Relato: La insaciable Carolina 2
La insaciable Carolina.
Hola Me llamo Carolina, les voy a contar una historia que ocurri� hace un tiempo.
Soy una mujer casada, tengo un marido que me satisface sexualmente pero, siempre he sido una mujer con un apetito sexual muy grande, siempre me ha gustado que los hombres me admiren y me deseen.
F�sicamente, soy de estatura regular, piel clara api�onada, tengo tetas muy grandes, las cuales llaman mucho la atenci�n de los hombres, soy de cadera ancha, con unas nalgas grandes y firmes, pero mi mayor atractivo, y que adem�s es lo que los hombres siempre me chulean, son mis muy bien torneadas piernas, que adem�s me gusta lucir con faldas cortas.
Hace un tiempo, conoc� a un compa�ero de trabajo de mi marido, llamado Pa�l, es un hombre delgado, pero con un buen f�sico, bien parecido.
Desde la primera vez que me vio, en una reuni�n de la oficina donde trabaja mi esposo, sent� que llam� su atenci�n, no dejaba de mirarme, en un momento que qued� sola, se acerc� y comenz� a hacerme pl�tica, me hac�a comentarios muy halagadores. Me pidi� mi tel�fono y me dijo que si pod�a llamarme, le dije que s�, pensando que no la har�a.
A los pocos d�as, recib� una llamada, era Pa�l, me dijo que no hab�a dejado de pensar en m�, que realmente deseaba verme. Me invit� a tomar un caf�, yo acced�, ya que, la situaci�n me excitaba y, adem�s, �l me gustaba.
Llegu� a la cita en el caf�, Pa�l me esperaba. Platicamos por un rato, finalmente fue directo y me dijo que yo le gustaba mucho, que lo que m�s deseaba, si yo quer�a, era hacer el amor conmigo.
Aunque yo esperaba una situaci�n as�, no pude evitar sentirme ruborizada, pero la verdad, al imaginarme estar en la intimidad con este hombre que me gustaba, comenc� a sentir mi vagina mojarse, as� que acept�.
Nos trasladamos en su auto a un hotel en la salida de la ciudad, al llegar a la habitaci�n, apenas cerr� la puerta, Pa�l comenz� a besarme, en la boca, en el cuello, me desaboton� la blusa, me levant� el sost�n y comenz� a chuparme los pezones con fuerza, para este momento, ya me sent�a completamente excitada y �l no dejaba de succionar mis pezones, iba de uno a otro y de regreso.
Yo termin� de quitarme la blusa y el sost�n, mientras Pa�l segu�a entretenido con mis tetas. Al mismo tiempo, me quit� la falda, qued�ndome solamente con mi tanga puesta.
Yo segu�a de pi�, Pa�l se puso de rodillas frente a m�, en esta posici�n, alcanzaba a chupar mis pezones, besar mi vientre y, con sus manos acariciar mis nalgas y piernas.
Yo estaba a punto de ebullici�n, cuando Pa�l me quit� la tanga, quedando completamente desnuda, �l cambi� de posici�n, se puso detr�s de m� y me besaba las nalgas, al tiempo que me met�a el dedo en la vagina. Met�a y sacaba con fuerza, yo comenc� a agarrarme las tetas y apretarme los pezones de la excitaci�n.
Casi sin darme cuenta, Pa�l ya se encontraba tambi�n completamente desnudo, entonces se puso de pi�, se situ� frente a m�, comenz� a besarme y me abraz� fuertemente, fue entonces que me frot� su verga en mi pubis, la sent� muy dura y grande, inmediatamente se la agarr�, para mi sorpresa, no la alcanc� a rodear con mi mano, inmediatamente, sent� deseos de verla y oh sorpresa, Pa�l ten�a una mega verga, tan larga que no pod�a cubrirla con mis dos manos, con una cabeza enorme la cual parec�a que le reventar�a.
Les confieso que ante esto, sent� deseos que me la metiera inmediatamente, pero tambi�n sent� deseos de tenerla en mi boca, as� que, opt� por la segunda opci�n. Cuando la introduje en mi boca, casi no me cab�a, tuve que abrir bastante la boca para que cupiera ese gran pedazo de carne, succion� y succion�, Pa�l solamente gem�a y me dec�a lo bien que lo hac�a, modestia aparte, siempre me he sido muy buena para mamar verga, cuando menos es lo que me dicen mis amantes.
