Empecemos, soy una mujer de 24 años
recién cumplidos de piel blanca de ojos grandes de color verde aceitunados,
con unas pestañas muy grandes boca chica pero carnosa, delgada con
bastante busto, que generalmente provoco miradas, soy de cadera ancha aunque
no tengo mucho trasero mis piernas son largas y duras pues hago ejercicio,
desde que conocí el placer del sexo, me volví adicta a él.
Mi esposo no es tan guapo pero es un buen hombre aquí el problema
es que él no es muy activo sexualmente, y desgraciadamente para
él yo sí... me considero una ninfomanía aunque la
verdad muy exigente, no con cualquiera me acuesto, en estos años
de matrimonio he tenido experiencias sexuales y no precisamente con mi
marido.
Hay una en especial que me fascina,
y fue con el mejor amigo de un primo lejano que hace mucho no lo veía
por el destino me lo encontré en un bar, cuando lo vi me emocioné
y fui a darle un gran abrazo, saludé a su amigo y sin más
me fui a otra mesa con mi esposo quedando que otro día nos veríamos,
pasó el tiempo y llego él a mi casa con el amigo mi marido
no se encontraba en casa pues trabaja todo el día, cuando me percaté
su amigo no dejaba de ver mis tetas, que son redondas, suaves de pezón
rosado y grandes, no me molestó pues estoy acostumbrada a tal acontecimiento,
mi primo me veía de una manera rara pero con ternura su amigo era
de la misma altura que yo de buen ver moreno claro bien peinado, con unas
nalgas de ensueño, y unas piernas y brazos que me decía que
podían aguantarme sin problemas al momento de hacer el amor parados,
su amigo llamado Alex, despedía un olor de su loción que
me podía volver loca pregunté sin más preámbulo
¿quién de ustedes huele a CÓGEME? los dos sonrieron
e hicieron un movimiento con sus hombros dándome a entender que
no sabían me acerqué a mi primo y después a su amigo,
diciéndole tú eres el que huele a sexo.... me gusta tu olor,
él perturbado por el comentario volteó a ver a mi primo y
le sonrió y le dijo tu prima quiere abusar de mí siendo que
soy mucho más chico que ella, y le pregunté qué tan
chico me contestó tengo 18 años... sonreí y me dije
a mí misma es hora de que alguien te de una buena lección
de sexo... pasaron los días y un día sin avisar tocaron a
la puerta demi casa era Alex, sonriendo me saludo y me dijo que no me invitas
a pasar, claro le contesté, la segunda frase que salieron de esos
labios carnosos fue ¿y tu esposo? trabajando... ¡ah! si quieres
otro día regreso sólo permíteme hacer una llamada
pues se acabó el crédito a mi celular, claro se acercó
al teléfono mientras yo admiraba esas nalgas duras y bien puestas,
me dio un escalofrió al oler que olía a esa loción
que me volvía loca, terminó su llamada y le dije hoy también
hueles a cógeme... sonrió y me dijo y luego qué esperas,
me dio una gran sorpresa y le dije por mí no hay problema... me
acerqué y empecé a oler su cuello despacio apenas teniendo
contacto de mis labios con su cuello inmediatamente se erizó su
piel regresé mi mirada a su cara y sonreí, acerqué
mis labios y le di un beso húmedo cachondo pero tierno dándole
a sentir mi deseo por él... mordí sus labios él se
dejaba querer y no oponía resistencia alguna, después de
un rato de besarnos sus manos llegaron a mis tetas y me dijo me encantaron
desde el primer día que las vi, son tan redondas y tan suaves que
me ponen a 100, mi mano sin esperar más llegó a sus nalgas
y empezaron a acariciarlas, después de un rato vi que él
no iba a ir a más allá me despegué de él y
me quité la blusa blanca ajustada que llevaba, él sonrió
y se puso rojo sus manos en dos segundos tenía mis tetas aprisionadas
empezó con movimientos inexpertos a acariciarlos le tomé
sus manos y le ayudé a hacer el trabajo bien movimientos circulares
lentos y apenas rozando mis pezones después de un jugueteo no mayor
a cinco minutos decidí quitarle su camisa empecé a besarle
los pechos y su abdomen y sin avisar fui a buscar lo que tanto deseaba
su pene, me acerqué lo tomé con mis dos manos, era una verga
normal pero sus huevos era muy grandes llenos de leche esa leche que quería
dentro de mí, con la punta de la lengua empecé a recorrer
el cuerpo de esa verga hasta podérmela comer toda sentía
cómo las venas se hinchaban y como estaba a punto de correrse me
hice para atrás y le pregunté qué pasa estas excitado
y sin poderme contestar me levantó y empezó a desnudarme
era tanta su excitación que rompió los botones de mis pantalones
