Relato: Nuestra primera reuni�n swinger Hac�a ya unos cuantos meses que me llamaba mucho la atenci�n
un foro de chat privado que su principal tema eran las famosas reuniones de
swingers. Entraba casi diario e imaginaba a todas esas esposas juntas en un
mismo lugar y escogiendo con cual de ellas me acostar�a esa noche, sin embargo
cuando la imagen cambiaba a uno de los esposos de ellas haciendole el amor a mi
propia mujer el celo natural no me dejaba en paz. Sab�a de cuqluier manera que
mi esposa jam�s aceptar�a algo asi, por lo que simplemente me limitaba a
fantasear con que un d�a estar�a en una reuni�n de esas.
Un par de semanas antes de que sucediera lo que les voy a
relatar, estabamos en una reuni�n que hacemos cada mes con las parejas de
amigos. Alrededor de la mesa estabamos Daniel y su esposa Luc�a, David y su
esposa Martha, Julio y Rosella, y mis esposa y yo. NO me di cuenta en que
momento la pl�tica se desvi� hacia el tema de las reuniones swingers, lo not�
cuando en tono de broma Julio dijo que a �l si le gustar�a asistir a una de
ellas, pero solo, nadam�s para ver c�mo eran. Toda la mesa nos soltamos a re�r
con su comentario, sin embargo not� un especial inter�s por saber de qu� se
trataba todo eso de Rosella, quien le ped�a explicaciones a su esposo y a los
dem�s de qu� se hac�a en esas reuniones. Cuando David, quien hab�a tra�do el
tema, platic� de c�mo se hab�a enterado por un compa�ero del trabajo, el brillo
en los ojos de Rosella era deslumbrante, la chica mostraba un inter�s poco com�n
ante lo que para ella era nuevo, sin embargo despu�s de un rato el tema cambi� y
regresamos a los temas triviales.
Unos d�as despu�s estando en la computadora de mi oficina
trabajando en unos reportes, vi que Rosella se conect� en el mensajero. No pude
evitar recordar cual hab�a sido la �ltima pl�tica en la que hab�amos estado, y
la cara que ella ten�a cuando sucedi�, asi que decid� hablarle y retomar el tema
nosotros dos - ya que a mi tambi�n me interesaba mucho - Hablamos durante media
hora de eso, bastante abiertamente por cierto, ambos dejamos ver nuestro
inter�s, pero al mismo tiempo que el supuesto pudor y la educaci�n que tenemos
no nos lo permitir�a nunca. De pronto tuve una idea que a la postre ser�a la que
me llevar�a a cumplir mis fantas�as: Entre bromas le dije a Rosella que la �nica
manera en que pudieramos asistir a algo asi sin sentir celos o pudor, era yendo
con una pareja diferente y haciendonos pasar como esposos. El silencio en la
ventana de chat se hizo por unos segundos, luego Rosella me contest� que si
estaba hablando en serio, que si en realidad lo har�a. Por un momento me asust�
y pens� que se lo dir�a a mi esposa, pero luego pens� que ella tambi�n hab�a
mostrado inter�s y no se arriesgar�a a que Julio se enterara. Le contest� que en
realidad quer�a mucho a mi esposa, pero que como hombre joven me llamaba
demasiado la atenci�n conocer c�mo ser�an esas cosas, y que si ya estando ahi
algo se daba, pues ya ver�a como lo manejaba. - Nuevamente se hizo silencio en
la ventana, solo que ahora por m�s tiempo - Y despu�s fue Rosella la que tom� la
inciativa para inciar esa aventura. Escribi� que ella tambi�n sent�a demasiada
curiosidad por conocer aquello, y despu�s acompa�ado de una risa escrita como si
fuera en broma, me dijo que deber�amos ir juntos a una y no decirle a nuestras
parejas. A partir de ese momento comenc� a suavizarle las cosas a Rosella
diciendole que yo pod�a conseguir una reuni�n, y que no era mala idea ir solo a
la iniciaci�n al menos para ver como era, pero que tendr�amos que mantenerlo en
secreto. Ella tard�, pero me contest� que si en realidad consegu�a una reuni�n
que no fuera peligrosa, contara con ella.
Una semana despu�s ya me hab�a puesto de acuerdo con el
administrador de aquel foro y ten�a ya la cita hecha para el lunes por la noche.
Cuando le llam� a Rosella para avisarle se puso como loca, me dijo que lo hab�a
pensado bien y que era mejor no hacerlo y una serie de excusas m�s. La
tranquilic� un poco y le dije que si no lo hac�amos nunca saldr�amos de la duda.
Asi que al siguiente lunes nos vimos en un caf� cerca de su trabajo y ambos nos
subimos a mi carro. En el camino ella iba nervios�sima, me dijo que le hab�a
tenido que dec�r a Julio que ir�a con sus antiguas amigas de la escuela,
mientras yo le dije que mi esposa creer�a que estaba en un curso de
actualizaci�n t�cnica de mi trabajo. Ambos nos re�mos y nos pusimos de acuerdo
en qu� decir cuando llegaramos a la reuni�n, confirmamos que nuestras argollas
se parecieran suficiente para hacer creer que era la misma y una vez que tuvimos
todo bajo control, nos bajamos del carro y fuimos a tocar el timbre en la casa
donde ser�a la reuni�n.
La casa era enorme, en una colonia de much�simo dinero en la
ciudad. Nos abri� una especie de ama de llaves y nos pregunt� que se nos
ofrec�a. Yo le contest� como me hab�a indicado Marlon - como se hac�a llamar el
administrador del foro - y la se�ora nos dijo que la siguieramos hasta la sala
de la casa. No sentamos en unos hermosos sillones con un estilo europeo - Rosy,
como le decimos en el grupo, se ve�a claramente nerviosa, si embargo debo
reconocer que esa noche luc�a radiante con su manera de vestir - Un minuto
despu�s lleg� un hombre de unos 35 a�os, alto, fornido y de aspecto extranjero.
Se present� conmigo como si me conociera de mucho tiempo y despu�s se trag� con
la vista a Rosy de arriba a abajo y le dijo: "Mucho gusto, Se�ora Rodr�guez".
Rosy se puso como loca con la manera en que el tipo se dirigi� a ella, por
momentos parec�a que dejaba atr�s el nervio y se adaptaba a la situaci�n, pero
pronto volv�a con su cara de arrepentimiento. Marlon nos sirvi� una copa de vino
tinto y dijo que esperar�amos a su esposa, que estaba por bajar. Nos comenz� a
preguntar cosas sobre nosotros - las cuales ya ten�amos bien dominadas - y
despu�s nos pidi� disculpas diciendo que como eramos nuevos, deb�a
entrevistarnos una hora antes para ver si nos quedabamos o no en la reuni�n.
Mientras conversabamos de nuestra supuesta boda ficticia, se dej� mostrar su
esposa bajando de las escaleras. No pod�a creer lo que ve�a, contrario a lo que
esperaba de este tipo de gente, era una mujer extremadamente fina y de una
hermosura poco com�n. Era casi tan alta como Marlon, rubia, de ojos azules como
el cielo, y vest�a un conjunto de minifalda negra ajustada y una blusa tipo
cors� color rojo brillante que dejaba casi a la vista un par de enormes senos.
Ella se present� como Janet, y al igual que su esposo hizo con Rosy, me trag�
con la mirada de arriba a abajo mientras me saludaba con un beso en la mejilla.
Mientras conversabamos los cuatro, yo tomaba la pierna de
Rosy y la acariciaba como lo har�a un esposo normal. A pesar de que ya lo
hab�amos hablado, Rosy se estremec�a un poco cuando lo hac�a. - No negar� que
sent�a ganas cuando tocaba a Rosy a pesar de que la conoc�a desde hac�a un
tiempo como mi amiga - Ambos nos dieron mucha confianza mientras llegaban las
dem�s parejas, y como estrategia creo yo, ambos estabamos ya un poco pasados de
copas para cuando el timbre son� por primera vez en la noche. Unos segundos
despu�s aparecieron en el pasillo que lleva a la sala los que despu�s se
presentar�an como Aurelio y Maribel. �l, de estatura mediana, moreno, de
complexi�n media y de unos 30 a�os. Ella, morena, bajita, pero con un cuerpo muy
atractivo. �l vestido formal y ella con un pantal�n negro de tela ajustado y una
blusa color marr�n con el escote cruzado. Ambos se mostraron muy amables con
nosotros y pronto tomaron una copa de vino y se sentaron a nuestro lado en el
mismo sill�n. Los 6 conversabamos muy a gusto cuando son� el timbre por segunda
vez en la noche - y la �ltima, aunque en ese momento no lo sab�amos - Entonces
entr� una pareja un tanto m�s madura. Un hombre de unos 42 a�os, con un cuerpo
claramente trabajado en el ginmasio y con unas entradas en el cabello bastante
pronunciadas. Ella una mujer de unos 37 a�os creo yo, de esas que se cuidan
excesivamente la cara, pues se notaba restirada por todos lados, eso sin contar
que sus senos se ve�an claramente operados tambi�n. Durante un muy buen rato
todos estuvimos conversando e intercambiando risas. Cabe mencionar que todos
fueron muy amables con nosotros, pero en especial Aurelio - el tipo de 30 a�os
moreno - con Rosy. Y Janet, la esposa de nuestro anfitri�n conmigo.
