Llev�bamos con Pablo m�s de seis a�os de pareja. Como suele
pasar en todas las relaciones, con el tiempo uno puede visualizar claramente las
muy diferenciadas etapas y procesos, en nuestra pareja suced�a lo mismo. Cuatro
a�os iniciales sostenidos por la afectuosidad y la confianza que un d�a de
pronto comenzaron a formar parte del pasado para darle paso a la pasi�n, la
locura, el desenfreno. Ese giro no era caprichoso. Una situaci�n de infidelidad
de su parte puso en evidencia su temperamento y salieron a la luz otras
situaciones parecidas hasta ese momento para mi desconocidas. Todo ese pasado de
confianza t�cita qued� te�ido de oscuro.
Esa segunda etapa que iniciamos si bien tuvo la ventaja de
saber m�s cada uno del otro, de sus instintos, sus pasiones ya puestas a la luz,
tambi�n ten�a la sombra eterna de la sospecha y de la duda. En ese proceso de
reacomodamiento supe que hacer el amor tres o cuatro veces a la semana era casi
nada para �l. El necesitaba del sexo cotidianamente y no s�lo una vez al d�a. En
esos momentos de sinceridad en medio de una situaci�n al riesgo del naufragio
las confesiones ten�an un solo objetivo. Lograr reacomodarnos y probar si
funcionaba.
Yo me masturbo entre dos y tres veces por d�a�Me dijo Pablo
en una oportunidad.
Esa confesi�n de su parte llen� mi cabeza de fantasmas.
Durante el primer tiempo posterior a la reconciliaci�n cog�amos dos veces cada
noche�.Cada vez mas pasi�n, m�s juegos, mas sexo, mas mas�.
As� fueron apareciendo otras posibilidades de
excitaci�n�.contarnos nuestras fantas�as, nuestras historias sexuales previas a
nuestra relaci�n, etc. Descubrimos la estimulaci�n visual, auditiva, las
fantas�as y la imaginaci�n empezaron a tomar un peso hasta ahora ausente entre
nosotros.
Una noche a la hora en que nos junt�bamos como todas las
noches a la salida de los trabajos de ambos, despu�s de comer unas pizzas me
sugiri� ir a un cine porno en donde estaban pasando un par de pel�culas gay.
Tres horas sentados en las butacas viendo hombres hermosos luciendo sus
capacidades amatorias nos �xito desde el primer minuto que nos sentamos hasta la
hora de partir. Mientras las escenas se suced�an en la pantalla nuestros
pantalones reventaban impulsados por nuestras pijas inflamadas de deseos. En esa
s�rdida penumbra solo pod�amos tocarnos disimuladamente sobre nuestras ropas. En
alg�n momento de circunstancial oscuridad nos bes�bamos urgentemente�.
Salimos del cine y nos tomamos el colectivo hasta su casa
donde ambos viv�amos con su madre. Nos sentamos en el �ltimo asiento y el largo
recorrido no pudo contra la calentura que hab�amos logrado obtener. Nos
mir�bamos con complicidad pensando que en pocos minutos estar�amos a solas en
nuestro cuarto. Nuestros cuerpos casi pegados entre s� sintiendo el roce entre
ambos como una posesi�n o casi un acto er�tico. Disimuladamente apret�bamos
nuestras manos, como si en ese gesto que en otro momento podr�a entenderse como
tierno o solamente un gesto de afecto, en esos instantes era un acto sexual en
si mismo. Los pasajeros iban descendiendo a medida que el colectivo se iba
alejando de la ciudad. Por debajo de mi abrigo sent� su mano apretarse contra mi
pija, dura y h�meda que luchaba por liberarse de las ropas. Abri� el cierre de
mi bragueta y comenz� a acariciarla. Yo mor�a de placer y de temor de ser
descubierto. Le dije�
_ Espera cinco minutos que ya llegamos���� en el mismo
instante en que su cabeza se agach� como recogiendo algo del piso y su boca
ardiente tom� contacto con mi pija. Yo me puse tenso de temor y de placer. Fue
solo un instante que no dur� mas de cinco segundos. Se incorpor�, y acercando su
boca a mi o�do me dijo�deseaba locamente tus 19 cent�metros en mi boca y no
quer�a perderme el presemen. Quiero aclarar que siempre sent� orgullo por el
tama�o de mi miembro aunque el de Pablo era apenas un poco m�s peque�o que el
m�o. Apenas.
