Me hab�a mudado muy poco tiempo antes a ese peque�o
departamento en el centro y me estaba costando acostumbrarme a un estilo de vida
distinto pues mi anterior morada estaba en las afueras y era una casa con parque
y jard�n. El tiempo que me tomaba todos los d�as ir y regresar del trabajo me
decidi� por alquilar algo m�s cercano pero por supuesto much�simo m�s peque�o e
inc�modo compar�ndola con mi casa la que mantuve y a la que hu�a todos los
viernes por la tarde para regresar reci�n el lunes temprano.
Tambi�n era distinto el hecho de tener vecinos pared de por medio, me resultaba
extra�o o�r los sonidos cotidianos de otras personas, risas, conversaciones,
m�sica, etc, etc. En mi caso como viv�a solo supongo no era generador de muchos
ruidos que pudieran ser apreciados por los dem�s.
Al mes de estar instalado en mi nuevo departamento comenc� a conocer a algunos
de los vecinos m�s pr�ximos, en la puerta de al lado viv�an unas personas
mayores, aparentemente el ya retirado o jubilado pues estaban casi siempre en la
casa.
En el departamento de enfrente viv�a un matrimonio sin hijos, el un hombre
de unos cuarenta a�os, adusto y serio que aparentemente pertenec�a a alguna
congregaci�n religiosa pues lo ve�a siempre con trajes oscuros y un libro en la
mano, la esposa m�s joven de entre 32 a 35 a�os, de pelo oscuro y piel muy
clara, bastante bonita por lo que pude apreciar aunque vest�a siempre con recato
ropas que no favorec�an su figura. En el restante departamento viv�a una maestra
o profesora de unos cuarenta y pico llevados con elegancia la que iba y ven�a
siempre con libros y cuadernos.
Con todos mis vecinos me cruzaba cotidianamente y con todos ellos ten�a un trato
formal y amable. Una ma�ana que sal�a m�s temprano que de costumbre encontr� en
la cochera a mi vecino de enfrente luchando por infructuosamente poner en marcha
su autom�vil. Me acerqu� pues tengo ciertas habilidades en mec�nica ligera, le
ofrec� ayuda la que acept� gustoso reconociendo su total desconocimiento en
temas de mec�nica automotriz. El problema no result� ser serio y pude resolverlo
con relativa rapidez. Mi vecino me dio las gracias y parti�.
Al viernes siguiente cuando me encontraba preparando mis cosas para abandonar el
departamento rumbo a mi casa de las afueras, son� el timbre; era mi vecino de
enfrente que me invitaba esa noche a comer como modesta retribuci�n a la ayuda
prestada con su autom�vil. Pens� r�pidamente en dar un excusa ya que quer�a
estar cuanto antes en mi casa con mis plantas y mis flores, pero luego pens� que
no ser�a un buen gesto rechazar la invitaci�n y acept� dispuesto a irme no bien
terminara la comida.
Como hab�a supuesto, mi vecino era religioso y oficiaba de ministro o pastor de
una congregaci�n que prefiero no mencionar. Como era inevitable la mayor�a de la
conversaci�n estuvo relacionada con cuestiones religiosas y morales que debo
reconocer no son mi fuerte ni mi preferencia, de modo que me limitaba a
consentir y a estar de acuerdo mientras disfrutaba de una comida que para mi
sorpresa estaba elaborada exquisitamente. El hombre me pareci� bastante ortodoxo
y r�gido en cuanto a sus ideas y pensamientos, la esposa en cambio parec�a
sumisa y reflejaba un cierto aspecto de resignaci�n y pasividad e interven�a
escasamente en la conversaci�n concentrada m�s bien en atender la mesa.
Como supondr�n nada relevante se produjo en la comida la que afortunadamente
para m� termin� temprano, de modo que pas� por mi departamento, cargu� mi bolso
y part� r�pidamente.
Transcurrida una semana de la comida con mi vecino y a poco de llegar del
trabajo, recibo la visita de mi vecina de enfrente que con cierta turbaci�n me
ofreci� un plato con un postre elaborado por ella misma.
- Es que me pareci� que le agrad� mi comida y como justamente hice este postre
que es mi especialidad, pens� que tal vez le agradar�a probarlo, dijo mi vecina.