Unos 45 minutos despu�s me di cuenta de que Rosy estaba ya
muy tomada, y no pude evitar preocuparme. Aurelio se acercaba mucho a ella y en
varias ocasiones le rozaba la pierna con su mano en un movimiento suave. Rosy
por su parte, estaba ya teniendo problemas para darse cuenta de que estaba
sentada con las piernas semi abiertas, lo cual estaba permitiendo a la pareja de
enfrente ver con claridad lo que tra�a debajo de su falda. Janet no se hab�a
descarado conmigo, pero est�bamos de pie recargados en la chimenea conversando
muy cerca el uno del otro, al principio no quer�a mirar entre el escote de su
blusa, pero despu�s record� en qu� tipo de reuni�n estaba y comenc� a espiarla
sin pena alguna. Cuando me di a la tarea de darle un vistazo a las dem�s parejas
me di cuenta de que el intercambio comenzaba a darse entre ellos, al menos ya
estaba muy bien delimitado en parejas de charla, y cada pareja en un sitio
diferente de la sala. Realmente no ten�a idea de como se dar�a el siguiente
paso, e incluso de si habr�a un siguiente paso, pero fue el tipo de las entradas
en el cabello con Maribel - la mujer bajita - los que comenzaron con aquel
espect�culo que no olvidar� nunca.
Arrinconados a un lado de la barra del bar, el tipo estaba
hablando con Maribel frente a frente y muy de cerca, pero cuando baj� la mirada,
me di cuenta que su mano estaba apretando de una manera que me calent� bastante
las nalgas de Maribel. El tipo las sobaba, las apretaba, las acariciaba y las
pellizcaba mientras ella continuaba con su conversaci�n. Imagin� en qu� estar�a
pensando su esposo y r�pidamente mir� hacia el sill�n donde �l estaba con Rosy,
pero me di cuenta de que estaba concentrado en otra cosa. Miraba a Rosy de una
manera muy ventajosa, le hablaba casi al o�do, y el momento en el que los mir�
coincidi� en que �l intent� meter la mano entre las piernas de Rosy sin
lograrlo, ya que mi amiga le tom� la mano y se la retir�. En los segundos en los
que hab�a desatendido a mi pareja de esa noche y mientras paseaba la mirada por
la sala no encontr� m�s ni a Marlon, ni a la esposa del tipo que estaba con
Maribel. Cuando regres� con Janet, ella miraba con una sonrisa en la boca mis
reacciones ante lo que estaba sucediendo, y despu�s me pregunt� si eso era lo
que nosotros esperabamos. Yo le contest� que si, que para mi era mucho m�s de lo
que hubiera pensado - y mientras lo dec�a miraba de arriba a abajo el hermoso
cuerpo de mi acompa�ante - Luego ella se acerc� a mi o�do y me dijo en voz muy
baja que le parec�a que Rosella estaba un poco nerviosa, y que tal vez era mejor
que fueramos para all� y le dieramos un poco de confianza. No entend� lo que me
quer�a decir, pero acced�, y ambos nos fuimos hacia all�.