Pocos minutos m�s transcurrieron para terminar nuestro viaje.
Yo tratando disimuladamente debajo de mi abrigo de dejar todo en orden para
poder pararme y bajar dignamente del colectivo. Lo pude hacer sin mucha
dificultad y me levant� tratando de ocultar con el abrigo mi bulto delator.
Su madre ya dorm�a y as� como ven�amos entramos a nuestro
cuarto casi desvisti�ndonos en el camino. Nuestras bocas no se separaron desde
que la puerta se cerr�, as� bes�ndonos apasionadamente nuestras manos luchaban
por dejar nuestros cuerpos desnudos a la mayor brevedad. Con los pies nos
ayudamos a quitarnos el calzado. Sus manos desataban mi cintur�n y las m�as
hac�an lo mismo con el de �l�pudimos abrir nuestros cierres, y nuestras pijas
dur�simas se juntaron acarici�ndose roz�ndose mientras nuestras manos segu�an en
la tarea de desnudarnos lo antes posible. Los pantalones a la altura de las
rodillas, nuestras camisas abiertas totalmente permit�an a nuestros cuerpos
tomar contacto con la piel del otro. En ese momento, recordando tiempo despu�s
ambos reconocimos que hubi�ramos deseado ser pulpos�necesit�bamos mas brazos y
mas manos para calmar nuestra sed..
As� segu�amos a�n de pie entre las dos camas�Su boca comenz�
el anhelado descenso desde mi boca, pasando por mi cuello, mi pecho, mis
tetillas, mi vientre, mi pelvis, hasta que se detuvo totalmente a escasos dos
cent�metros de mi pija. Yo miraba de pie ansiosamente, esperando el momento
sublime de sentir su boca tibia tomar contacto con mi glande�Me encontr� con su
mirada, su sonrisa y su rostro que con expresi�n infantil me pregunt�: Puedo?
Mis manos tomaron ambos lados de su rostro y el movi� su cabeza para besarlas.
Uno a uno bes� mis dedos, la palma de mi mano mientras las suyas recorr�an desde
mi pecho hasta mis rodillas acarici�ndome lentamente y a la par terminaba de
desnudarme sacando totalmente mis pantalones y mis boxer. Su boca sigui� el
mismo recorrido de sus manos, besando mis rodillas, mis muslos, mis pies. Hizo
que me diese vuelta y quedase a espaldas de �l. Su boca sigui� recorriendo mis
piernas, demor�ndose curiosamente en la parte posterior a mis rodillas. Comenc�
a darme cuenta en ese momento que todo mi cuerpo era posible erotizarlo, que
todo mi cuerpo era sexo. Su boca segu�a en mis rodillas mientras sus manos
acariciaban subvente mis nalgas, mi cintura. Su boca sigui� subiendo hasta mis
nalgas, roz� suavemente mi ano y sigui� por mis caderas, mi cintura, mi
espalda�mi cuello, sus manos en mi pecho, su boca en mis orejas, y sent� la
tibieza de su pija rozar mi entrepierna. Mis manos se deslizaron hasta ella
rozando simult�neamente mis test�culos y mi pija. Sent� sus brazos fuertemente
tomarse de mi torso mientras su boca y la m�a se buscaban ansiosamente. Los dos
parados entre las dos camas demorando conscientemente los instantes m�s
ardientes.
Sin movernos del lugar, estir� mi mano hasta la cama de �l y
tom� el acolchado de plumas que la cubr�a y lo arroj� al suelo.
El a�n a mis espaldas comenz� el descenso de mi cuerpo con su
boca y con sus ardientes manos. Yo hasta ese momento no era m�s que un maniqu�
de pie, poco pod�a hacer adem�s de sentir sus est�mulos. Su boca mord�a
dulcemente mis nalgas mientras sus manos acariciaban sutilmente mis test�culos.