De pronto, Pa�l me invit� a la cama, me recost� y se acomod� metiendo su cara en mi entrepierna, hicimos un largo y riqu�simo 69, me vine hasta en dos ocasiones, finalmente, ya no pude m�s y se lo ped�, le dije; �M�teme la verga ya por favor!, �l me dijo; �Claro que s� mamacita!, esperaba que me lo pidieras.
Pa�l se acomod� encima de m�, en la posici�n de misionero, cuando me meti� su gran palo, enorme y duro, primero sent� dolor, no pude evitar lanzar un gemido, pero inmediatamente esa verga larga y ancha, ya estaba entrando y saliendo como en su casa, apenas ten�a unos cuantos embates cuando sent� que me ven�a, entonces tuve el mejor orgasmo de mi vida, no pod�a parar, Pa�l no dejaba de meter y sacar la verga de mi vagina, con un ritmo intenso, yo ve�a luces, estrellas, truenos, no paraba de gritar.
Cuando este orgasmo termin�, Pa�l se puso de rodillas frente a m�, sin sacarme la verga, puso mis piernas sobre sus hombros, y comenz� a moverse fren�ticamente, yo sent�a como ese enorme pene entraba y sal�a, llen�ndome de placer, me sent�a mojad�sima y calient�sima, y Pa�l segu�a mete y saca su enorme palo de mi vagina.
Tuve otros dos orgasmos, iguales al anterior, de pronto, Pa�l comenz� a gemir y moverse con m�s fuerza, adivin� que estaba a punto de venirse, �D�melos todos papacito!, le grit�. En el �ltimo momento, sac� la verga de mi vagina y me lanz� un chorro de semen sobre mi est�mago, casi me llega hasta la boca, sigui� lanzando leche sobre mi pubis hasta que se vaci�.
Se tir� a un lado de m�, nos besamos y nos acariciamos por un rato, de pronto, ya estaba otra vez esa verga como un fierro, dura y lista para continuar.
Esta vez, me fui arriba de Pa�l, acomod� su enorme verga entre los labios de mi vagina, que segu�a muy mojada y lista para ser penetrada. Con un movimiento, la met� lentamente en mi concha, comenc� a moverme lentamente, sent�a como me llenaba todos los rincones de mi vagina ese enorme pedazo de carne, dura y caliente, me sorprend�a de que me cupiera y la aguantara dentro de m�, comenc� a sentir que ven�a en camino otro orgasmo, aument� la intensidad de mis movimientos, y me vine nuevamente, larga e intensamente, en este momento ya no pod�a parar, perd� la cuenta de cuantos orgasmos tuve, finalmente despu�s de un buen rato en esta posici�n, me cans�, me baj� de encima de Pa�l, y me acomod� de a perrito
�l lo entendi� inmediatamente, y se acomod� detr�s de m�, aqu� ya no hubo contemplaciones, me clav� su gran palo de una sola embestida, al tiempo que yo lanzaba un fuerte grito de dolor mezclado con placer, casi le grit�; �No mames cabr�n, que rico me la metiste!, �Dame con todo papacito!, Pa�l muy obediente me dio con todo, tal como yo se lo ped�, durante mucho tiempo, sigui� d�ndome y d�ndome, y yo, vini�ndome y vini�ndome, mis tetas colgaban y se balanceaban, chocando una contra otra, de pronto, sent� dentro de mi vagina algo caliente, al tiempo que Pa�l gem�a fuertemente, dej�ndome dentro una buena dotaci�n de su leche.
Quedamos tirados durante varios minutos sobre la cama, mir�ndonos desnudos en el espejo del techo, completamente exhaustos y extasiados de placer. Nos vestimos, no sin antes quedar que lo repetir�amos.
Les comento que desde esa fecha y por algunos a�os, Pa�l y yo fuimos amantes, ah se preguntar�n, y mi marido, �l es de mente abierta y estaba enterado de esta relaci�n, le excitaba que tuviera estos encuentros y despu�s llegara a casa bien cogida, con el relato y me cog�a intensamente. Como dije al inicio, soy una mujer con un apetito sexual muy grande.
Pronto les contar� nuevos relatos de Carolina y sus amantes. By by.