Llegamos hasta donde estaba la nueva pareja y la primera en
hablar fue Janet, quien se dirigi� con una sonrisa a Aurelio y le pregunt� que
si todo iba bien. Aurelio le contest� que si, que todo estaba en �rden, pero yo
alcanc� a ver como al mirarla le hizo una se�a con las cejas que dio a entender
claramente que Rosy no ced�a ante sus encantos. Janet se sonri� y estando
todav�a de pie se dirigi� a mi y me pregunt� que si no sent�a un poco de calor
en la habitaci�n, a lo cual le contest� que si. Imagin� cual ser�a el siguiente
paso pero nunca pens� que lo har�a tan r�pido. Janet comenz� a desabrocharse el
cors� que llevaba puesto, hilo por hilo hasta que le qued� suficientemente
holgado para dejarlo caer al piso y mostrarnos un enorme y muy bien formado par
de tetas que me dejaron sin habla. Inmediatamente despu�s Aurelio se puso de pie
y se abalanz� sobre la dama para abrazarla y comenzar a besarle el cuello
mientras manoseaba sus tetas a placer. Janet por su parte comenz� a gemir de una
manera bastante fingida, pero que claramente dejaba ver que intentaban ponernos
a tope de calientes para que nos animaramos a entrar en la din�mica de la
reuni�n.
Sin siquiera voltear a ver a Rosy fui y me sent� a su lado
para observar el espect�culo que la furtiva pareja nos estaba dando. El comenz�
a manosear no solo sus tetas sino tambi�n sus nalgas por encima de la minifalda
negra, mientras ella se dejaba tocar, agarr� fuertemente a Aurelio del cabello y
comenz� a jalarselo moviendo su cabeza de un lado a otro. Aurelio se incorpor� y
haci�ndose un poco hacia atr�s comenz� a desabrocharse el pantal�n muy
lentamente mientras Janet permanec�a inm�vil mirando a la entrepierna de su
nuevo amante en lo que terminaba de sacar el pene. Una vez que lo tuvo de fuera
nos dimos cuenta de que estaba completamente erecto ya - posiblemente desde que
estaba con Rosy - e inmediatamente Janet se hinc� en el suelo, lo tom� con su
mano derecha y se lo meti� a la boca comenzando a chup�rselo muy r�pido. Los
gemidos ahora eran de Aurelio, quien contorsionaba su cuerpo y jaloneaba el
cabello de la rubia por el placer que �sta le estaba causando. Olvid� que a un
lado m�o estaba la que ellos cre�an mi esposa, y cuando gir� mi cabeza para
mirarla, la encontr� con la mirada perdida en la escena de la pareja, sus dos
manos estaban apretando fuertemente la falda que tra�a puesta a la altura de las
piernas y la jalaba de arriba a abajo como si se la fuera a subir para entrar al
juego. En ese momento no pude contenerme m�s y dej� que la sangre fluyera a mi
pene dej�ndolo crecer adentro de mi pantal�n. - Quer�a tomar a Rosy y hacerla
m�a, era lo que ellos quer�an, sin embargo la realidad era que ella era la
esposa de mi amigo - Mir� de nuevo a la pareja por unos segundos y cuando
regres� la mirada con Rosella no pude aguantar m�s. Ella se hab�a levantado
completamente la falda y ten�a la mano sobre el bultito de su entrepierna
acariciandolo muy suavamente - probablemente entre la borrachera y el �xtasis
del espect�culo no hab�a ni notado mi presencia - asi que tom� la decisi�n de no
aguantar m�s y comenc� a desabrocharme el cintur�n, luego el pantal�n y de un
tajo me lo baj� hasta las rodillas dejando mi pene de fuera y empezando a
moverlo de arriba a abajo como llamando a "mi esposa" para que fuera a �l.