- Por cierto que la comida que prepar� para invitarme estuvo exquisita y sin
duda disfrutar� de este postre tambi�n le respond�.
Me sonri� y se retir�. Luego de la cena prob� el postre que estaba en realidad
exquisito m�s a�n acompa�ado con una buena copa de borgo�a. Tipo afortunado el
esposo pens�, mujer bonita y buena cocinera.
Al d�a siguiente a la salida del trabajo pas� por un negocio de exquisiteces y
compr� algunos bombones para mi vecina y una botella de vino para el esposo, ya
que quer�a retribuir en algo los amables gestos con los que me obsequiaban.
Luego de ducharme y vestir informalmente me acerqu� al departamento de enfrente
y llam�. Me atendi� la vecina invit�ndome a pasar. Le ofrec� los regalos
dici�ndole alg�n cumplido por el postre y luego agregu� que como desconoc�a los
gustos del marido en cuanto a vinos hab�a comprado algo similar a lo que
hab�amos bebido en la comida pero que si el me indicaba sus preferencias,
gustoso cambiar�a la botella al d�a siguiente.
- No va a ser necesario, respondi� mi vecina, adem�s tendr�a que esperar unos
cuantos d�as pues mi esposo viaj� hoy a un congreso y regresar� reci�n la semana
entrante. El viaja frecuentemente por razones de su actividad en el culto.
�Desea tomar un caf�? pregunt�.
Conversamos de trivialidades, pero pronto comenc� a darme cuenta que la
personalidad de mi vecina no ten�a nada que ver con la de su marido. Se asomaba
en su conversaci�n un punto de vista m�s liberal. Me cont� que se cas� muy joven
bajo la influencia paterna que ve�a con agrado que su hija se casara con un
hombre moralmente s�lido. No tuvieron hijos y nunca investigaron m�dicamente las
causas, su marido dec�a que as� estaba dispuesto y que no deb�an forzar nada.
Comenz� a trabajar fuera de la casa hac�a un par de a�os y eso le cambi�
bastante la percepci�n de la vida pues se relacionaba con otras mujeres que
obviamente ten�an ideas muy distinta respecto de cualquier aspecto de la vida.
La charla se prolong� bastante, luego de la que me fu� a dormir directamente.
A la tarde siguiente de regreso del trabajo encuentro una esquela debajo de la
puerta. Era de mi vecina que me invitaba a pasar por su casa. Fu� de inmediato,
mi vecina me hizo pasar, percib� un cambio en ella pues vest�a ropas si no
provocativas al menos que resaltaban su figura que para mi sorpresa era muy
agradable, se hab�a puesto adem�s un sutil maquillaje que embellec�a su rostro.
- Lo molest� porque justamente me llam� mi esposo, le coment� lo del vino y me
encarg� que le agradeciera y que adem�s le dijera que la marca elegida estaba
muy bien y que por lo tanto no hab�a que cambiarla.
Esta vez me ofreci� un trago que acept�. bebimos charlando m�s animadamente que
en la oportunidad anterior. No soy muy r�pido en percibir se�ales sutiles de
parte de las damas pues nunca fu� un verdadero "cazador" de esos que olfatean la
oportunidad donde nadie m�s la ve, no obstante mientras habl�bamos tuve una
sensaci�n de que ella ten�a una actitud especial para conmigo. Por supuesto no
estaba dispuesto a cometer una imprudencia con ninguno de mis vecinos y menos
con estos, pero las se�ales segu�an all�, los tragos me hab�an dado un poquito
de audacia y decid� a sondar un poquito sin arriesgar demasiado.
- No sabe cuanto aprecio que me haya invitado a compartir este trago y a
charlar, comenc� diciendo,.. es que me agrada mucho la compa��a, especialmente
la femenina pues hace un tiempo estoy distanciado de mi esposa y como trabajo
demasiado no tengo oportunidad de disfrutar de compa��as agradables.
Percib� esta vez claramente un ligero rubor en su rostro y esper�. Lo que
respondiera me indicar�a si estaba equivocado o no y si deb�a continuar la
ofensiva o emprender la m�s r�pida retirada que me permitiera el decoro y la
dignidad.
