Relato: mi mejor puta, mi primo Desde muy joven me encanta el sexo, siempre convencia a alguien para cogermelo, sea chica o chico, me daba igual si tenia buena colita, lo que no esperaba es que mientras buscaba accion fuera, la mejor estaba en casa, tengo un peque�o primo que es tan bonito que hasta por ideas de mi tia, lo han vestido de ni�a y se ve lindo, claro es muy peque�o para reclamar, una tarde en las que estaba de lo mas caliente, a mi peque�o primo se le ocurre estarse paseando por la casa unicamente con su playeria y su calzoncito, me lo habian encargado de cuidar, me dio tentacion aquel culito respingon, pero desechaba la idea por ser familia, yo casi era un adulto en ese entonces y el apenas andaba en sus 9 a�os, en mi calentura me meti al ba�o a masturbarme, disfrutaba de lo rico, cuando senti que alguien me veia, de reojo alcance a ver a mi peque�o primo, espiandome, decidi dejarlo ver, segui hasta tenerla tiesa como piedra, me levante y me sali solo con la playera y con la ereccion al aire, mi primo no tardo en asomar, yo fingi no darme cuenta, me miraba el pene moverse, me pregunto -por que estas asi?-, sonrei y con descaro conteste -es que tengo calor, total no hay nadie mas y somos primos, tu deberias estar igual-, me miro sorprendido, me sente comodamente en el sillon de la sala y segui masturbandome, bajo su atenta mirada, no decia palabra, sus mejillas estaban encendidas, le dije -ven, vas a ayudarme-, me miro y se acerco, apenas pudo decir -que hago?-, como respuesta le tome sus manitas y las coloque en mi tronco y le indique como debia moverlas, subiendolas y bajandolas, sabia que era un riesgo pero lo hice, para mi placer, no rehuyo el contacto, en pocos minutos yo gozaba de una delicada pero riquisima masturbacion, gracias a las suaves y tibias manitas de mi primo, lo alente -ah, asi primo, que rico lo haces, oh si, que rico-, sus mejillas ardian y su mirada pasaba de mis ojos a mi miembro que jugaba, sin pedirselo, mire como se detenia y lentamente inclino su cabecita, senti una descarga de corriente electrica, cuando sus tiernos labios engulleron mi glande, lo chupo lentamente, le paso su lengua, haciendome estremecer, sus manitas buscaron mis huevos, los acaricio con delicadeza mientras aumentaba su chupada, que delicioso descubrimiento, mi primito era una zorrita oculta, note como cerraba sus ojos y se entregaba a mamar, su cara era una expresion de calentura increible, no solte palabra, solo gemia y escuchaba su saliva al chupar, madre mia que bien mamaba el nene, sin pedirselo una vez mas me sorprendio, me chupo suavemente los testiculos y paso su lengua por mi ano, haciendome vibrar, hacia que mis caderas se movieran solas, me lo estaba cogiendo por su boquita y el estaba mas que feliz, su cara lo decia todo, el remate fue cuando me solto y timidamente se bajo las ropas, asomando una peque�a ereccion apenas visible, pero no me interesaba, se recosto boca abajo y abrio las piernas ofreciendome sumiso su peque�o pero bien formado culo, me levante temblando de lujuria, me acomode mientras lo escuchaba suspirar, tratando de verme, coloque mi glande en su ano y empuje, abriendolo y gozando como nunca, estaba apretadito, caliente y suavecito, me estaba volviendo loco de placer, empuje lento disfrutando cada pedacito de su recto, de sus expresiones de calentura, hasta que solto suaves quejidos, lo que encendio mas mi excitacion, se la meti hasta el fondo, haciendo que brotaran lagrimas de sus ojitos color aceituna, lo deje acostumbrar, para despues moverme cada vez mas fuerte y profundo, me excitaba ver como se abrian sus nalgas al meterles mi tronco, sus labios estaban rojos de excitacion, parecia mas una nena entregandose que un varoncito, excitado le hice sentir mi peso y mi tranca en sus entra�as, mientras le susurre -vas a ser mi putita verdad primita-, con lagrimas aun bajando por sus mejillas, asintio entre quejidos, que placer me estaba dando aquel peque�o, no conforme, lo cambiaba en diversas posiciones, hice que bebiera mi semen y que me la mamara hasta tenerla dura nuevamente y lo volvi a montar, esta vez el mismo peque�o se entregaba afanoso, jadeando, moviendo el culito con placer, hasta que logro que eyaculara en sus entra�as, entre espasmos de ambos, que bruto, ni con mis novias quedaba asi de excitado, mire como se movia con mi verga aun semi erecta enterrada en su recto, no se despegaba, sus nalguitas se frotaban con gula, no queria dejar salir mi verga, lentamente se la retire, y nos levantamos, no hubo palabras, recogio sus ropas delicadamente, como una nena, camino conmigo hasta el ba�o, donde me lavo suavemente, teniendo especial atencion en mi verga y huevos, los besaba y lamia, era obvio que estaba fascinado y aun caliente, lo deje jugar, desnudos llegamos de nuevo a la sala, se acomodo y meloso se puso a besarme y chuparme el pene, su expresion fue de total felicidad cuando sintio que crecia, cuando la sintio dura completa, se dejo guiar, lo monte de frente a mi, realmente parecia mas una nena que un varoncito, se la meti de un golpe y agradecida jadeo con sus ojos llorosos, le pellizque las tetillas haciendolo chillar, mientras sentia como su culito subia y bajaba, habia descubierto que la mejor putita que conocia, la tenia en casa, era mi primo...y vaya que lo goce
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Relato: mi mejor puta, mi primo
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