Relato: El casamiento del Inocente
Si siguen los pasos del Inocente ver�n que debut� con una violaci�n y un desmayo, luego continu� con zoofilia y entregado a su amigo Luis, un vecino del barrio de catorce a�os, rubio lampi�o y muy armado.
Este cap�tulo si bien tiene ese nombre tan extra�o para un chico de diez a�os, es real, de acuerdo a lo que les relatar� a continuaci�n.
Despu�s de la cogida que le hice a la perra de Luis y al ensartada que me proporcion� el a mi, empec� a frecuentar su casa con mas asiduidad pues �l quer�a cogerme pr�cticamente todos los d�as y a veces m�s de una vez.
As� fue que entr� a jugar con sus hermanas menores, Ana de siete y Clara de nueve a�os. Si les cont� que Luis es rubio lampi�o y muy lindo, sus hermanas son dos angelitos, muy rubias con el pelo lacio y la piel de todo el cuerpo sin ning�n tipo de vello, s� una muy tenue pelusa super rubia y muy suave, a decir de la gente mayor dos hermosos angelitos, lo que no sab�a esa gente era que los angelitos ten�an un secreto muy bien guardado.
En aquel momento no me percat�, pero de acuerdo a los hechos y con el pasa de los a�os era evidente que la experiencia que ten�an respecto a los temas sexuales fue motivada por un aprendizaje acelerado y muy practicado.
Los ni�os del barrio, fueran varones o mujeres, no usaban mucha ropa, una, por el calor, otra por la pobreza, los varones un pantal�n corto, generalmente sin rpoa interior y las ni�as un humilde vestidito y unas bombachas generalmente muy grandes, que dejaban ver sus zonas genitales con mucha facilidad, eso tambi�n ayudaba a la hora de jugar a las escondidas, pues se ten�a r�pido acceso sin necesidad de quit�rselos.
Cuando jug�bamos a las escondidas yo trataba de esconderme siempre con mi amigo, pues a veces mientras est�bamos en el escondite �l se ensalibaba la pija y en un periquete me ten�a ensartado y en dos o tres sacudidas ya sent�a yo su leche en la tripas, en esa �poca fue que me acostumbr� a andar siempre con un pa�uelo en el bolsillito del pantal�n, por las dudas.
Per de un d�a para otro mi amigo se empe�aba en que me escondiera con sus dos hermanas a la vez, yo no entend�a nada, pero pronto me espabil�. Cada vez que est�bamos en alg�n escondite ellas se las ingeniaban para dejarme en el medio y meter mano en mis pantalones, toc�ndome la pija, que a los diez ya estaba un poquita m�s larga y gruesa. Yo no me qued� atr�s y tambi�n les tocaba las conchitas, lisitas y muy calentitas, me ped�an que les metiera un dedo a cada una y gem�an como, seg�n ellas, lo hac�an su hermana y su madre con los novios.
Se imaginan que mi pija reventaba con esas actividades y pronto quise cambiar los dedos por la pija, que alg�n juguito perd�a ya por la punta y les propuse que se dejaran coger, ellas ni cortas ni perezosas me propusieron el ba�o de mi casa ya que no hab�a nadie en ese momento.
As� fue mi debut con el sexo femenino, los tres completamente desnudos en el ba�o de mi casa, yo sentado en un peque�o taburete y ellas que se iban turnando para ensartarse mi pija, que entraba muy facilmente, una, por su lubricaci�n, otra por que seg�n me contaron durante esas actividades, Luis ya se las hab�a cogido muchas veces y a pesar del tama�o de su pija, se las met�a completamente y les acababa bien adentro, pues �l dec�a que no hab�a riesgo de embarazo.
Repet�amos esas cogidas continuamente y en innumerables lugares, ellas en broma dec�an que eran mis seposas, por eso lo del t�tulo.