- Bueno... comenz� diciendo, yo tambi�n disfruto de su compa��a, no siempre
tengo la oportunidad de tratar otros hombres adem�s de mi esposo y me parece
interesante conocer otras personas, con ideas y punto de vista diferentes.
�Bingo! pens�, ac� hay algo, debo seguir.
- Que buena coincidencia, contest�, podemos disfrutar el uno del otro... quiero
decir en cuanto a las charlas y la mutua compa��a.
Percib� que mis �ltimas palabras la inquietaron y su rubor aument�, pero no
replic�, limit�ndose a mirarme a los ojos. Me dije que era ahora o nunca, as�
que empleando la mayor diplomacia posible comenc� a decir:
- Silvia, debo serle directo a riesgo de parecer demasiado atrevido, de modo que
si considera que estoy equivocado y con ello la ofendo, le rogar� me disculpe
pero no puedo dejar de decirle que Ud. me atrae muy especialmente, s� que es
casada y conozco los principios en los que basa su conducta pero si no hablo
ahora me sentir� mortificado por mucho tiempo.
Abri� sus ojos muy grandes, me mir� largamente luego desvi� la mirada y dijo:
- No pens� que mis actitudes evidenciaban tanto mis pensamientos, me siento
avergonzada. Y luego de una larga pausa agreg�. Pero tampoco es mi intenci�n ser
hip�crita, supongo que las se�ales que le transmit� y que le animaron a hablarme
as� han sido nada m�s ni nada menos que las que he deseado transmitir. Aprecio
la sinceridad y yo tambi�n ser� sincera y directa, nos ahorrar� mucho tiempo y
esfuerzo innecesario, espero no escandalizarlo con lo que voy a decir.
Y luego continu� diciendo: - Como le dije me cas� joven, y el �nico hombre para
m� hasta ahora ha sido mi esposo. Hace un tiempo comenc� a trabajar y mis
compa�eras de trabajo est�n casadas o de novio con hombres comunes, me refiero a
que no son religiosos. De las charlas y comentarios percib� que la mayor�a ten�a
una vida sexual mucho m�s rica que la que yo he tenido hasta ahora,
principalmente en cuanto a variedad si no de compa�eros al menos de pr�cticas,
todas han experimentado variantes del acto sexual y todas parecen haber
disfrutado de ellas. Podr� entender que mi esposo debido a su formaci�n moral es
m�s bien ortodoxo en lo que hace al sexo al que le atribuye en primer lugar una
funci�n reproductiva. El hecho es que consciente o inconscientemente estuve
tratando de agradarle con alg�n motivo que a�n no tengo claro o no deseo
reconocer.
Eso era mucho m�s de lo que esperaba que ella pudiera reconocer y confieso que
me sent� un poco desorientado por esa forma tan directa de encarar el asunto,
pero no era hora de andar con muchos melindres. Me acerque, tom� su mano y dije
- Es una pena que una mujer tan bella como Ud. vea frustrada su vida sexual, es
verdaderamente hermosa y merece que la traten como debe ser tratada una mujer,
es decir que la satisfagan plenamente.
Ella no agreg� nada y se qued� mir�ndome, me acerqu� m�s y la bese. Sent� que
temblaba ligeramente y se pon�a tensa, continu� acarici�ndola y bes�ndola hasta
que se fue relajando por completo y comenzaba a excitarse manifiestamente.
desabroch� su vestido y descubr� uno de sus senos, tal como supon�a era
completamente blanco y de pez�n grande y oscuro, se sent�a firme. Pas� mi lengua
por el pez�n en movimientos circulares, rode�ndolos a uno y otro lado, ella
comenz� a suspirar. Luego hice que se pusiera de pi� y le quit� el vestido y la
ropa interior. su cuerpo me di� una agradable sorpresa, de piel muy clara,
cintura estrecha y buenas caderas, sus pechos eran de buen tama�o, no
desmesurados pero tampoco peque�os con los pezones grandes y oscuros apuntando
ligeramente hacia arriba, su bello p�bico era tupido y oscuro como sus cabellos.
Verdaderamente un bello cuerpo, como me gustan a m�, buenas caderas, buenas
tetas y con entrepierna bien peludita.
