Siempre tuve suerte con las mujeres en los lugares de
trabajo, es m�s, en toda oficina en la que trabaje por lo menos tuve un affaire.
Pero hay uno que recuerdo especialmente porque se trat� de la primera vez que lo
hice con una mujer casada y 15 a�os mayor.
Para contar este relato le dar� el nombre de Andrea, pelo
casta�o, ni muy alta ni muy baja, simp�tica, ex modelo de ropa desde hace
algunos a�os debido a que hab�a alcanzado los 45 a�os. Termino trabajando en la
oficina donde yo estaba porque su esposo qued� desocupado o de paro como dicen
los espa�oles.
Al principio no le prestaba atenci�n porque no pasaba por mi
cabeza la idea de salir con una mujer mayor y adem�s casada, habiendo tanta
chica joven por la ciudad. Las tareas de la oficina quisieron que form�ramos un
equipo de dos, por lo que la cotidianeidad y la buena qu�mica entre ambos
terminaron haciendo el resto.
Hubo 4 elementos de ella que hicieron cambiar mi mirada hacia
ella en la forma en que el lobo mira a su presa: primero su inocencia (que no
dur� mucho tiempo); segundo, sus piernas largas que escond�a bajo sus amplios
pantalones; tercero, sus tetas bien formadas (tipo gota de agua, no s� si me
hago entender) Las modelos son un poco lisas para mi gusto, pero Andrea ten�a
las tetas m�s grandes que lo usual y por �ltimo, porqu� no, su encantadora
sonrisa.
Fue s�lo cuesti�n de esperar el momento propicio...
Un d�a quedamos solos en la oficina, tapados de laburo y nos
dejaron las llaves para que cerr�ramos cuando termin�semos. Est�bamos bastante
cansados y le ped� que me hiciera un masaje en los hombros porque los ten�a
doloridos. Solo hab�a sido una excusa para devolverle el favor. Me ofrec� a
hacerle lo mismo, pero no espere su respuesta y la empec� a masajear en su
silla. La relaj� bien y cuando menos lo esperaba deslice suavemente mis manos
hacia sus tetas. Se qued� helada y despu�s de unos segundos me dijo:
"Raulito, me parece que no me gusta nada lo que estas
haciendo."
En ese momento el fantasma de una acusaci�n de acoso sexual
choc� en mi cerebro, por lo que decid� cesar de inmediato de apretarle las
tetas.
Le ped� disculpas, le dije que no sab�a que me hab�a pasado,
que por favor no se lo dijera a nadie y cuando nos despedimos me hice el
avergonzado. �Si estaba preocupado? �Por supuesto que no! Cuando le acarici� las
tetas, aunque fuera por segundos note la exquisita sensaci�n de sus pezones
duros. Hice un poco de teatro como precauci�n. �La mente de las mujeres es tan
complicada!
Al d�a siguiente algo hab�a cambiado en Andrea. Su forma de
vestir cambi� para siempre. Vino con una camisa ajustada y abierta que, ahora
s�, mostraban las formas de unos senos generosos. Sin ser minifalda, su pollera
contorneaba sus esbeltas piernas y redondo culo que terminaban en unos delicados
y huesudos tobillos, acompa�ados por zapatos de tacos altos y envueltas en
medias de nylon de esas que tienen una l�nea oscura en la parte posterior.
Su maquillaje era de una perfecci�n profesional (de ese tema,
sin duda ten�a conocimiento) y sus movimientos eran l�nguidos y sensuales. No
fui el �nico que lo noto, porque hubo varios silbidos de aprobaci�n en la
oficina. De no saber que era el responsable de ese cambio hasta me habr�a
sentido celoso.