Rosella desatendi� un momento el espect�culo porque not�
movimiento a su lado y cuando descubri� mi pene completamente erecto y a su
alcance, olvid� por completo quien era yo y sin pensarlo mucho se dej� caer a la
derecha quedando inclinada sobre mi y se lo meti� completamente en la boca. No
ten�a idea de la habilidad que Rosy ten�a para aquello, sinceramente siempre nos
hab�a parecido la m�s tranquila del grupo, pero estaba dandome un oral como
pocas veces me lo hab�an dado en mi vida. No soport� y comenc� a gemir mientras
Rosy se encargaba de mi pito en su boca y de mis bolas con su mano derecha. Not�
que la otra pareja dej� de tocarse y besarse para mirar lo que nosotros hac�amos
- Rosy no se dio cuenta de ello - y al ver que ya hab�amos tomado calor, ambos
comenzaron a desnudarse ante mis ojos. Mientras ellos se despojaban de su ropa
yo comenc� a manosear las nalgas de Rosy por debajo de su falda, y comprendiendo
que el siguiente paso era quedar los cuatro en cueros, comenc� a estirarle el
vestido de una sola pieza hacia arriba de su cuerpo para sac�rselo. Rosy se sac�
mi pene de la boca para permitir que saliera su vestido, y mientras se lo
quitaba no pod�a sacar la vista de encima del voluptuoso cuerpo de mi
anfitriona, que en ese momento estaba siendo disfrutado por las manos de otro de
los invitados. La situaci�n hab�a llegado al m�ximo punto que yo pude esperar de
esa noche, asi que me levant� y con movimientos aun torpes por la prisa termin�
de sacarme toda la ropa aventandola hacia un lado del sill�n en el que
estabamos. En ese momento Rosy volte� a verme por primera vez a los ojos, con la
mirada un poco perdida, y lo �nico que alcanc� a decirle fue que se sacara lo
que le quedaba de ropa de encima. Rosella me hizo caso y poni�ndose de pie se
sac� el bra y la pantie color negro que llevaba puesta ante la mirada sonriente
de nuestros dos voyeuristas. Una vez que Rosy termin� me di cuenta de lo hermosa
que era, no pod�a tomar la decisi�n de si ir sobre mi amiga o ir sobre la
anfitriona, pero al final fue la misma Rosella la que tom� la decisi�n.
Se dej� caer sentada en el sill�n mirandome a los ojos y se
fue recostando poco a poco, mientras lo hac�a con sus labios pint� un claro
"ven", que aunque no se oy�, lo entend� claramente. Yo me estaba reventando, asi
que no lo pens� mucho e hincandome en el sill�n fui recostandome sobre mi amiga
hasta quedar sobre ella. La mirada de Rosy estaba clavada en mis ojos, y no pude
reconocer si era una mirada de �xtasis o una mirada de arrepentimiento por lo
que estabamos a punto de hacer. Lentamente coloqu� mi pene en la vagina de la
esposa de mi amigo y sin problema alguno por la humedad que tra�a, la penetr�.
Ante el placer de estar haciendoselo a la esposa de mi amigo cerr� los ojos y
volt�e mi cabeza hacia el techo lo m�s que pude. Comenc� a bombearla muy
suavemente mientras ella me rasgu�aba la espalda con sus u�as. En una
oportunidad que tuve me di cuenta de que nuestros nuevos amigos estaban en algo
parecido, pues Aurelio estaba coloc�ndose un cond�n y se dispon�a a penetrar a
la amazona mientras ella se pon�a agachada apoyandose en el descansabrazos de
otro de los sillones. Regres� mi atenci�n a Rosella y me di cuenta de que me
estaba viendo ahora si con una mirada como de culpabilidad, asi que me acerqu� a
su o�do y en voz baja le dije que lo disfrutara, que ya estabamos metidos hasta
la corona en eso y ahora tendr�amos que acabarlo. Ella me contest� con un simple
"OK" y se comenz� a entregar con libertad al placer de hacerlo con el amigo de
su esposo. No pod�a dejar pasar la oportunidad de sentir las tetas que tanto me
hab�an llamado la atenci�n siempre, asi que estirando una de mis manos aunque
fuera un poco inc�modo comenc� a sobrale la derecha a Rosella. Ella gem�a
fuertemente mientras yo la segu�a bombeando y apretandole la teta. De vez en
cuando volteaba a ver a nuestros compa�eros y me daba cuenta de que tambi�n
estaban entretenidos, pero no dejaban de mirarnos como queriendo regresar a lo
que cada uno de ellos hab�a comenzado con cada uno de nosotros. Al final, para
ellos nosotros eramos esposos y se supon�a que no estar�amos disfrutando lo que
hac�amos.
Me inclin� de nuevo al o�do de Rosy y le dije que ten�amos
que cambiar. Ella me apret� la espalda y me dijo un fuerte NO, asi que le
record� que para ellos nosotros ser�amos esposos y que deb�amos cumplir con el
cometido de la reuni�n. Rosy accedi� y apenas me quit� de encima de ella se puso
de pie y camin� hasta donde estaba la otra pareja. Todav�a con �l por detr�s de
ella bombeandola, Rosy comenz� a sobrale las nalgas a Aurelio como para avisarle
que ya estaba lista. Aurelio comprendi� y dejando libre a su pareja moment�nea
tom� de la cintura a mi amiga y la avent� al sill�n de junto abalanzandose sobr
ella inmediatamente. Yo segu�a de pie viendo lo que le hac�an a mi amiga y
esperando a que mi nueva pareja se incorporara. Me di cuenta de que no ten�a
puesto cond�n, asi que fui r�pidamente a mi billetera y saqu� el cond�n que
hab�a robado del caj�n de la casa para mi aventura. Cuando quise comenzar a
ponermelo, Janet entr� en la escena y quitandome el cond�n de la mano se hinc�
en el suelo, se lo puso en la boca, y me lo coloc� suavemente y de una manera
magistral utilizando hasta lo m�s profundo de su garganta. El solo hecho del
cond�n casi me hace tirar la leche, pero sab�a que ten�a que aguantar hasta
dejar seca a mi anfitriona, asi que control� el impulso y esper� a que ella se
pusiera de pie. Lo que ten�a frente a mi era completamente una escultura de
mujer, sus tetas eran perfectas, su cintura muy delgada y por lo que hab�a visto
sus nalgas eran duras y muy bien formadas. No quice comenzar con otra cosa que
no fuera pasear mis manos para que reconocieran por completo ese cuerpo antes de
tomarla, y asi lo hice. Comenc� a besarle el cuello y los o�dos mientras mis
manos iban de su cintura a su culo y de sus piernas a sus tetas. Elal fue
lentamente empujandome hacia atr�s hasta que ca� sentado en el sill�n donde
originalmente estaba. Mientras todo esto suced�a comenc� a escuchar gemidos
bastante fuertes de mi amiga, pero por m�s esfuerzo que hice nunca pude ver lo
que la otra pareja estaba haciendo.
Janet se sent� sobre mi y lentamente fue meti�ndose mi pene
en su cuerpo. Nuevamente sent� que en ese momento eyaculaba, y nuevamente tuve
que aguantar. R�pidamente la tom� de la cintura y comenc� a indicarle con mis
manos el ritmo al que deb�a mover su cuerpo. Se mov�a como una culebra encima de
mi, sent�a como sus nalgas topaban en mi pelvis y despu�s se separaban un poco
mientras se mov�a de un lado a otro. Poco a poco le fui soltando la cintura y
subiendo mis manos para tomar ese firme par de tetas que mi anfitriona ten�a.
Arrebatadamente se las apretaba y se las soltaba para despu�s pellizcarle cada
uno de sus grandes pezones. Estuve jugando con ellas unos momentos mientras
Janet se contorsionaba sobre mi e inclinaba su cabeza hacia atr�s, despu�s baj�
de nuevo las manos a la cintura y las llev� hasta sus nalgas.