Me quit� r�pidamente la camisa y el pantal�n y me qued� en slip, poca prenda
para ocultar la tremenda erecci�n que ten�a a esa altura. Ella baj� la vista
hasta el bulto e hizo un gesto como de asombro. tom� su mano y la apoy� sobre mi
verga, ella la tom� con timidez y la acarici� sobre el slip. La recost�
nuevamente sobre el sill�n y comenc� a lamer sus pezones y a darle chupaditas
suaves y cortas a uno y otro alternativamente mientras tomaba sus tetas en mis
manos y las apretaba con suavidad. Luego fu� bajando lentamente, recorri�ndola
con la lengua hasta llegar al pubis, el olor a hembra me excit� a�n m�s,
acarici� sus vellos, luego separ� sus piernas y comenc� a lamer muy suavemente,
apenas rozando con la punta de la lengua los alrededores del cl�toris, ella
suspiraba y se retorc�a y tomaba mis cabellos con su mano derecha, luego lam� el
extremo del cl�toris, con caricias apenas perceptibles, casi sin tocarlo, lo
humedec�a con la lengua y despu�s soplaba muy despacio. Ella estaba muy
excitada, su entrepierna estaba completamente mojada y no dejaba de suspirar y
jadear.
Hice que se incorporara y permaneciera sentada en el sill�n, me par� delante y
cuando tuvo mi miembro (a�n aprisionado por el slip) justo en frente de su cara,
baj� la prenda de forma que mi miembro liberado se bambole� frente a ella. Abri�
la boca con gesto de sorpresa y balbuce� - �� Huy, Qu� grande es !!.
En realidad no es que tenga un miembro desmesuradamente grande, su expresi�n se
debi� m�s a la comparaci�n que seguramente hac�a con el de su esposo obviamente
m�s peque�o. No obstante puedo exhibir unos buenos 18 cms con una cabeza ancha y
marcada y con el resto de buen grosor. A la hora de penetrar no pasa
desapercibida.
Tom� mi miembro con la mano derecha y apoy� la izquierda en su nuca, luego
acerqu� sus labios a mi verga erecta, ella imagin� lo que pretend�a y abri�
ligeramente su boca y sostuvo la punta entre sus labios, luego entre temerosa
t�mida meti� toda la cabeza. Ella manten�a los ojos cerrados y las manos
inm�viles, evidentemente no sab�a muy bien que hacer, hice presi�n con mi mano
en su nuca mientras le susurraba - � m�s adentro.., trag�la m�s ! y ella
respondi� haciendo desaparecer otro trozo de mi verga entre sus labios, empuj�
despacio hacia adelante y ella se arque� y se retir� con una con una leve
arcada.
- Despacio.. dijo, me doy cuenta como hacerlo, pero tengo que hacerlo despacio,
no puedo meterme todo eso en la boca as� de golpe.
Me sent� en el sill�n , abr� las piernas y le dije - Arrodill�te y hac�lo como
m�s te agrade. Ella se instal� de rodillas entre mis piernas y tom� la verga con
su mano derecha, y comenz� a pasarle la lengua alrededor de la cabeza, luego le
daba chupaditas cortas y se la met�a en la boca y se la sacaba y de nuevo lam�a
y chupaba cada vez un poco m�s profundo hasta que se comi� media pija. Comenz� a
mover la cabeza de forma que sus labios iba de la puntita hasta la mitad de mi
miembro. Debo decir que me la han chupado mujeres con una t�cnica impecable,
pero esta t�mida mujer con su inexperta mamada me estaba calentando de una
manera incre�ble, quiz� precisamente era esa timidez e inexperiencia lo que me
calentaba.
Al poco rato ya no daba m�s, si segu�a as� explotar�a en su boca. Me incorpor�,
la recost� nuevamente de espaldas en el sill�n y le dediqu� unas lamidas a sus
pezones y a su cl�toris hasta que sus jadeos fueron fuertes y cont�nuos,
entonces levant� sus piernas sobre mis hombros y de una sola arremetida clav�
toda mi verga en su mojada concha.
��� AAHhhhhhhh !!!!! gimi� ella mientras el miembro desaparec�a en su interior.
comenc� a moverme despacio adentro y afuera y cada tres empujones sacaba toda mi
pija y la frotaba en el cl�toris para luego mand�rsela nuevamente hasta el
fondo.
��� Aaahh !!, �Aaah!!, �que bueno!, segu�..., segu�... dec�a ella.