Subi� con su lengua a mi cintura y comenz� a descender por la raya de mi cola
lentamente hasta mi ano. Sus manos tomaron mis pies haciendo presi�n para que yo
los separase. Su boca que presionaba dulcemente sobre mi ano empez� a moverse de
un lado para otro de mi entrepierna. Instintivamente me agache liberando el
espacio y su lengua lleg� dulcemente a mis test�culos y sus manos nuevamente a
mi pija. Apenas la acariciaba�
Me deslice lentamente en direcci�n al acolchado que estaba en
el piso, y en el gesto natural de intentar acomodarlo mejor en el piso mi cuerpo
se estir� d�ndole mayor libertad a su boca. Qued� en posici�n de perrito �l se
agach� detr�s de m� y con mayor comodidad sigui� lamiendo mi ano. Su mano agarr�
mi pija y la llev� lentamente hacia atr�s. Su boca era un ir y venir desde mi
ano hasta mi glande. Luego sin que yo cambiase de posici�n el gir� sobre s�
mismo quedando boca arriba poni�ndose de esa manera en posici�n natural para
poder chupar totalmente mi pija. Su cabeza entre mis piernas�mis movimientos de
coito dentro de su boca�Lentamente comenz� a deslizarse por mi cuerpo, el
siempre abajo y en la misma posici�n hasta que nuestras bocas se encontraron. Mi
cuerpo qued� cubriendo totalmente el suyo. Estir� mi brazo para apagar la luz de
la mesa de noche. La poca claridad que entraba por la ventana nos alcanz� a los
pocos minutos para vernos sin problemas y esa claridad le daba a los cuerpos un
brillo extra�o, absolutamente sensual.
As� estuvimos unos instantes, bes�ndonos apasionadamente,
acariciandonos, mientras nuestros cuerpos se mov�an rozandose uno con el otro al
igual que nuestras pijas y nuestros test�culos. Comenc� mi descenso por su
cuello, su pecho, sus tetillas que eran su punto er�geno por excelencia, su
vientre � mientras el se retorc�a en la cama buscando con sus movimientos que mi
boca llegara a sus puntos m�s calientes. Salt� de su ombligo directamente a la
entrepierna, bes� los alrededores de su ano, sub� a sus test�culos mientras ve�a
como sus manos apretaban de sus tetillas�Mi lengua con suaves movimientos
acariciaban todo su pubis sin tocar para nada su pija. El se mov�a buscando que
mi boca se encontrase con ella y yo a proposito demoraba a�n mas ese momento.
Comenc� desde el nacimiento, besaba cada cent�metro dando la vuelta con mi boca
a todo el per�metro de ese cent�metro. Sub�a otro poquito, mientras mis manos
segu�an acariciando su ano, sus bolas�Asi lentamente fui ascendiento sus casi 18
cent�metros hasta llegar a su glande. Jugu� unos minutos con mi lengua besandolo
lentamente, dulcemente trataba de lamer el interior de su orificio�Sent� su
gemido de placer estallar en el momento en que su pija entr� dulcemente en mi
boca. Subia y bajaba mi cabeza lamiendola�
Mov� mi cuerpo acercando mi pelvis a su cabeza y �l
inmediatamente comenzo a repetir mis moviemientos sobre mi pubis�Toda nuestra
calentura y nuestra pasion estaban localizadas en nuestras bocas, nuestras
manos, las lenguas�Acercamos nuestras bocas entre si, nos besabamos mientras
nuestras manos segu�an acariciando los genitales del otro�Mi boca comenzo
nuevamente a descender por su torax mientras mi cuerpo lo giraba en posici�n
boca abajo sobre su cuerpo. Qued� nuevamente en posici�n de perrito con mi pubis
sobre su cabeza. El ansiosamente llev� nuevamente su boca a mi pija y to hice lo
mismo con la de el haciendo ambos movimientos de coito. Asi estuvimos un par de
minutos hasta que con mis brazos levant� sus piernas para lograr c�modamente
poder lamer su entrepierna y su ano. El comenzo a lamer el mio. Nuestras lenguas
trataban de entrar dentro del otro. Nuesto movimiento de coito prosegu�a rozando
nuestras pijas con el pecho del otro. El placer era infinito�Era todo nuestro
cuerpo que sent�a la presencia total del otro. Met�a su pija en mi boca�moviendo
mi cabeza y su cuerpo a ritmos coordinados�mi pija en su boca repet�a el placer
invertido�Bajaba por sus test�culos besando toda su entrepierna, lamiendo su
piel, mordiendo dulcemente sus bolas...rodeando mi lengua su ano que sent�a
dilatarse de placer�
De vez en cuando me separaba y trataba de mirar entre los
cuerpos�ve�a mi pija entrar y salir de su boca�eso doblaba mi placer y mis
movimientos en busca de mayor excitaci�n se hac�as mas r�pidos�
Luego retiraba mi pija y le ofrec�a mis test�culos�mi ano.
Sent�a su lengua entrar apenas en el�morder mi entrepierna�volv�a a poner mi
pija en su boca y la suya en la m�a�y acompas�bamos movimientos en busca de mas
placer aun�
Giramos sobre el edred�n, su cuerpo quedo sobre el m�o. Y
reiniciamos el juego. Ahora su cola apoyada sobre mi boca�mi lengua intentaba
penetrarlo�el jugaba con mi pija, bes�ndola, lami�ndola, acarici�ndola con sus
manos, su boca, su lengua�Sent�a su saliva correr sobre ella en busca de mayor
suavidad aun�Levant� su cola dej�ndome ver sus juegos�Su boca se abri� de nuevo
y sent� que mi pija era totalmente devorada por el�sus labios tocaban mis
test�culos el glande de mi pija rozaba su garganta�Yo lo miraba entre los dos
cuerpos, nunca antes mi pija hab�a estado totalmente dentro de su boca�La
sacaba, respiraba y recomenzaba�Mi placer no era solo f�sico, que adem�s de ser
infinitamente agradable, era tambi�n un placer visual�total y absolutamente
excitante
Yo comenc� realizar movimientos r�pidos aprovechando esa
totalidad adentro suyo�
Volteamos nuevamente nuestros cuerpos quedando ambos apoyados
nuevamente el el edred�n, retomando sin parar nuestro beso negro. De pronto su
mano izquierda se acerc� a mi mano izquierda unt�ndome los dedos con lubricante.
Comenzamos a acariciarnos nuestros anos con los dedos mientras nuestras bocas
gozaban de nuestras pijas y test�culos�Sent� uno de sus dedos que con inmensa
dulzura entraba lentamente en mi ano. Eso duplic� largamente mi placer, mi
excitaci�n.
Hice lo mismo y sent� como su pija se inflamaba m�s dentro de
mi boca. Sent� su gemido de placer�y su placer excitaba m�s el m�o� Ambos
segu�amos haciendo movimientos de coito gozando en la boca del otro y gozando
los dedos adentro nuestro. Ese movimiento lento y placentero comenz� a acelerar
su ritmo. Con creciente excitaci�n cada uno trataba de meter dentro del ano del
otro mas dedos�el placer iba aumentando de una manera incontrolable Sent� de
pronto que su glande se inflamaba mas al momento en que su mano tomaba mi cabeza
apret�ndola contra su pija. Segu�amos movi�ndonos mas r�pido hasta que sent� su
gemido explotar en el momento en que se leche golpeaba con fuerza sobre mi
paladar. Nunca hab�a bebido su leche y esa noche al tenerla en mi boca sent�a
adem�s del placer un raro placer, una excitaci�n que no hab�a tenido nunca
antes. Me volqu� de espaldas y mientras el besaba mis test�culos y me cog�a con
los dedos, un place infinito me abrazaba desde mis pies a mi nuca�logr� acabar
sintiendo una fuerza tremenda en mi eyaculaci�n que los chorros de leche
saltaron hasta mi cara, mi pelo�Creo que la cantidad de leche de esa acabada era
la que pod�a haber lanzado en tres acabadas distintas..
El se fue acercando hacia mi nuevamente bebiendo lo poco que
quedaba en mi pija y recorriendo mi cara mi cuello en busca del resto. Nos
besamos largamente intercambiando sabores.
As� quedamos tendidos sobre el edred�n unos minutos. Sent�
algo de fr�o. Estir� mi brazo para tomar el otro edred�n y las almohadas. Nos
cubrimos abrazados apretadamente. Ambos t�citamente preferimos no hablar, no
decirnos nada, solo sentirnos. As� permanecimos unos veinte minutos. Solo nos
mov�amos apenas para besarnos silenciosamente. Su cabeza apoyada sobre mi hombro
y mi brazo derecho cruzaba por debajo de su cuello y mi mano apoyada sobre su
brazo derecho. Ambos solo ten�amos un solo brazo liberado que de vez en cuando
se mov�a para ejecutar alguna caricia acompa�ando nuestros besos.
Acercando su mano a mi rostro para besarme, me dijo...te
quiero tanto �
Yo sent�a que sus palabras produc�an en mi en ese momento un
efecto afrodis�aco. Creo que esa fue su intenci�n porque su mano se desliz�
directamente a mi pija que ya estaba dura. Me volv� con mi cuerpo hacia �l,
acariciando desde su rostro a su pelvis. Su pija estaba tan dura como la m�a. Me
acost� sobre �l permitiendo que nuestros cuerpos y nuestras pelvis se tocaran
totalmente. No necesitamos mucho para retomar la pasi�n. El recuerdo de lo que
hab�amos disfrutado minutos atr�s nos llen� de deseo nuevamente. Me sent� sobre
sus muslos dejando ambas pijas juntas. Puse saliva en mis manos y comenc� a
acariciarlas. Su cuerpo respondi� con movimientos de ascenso y descenso.
El placer de sentir en mis manos las dos pijas suaves lo
acrecent� cuando busque el lubricante y envolv� con movimientos suaves ambas
pijas con el mismo. Tom� su mano, la lubriqu� tambi�n y la acerque a las pijas.
Apenas empez� a acariciarlas gimi� de placer�.es hermoso, me dijo�As� estuvimos
unos minutos gozando con un nuevo placer recientemente descubierto. Nos besamos
y nuestros cuerpos se mov�an provocando el roce de ambas pijas. Lubricamos
nuestros vientres y el placer de ambas pijas rozando la zona lubricada se
duplic�. Rodamos sobre el edred�n quedando el sobre mi. El sentado sobre mis
muslos repet�a el ritual iniciado por mi momentos antes. Yo tambi�n me sent�,
deseaba locamente besarlo. Nos abrazamos bes�ndonos y moviendo nuestros cuerpos
en busca de mas placer. Hice que se recostara y yo hice lo mismo, nuestros
cuerpos quedaron unidos por nuestras pelvis. Pusimos nuestras piernas en forma
de tijeras dando mayor contacto a nuestras pelvis. Nos mov�amos al principio
lentamente, buscando mas roce y mas placer mientras nos masturb�bamos
lentamente. El placer era inmenso y creciente�
El se incorpor� d�ndome la espalda y buscando con su ano mi
pija. Se mov�a sobre ella acariciando el borde de su ano. Mis manos acariciaban
sus nalgas, si cintura, su espalda. Sus manos mis piernas, mis test�culos y mi
ano. Lubric� con abundancia mi pija y lentamente la fue introduciendo dentro
suyo�Sal�a unos instantes y volv�a a introducirla. Movimiento que repiti� al
menos tres veces. La luz que entraba por la ventana recortaba su cuerpo y yo
pod�a ver a contraluz como iba penetr�ndolo, el entrar y salir de su cuerpo�
Se incorpor� y se acost� sobre mi cuerpo, nos
bes�bamos�Levant� mis rodillas para dejar mi pija en mejor direcci�n a su ano.
Con nuestros movimientos busc�bamos la penetraci�n�asi fue. Puse una almohada
debajo de mi cola para lograr una penetraci�n mas profunda�El se puso en
cuclillas y comenz� a moverse, al principio lentamente�Yo lubrique mi mano
derecha y comenc� a masturbarlo. Ese est�mulo hizo que el acrecentara el ritmo
de sus movimientos sobre mi pija�Yo gozaba inmensamente no solo sintiendo como
su ano recib�a calidamente mi pija si no que adem�s su perfil a contraluz era
como una pel�cula de nosotros mismos.
Mientras mas r�pido se mov�a sobre mi, mas r�pido mov�a mi
mano sobre su pija�.Con una de sus manos comenz� a acariciar mi ano�cuando meti�
sus dedos sent� que mi pija se endurec�a aun mas. Nuestra respiraci�n denotaba
que su excitaci�n iba llev�ndonos al cl�max. Sent� que su ano apretaba con
fuerza mi pija, su cola contra mi pelvis buscando mas�y su movimiento se
aceleraba�Sent� en mi mano que su pija reventaba y as� fue�se incorpor� metiendo
su pija en mi boca y su leche lleno nuevamente mi boca en el mismo momento que
mi pija explotaba y derramaba mi leche en su espalda��
Me bes� y con su lengua buscaba su leche en mi boca�seguimos
bes�ndonos�su boca se apoyo sobre mi cuello�quedamos as� abrazados�nos
envolvimos en el edred�n y seguimos as� unos minutos�.no se cuantos porque ambos
entramos as� en el sue�o