Mi primera experiencia no fue muy agradable pero creo que a
toda chica de hoy en d�a le pasa m�s o menos lo mismo. Se habla tanto sobre sexo
en la escuela, los chicos y las novelas nos hacen cada d�a m�s precoses. No me
animo a contar mi propia experiencia pero contar� la historia de mi amiga Yiyi.
Es mi amiga y compa�era de cole y me cont� todo con lujos de detalles. Por
supuesto que pondr� algo de mi propia cosecha y espero que sea interesante para
Uds.
La primera vez de Yiyi
Desde que cumpl� 14 a�os a mitad de este a�o, voy y vengo de
la escuela en bici. Mi t�o me regal� una todo-terreno que es un sue�o y con
otras cinco compa�eras nos acompa�amos todas las tardes haciendo bromas y
coqueteando por todos lados. Soy muy menudita y del grupo la m�s peque�a. Me
gusta andar fuerte en las avenidas y sentir mi pelo largo y lacio de color negro
jugar con el viento. A mis compa�eras le gusta m�s hacer paradas en las esquinas
y hablar con los chicos, curtir un poco, algunas tranzan para el fin de semana y
al final salimos solas y si vamos a bailar nos hacemos las interesantes.
A todas mis amigas les gusta jugar a la seducci�n y a m�
tambi�n. Pero mis amigas, que parecen mayores y algunas ya est�n muy
desarrolladas dicen y me cuentan sus experiencias con los chicos y a mi me
parece siempre incre�ble. Yo creo que son fantas�as m�s que nada y personalmente
en muchas ocasiones en que en un baile alg�n chico se me acerc� demasiado la
verdad es que no me gust� mucho y prefiero bailar suelto. Adem�s los chicos
compa�eros del cole, s�lo saben bromear y parece que es una competencia entre
ellos el salir con muchas chicas y dejarlas a todas. Suman puntos. Eso a mi me
parece tonto y muy chiquil�n. No digo que no hay que divertirse pero hay cosas
m�s importantes que esos juegos. Siempre tuve amigas m�s grandes que yo y con
ellas puedo hablar de cosas del futuro que son mas reales que esos juegos
tontos.
Mi �nica experiencia con el sexo fue en un "Colectivo" que me
llevaba al colegio y que un chico aprovechando que estaba lleno me afirm� por
detr�s y pude sentir su bulto en mis nalgas mientras se mov�a al comp�s del
camino, aprovechando cada frenada para hacer mejor contacto. En cuanto pude
librarme de �l me fui corriendo y me baj� en la parada del cole. Mis compa�eras
se rieron mucho cuando les cont� lo que me hab�a pasado y algunas se burlaron.
Hoy cuando a la salida del colegio nos dirig�amos a casa
hicimos una cortada por el parque de la ciudad. Justo frente al H�pico y las
grader�as del aut�dromo se me pinch� la bici. Mis compa�eras siguieron y me
dejaron con Tet� que vive cerca de mi casa para que fu�ramos caminando. Un
hombre que es el encargado del H�pico se ofreci� a arreglarnos la cubierta y lo
hizo gentilmente y no nos cobr� ni un peso. Es un hombre de unos 40 a�os pero
muy divertido y educado. Dice que hace el mantenimiento de ese sector del parque
y es el que soluciona todos los problemas de este sitio. Se llama Luis.
Nos hizo algunas bromas inocentes y nos despidi� riendo y
nosotras agradecidas.
Esta ma�ana cuando pasamos por el parque con Tet� rumbo al
cole, vimos al Luis que en un peque�o tractorcito cortaba el c�sped bajo unos
�rboles. Lo saludamos con la mano desde lejos. Es incre�ble que hayamos pasado
tantas veces por all� y no habernos dado cuenta de �l. Estaba vestido con ropa
de trabajo y con un sombrero muy divertido. El se sac� el sombrero y nos salud�
agit�ndolo.
Ya hace dos meses que cada vez que pasamos por el parque, nos
paramos a conversar con Luis. El siempre tiene algo nuevo para contarnos o
mostrarnos .A mi me dice que siempre tengo miedo y yo trato de demostrarle que
no. Es como una competencia entre el, Tet� y yo.
El es Jalador de caballos y puede correr con su caballo
tomado de las riendas varias vueltas a una cancha de rugby sin cansarse. Corre a
la par del caballo y lo obliga a un paso uniforme dice.