Segu� clavando mi verga y frot�ndola en el cl�toris hasta que de pronto se
contrajo en un violento orgasmo.
- ���AAAHHHHHH.....!!!, , ��pon�mela toda por favor!!, � la quiero bien adentro!
La mantuve clavada hasta que las contracciones fueron disminuyendo y ella se
qued� laxa, tendida sobre su espalda. Luego se la saqu�, me sent� y ella se
incorpor� y se qued� sentada a mi lado con la cabeza apoyada en mi hombro.
- Supongo que no ser� prudente que termine dentro tuyo le dije y como en
realidad esto fue algo inesperado no traje preservativos. Eso nos deja s�lo dos
posibilidades agregu�.
Ella me mir� como esperando que continuase.
- �Sab�s cuales son? pregunt�.
- Puedo imagin�rmelas, dijo, en realidad si son las que imagino, una de ellas ya
comenc� a practicarla �verdad? (se refer�a a la mamada pens�), s�lo que esta vez
debo llegar al final, la otra me d� un poco de miedo por el tama�o de eso que
ten�s ah�. Se qued� en silencio un instante y luego agreg�
- Pero si est�s aqu� es para que pueda hacer con vos lo que no puedo hacer con
mi marido y conocer lo que el no me va a ense�ar jam�s, as� que probemos a ver
si la puedo recibir por atr�s, s�lo te pido que lo hagas despacio pues es mi
primera vez.
- No te preocupes, te la voy a poner con mucho cuidado.
Volv� a lamer sus pechos y luego su cl�toris para buscar que se excitara y de
esa forma estuviera m�s dilatada al momento de penetrarla, luego de un rato sus
gemidos me dec�an que estaba muy excitada, de modo que la puse boca abajo sobre
la cama, y coloqu� una almohada para que su culito quedara bien levantado.
Acarici� sus suaves nalgas y luego las separ� un poco para verle el culito que
se ve�a apretadito y fr�gil. Me arrodill� detr�s de ella y lubriqu� todo mi
miembro y el culito de ella con mi saliva.
- Abr�las, le dije mientras le indicaba sus nalgas. Tom� una con cada mano y se
las separ�, ten�a a la vista esas nalgas blancas y redondas sostenida por manos
finas y delicadas que dejaban bien a la vista el agujerito que iba a penetrar.
Apoy� la punta de mi verga que estaba tiesa como un palo en la entrada del culo
e hice apenas presi�n. Ella se tens� pero volvi� a relajarse al ver que yo no
continuaba penetr�ndola.
- Tranquiliz�te y relaj�te, le dije.
-Met�mela despacio por favor o me va a hacer da�o, es muy grande y est� muy
dura, dijo ella.
Empuj� otro poco y v� como la cabeza comenzaba a entrar.
- Aahhh! Uuhhhh!... gimi�.
Otro empuj�n y entr� tres cuartos de la cabeza.
-Aayyy!, despaciooo..!!. � me vas lo vas a romper !.
- Permanec� quieto hasta que ella se fue relajando y su culo se acostumbr� a lo
que ya ten�a adentro. Me mov� un poco de forma de meter y sacar la pija s�lo
hasta donde hab�a llegado.
- Respir� que va otro poquito, le dije y empuj�. El culito se estir� tratando de
alojar la gruesa cabeza que no entraba f�cilmente.
- Aayyy!!..., Ayyy!!.. �sac�la que me part�s dijo ella!.
Se la saqu�, ella apret� fuerte las nalgas, luego se puso de costado y mirando
mi pija dijo. -�Es enorme! �me entrar� eso en la cola?...
- S� que te va a entrar, le dije, s�lo ten�s que relajarte y aguantar un
poquito. A esa altura lo �nico que yo quer�a era meter toda mi pija en ese
culito, mand�rsela hasta el fondo, sentir sus nalgas contra mi cuerpo, pero
deb�a tener paciencia.
- Probemos nuevamente, dijo ella, pero muy despacio, me tengo que acostumbrar a
recibir eso.
Se puso en la misma posici�n en que estaba antes, se abri� las nalgas y yo me
puse nuevamente detr�s.
- Relaj�te que te va a entrar dije .