ajustados y me bajó el pantalón con todo y tanga... desabrochó
el sostén y su boca mamaron con gran desesperación mis tetas,
no tan bueno haciéndolo pero su desesperación y deseo me
excitaban, lo desnudé por completo y lo aventé al sillón
de mi sala en ese momento su verga parecía explotar y aunque lo
quería dentro de mí no me iba a arriesgar que se viniera
en dos minutos así que decidí que la primera fuera una corrida
de boca y verga y así fue se la mamé de principio a fin entraba
su verga hasta mi campanilla y hacía que me diera cierto asco pero
después de unos minutos ya no la sentía sólo sentía
su calor y su textura suave dentro de mí succioné hasta que
se corrió en mi pecho, se me quedó viendo y me dijo te toca
gozar... ¿cierto?, sonreí y me limpié con un pañuelo
que estaba cerca, acercó una pequeña mesa y me abrió
mis piernas él se arrodilló y quedó a la altura de
mi coño, me afirmó aquí huele a ¡cógeme
ya! y reí, me gusta tu olor es suave y excitante yo le dije deja
tu comentario para después y cométela, empezó por
besarme el pubis, y el poco vello que tengo dejaba observar el terreno
desde el pubis, clítoris y vagina su lengua era larga y se movía
muy bien, empezó por besarme la ingle se fue acercando hasta rodear
solamente con la punta de su lengua el pubis mi cuerpo se estremecía
y deseaba que la chupara que se la comiera por completo pero también
quería disfrutar esa excitación de no sentir su lengua y
sus labios en mi clítoris, bajó hasta mi vagina y introdujo
su lengua mi espalda se arqueó sintiendo el placer del sexo oral,
metió y sacó varias veces su lengua dentro de mi vagina hacía
movimientos circulares pequeños pero perceptibles hasta el culo,
después regresó al clítoris después de dos
vueltas al ruedo del clítoris decidió comérselo lo
tomó con sus labios y empezó a succionarme como si fuera
un ostión que se quiere salir de la boca, ¡¡¡por
Dios!!! exclamé quería que parara y me cogiera pero al mismo
tiempo quería seguir sintiendo ese orgasmo de contracciones y de
corrida.... después de cinco minutos le pedí a gritos fóllame
ahora ya quiero sentirte dentro de mí por favor hazlo...
Sin dudarlo se levantó y
me la dejó ir hasta el fondo mi lubricación permitió
que entrara hasta el fondo que sus huevos rebotaran con mis nalgas pues
mis piernas las tenía él en sus hombros, empezó a
moverse despacio, sin ninguna prisa, sacándolo casi por completo
y regresando lentamente, cada vez me volvía loca un chico de 18
años hacía mejor el sexo que mi marido no puedo creerlo,
después de varias embestidas decidió ocupar una de sus manos
en mi clítoris en ese momento más de una contracción
me hicieron retorcer, de placer mis senos se movían al compás
de sus movimientos de cadera, él sólo gemía y cerraba
los ojos, después de que mis contracciones cedieron un poco me giró
sin sacar su verga de mi interior y bajó mi cadera quedando solo
mi cintura y mi pecho recargada en la mesa, ahí sus embestidas eran
más rápidas más arrítmicas hasta que de un
grito los dos terminamos, quedó recostado en mi espalda y sonriendo
los dos decidimos irnos a acostar al sillón, después de unos
minutos me levanté y me dirigí a la cocina, le ofrecí
algo de tomar y no quiso abrí el refrigerador y encontré
un poco de crema chantilly, en tubo, riendo y llevándomelo con las
manos atrás de la espalda la crema me dirigí a él
qeu mantenía sus ojos cerrados y sus manos tocándose la verga
y sin aviso le eché la crema chantilly sobre su pene y empecé
a devorarlo, en menos de un minuto su pene estaba de nuevo erecto que podía
espera si tenía tan solo 18 años su capacidad de recuperación
era magnífica mientras yo se la mamaba él decidió
untar todo mi cuerpo de crema chantilly, mis tetas se veían más
blancas y apetecibles que nunca mi abdomen mis piernas y mis muslos estaban
blancos por la crema, después de que le quité toda la crema
me tumbó al suelo y empezó a restregarse su cuerpo con el
mío quedando los dos totalmente bañados de la crema, nuestros
cuerpos se movían suave y se deslizaban tanto que cuando la penetración
se dio sólo sonreímos y empezamos a gozar como dos locos,
me sentía como si fuera mi primera experiencia sexual pero muy grata,
después de más de una hora de bombeo terminamos nos limpiamos
se despidió de mí, y desde entonces cada vez que se le acaba
su crédito del celular viene a mi casa a hablar por teléfono...
y algo más...
Ojalá les haya gustado porque
para mí fue una de mis mejores experiencias...
AnaLorena (NINFOMANA)