Me llamo Javier y tengo 21 a�os y tengo un hermano de 19 que
se llama Salvador, mi padre es viudo y sale con una mujer de nombre Yolanda
desde hace ya 2 a�os, en su familia es costumbre reunirse los fines de semana y
desde luego que nosotros asistimos sin falta a las reuniones.
Mariana tiene 13 a�os, es hija de Yolanda y desde hace tiempo
le traigo ganas. Tiene hermosas facciones y aunque su cuerpo no es perfecto (es
mas bien llenita) merece ser atendido. Mariana es blanca de cabello casta�o
rizado y de ojos claros.
Hace poco decid� que ella ser�a m�a as� que por medio de unos
amigos consegu� unas potentes pastillas para dormir.
Resulta que en las reuniones de fin de semana, todos beben
demasiado y hasta muy tarde, as� que pod�a aprovechar para llevar a cabo mi
plan. Ese d�a como de costumbre despu�s de la comida comenzaron los juegos de
barajas y domin�, sin faltar una ronda tras otra de cervezas y tequilas,
mientras yo me encontraba muy nervioso y todav�a indeciso, ten�a que darle la
pastilla sin que se diera cuenta y nadie sospechara.
Ella en cambio estaba en la sala un tanto aburrida viendo la
televisi�n como era su costumbre, yo sab�a que a ella no le gustaban las
reuniones por que todos terminaban totalmente ebrios, as� que faltaba poco para
que se disculpara y se marchara a su casa que estaba a unas cuantas cuadras del
lugar de reuni�n.
Entonces me dirig� a la cocina para servirme refresco y
aproveche la oportunidad para ofrecerle, ella contesto que s� y yo puse manos a
la obra. Con rapidez mol� una de las pastillas que hab�a conseguido y la
espolvore� en su refresco llev� las bebidas a la sala y me puse a ver la
televisi�n con ella.
Me dediqu� a observarla disimuladamente, la pastilla comenz�
a surtir sus efectos as� que me levant� y fui al patio, estaba muy emocionado,
solo deb�a esperar a que fuera a su casa. No tard� mucho en salir, se despidi�
distra�damente de mi y se encamino hacia su casa. Ahora era cuesti�n de esperar.
Volv� al comedor donde todos segu�an bebiendo y contando
historias mientras otros segu�an jugando, Salvador, mi hermano, ya se estaba
despidiendo para ir con su novia, mientras yo me dirigia a mi padre para
anunciarle que iba a dar un peque�o paseo con unos amigos, me se�alo su saco y
dijo que sacar� las llaves del auto, eso hice, pero adem�s saqu� las llaves de
la casa de Mariana sin que nadie se diera cuenta.
Eran apenas las 10:32 PM, las reuniones generalmente se
acaban en la madrugada, ten�a por lo menos 3 horas, para llevar a cabo mi plan,
dej� el auto en una esquina y me dirig� a la casa de Mariana ya hab�an pasado
aproximadamente 30 minutos desde que Mariana hab�a tomado la pastilla y supuse
que hab�a hecho su efecto. Abr� la puerta y sub� las escaleras silenciosamente,
me asom� t�midamente a su cuarto y la vi dormida.
Se hab�a cambiado para dormir, tra�a unos peque�os shorts de
algod�n un poco ajustados y una camiseta sin mangas del mismo material, estaba
medio tapada con una sabana. Yo respiraba entrecortadamente, pues era la primera
vez que hac�a algo de esta naturaleza.
Me acerque sigilosamente hasta un borde de su cama, ella
pr�cticamente estaba boca abajo con una pierna doblada y la otra estirada,
d�ndome la espalda. Con mucho cuidado comenc� a rozar sus piernas hasta el borde
de su short, ten�a miedo de que se despertara. Poco a poco le quit� la sabana de
encima y comenc� a tocar sus nalgas por encima de la ropa, tom� el resorte de su
prenda inferior y baj� temblorosamente el short con todo y calzoncillos hasta
sus rodillas, ella segu�a respirando profundamente, eran las 10:58 PM.
Comenc� a tocar sus nalgas, a sobarlas y separarlas durante
unos minutos, despu�s la tome de los hombros con mucho cuidado y le di vuelta
para que quedara boca arriba...
En eso suspiro fuertemente � Estaba despertando �, yo me
recost� r�pidamente encima de ella y volte� mi rostro hacia el lado contrario,
seg�n yo para que no me reconociera, ella intent� quitarme de encima, pero sus
movimientos eran d�biles y vacilantes por el efecto de la pastilla.
De reojo vi su cara, me di cuenta de que ten�a los ojos
cerrados pero no estaba seguro de que estuviera dormida, de todas formas comenc�
a acariciar su chocho, introduje lentamente un dedo hasta la mitad, vi que
frunci� el entrecejo.
Entonces me baj� los pantalones y apunt� mi miembro hacia su
entrada, con cuidado empec� a penetrar, ella movi� un poco su cabeza y se quej�
suavemente, solo un peque�o pujido. Yo segu� empujando con cuidado hasta topar
con su himen, empuj� un poco mas fuerte y atraves� su barrera, ella dio un
respingo e hizo un gesto de dolor mordi�ndose un labio.
Yo permanec� inm�vil durante unos segundos, me encontraba en
la gloria, su interior se sent�a calientito y muy apretado. Comenc� a bombearla
despacito, ella suspiraba de vez en cuando, como si estuviera resignada a lo que
le ocurr�a.
Despu�s de algunos minutos de estar bombeando su chochito,
empec� a sentir que me corr�a, clav� mi pija hasta el fondo y empec� a disparar
en su interior, cuando termin�, mir� el reloj, eran las 12:19 PM. Todav�a ten�a
tiempo para limpiarla, fui al ba�o y tome una toalla chica, la empap� y me
dirig� de nueva cuenta a su habitaci�n, con la toalla limpi� su entrada, despu�s
torc� la toalla hasta formar un m�stil y se la introduje lo mas que pude para
limpiarla tambi�n por dentro.
Sub� su calzoncillo, su short, le puse la s�bana encima y me
march� r�pidamente, sub� al auto y me dirig� de nuevo a la reuni�n. Cuando
llegu� todos estaban bailando y nadie parec�a sospechar nada as� que con
naturalidad fui dejar las llaves del auto y las de la casa de Mariana en el
lugar de donde las hab�a tomado.
Como a las 2:00 AM se acab� el revent�n y cada qui�n se fue a
su casa lo que pas� con Mariana despu�s se los cuento.