Eran firmes y carnosas, comenc� a pellizcarlas y a meter la
mano entre ellas para alcanzarle el culo y una parte de su raja en donde mi dedo
�ndice comenz� a jugar mientras mi pene entraba y sal�a de ella. Los gemidos de
Janet se hicieron cada vez m�s fuertes y cont�nuos, mientras atr�s de ella se
pod�a escuchar los gritos que Aurelio daba cada vez que penetraba a mi amiga y
los gritos ahogados de dolor de ella. Sent� la curiosidad de ver c�mo iban
nuestros contrincantes, asi que tomando a mi pareja de la cintura la levant� un
poco haciendole entender que deb�amos cambiar de posici�n. Cuando me levant� y
comenc� con mis movimientos - sin hablarle - a acomodar a Janet contra el
respaldo del sill�n para penetrarla por atr�s, pude ver que a Rosella la ten�an
completamente dominada. Su cuerpo estaba tumbado sobre el descansabrazos del
sill�n, su cara estaba sobre el asiento del sill�n, y el tipo la ten�a pezcada
fuertemente de las nalgas y golpeaba su cuerpo violentamente contra el de ella
en cada penetraci�n que le hac�a - ahi comprend� porque los gritos de ella se
escuchaban lejanos, su boca estaba mordiendo el asiento del sill�n -
Mi pareja se acomod� de pie, agachada sobre el sill�n y
descansada con sus manos sobre el respaldo del mismo. Me doli� tener que
voltearme y dejar de ver el espect�culo que mi amiga estaba dando, pero ten�a
algo que terminar ac�. Cuando baj� la mirada not� la perfecci�n en la figura de
mi pareja, sus nalgas eran perfectas. Las ten�a abiertas, asi que pod�a ver como
ten�a perfectamente depilado tanto la rajita como el culo, estuve a punto de
penetrarla analmente, pero decid� no buscarme un problema por si a ella no le
agradaba. Asi que tom� mi pene de la base y se lo puse en la entrada de la
vagina. Esper� un par de segundos y despu�s la met� con toda la fuerza que tuve
en el momento. Mi pelvis golpe� fuertemente sus nalgas y sus brazos flaquearon
doblandose un poco y causando que casi se fuera de boca sobre el sill�n. El
grito cuando entr� fue tan fuerte que pude escuchar como los de atr�s detuvieron
su acto - seguro para voltear a ver qu� pasaba - yo hice como si nada hubiera
pasado y comenc� a darle a Janet tan fuerte como pod�a, mi pene entraba
completamente y sal�a tambi�n casi todo, y en cada golpe la chica pegaba otro
grito de esos que me ten�an a mil.
Un par de minutos despu�s escuch� que la pareja de atr�s
cambiaba de posici�n, y segundos m�s tarde los gemidos de ambos continuaron. Yo
continuaba dandole por detr�s a Janet, agarrandola de las nalgas y en ocasiones
metiendo mi dedo pulgar un poco en su culo. Ella continuaba gimiendo y haciendo
gran fuerza en los brazos, hasta que en un momento ella comenz� a dar se�ales de
terminar. Su respiraci�n se fue al doble, sus gritos comenzaron a ser m�s
agudos, sin embargo no parec�a terminar. Yo ya no soportaba m�s y en lo que
pens� que ser�a mi final comenc� a disparar leche en el cond�n que llevaba
puesto. Para mi buena suerte fue ese tambi�n el momento en que Janet peg� ese
�ltimo grito ahogado que las mujeres dan cuando terminan. El silencio se hizo
uos segundos y despu�s ella se levant�, se gir� de frente a mi, me sonri� y
despu�s mir� a donde estaban nuestros compa�eros. Alla las cosas estaban aun
peor - Imagin� si por alguna causa Julio hubiera visto lo que yo estaba viendo
se mor�a -
Aurelio ten�a a Rosy tirada en el sill�n y �l estaba de pie
penetr�ndola. Con sus manos estaba abriendo las piernas de mi amiga en un �ngulo
que supongo que le doler�a bastante pues casi llegaban a ambos descansabrazos
del sill�n. Rosy pegaba unos gritos de dolor estruendosos ligados a un gemido de
satisfacci�n que te hac�a dudar si le dol�a o lo disfrutaba. Dos minutos m�s
estuvimos viendo el espect�culo hasta que el tipo se vino. Yo no not� que
Rosella tuviera un orgasmo, y nunca me he atrvido a preguntarselo. Apenas
termin� el tipo, y sin subirse los pantalones vino a mi y me dijo en voz baja:
"Tu esposa es una bestia". Le sonre� y pens� que si en realidad esa hubiera sido
mi esposa no lo hubiera soportado nunca. Mi pareja se acerc� a mi o�do y me dijo
que la hab�a pasado incre�ble y que esperaba que no volvieramos a faltar a una
cita. Yo le respod� con una sonrisa y un apret�n en la nalga derecha y me
encamin� a ayudar a mi amiga a vestirse.
Antes de que los dem�s bajaran nos fuimos de la reuni�n.
Rosella comenz� a llorar dentro del carro y me jur� que jam�s volver�a a hacer
eso, y me hizo jurarle que nunca nadie lo sabr�a. Lo �nico que vino a mi mente
fue que sin importar su decisi�n, yo solo tendr�a que buscar una nueva compa�era
de aventuras.
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Relato: Nuestra primera reuni�n swinger
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