Yo les tengo un poco de temor a estos animales, pero el otro
d�a sub� a uno para demostrarle que no le tem�a. El s�lo se ri� y se fue a
ba�arlo.
Faltan dos meses para que terminen las clases y algunas de
mis amigas ya est�n de novias. Yo no veo la hora de estarlo tambi�n. Luis dice
que nunca me pondr� de novia porque soy una miedosa. La verdad es que no es por
miedo, es porque los veo muy tontos, con sus bromas infantiles y a otros
pedantes.
Hoy terminaron las clases y al pasar por el parque Luis nos
despidi� a todas hasta el a�o que viene. Yo le dije que no saldr�a de vacaciones
porque mis papas no estaban bien econ�micamente. Me dijo que si pod�a lo
visitara en cualquier d�a de estos. Creo que lo har� ya que Tet� se ir� dentro
de unas semanas de vacaciones y yo me quedar� sola.
Hoy Luis me beso. Nos hicimos muy compinches desde que estoy
sola y conversamos mucho mientras el trabaja. Me dijo que no sab�a ni besar a un
chico. Yo le respond� que si.
Que lo besara me pidi�. Yo le dije que estaba loco. El me
dijo que era porque no sab�a. Yo le dije que si. Entonces, me dijo, es que
tienes miedo de hacerlo. Yo le dije que no, Y fue all� que me tom� como de
sorpresa y me bes� r�pidamente en los labios.
Yo me qued� asombrada y fue entonces que se acerc� m�s y
tom�ndome con sus dos manos levant� mi cabeza y pude sentir un beso larg�simo en
mi boca. Su lengua entreabri� mis labios y se introdujo en mi boca mientras
jugaba con mi lengua. Su lengua suave y caliente dentro de la m�a. Sus manos
sujet�ndome la cabeza con firmeza y el mordiendo suavemente mi labio inferior,
para dejar mi boca y besar mis ojos que estaban cerrados.
Cuando abr� los ojos el se apart�, entonces yo le dije que
como hab�a visto yo sab�a besar. El se sonri� con esa sonrisa dulce que tiene y
me dijo, mas o menos, y se fue dej�ndome llena de una sensaci�n rara y ambigua
entre el cielo y la tierra porque el era el primer hombre que me besara y me
gust�. Me gusto. Me gust� mucho.
La relaci�n con Luis ha cambiado. Por lo menos para m�. Ahora
lo veo como un hombre fuerte que es, tiene belleza cuando su torso cubierto de
transpiraci�n brilla en el sol de este verano y marca sus m�sculos bien
definidos. Sus hombros anchos y su cintura bien formada hacen pensar en un
cowboy de pel�cula. Es alto, yo apenas le llego a la mitad de su pecho y sus
brazos fuertes y gruesos muy bronceados por el trabajo al sol.
Ya no hablamos tanto y el me mira mucho como esperando que yo
diga algo. Ahora tom� la costumbre de acariciarme la cabeza al despedirme. Dice
que le encanta mi pelo largo y lacio y me pidi� que nunca me lo cortara. No lo
har� nunca.
Creo que quiero que me bese otra vez pero me da verg�enza de
pedirlo. Cuando nos despedimos, el me besa las mejillas muy cerca de mi boca
pero nada mas. Eso me frustra un poco. De verdad quiero que me bese como lo hizo
antes. Voy a obligarle a hacerlo. Voy a provocarlo hasta que lo haga.
Me vest� de una forma muy provocativa. Nada raro, pero muy
cortito. Un top tejido de hilo, una pollerita muy cortita a cuadros escoceses
que no la usaba del a�o pasado (por corta), mis tenis y medias blancas cortitas.
Con mi bici llegu� al parque como a las siete de la tarde porque reci�n a esa
hora el calor disminuy�. Luis sal�a de ba�arse de los vestuarios de las cuadras
con s�lo un pantal�n vaquero.
Me dijo entre bromas que c�mo andaba as�, que lo har�a
infartar. Yo haci�ndome la inocente me re�a, y le dec�a que siempre me vest�a
as�.
Me invit� a tomar un refresco en el centro del parque pero yo
le dije que no, que prefer�a estar all� donde no hab�a gente.
Fuimos a darles la raci�n a los animales que estaban en box y
ya estaba oscureciendo cuando me invit� de nuevo a tomar un refresco. Yo me
negu� de nuevo y el en broma me levant� del suelo como si no pesara y me carg�
en uno de sus hombros y me dijo que me llevar�a a la fuerza. A unos diez metros
lo convenc� de que me dejara en el suelo que lo acompa�ar�a. Fue entonces que
sal� corriendo en direcci�n opuesta y me intern� en el parque. Los dos re�amos
mientras me persegu�a y seguimos riendo cuando al alcanzarme rodamos por el
pasto cerca de una p�rgola detr�s de unas ligustrinas. Los dos quedamos boca
arriba mientras recuperaba yo el aliento sin decir palabra. Un gran silencio nos
lleg� de pronto y pudimos ver el cielo que se tornaba cada vez m�s oscuro.
All� fue que me anim� y rompiendo el encanto le pregunt� si
le hab�a gustado besarme el otro d�a.
El se incorpor� un poco coloc�ndose de lado y mir�ndome con
esa mirada profunda y sincera me dijo que era lo m�s lindo que le hab�a pasado
en la vida. Yo me conmov� con sus palabras y llev� mi mano y toqu� su mejilla.
El tom� mi mano y la beso, luego me bes� en la frente, y luego yo no s� cuantas
veces me beso en la boca. De todas formas. Yo sent�a su barba corta y dura como
una lija rasparme mis mejillas pero eso me causaba enorme gusto y empec� a
improvisar yo tambi�n respondiendo a sus besos.
Su lengua quemaba mi cuello caus�ndome una sensaci�n de
terrible desasosiego y cuando la introdujo en mi oreja pude sentir su
respiraci�n de fuego que hizo que lo abrazara fuerte y que lo besara yo tambi�n
en la base de su cuello y sus hombros. Yo ya hab�a perdido la noci�n del tiempo
y nada me importaba. S�lo sent�a su boca que exploraba mi nuca, mi cuello y
bajaba hasta mi pecho que con su aliento y sus dientes me daban un c�mulo de
sensaciones que no podr�a explicar. Yo acariciaba ese cuerpo fuerte y musculoso,
duro y suave, c�lido y dulce que se rend�a a mis caricias. C�mo te amo mi
ni�ita, me dijo. Siempre ser�s mi ni�ita, porque siempre te amare. Como ahora y
para siempre. Y sigui� bes�ndome con ternura mientras yo sab�a que era verdad lo
que me dec�a y fue entonces que le dije que yo tambi�n lo quer�a. Hasta ahora no
me hab�a dado cuenta de cu�nto lo quer�a.
Sin que me diera cuenta su mano se introdujo por dentro de mi
top y acariciaba mi espalda hasta que con dos dedos hizo saltar el broche de mi
corpi�ito liberando mis tetitas. Eso me sobresalt� un poco pero no dije nada. Es
decir no tuve tiempo de decir nada porque su otra mano ya hab�a tomado una de
ellas y la estaba acariciando suavemente. Yo me qued� quieta mientras �l despu�s
de un gran beso en la boca levant� despacio mi top y mis corpi�itos que fueron a
parar cerca de mi cuello y su boca se apoder� de mis pezones que en el acto se
pusieron duro o ya lo estaban, la verdad es que no lo recuerdo. En ese momento
ya no pod�a pensar en nada. Todo era nuevo. Todo era distinto a lo imaginado. No
parec�a real, era un sue�o. Un sue�o hermoso.
Yo solo pod�a tener en mis manos esa cabeza hermosa que me
estaba dando una lecci�n hermosa, y acariciar sus cabellos y sus hombros. Mi
respiraci�n empez� a acelerarse y en ese momento dejando mis pezones su boca
empez� a deslizarse por mi cuerpo hacia abajo, muy despacio, lentamente,
mientras su lengua recorr�a toda mi piel hasta detenerse en mi pupito.
Mi est�mago se contra�a y distend�a r�pidamente sin que yo
pudiera hacer nada por pararlo. Un calor se instal� en mi cuerpo y mi coraz�n
bombeaba en mis o�dos como un tambor. Quer�a seguir as� para siempre.
Pronto una de sus manos se apoderaron de mi pantorrilla y
empez� a subir lentamente mientras me dec�a que mi piel era de porcelana. Hizo
una peque�a presi�n en la parte posterior de mi rodilla haci�ndome levantarla un
poco, cosa que aprovech� para deslizar su mano por mi muslo posterior casi hasta
mi cola. Yo le tom� la mu�eca y le dije "no". El sin retirar su mano se sonri� y
despu�s de un beso en la boca me dijo que no tuviera miedo. Yo le dije que no lo
ten�a. Pero eso no. El me dijo "siempre tienes miedo, de todo, pero no tengas
miedo. No haremos nada que no quieras mi beb�."
Sus ojos me miraban a los ojos con ternura infinita. Yo no
sab�a que era lo que quer�a o no. En ese momento s�lo deseaba que no pasara
nunca y seguir sintiendo ese mundo de sensaciones nuevas que me volv�an loca. El
continu� con sus caricias por toda mi piel y sus besos se multiplicaban por
todos lados y mi cuerpo respond�a sin que yo pudiera evitarlo mientras un sopor
y un desfallecimiento hizo presa de mi cuerpo. Toda resistencia desapareci� y la
verg�enza que sent�a al principio dej� de existir. Ya nada me importaba y s�lo
me concentraba en la nueva sensaci�n que me daba esa boca divina.
Fue entonces que sent� que su mano tocaba los labios de mi
vajina por sobre mi tanguita y me qued� sin respiraci�n. Sali� un suspiro de mi
boca y el meti� su lengua en mi boca mientras con cierto ritmo lento me la
acariciaba. Eres hermosa mi ni�a, eres hermosa, me dijo, y tom�ndome por la
cintura peg� mi cuerpo al suyo. Con su otra mano termin� de sacarme el top y mis
corpi�os y pude sentir entonces su pecho peludo y firme contra mis delicadas
lolitas. En ese momento me sent� suya. Estaba rendida a su voluntad. A sus
deseos. A sus manos. A sus besos. Todo mi cuerpo se fund�a a ese pecho fuerte y
caliente al que abrazaba con todas mis fuerzas.
El se dio cuenta de mi abandono y se incorpor� un poco y
pasando una pierna sobre las m�as se coloc� encima de mi y me besaba con
ternura. Yo sent�a su sexo entre mis pierna que s�lo el pantal�n de lona lo
separaba y fue extra�o el placer que sent� cuando el empez� amoverse encima de
mi en un vaiv�n r�tmico y enloquecedor. Con una mano acariciaba mis cabellos y
con la otra mis pechos y caderas hasta que su mano se apoder� de mi ingle y
haciendo presi�n en ella me dijo al o�do y en un susurro que quer�a que fuera
suya.
Yo no pod�a responder, me ahogaba en mar de sensaciones
nuevas.
Mi peque�a falda hab�a quedado enrollada en mi cintura y
ahora su mano tiraba de mi tanguita hacia abajo. Yo tom� su mu�eca de nuevo y le
dije "NO".Pero el pareci� no o�r hasta que estuvo en mis rodillas y recostando
otra vez el peso de su cuerpo sobre el m�o me dijo que no tuviera miedo. Que me
quer�a y que era suya y el m�o.
Luego de un rato, del tiempo ni hablar, se arrodill� con mi
cuerpo entre sus piernas y pude ver por el reflejo de un lejano farol, ese
formidable cuerpo sobre m�. Muy lentamente y mir�ndome a la cara, empez� a
desprender el bot�n de su pantal�n Jean y bajar la cremallera de su cierre. Yo
por un pudor sin sentido mir� para el costado. Sent� sobre mis piernas c�mo el
pantal�n se bajaba hasta sus rodillas y cuando volv� mi cabeza s�lo vi. su cara
que buscaba mis labios. Sent� su sexo caliente sobre mi vientre y su mano llev�
a la m�a hasta su cosa. Si bien nunca hab�a tocado ninguna lo dej� hacer por
curiosidad y me sorprendi� la dureza que ten�a. Me pareci� enorme ya que mis
dedos no pod�an cerrarse alrededor de ella y su piel algo suelta se deslizaba
hacia atr�s cuando la apretaba.
Un temblor por todo mi cuerpo me recorr�a y ya no era due�a
de m�. Quer�a y no quer�a. Me resist�a a sentir lo que estaba sintiendo, pero me
ofrec�a toda a cada caricia, beso y sensaci�n nueva que este hombre provocaba en
mi. Temblaba como una hoja sin poder contenerme. Un desfallecimiento de mis
miembros dej� expuesto ya todo mi cuerpo a las manos de mi hombre que
despaciosamente liber� mis piernas de la enrollada tanguita sin dejar de
regalarme su contacto corporal. Me sent�a desnuda y libre aprisionada entre sus
musculosos y c�lidos brazos. El olor de su cuerpo y el de la hierba reci�n
cortada se hac�an cada vez m�s penetrantes y yo era una antena que captaba como
si fuera nuevo todo lo que pasaba dentro o fuera de m�. Fue en alg�n momento de
esos que �l, apoyado sobre sus codos sobre mi cuerpo, introdujo una pierna entre
las m�as y pude sentir los bellos de su muslo rozar los labios de mi cosita
asi�ndome temblar de con m�s intensidad.
Ya no me dec�a nada, ya no murmuraba en mis o�dos. Su
respiraci�n era entrecortada y sus caricias m�s violentas. Me sent� totalmente
vulnerable cuando introdujo su otra pierna entre las m�as y abri�ndolas dej�
descansar sus test�culos pesados sobre mi cosita que lat�a al ritmo de mi
vientre. El retir� mi mano de su miembro que ahora descansaba sobre mi cuerpo en
todo su largo y majestuosa virilidad.
Cuando despu�s de besarme el cuello por cent�sima vez se
levant� un poco y tomando su enorme falo lo coloc� apuntando a la entrada de mi
cosita, me dio miedo. Pas� por mi cabeza en un segundo todo lo que sab�a de
sexo, de todo lo que mis amigas me contaron, y tuve miedo. Era un miedo
irracional, y sin embargo estaba all� sin moverme y dejando hacer sin emitir una
palabra. El con su cosa en la mano rozaba los pliegues de mis labios vaginales y
lo pasaba por el bot�n de mi cl�toris moj�ndome con su jugo caliente. En un
momento dado abri� con sus dedos mi conchita y por primera vez sent� el fuego de
su sexo en ese lugar y mi miedo aument� a casi p�nico.
Lo dej� all� y alzando su pecho del m�o al extender sus
brazos tom� distancia de mi cara mientras me miraba a los ojos. En ese momento
fue como si me dijera "si no quieres, no", pero yo mir� su torso desnudo sobre
m�, y me aferr� a sus mu�ecas mientras un impulso me hac�a mover mi pubis
lentamente.
El presion� un poco con la cabeza de su pica hinchada y dura
la entrada de mi cosita y pronto encontr� la entrada que como un conejito
asustado palpitaba.
Fue en ese momento que comprend� totalmente lo que me estaba
pasando."Dios, est� por pasar, pens�, esto es de verdad."
Y ya no pude pensar mas nada. La cabeza del miembro de Luis
se mov�a lenta abriendo poco a poco los labios de mi conchita que por el miedo
ahora se hab�a secado totalmente. Se mov�a hacia los costados y luego empujaba
un poco mientras yo sent�a c�mo se estiraba mi rajita tratando de contener por
primera vez ese inmenso garrote. Trate de ayudarlo en lo que pude mientras el
empujaba lentamente su sexo hasta que un ardor intolerable me indico que ya no
pod�a dilatarse mas mi agujerito , que ya estaba en el l�mite de su tama�o y que
era imposible que pudiera alojar esa cabezota caliente y dura que pretend�a
meterse.
Mis manos fueron al pecho de mi hombre y mis dedos se
enredaron en su vello mientras con un gesto de dolor de ped� que no siguiera.
"Espera por favor le dije. Me duele. Espera."
Se quedo quieto y yo levant� la cabeza un poco y pude ver con
sorpresa que su miembro estaba todav�a afuera y s�lo la puntita se perd�a entre
mis bellos p�vicos. Me duele mi amor, le dije. El respondi� "lo s� mi amor, lo
se" "ya se acostumbrar� tu cosita a mi cosa y no te doler� mi ni�ita. No te har�
da�o mi cielo, te amo, te amo tanto".Y mientras dec�a esto, empujaba m�s y mas y
el ardor era intolerable. Me empec� a desesperar, el aire me faltaba y me
aferraba ara�ando su pecho y ya no pod�a articular palabras. Sent�a cada
mil�metro de esa pica que me taladraba y abr�a cada vez m�s y m�s y s�lo unos
quejidos sal�an de mi boca cada vez que embest�a .Le supliqu� que parara pero no
se detuvo. Yo trat� de safarme de la posici�n en que estaba para que saliera esa
cosa caliente y palpitante que me llenaba toda y el con todo el peso de su
cuerpo me inmoviliz�. Pasando sus brazos por bajo mi espalda tom� mis hombros
desde atr�s y ya no tuve escapatoria.
Elev� un poco el vientre y tomando impulso empujo con fuerza
su cosa dentro de m�. Un grito de dolor sali� de mi garganta mientras se nublaba
todo a m� alrededor. Sent� que algo se romp�a dentro de m� con un dolor sordo.
Su miembro se incrustaba cada vez m�s, y toda entera me sent�a que me part�a en
dos. No era yo la que estaba all�. De pronto sent� que lloraba y suplicaba que
me lo sacara. Me sent�a ya sin fuerzas y mis manos y brazos cayeron a los
costados aferrando la hierba. Mis dientes mordieron mis labios varias veces pero
no pod�a dejar de quejarme. El dolor era insoportable.
El se movi� ahora un poco m�s r�pido y cuando menos lo
esperaba de un solo envi�n lo introdujo entero en mi interior. Lo sent�a bombear
en mi interior dilatando todos mis �rganos y sus bolas daban en mis nalgas.
Sent�a c�mo esa v�bora de carne caliente hac�a presi�n dentro de m� hasta el
l�mite impensado. Lo sent�a en mi barriga arriba del pupo como queriendo llegar
a mi coraz�n.
En ese momento sent� c�mo un l�quido caliente me ba�aba toda
por dentro y el par� sus movimientos y me bes�.
Agradec�a al cielo que se parara. Su miembro segu�a dentro de
m� y pod�a sentir cada movimiento por �nfimo que fuera, cada latido del coraz�n
agitado de Luis.
De pronto una gran ternura se apodero de m�. Si bien estaba
llorando todav�a me abrace con fuerzas a ese cuerpo que estaba dentro de mi y lo
bes�. El dolor no era ya tan fuerte pero me ard�a mucho. El estuvo as� un tiempo
dentro m�o y luego me habl� con palabras de enamorado y sent� en ese momento que
era suya. Que le pertenec�a. Y lo abrac� con m�s fuerza.
Mientras me hablaba sent�a c�mo su falo crec�a de nuevo
dentro de m�. Yo le ped� que no siguiera, pero el me dio muchos argumentos
mientras sin salir de adentro me elev� un poco por mis nalgas y puso mis pierna
alrededor de sus caderas y empez� con un vaiv�n enloquecido que me aceleraba la
respiraci�n buscando aire a cada embestida. Mi rajita daba en su velludo vientre
cada vez m�s r�pido y una sensaci�n de entrega total y debilidad se apoder� de
m�. Estaba en el aire pr�cticamente pues el me tomaba de cintura y yo aferrada a
su cuello en cada movimiento me incrustaba en el cada vez mas pero ya sin
importarme nada. El dolor cedi� y el ardor se mezcl� con una nueva sensaci�n que
dejaba espacio a cierto placer en el roce de todo mi cuerpo. La violencia de las
envestidas se fueron haciendo cada vez m�s tremendas y un v�rtigo terrible
estall� en mi interior desparram�ndose por mis piernas y subiendo a mi garganta
en un grito mientras la sensibilidad de mis pechos peque�os eran latidos,
electricidad y m�sica. Ya no era due�a de nada y desfallecida por tanta emoci�n
afloje mis brazos y sent� el c�sped en mis espaldas. El se arrodill� y puso mis
doloridas piernas en sus hombros y por un rato mas estuvo mete y saca hasta que
sent� de nuevo que me inundaba con su jugo caliente.
De m�s esta decir que no pude montar en mi bici por un
tiempo, pero a Luis, por el resto de las vacaciones, si.
Esto me cont� Yiyi y les dir� que en cuanto a hombre no
exagera nada porque yo lo conoc� a Luis. Era tierno, amable, pero jam�s me pas�
por la mente que tuviera onda con Yiyi y menos que le haga el amor y fuera �l el
que la desvirgara.
Disculpen que me atreva a publicar esto ante Uds. Pero s�lo
quiero colaborar con la p�gina a la par de tan buenos escritores que encontr�.
Los felicito a todos y gracias.