Sin embargo el principal cambio que yo not�, estaba en su
mirada. Era una mirada que tienen aquellas personas que dominan una situaci�n,
algo extra�a y dif�cil de explicar. Me miraba de reojo y cuando notaba que yo la
miraba manten�a la vista por unos segundos hasta que la bajaba hacia los papeles
que le�a. Pensaba que yo tendr�a miedo que ella abriera la boca y les dijera a
los jefes la situaci�n del d�a anterior. Sin duda pensaba sacar alguna ventaja
de esta situaci�n. �Pobre ilusa!
En un momento del d�a se acerc� a un lado de mi escritorio,
estando yo sentado, para hacerme una consulta pueril, pero apoyo su cadera y
nalga contra mi hombro y antebrazo, pensando que me iba a hacer sufrir y que me
iba a poner nervioso con esto. Como mi escritorio daba de espaldas a la pared y
nadie pod�a ver, pas� r�pidamente mi brazo por detr�s y ubiqu� mi mano entre sus
piernas. Comenc� a subirla lentamente hasta dejarla aprisionada entre ellas,
hasta tocar la telita de sus pantys.
Nuevamente la hab�a dejado helada, pero para mi sorpresa
tardo en reaccionar. Cuando lo hizo susurro en�rgicamente: "Ra�l solt�me,
solt�me" y trato de zafarse, pero yo la agarre con fuerza de la pierna y segu�
toc�ndola en la chochita con alg�n dedo que me quedo libre. No le qued� m�s
remedio que quedarse quieta porque si bien los otros no estaban mirando, estaban
ah�.
Solamente la solt� cuando ten�a los dedos mojados de su
excitaci�n. Fue directo a su escritorio y no levant� m�s la vista. Al final del
d�a quedamos nuevamente solos y esta vez fui yo el que se acerc� a hacer una
pregunta pueril. Ella estaba sentada y yo parado. Estaba tan confundida que no
entendi� una palabra de lo que le dije y simplemente acerque mi rostro y le di
uno beso largo y apasionado. Les hab�a dicho que Andrea era ingenua, por lo que
su respuesta me sorprendi�. Ella vio la forma de mi pija que abultaba el
pantal�n y se abraz� a mi entrepierna, restregando su mejilla y labios contra mi
picha que a esta altura estaba bastante gorda. Su rostro estaba rojo, sus ojos
cerrados y sus labios abiertos, �stos se desfiguraban cuando los restregaba por
el pantal�n (que dicho de paso, me ensuci� con su l�piz labial. �Pero a qui�n le
importaba en ese momento!). Fue algo instintivo y espont�neo en ella.
"No, no,... no puede pasar esto, soy una mujer casada" -
dijo.
Debe ser uno de esos momentos en que las mujeres dicen que
ponemos cara de est�pidos, pero como no me estaba mirando trat� de poner la voz
m�s machaza posible y le dije:
"Era inevitable".
Qu� boludo �no? Pero en ese momento no tuve otra frase mejor
que decir. As� que, en vez de seguir hablando la abrace, la bese, la acarici� y
tambi�n la apret�... �y le encant�! Ahora en vez de decir: "No, no... soy una
mujer casada", dec�a: "No, no... ac� no".
Pas� una semana hasta que pudimos encontrarnos en un hotel.
�Salir con una mujer casada con un desocupado que no tiene otra cosa que hacer
que estar pendiente de su mujer puede ser bastante problem�tico!
Cuando sub�amos a la habitaci�n mir� hacia atr�s y como no
hab�a nadie le empec� a acariciar las nalgas. �No creo que halla cosa m�s suave
y agradable al tacto que el culo de Andrea!
Cuando digo que era ingenua, quiero decir tambi�n que era
bastante inexperta. Se hab�a casado joven y parece que su esposo no hab�a sido
muy imaginativo que digamos.
A tal punto era inexperta que se sorprendi� cuando me
desnud�. Se fue al toilette sin mirarme. Despu�s de unos minutos apareci� en
ropa interior y con baby doll negro. Cuando la vi se hizo la bandera. �Qu�
espect�culo! Qu� puedo decir... el cuerpo de una modelo de revista... bueno, as�
era Andrea, pero con unas buenas tetas.
Su mirada ten�a un solo objetivo: mi pija que se iba
levantando cent�metro a cent�metro, hasta apuntarle entre medio de los ojos. La
miraba como hipnotizada.
Me acerqu� hasta abrazarla y me pregunt� si ella me gustaba.
Como se habr�n dado cuenta no soy muy bueno para hablar, as� que le saqu� el
baby doll a lo bestia, le arranque la ropa interior y empec� a besarle los
senos. Le pasaba la lengua por la aureola, luego escalaba por sus pezones y me
daba una vuelta por la c�spide. Sin darnos cuenta ya est�bamos acostados en la
cama, en un abrazo donde nuestros cuerpos se confund�an. De casualidad pas� mi
lengua por su oreja y fue el gatillo que disparo la sexualidad de Andrea. No me
pregunten por qu�, a algunas mujeres les vuelve loca el cl�toris o el punto "G",
pero a Andrea le volv�a loca la lengua en la oreja. La ten�a debajo de m� y
sent�a un terremoto de hembra a pesar de pesar 30 kilos m�s que ella. Me agarro
de los pelos con ambas manos y me trajo hacia sus tetas diciendo:
"�Toma beb�, b�same las tetas... ven� que Andrea te da de
mamar... ahhhhhh qu� placer!"
No me dio tiempo a nada. Mientras me ahogaba entre sus tetas
me agarr� con sus piernas por la cintura y frotaba su pubis en�rgicamente contra
mi vientre.
No hay nada que me excite m�s que una mujer excitada. Decid�
tomar control de la situaci�n y me incorpor� arrodill�ndome de frente a ella,
tom� sus piernas por debajo los muslos y la sub� hasta que mi pija quedo en el
triangulo de sus piernas y conchita, pase sus pies por detr�s de mi cintura
hasta que quedaron enganchados uno con el otro, apunt� y le met� la cabeza de la
pija, sintiendo la presi�n de su vagina que era estrechita. Me pareci� que
necesita un poco m�s de trabajo antes de empalarla y le agarre las tetas con
ambas manos y empec� a apretarlos y moverlos en forma circular mientras
restregaba de arriba abajo la pija por su chochita. Cuando cedi� un poco la
presi�n de su concha ya bien lubricada, no tuve piedad y empec� a penetrarla
cent�metro a cent�metro hasta el fondo, con suavidad pero sin pausa.
"Aahhhhhhh, qu� delicia. Toma pija mi amor... as�, as�
g�zala" - dije
Andrea mov�a su cabeza de un lado a otro, respirando profunda
y r�pidamente por la boca.
"Coj�me papito, coj�eme, aahhhhh que divino... me mataas"
dec�a ella.
Generalmente soy yo el que acaba primero, sac�ndome toda la
tensi�n y la calentura acumulada, lo que me permite disfrutar mejor de los
polvos siguientes... �pero esta guacha me gano!
Disfrutaba como una loca, dec�a frases incongruentes como:
"pija, pija. mete, duro.... y los t�picos ahhh, ahhhh"
Se ve�a que ella no aguantaba m�s del placer. Verla gozar de
esta manera me estaba s�per calentando, pero no acababa. Sin darme cuenta estaba
aumentando el ritmo, la profundidad y el �mpetu de la cogida. En ese momento se
llev� la mano a la boca y empez� a temblar todo su cuerpo. Yo no tuve
misericordia y le segu� dando m�quina.
Segu� as� por un tiempo hasta que se relajo y retir� su mano
de la boca mostrando esa sonrisa de satisfacci�n que tienen las mujeres cuando
est�n bien cogidas y dijo:
"Ra�l... qu� divino... qu� divino"
Ah� s� que acab� con todo. Por un momento desapareci� el
mundo. Fue un gran orgasmo y cuando tom� conciencia nuevamente estaba sobre el
cuerpo de Andrea que respiraba agitadamente. Est�bamos empapados en un caldo de
sudor y fluidos.