Empuj� despacio y met� media cabeza y luego otro poco. Quedaba la parte m�s
ancha y pens� que la �nica forma de pasarla ser�a de un s�lo empuj�n
�aguantar�a?.
- Aguant� que va otro poco le dije, cuando sent� que su esf�nter afloj� algo d�
un empuj�n corto y firme y la cabeza desapareci� en su culo y el anillo se cerr�
con fuerza apret�ndome la pija.
-AAAAhhhhhhyyyyy...!!!!!!!!! grit� mordiendo la almohada.
-AAAhhhhhh!!!!, Ahh!!.. Ahhyy!.. Ayyy ..!! gem�a.
No me mov� hasta que ella se fue calmando, luego de un rato su culo ya se fue
amoldado a la verga aunque ella a�n gem�a despacio y permanec�a agarrada a las
s�banas.
- Queda poco, le dije, aguant� otro poquito que te la meto toda y diciendo esto
empuj� lento pero sin pausa hasta que sent� que llegaba al fondo.
-Uuuuuuhhhh...!!! AAAAaaaaay!, gimi� pero ya la pija hab�a desaparecido en su
culito y yo sent�a el contacto con sus nalgas.
- �Ay! �Ay! �Esa verga es enorme!, me va a partir la cola.
- Tranquila, le dije, ya la ten�s toda adentro, te comiste toda mi pija por el
culito, qued�te quietita que te va a comenzar a gustar tenerla as�.
- �Ay qu� pija!, ��Qu� verga!! murmuraba ella.
Nos quedamos un rato sin movernos, ella segu�a gimiendo aunque cada vez m�s
despacio y yo sent�a que su culito apretaba cada vez con menos fuerza, se�al de
que estaba m�s relajada de modo que comenc� a meterla y sacarla despacio
sintiendo el roce con su anillito bien apretado a lo largo de toda mi verga. No
aguant� mucho pues estaba demasiado excitado y me descargu� en ese culito
apretado y luego me desplom� sobre la espalda de ella y me qued� all� jadeando
hasta que mi pija recuper� su tama�o normal.
- �Te gust�? le pregunt�.
- �Madre m�a..!, respondi�, pens� que nunca iba a terminar de entrarme. Es algo
completamente diferente a recibirla por delante, �c�mo se siente!. Tal vez si
uno lo hace con m�s frecuencia le cueste un poco menos alojar toda esa
herramienta por la entrada trasera. Te aseguro que nunca pens� que eso me iba a
entrar en la cola, me asombra en verdad.
- Si, le dije �pero te gust� o no?.
- No lo s� muy bien, duele un poco pero.. como explicarlo.., siento una
satisfacci�n especial por haberla tenido all� �entend�s?, quiz� un placer m�s
psicol�gico que f�sico, pero la experiencia fue buena.
- Perm�teme que te haga una pregunta, le dije.
- Adelante
- Para ser tu primera vez en algunas pr�cticas parec�as saber como hacer las
cosas dije. Y no es que est� dudando de que haya sido tu primera vez, me apur� a
agregar.
- Bueno, en realidad es mi primera vez en hacerlo pero no ignoro como hacerlas
pues algunas veces cuando me he quedado sola, la curiosidad me llev� a alquilar
algunos videos XXX para ver que cosas adem�s de las que yo conoc�a se pod�an
hacer en una cama con un hombre bien dispuesto, lo que pasa que esos videos
adem�s de sacarme las dudas me dejaban en un estado de tremenda excitaci�n y con
las ganas de practicar lo que hab�a visto. Creo que en cierta forma son la causa
de que est�s ahora aqu�.
Agradec� a esos videos y dese� que haya visto adem�s algunas otras cosas que me
gustar�a hacer con esta mujer.
- No olvides que a�n te faltan practicar algunas otras cosas, dije.
Me mir�, sonri� con picard�a y dijo,
- Lo s�, adem�s debo repasar las reci�n aprendidas hasta que asimile bien las
lecciones.
Por supuesto nos seguimos viendo un tiempo con mi vecina, durante las ausencias
de su marido practic� muchas cosas conmigo. Se convirti� en una mujer creativa
en la cama y cuando logr� desinhibirse por completo fue una excelente amante.
A�n nos encontramos de vez en cuando para experimentar algunas de sus nuevas
fantas�as.