Relato: mi hermanita isabel entre el cielo y el infierno 2



Relato: mi hermanita isabel entre el cielo y el infierno 2

Ah� estaba yo, pensando en retrospectiva todo lo ocurrido en la noche, los acontecimientos que nos hab�a llevado a tan dram�tico y er�tico desenlace, acababa de suceder, una realidad que cambiar�a nuestras vidas por completo. Hab�a hecho el amor con mi hermanita�
Mientras me maldec�a por dentro y sent�a que estaba condenado a arder en el infierno, la abrazaba fuertemente a mi pecho como si al soltarla se ir�a flotando, sent� su calor que me reconfortaba, su suavidad, su aroma a mujer que sent�a en cada respiro, la besaba en la frente y en las mejillas con besos delicados y suaves casi imperceptibles para no despertarla, hasta llegar a sus h�medos y tersos labios como la delicada y dulce piel de un durazno. Olfateaba su cabello y su cuello como un cachorrito. Su cuerpo estaba tan cerca del m�o, est�bamos en un lazo irrompible, ella ligeramente m�s abajo a la altura de mi barbilla con su pierna sobre sobre m�, un brazo me cruzada la parte media de mi torso, su cabeza sobre mi pecho su cara mirando de un lado y ten�a pegado una oreja a mi pecho justo sobre mi coraz�n, como lo har�a un doctor, es como si necesitara o�r mis latidos para dormir, y al mismo tiempo que daba grandes suspiros, como si mi aroma la hiciera so�ar, yo pod�a percibir cada textura de su cuerpo, sus suaves pechos sobre mi vientre que hac�an presi�n cada vez que respir�bamos, su cabello haci�ndome cosquillas, su cadera apretaba contra m�, incluso sus pies fr�os que me erizaba cada vez que topaban con los m�os. Empezaba a amanecer el cielo oscuro se volv�a en un azul cada vez m�s claro, yo no quer�a que ese momento acabara. Los dos tuvimos un pensamiento casi telep�tico, que el tiempo se detuviera y qued�ramos as� como dos estatuas de m�rmol abrazados y congelados por todo la eternidad en nuestro momento m�s glorioso, nunca seriamos m�s j�venes y felices, �ramos plenos hombre y mujer, Ad�n y Eva, sin pasado que lamentar y futuro en que pensar�. Solo nosotros dos. El mundo bien podr�a acabarse y no nos importar�a solo nos quedar�amos vi�ndonos uno al otro mientras todo se derrumbarse a nuestro alrededor. Era la culminaci�n de tiempos de tristeza y de soledad, nunca imaginamos que ese momento seria uno de los m�s memorables de nuestras vidas. Algo que recordar de viejo re�r y pensar que nuestras vidas no fueron un completo desperdicio�
El sol sal�a y todo se iluminada en la habitaci�n, mientras todo se oscurec�a en nuestras mentes, era momento de despertar, y soltarnos, desconectarnos� la realidad ca�a como un balde agua fr�a me llegaron a la cabeza im�genes de nuestro acto sexual, las sensaciones, las cosquillas, los nervios, las risas, uno que otro tir�n en los m�sculos y extremidades entumecidas. No pude evitar que mi pecho se contrajera por un leve sollozo, era inconcebible que un macho como yo, estar�a as� despu�s del sexo, pero no me importo porque a ver abajo vi dos ojos grandes y despiertos llenos de l�grimas y que en un parpadeo un par cayeron abruptamente una cayo de imediato sobre mi pecho desnudo y la otro quedando atrapado en un costado de la nariz, hasta que se desbordo dejando caer un peque�o lago, era imposible articular una palabra, no quer�a que mi voz se quebrara quer�a ser fuerte, que estaba a salvo conmigo, solo una cosa quedaba por hacer� expresar mis sentimientos y mis deseos a�os de lujuria que se hab�an acumulado y que ninguna porno de cualquier tipo, softcore, hardcore ning�n fetiche hubieran calmado mi pasi�n por aquella mujer, hermosa, juvenil, 15 a�os reci�n cumplidos en pleno desarrollo todo su cuerpo era tierno y suave, con piel morena como el az�car que lleve ese mismo nombre, pelo ondulado hasta los hombros, ojos de mirada triste. Es una chica com�n en lo f�sico sin nada de modelos exuberantes o caras angelicales, solo hab�a algo que la hac�a especial, me amaba como yo a ella y quer�a ser mi mujer. Nada de esto suena mal con el detalle que es mi dulce hermana, una abominaci�n en la sociedad actual, ni pensar que me har�a mi papa y mis otras hermanas y hermano, mi mama de seguro me enterrar�a en vida y fingir�a nunca haber tenido un hijo tal como yo. Con eso en mi mente me acerque a ella y la bese profunda y apasionadamente, como dos amantes despidi�ndose, tantas historias tr�gicas de amores imposibles y malogrados, historias litar�as de un dramaturgo franc�s, historias de guerras y estaba ah� viviendo la m�a. Despu�s de ese beso apasionado todo fue tan natural todo miedo y angustia se hab�a ido, el beso fue tan largo que las l�grimas ya hab�an secado dejando de si un poco de maquillaje disuelto en sus mejillas, solo con la sensaci�n de mariposas en el est�mago ese nerviosismo que sientes antes de hacer el amor. Fui por su cuello la bese fuertemente casi al punto de dejar marca, sabore� cada rinc�n con mi lengua sub� a su o�do como si quisiera susurrarle algo y empec� pasar con mucho cuidado mi lengua por el l�bulo subiendo por los pliegues y bajando otra vez al cuello sent�a como su respiraci�n aumentaba con una mano en mi espalda y la otra estrujando un gran pliegue de la sabana, sub� por su cuello hasta llegar a su barbilla y llegar a sus labios para ahogar sus gemidos crecientes, ya con la pasi�n en todo nuestras mentes jugamos con nuestras bocas, nos mord�amos los labios suavemente, hac�amos que nuestras lenguas revoletearan como si ellas fueran nosotros revolc�ndonos en la cama, su saliva era un elixir para m�, ella chupaba mi lengua como si fuera un pene con tanta pasi�n que a veces choc�bamos nuestros diente como todos unos principiante que lo �ramos en al arte de besar.
Poco a poco nos perd�amos en nuestros instintos baje a su pecho y le subi la blusa para verle los seno ella alz� las manos sin decir nada, le quite la blusa dejando relucir tan bello par hermoso, sensual y me acerque lentamente esta vez lo tomar�a con calma y no me abalanzar�a como lo hice en la noche anterior, la acost� fui por la clav�cula besando todo al camino hasta los pechos primero besando alrededor hasta llegar a la areola con peque�os besitos recorr� toda la circunferencia y me detuve un segundo y con mis labios apret� el pez�n y jale hasta que se resbalo y sali� de mi boca, sent� como mi hermana tembl� y sent� su pez�n erecto y agarro mu cabeza y la dirigi� al otro seno y hice los mismo con mucha delicadeza creo que eras m�s sensible de esa lado para dejo escapar un leves gemidos mientras apretaba mi cara contra su pecho mientras la abrazaba con mucha fuerza me monte sobre ella con las piernas abiertas para tener mejor �ngulo sobre sus pechos y poco a poco fui bajando beso a beso, mordisco a mordisco hasta llegar al ombligo mientras lo lamia y jugaba con su peque�o y coqueto piercing que volvi� locos a nuestros padres hace un par de a�os, sum�a el vientre y se arqueaba dejando salir unas infantiles risitas y con sus manos me empuj� lentamente hacia abajo la cabeza para apresurarme y que llegara la mejor parte y yo decidido a tomarme mi tiempo fui recorriendo todo lo largo del el�stico de su calzoncito y fui recorriendo y olfateando cada espacio de esa llanura triangular hasta llegar al monte de venus tan suave y prominente, algo que encuentro sumamente er�tico y sensual me met� de lleno su rica conchita que se ve�a cada pliegue ya que estaba tan mojada que se hab�a pegado a sus formas femeninas, la estimule sobre el panty con mi nariz estaba justo sobre el monte de venus y pod�a percibir cada aroma, olia sus feromonas el olor de sus jugos ol�a a hembra a mujer en �xtasis a mi mujer, mi hermana, mientras mis manos jugaban con sus pechos ya estaba al l�mite y de pronto hiso un agudo sonido como si le hubiera dado hipo subi� las piernas y las cerro con mucha fuerza mientras arrancaba las sabanas mientras yo observaba con morbo como se desbordaba de l�quido de sus pantis y despu�s un gran suspiro ella quedo de lado con las piernas cerradas pod�a ver la hermosa forma que tomaban sus labios de su conchita en esa posici�n, ten�a ambas manos en su conchita hab�a sido un orgasmo fenomenal y se reusaba a recibir m�s placer, en esa misma posici�n saque mi pene que estaba al m�ximo toda roja por la actividad de la noche anterior y la quite la capucha y me verga ya estaba bien lubricada me puse en posici�n detr�s de mi hermana esperando rechazo, pero se mantuvo callada pase mi pene por todo su culito abri�ndome paso entre sus nalguitas hasta llegar a su puchita y no pod�a introducirla estaba muy apretada� esa posici�n era muy dif�cil para hacerla en la segunda vez. Ya m�s relajada al sentir mi pene entre sus nalgas la volvi� a calentar se voltio hacia m� y me monto sent� la humedad de su conchita sobre mi pene como si le diera un peque�o beso con su parte intima, se inclin� hacia m�, ofreci�ndome sus pechos lo cual empec� a chupar muy sonoramente como novillo hambriento y empez� a mover lentamente su labios se deslizaban por todo lo largo de mi pene y con una mano lo levante y fui buscando donde quedaba la entrada, y all� estaba se introdujo con uno de sus movimientos, la penetraci�n fue total se dej� caer sobre m� y me abrazo por el cuello y yo la abrase con fuerza y empezamos a movernos un poco fuera de ritmo as� que me detuve y deje que haga el trabajo sent�a sus caderas contonearse como aumentaba cuando estaba cerca del cl�max y sus fuerte golpes de cadera al vaciarse, as� que igual la tome fuertemente de las nalgas y empec� a empujar con fuerza quer�a meterla toda hasta lomas profundo de mi enamorada y acabe profusamente era bastante sent�a que mi semen no dejaba de salir mi pene quer�a embarazarla, sent�a la contracci�n de mis test�culos exprimieron cada gota incluso, ya sin nada que sacar segu�a mi pene contray�ndose, la abrase fuerte y le dije las primeras palabras que pude decir desde que despertamos te amo y mucho y en la confusi�n del placer extremo y con la mente nublada le dije despu�s de esto, es imposible dejarte ir, ahora tu eres mia� y cuando recapacite iba a retractarme pens� que me dir� loco o que se enojar�a o que la har�a llorar� pero grande fue mi sorpresa me miro a los ojos ya no con esa tristeza y tampoco de enojo, decida me respondi� r�pido con un tono de ni�a traviesa si!!! Ahora estamos juntos en esto, rio un poco, y dijo �ya tengo novio�, con pena sigui� con su risita infantil�



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Relato: mi hermanita isabel entre el cielo y el infierno 2
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