Despu�s de un cigarrillo me dijo que no sab�a cu�ntas veces
hab�a acabado mientras acariciaba con ternura mi pija. Result� que era
multiorg�smica, pero que hasta ese momento no lo sab�a. Realmente estaba
obsesionada con mi pija. La miraba, la acariciaba, me dec�a que era grandecita,
suavecita...
Entonces le pregunte que por qu� no le daba un beso. Me mir�
como diciendo �al fin! Se le abrieron los ojos de felicidad.
"Nunca chupe una pija" - me dijo
"Es algo innato de las mujeres, todas la chupan... y a tu
marido...?" - le pregunt�
"No, me da verg�enza con �l"
"Bueno, yo creo que se merece un beso �no?"
Se bajo hasta la entrepierna, junto los labios exageradamente
para dar un beso y roz� la cabeza de la pija con los labios. Me mir� con una
mezcla de malicia y picard�a y otra vez la beso, pero esta vez haciendo un ruido
de beso "muac". Repiti� lo mismo pero besando toda la cabeza de la pija. Me mir�
nuevamente pero esta vez con una sonrisa de puta consumada que sabe el placer
que esta dando y comenz� nuevamente a besar pero con los labios levemente
abiertos.
"Voy bien se�or?" me pregunto con una sonrisa que ya
ten�a muy poco de inocente.
"Alguna vez tomaste helado de pija?"
"Helado de pija? me dijo inclinando la cabeza a un
costado y esta vez s� con algo de ingenuidad.
"Ser� as�?"
Y comenz� a lamer la pija como un helado, comenzando desde la
base y terminando en la punta para que no se derrita. Y la verdad era que me
estaba derritiendo... y se daba cuenta de ello. Ahora ella sola tom� la
iniciativa y pasaba sus tetas por la verga. Se deten�a cuando sus pezones
rozaban la punta, levantaba la vista buscando la m�a y sonre�a. Despu�s se puso
la pija entre el surco de sus tetas y me empez� a pajear con ellas. Cuando sus
tetas golpeaban mis huevos me excitaba m�s todav�a. Ahora cuando la pija estaba
en lo alto de sus senos la besaba nuevamente. De repente me mir�, con los ojos
entrecerrados y relami�ndose los labios me dijo:
"Qu� rrrica pija... toda para m�", pero esta vez se la
meti� en la boca hasta que desapareci� la mitad de la picha dentro.
Empez� un movimiento ascendente y descendente que comenz� a
acelerarse. Le dije:
"Tr�gatela m�s"
"No puedo, no me entra mi amor" me respondi� con un poco
de culpa.
Pens�: "bueno, para ser la primera vez esta bastante bien..."
Sigui� d�ndole pero ahora la completaba con movimientos circulares de su cabeza
cada vez m�s r�pidos. No lo pude contener ni la pude poner sobre aviso. Ella
emiti� un:
"Uhhhmmmmm Uuuuuuhmmmmm, hmmmm", pero que dejaban
comprender su placer y su sorpresa.
Levant� la cabeza y entre la comisura de los labios ten�a un
hilo de semen. Le dio un beso nuevamente a la pija y me dijo:
"Ahhh, mi amor... la lechita caliente... la leche
adentro", y la sigui� chupando hasta dejar la pija bac�a.
Se incorpor�, me mir�, mir� la pija y ri�ndose me dijo:
"Qu� limpita que esta" y me dio un tierno beso en los
labios.
Hab�a otras cosas que Andrea no hab�a probado, como que le
chupen la concha o que la cojan por el culo y en las cuales la tuve que
instruir, pero con una alumna tan aplicada y devota no puedo decir que no halla
sido un placer. En otra oportunidad les contar� acerca de esos encuentros con
Andrea.
Rocco
Enviar comentarios a:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO