc� a gemir y mis labios buscaron los labios de
mi negro, su falo estaba incontenible y exig�a caricias m�s
profundas, sin pensarlo dos veces me levant� un poco para buscar
que me penetrara y le dije pen�trame ya. Eso bast� y sobr�
para que mi negro guiara su coloso hacia mi cuquita, lubricado como estaba
le result� f�cil meterme la cabeza de su miembro y con sus
manos sobre mis hombros ejerc�a presi�n que inexorablemente
permit�an el paso de su miembro sobre mis carnes sedientas de g�evo.
Me clav� en pocos segundos su estaca y yo sin dominio de nada lo
dej� hacer lo que quisiera, con sus manos sobre mis hombros ejerc�a
presi�n y me atra�a hacia su cuerpo y su vara maravillosa
me clavaba violentamente y se retiraba con mucha lentitud, cada vez que
la sacaba yo s�lo pod�a pensar qu� tan fuerte vendr�a
la pr�xima embestida y mis m�sculos vaginales se esforzaban
en apretar la vara que me estaba haciendo disfrutar, lo cual tambi�n
produc�a placer en mi hombre, yo como loca comenc� a gemir
y gritar y mordi�ndole suavemente los hombros a mi negro acariciaba
su espalda y mis piernas se enrollaban en su cintura. �l me penetraba
y retiraba su vara maravillosa, no s� cu�ntas veces lo hizo
pero me provoc� un orgasmo impresionante, no me hab�a recuperado
del mismo cuando me sac� su impresionante miembro, me inst�
a salirme del jacuzzi y llev�ndome amorosamente a la cama, procedi�
a untarse aceite a todo lo largo de su pene y levant�ndome las piernas
procedi� a metermelo por mi culito, me entr� el glande con
facilidad y continu� penetr�ndome hasta llegar nuevamente
a lo m�s profundo de mi ser, sus dedos agarraron con firmeza mi
cl�toris y con movimientos circulares vigorosos comenzaron a provocar
espasmos en mi cuerpo, una vez m�s estaba fuera de m� y el
negro comenz� a bombearme con su pedazo de carne fabulosa y con
su mano vigorosa me daba duro en el cl�toris, yo con mis piernas
sobre sus hombros ejerc�a presi�n sobre su cuello, �l
con la mirada perdida me embest�a con ferocidad y yo golosa recib�a
con placer toda su carne dentro de mi culito, sin embargo le supliqu�
que me lo sacara que quer�a que me lo metiera por la vagina, el
cumpli� con mi deseo, me lo sac� y arrodillado frente a mi
cuquita, me puso la cabeza de mi adorado tormento entre los labios de mi
vagina, lo mantuvo all� sin moverlo, yo como loca le grit�:
- M�TEMELO NO ME HAGAS SUFRIR.
El sonriendo comenz� a meterlo
lentamente y yo con la mirada perdida, jadeando y sedienta de g�evo,
le reclam� como una puta:
- CO�O, C�GEME COMO
UN HOMBRE. - Su rostro no se inmut� ante mi insolencia, sin embargo,
su cuerpo y su hierro vigoroso s� respondieron y de inmediato, atray�ndome
hacia su cuerpo comenz� a moverse con furia clav�ndome repetidas
veces, yo perd� nuevamente todo raciocinio y me hund� en
un estado de locura. Muy pronto ambos alcanzamos un tremendo orgasmo, est�bamos
muy sudados, jadeantes y toda mi vagina llena de semen, tratando de recobrar
mi respiraci�n normal, sent�a que el semen sal�a de
mi vagina y se deslizaba hacia mi culito, �l de repente, comenz�
a moverse y a pesar de que su g�evo (no, no era su g�evo, ese
g�evo ahora era m�o) hab�a perdido rigidez y con un
lento ritmo de mete y saca, se acost� sobre m�, yo aprovech�
para colocar mis piernas sobre las de �l a modo de tenazas, est�bamos
como dicen los j�venes "burda" de sudados, �l sin
dejar de meter y sacar su palo maravilloso me dijo ir�nico, pero
tiernamente:
-Trat� de cogerte como un
hombre. �Lo logr�?
Sin darle respuesta lo bes�
seductoramente y comenc� a moverme y a contraer los m�sculos
de mi vagina, �l inmediatamente respondi� y comenz�
nuevamente a moverse r�tmicamente y a morderme mi oreja sintiendo
su respiraci�n entrecortada, para mi sorpresa, nuestros deseos sexuales
pronto se avivaron y en menos de 5 minutos le suplicaba: - M�TAME
MI AMOR, HAZME ACABAR NUEVAMENTE, DAME DURO PAPI. Y as� nuevamente
entre gritos, sudor y jadeos, llegamos a un orgasmo maravilloso.
Casi de inmediato nos quedamos dormidos
llenos de semen y de sudor pero satisfechos de haber disfrutado como nunca,
yo, por supuesto, me dorm� con la barra de hierro de mi negro de
Bobures entre mis manos, como ni�a durmiendo con mu�eca nueva.
FELIZ. Continuar�. Apreciar�a tus comentarios a: <POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO>