Relato: Mi Beatriz y su voluptuoso cuerpo 1
Me llamo Bernardo, tengo 57 a�os y hace a�os que voy notando como mi hija Beatriz se va desarrollando, como su pecho plano con el tiempo creci� hasta ser un buen par de melones (36 DD), como su culito se volvi� un culo grande y redondo que roba miradas, sus piernas, su abdomen, su piel suave y blanca, y su rostro angelical la hacen desearla con todo mi ser, mi esposa ya no me calienta, si tenemos sexo tengo que pensar en mi hija de 17, que la tengo de perrito viendo como sus hermosas nalgas aplauden al ritmo de mi cogidas, pero todo cambio una noche.
Recib� una llamada de una amiga de Beatriz, una chica bastante guapa pero no como Beatriz, me dec�a que pasara por ella por que estaba muy tomada y alguien trato de drogarla, al llegar ella estaba vestida de manera muy sensual, un vestido rojo muy ce�ido que hacia que su voluptuoso cuerpo luciera espectacular, su maquillaje era algo cargado, pero la hacia lucir perfecta, la sub� al carro en el asiento del copiloto y nos fuimos rumbo a la casa.
En el camino Beatriz se puso algo euf�rica, se me lanzaba y me daba besos, me dec�a que era bueno, yo la abrase y por lo deliciosa que lucia apoye mi mano en su redondo culito, apretando sus nalgas, ella solo se estremeci�, tomo mi mano y abri� sus piernas para que pudiera sentir su suave y terso co�o, no pod�a creer que mi hija me incitara a sentir su co�o, mov�a mis dedos en su vulva con algo de pena, ella gem�a y se mord�a los labios, me besaba el cuello, yo me estacione y empece a besar sus lindos melones en ese escote prominente, no sabia si eran las drogas o ella pero no lo desaprovechar�a, ella desabrocho su vestido y dejo salir sus enormes tetas, eran redondas y firmes, sus pezones rosas eran del tama�o perfecto, yo los lamia y los mord�a d�ndole mucho placer a mi hija la que me dec�a "te gusta mmmm, mu�rdeme mas duro ooo" sus pezones se pon�an muy duros y su conchita se pon�a h�meda e hinchada, ella me detuvo y me dijo, vamos a casa para seguir mejor.
En el camino a casa Beatriz me desabrocho el pantal�n, mi verga erecta salio de golpe y ella empez� a devorarla como toda una maestra, de lo bien que lo hacia casi chocamos dos veces, al llegar a casa no pude esperar, avent� a mi ni�a en el cofre del carro, sub� su ce�ido vestido hasta su espalda, al ver su tanguita negra toda h�meda se la arranque para poder comerme su panochita, su sabor era dulce y sus jugos brotaban sin parar, ella no paraba de gritar y de gemir, no me importaba que mi esposa se levantara, era mi oportunidad de que mi hija fuera m�a y no la desaprovechar�a, met�a mis dedos en su co�ito sin parar, sus muslos se pon�an duros cada vez que mi ni�a se corr�a en mi boca, la acost� en el cofre y empece a cog�rmela, su co�o era muy apretado y c�lido, ella me dec�a "mas papi dame mas duro" sus tetas brincaban por todas partes, ella me rasgu�aba un poco o me lamia el pecho, saque mi verga de su co�o y explote en todo su cuerpo, era mucho semen el que saque, su cara, sus tetas y su vestido rojo quedaron ba�ados en mi leche, ella se levanto del cofre y me beso, se quito el vestido dej�ndome ve su espectacular cuerpo voluptuoso, me tomo de la mano y nos fuimos directo a su cuarto.
Ya en su cuarto ella me sent� en su cama, abri� mis piernas y meti� mi verga adentro de se boquita, me la chupaba con mucha fuerza, se hacia grande en la boca de mi hija, tarde unos poco minutos en volver a levantar, mi hija me ve�a con los ojos de una puta caliente mientras mamaba mi verga como una paleta, se levanto un poco y envolvi� mi pene entre sus pechos, sub�an y bajaban a lo largo de mi verga d�ndome mucho placer, eran tan suaves que sent�a que explotar�a en cualquier momento, ella se recargo en la cama, abriendo sus nalgas y me dijo "dame por el culo papi, nunca lo eh hecho y quiero que seas el primero" empece a darle leves besos a sus nalgas, eran tan firmes y grandes, mis manos no dejaban de golpear su trasero haci�ndola rogarme por mas, mi lengua lamia su ano, entraba y salia de ella haciendo que su piel se erizara, cuando su culito se dilato empece a frotar mi verga entre sus nalgas, eran tan grandes que la abrazaban a la perfecci�n, Beatriz saco un lubricante y embarro un poco en su culo, de un golpe se la meto toda, su ano apretaba mi verga como nunca hab�a sentido, ella se quejaba un poco pero como una maestra del sexo empez� a moverse d�ndome mucho placer, tanto ella y yo nos sent�amos en el cielo, me tumbo en la cama y monto mi verga con su apretado ano por varias horas, ella y yo nos corr�amos sin parar, yo apretaba sus tetas y hasta mord� uno de sus pezones hasta hacerla sangrar, terminamos exhaustos en la cama, vi como de su culito salia mi semen, la bese en la boca y me fui a acostar.
Despu�s de esa noche no puedo ver a Beatriz solo por que de inmediato empiezo a cog�rmela, desde solo probar su dulce concha hasta d�rmela por el culo, mi hija a sido lo mejor de mi vida.