Uno de los episodios m�s calientes que recuerdo de aquella �poca, ocurri� cuando yo ten�a ya doce a�os y fuimos a pasar el d�a al r�o con Luis, Ana, Clara y el perro d�lmata que ten�a mi amigo en esa �poca.
Deb� imaginarme que todo estaba planeado por mi amigo pues busc� un sitio alejado de todo y de d�ficil acceso. Llegamos al lugar y quedamos todos encantados ya que en un claro del monte hab�a como una peque�a laguna con arenas muy limpias, era un lugar realmente encantador. Luis propuso inmediatamente que nos di�ramos un ba�o pues la caminata nos hab�a dejado todos transpirados, �l fue el primero y se meti� totalmente desnudo, lo siguieron las hermanas que tambi�n se debolaron totalmente y por �ltimo y para no ser menos, yo en pelotas y el perro conmigo.
Jugamos durante un tiempo y Luis propuso salir a la arena a tomar un poco de sol, al salir not� que �l ya estaba con la pija super dura, una pija de hombre grande, m�s larga y gruesa de cuando ten�a catorce y llevaba a la m�s chica colgada de su cuello, sobre su pecho y con las piernas cruzadas en su espalda, lo que hac�a que la cabeza de su pija rozara los labios y el culo de Ana.
Se sent� sobre la arena y la ni�a se fue acomodando la pija en la raja de la concha y se dej� caer lentamente mientras gem�a fuerte dej�ndonos a todos super calientes.
Clara se me vino al humo y se prendi� de mi pija como si fuera una mamadera, casi me muero, pero yo quer�a ver de cerca como mi amigo met�a toda su verga en esa vagina tan estrecha por lo que me acost� pr�cticamente entre las piernas de Luis para no perderme detalle, Clara aprovech� mi posici�n y se ensart� en mi pija, gimiendo ella tambi�n como loca.
El �nico que estaba inactivo era el perro, que se lam�a la funda de la pija y pronto apareci� la punta de su pija bien h�meda y roja, a Clara no se le pas� ese detalle y lo coment� con su hermano, quien ni corto ni perezoso llam� al perro a su lado para pajearlo un poco mientras le dec�a a su hermana que se pusiera de cuatro pata que era hora del debut de Tit�n.
Clara se sali� de mi pija y obedeciendo a su hermano se coloc� a su lado en cuatro y mi amigo sin sacarse a la otra hermana de la verga, ayud� al perro a montarse sobre la ni�a, lo paje� un poquito m�s y v� como su pija iba creciendo increiblemente, Luis recost� la punta de la pija del perro en la concha de su hermana y el animal al sentir el calor de la vagina se prendi� fuertemente a sus caderas y empez� a bombear, metiendo cada vez m�s la pija que segu� creciendo en longitud y grosor, pronto se col� el nudo y mi amiguita chillaba como loca dici�nole a su hermano que era demasiado grande y que la iba a partir en dos. Es obvio que la intenci�n de Luis no era facilitarle nada a la hermana y pronto el perro termin� de empujar y quiso darse vuelta, lo logr� y quedaron culo con culo, mi amiga llorando suave y el perro como si nada.
Se imaginan mi calentura y el deseo en ese momento de meter la pija en cualquier lado, una vez m�s mi amigo ten�a la soluci�n, se acost� sobre la arena con Ana bien ensartada en su inmensa pija y me orden� que se la metiera por el culo, ni corto ni perezoso en un santiam�n estaba adentro de su culito serruchando como el perro un momento antes, y ah� ocurri� mi milagro, empec� a sentir como ganas de mear y le dije a Luis que me sal�a para hacerlo, se sonri� y me dijo que siguiera serruchando que pronto me iba a ocurrir lo m�s lindo que nos pasa a los varones cuando cojemos.
Un momento despu�s sent� como una descarga el�ctrica en todo el cuerpo, una sensaci�n increible en la cabeza de la pija y en la zona entre el culo y los huevos y empec� a acabar por primera vez en mi vida, no creo que haya una sensaci�n mejor en la vida, viv� por y para eso desde entonces.