Relato: LEJOS DEL MUNDO Aclaraci�n: esta historia como sus personajes son totalmente FICTICIOS
LEJOS DEL MUNDO
Corr�a la d�cada del noventa, en esa �poca yo ten�a un poco m�s de veinte a�os, y aun era virgen. Mi primera vez lleg� siendo bastante mayor y de la forma menos prevista.
Hoy viendo en retrospectiva, creo que mi madre es la gran culpable de que yo sea lo que soy. Soy el hijo mayor de tres hermanos y aunque ella nunca lo reconociera yo soy su favorito, siempre me consent�a en todos mis caprichos y siempre actuaba por mi, ella solo quer�a protegerme, solo que no se daba cuenta del da�o que me hac�a. Mi padre es un tipo bueno, de car�cter severo, pero justo, trataba de predicar con el ejemplo y no con la palabra. Hab�a un problema, cada vez que el intentaba poner l�mites � castigos, mi madre saltaba en mi defensa e invariablemente terminaban discutiendo ellos por mi culpa. Yo no era est�pido y sab�a que el ten�a raz�n solo que me conven�a hacerme el distra�do para pasarla bien. Y que pas� entonces? Simple, mi pap�, ante constantes desautorizaciones de mi madre fue perdiendo su lugar, se cans� de discutir una y otra vez hasta que casi sin darse cuenta opt� por ya no opinar y dejar que ella hiciera y deshiciera a su antojo, se transform� en un padre ausente.
As� transcurri� mi ni�ez, mi adolescencia y mis primeros a�os de adultos, con serios problemas para relacionarme con el mundo, un chico sumiso y un tanto cobarde, que prefer�a ponerle a todo una nota de humor antes de tener que confrontar.
Yo trataba de ser como todos, cre�a ser como todos, me costaba horrores establecer una relaci�n amorosa con una chica, no me animaba, ten�a muy pocos amigos, de personalidad muy introvertida y prefer�a una vida solitaria.
Entre estos amigos estaba Charlie, un chico de barrio, uno con los cuales ten�a buena relaci�n y segu�a soltero como yo. Ese verano me invit� a pasar unos d�as en carpa alejados de la ciudad, ya hab�an arreglado con otros amigos suyos y aun quedaba un lugar disponible, en principio no me hab�a gustado mucho la idea, por mi forma de ser, me sentir�a inc�modo pero tanto insisti� que termin� convenci�ndome, adem�s imaginen con quien habl� para que me ayudara a tomar la decisi�n, si, con mi madre.
As� un tiempo antes me present� a los otros muchachos, ser�amos seis en total, adem�s de nosotros dos ir�a �el negro�, �Mario�, �pajarito� y �manguera�.
Manguera era un muchacho de piel blanca e innumerables pecas en su rostro, corpulento, de cabello bastante largo con unas entradas prominentes en su frente, bigotes finitos, corto de vista, usaba lentes permanentes. Hablo espec�ficamente de el por su apodo, me dijeron �nunca le des la espalda, si te agarra con esa pija te mata!� y adem�s su forma de ser no me hab�a ca�do bien, me pareci� pedante y agrandado.
Salimos de viaje en bus, yo les hab�a avisado que ser�a un lastre porque era un perfecto in�til para la vida al aire libre, pero mi amigo estaba muy contento con mi presencia.
As� fue que al llegar solamente miraba como los dem�s armaban la carpa, un tanto se burlaban de mi pero siempre en tono de broma, nada ofensivo, solamente manguera era un tanto agresivo y punzante con sus palabras, al menos eso es lo que yo sent�a, como que me subestimaba, y yo no ten�a valor para hacerle frente y con eso solo consegu�a que su figura dominante creciera mas y mas.
El lugar era el para�so mismo, todo verde, aire puro a la ladera de unas monta�as bajas, con el terreno en una peque�a pendiente, �rboles frondosos por todas partes, clima templado, abajo un gran r�o, celeste, especial para la pesca, por las noches el ruido del viento acariciando los �rboles se mezclaba con el del agua tumultuosa corriendo a la desembocadura. Era especial para disfrutar la vida al aire libre, poca gente, carpas desparramadas en los alrededores. La parte central del camping ten�a una edificaci�n doble, de un lado estaba toda la parte de venta de alimentos, del otro las duchas y ba�os para los aseos personales.
As� fue que los primeros dos d�as, casi sin darme cuenta estaba mirando la pija de manguera, realmente llamaba la atenci�n, era una cosa impresionante colgando entre sus piernas, ten�a la mirada fija en esa v�bora, manguera se dio cuenta y me hizo pasar un mal momento al gritarme delante de todos
- Ey Gustavo! que mir�s? te gusta? ja! ja!
Todos largaron profundas carcajadas y mi piel se puso rojo fuego de la verg�enza. Los dos d�as siguientes el sigui� molest�ndome, me dec�a que era su �ovejita� y que me har�a balar�.
Al tercer d�a, mi amigo Charlie que permanec�a ajeno a todo esto se fue a hacer una caminata con pajarito, a reconocer el lugar, tardar�an unas horas, los dem�s nos quedamos, en principio ir�amos a pescar, pero la realidad fue otra.
El negro, Mario, manguera y yo nos quedamos, est�bamos dentro de la carpa preparando algunas cosas cuando manguera se puso denso conmigo, me llamaba �ovejita�, me acariciaba el pelo y ante mi leve resistencia se re�a, se puso detr�s m�o y refregaba su entrepierna en mis nalgas, yo no sab�a que hacer, como reaccionar, los otros miraban en silencio. De repente tomo mi mano y la codujo bajo su ropa directo a su miembro, no quer�a dejarla pero tampoco quer�a sacarla, era enorme, se la acariciaba y se iba haciendo grande y mas grande, el se dio cuenta que ya me ten�a
- Te gusta, te gusta mi ovejita obediente�.
Me sent�a raro, agitado, transpiraba, yo no me consideraba homosexual pero no pod�a resistirme. De repente manguera cambi� de lugar, vino a mi frente y se baj� la ropa, su verga salt� impresionante desde adentro, se acerc� a mi cabeza y me indic� que se la chupara, pas� la lengua por mis labios, los not� h�medos por la excitaci�n, no se como explicarles lo impresionante de esa pija, creo que era el triple de la m�a, que pedazo de pija!. Ya no pude decirle que no, ante la atenta mirada de los otros dos di rienda sueltas a mis deseos reprimidos, me qued� como petrificado observando ese monumento imponente, largo, lleno de venas marcadas, de peque�o glande, tronco sumamente ancho, soy hombre de manos grandes, sin embargo no alcanzaba a rodearlo, mi vista estaba clavada en el, estaba fuera de mi, aperas si lo masturbaba lentamente�
Manguera me sac� de mi letargo, tom�ndome de la cabeza me incit� a comerlo
- Dale! ovejita mimosa, no me hagas desear�
Solo cerr� los ojos y me dej� llevar por mis sentimientos, por primera vez en mi vida met�a un pene en mi boca, la sensaci�n fue incre�ble, no pod�a contener el placer, estaba enloquecido, el sabor de ese hombre, la dureza de ese miembro, pas� mi lengua por el recorri�ndolo tan largo cual era, tan perfecto, tan imponente, no quer�a que ese momento terminara nunca, no me importaba que el negro y Mario sean espectadores de la funci�n, lo quer�a meter todo dentro de mi boca, pero era tan grueso que apenas pod�a con su cabeza y un poco del cuerpo, recuerdo que me dol�an las mand�bulas tratando de abrirla mas all� del l�mite, en un momento el me dio un coscorr�n porque le hac�a mal con los dientes, era mi primera vez, no ten�a pr�ctica. As� segu� y segu�, sin prisa pero sin pausa, lo hab�a llenado de saliva, lo com�a todo lo que pod�a, sent�a mi verga dura al hacerlo, era hermoso�.
- A ver mi ovejita obediente, ahora bajate los pantalones y ponete en cuatro patas�. dijo manguera al tiempo que sacaba el miembro de mis fauces.
Sab�a que me la iba a dar por el culo, lo ve�a venir, por un lado me sent�a deseoso, pero por el otro ten�a temor, sin duda me romper�a mi culito virgen, los otros dos segu�an mirando sin decir nada, sin dudas manguera impon�a respeto sobre el resto y dominaba la situaci�n. El fue hasta el peque�o refrigerador, busc� algo en su interior y volvi� hacia mi, mientras yo me pon�a como el me pidi�, era un pan de manteca, sac� el envoltorio y comenz� a forzarlo en mi trasero, estaba duro y fr�o, sent�a como empujaba con fuerza, me contra�a casi involuntariamente pero el me sosten�a con firmeza al tiempo que me met�a un dedo y luego dos jugando en mi esf�nter. Ten�a temor, la manteca se iba derritiendo por la temperatura de mi cuerpo, sab�a que llegaba el momento, estaba ansioso�
Manguera pas� los restos de manteca untando su verga cuan larga era, yo miraba su pija y el me miraba a mi:
- Te gusta ovejita� siempre supe que te gustar�a, desde el momento en que te conoc�
Dicho esto, se acomod� a mi espalda y pas� su verga por la raya de mi orto, una y otra vez, subiendo y bajando, se acerc� a mi agujero y empuj� hacia adentro
- Ayyy! ayyy! me duele, de duele!!! ayyyy�
Protestaba como un chico, realmente era terrible, el insist�a, tanto que logr� el objetivo, mi ano se dilat� como nunca antes y su poderoso miembro lo desvirg� de golpe, asum� que me encantaba, me enloquec�a, entraba y sal�a, era perfecto, apretaba con mis pu�os el piso de la carpa, gritaba en cada embate, ya no me importaba nada, sent�a mi respiraci�n fuerte como nunca, cerraba los ojos para concentrarme en el placer de esa verga perfor�ndome el culo.
Me hizo poner de espaldas contra el piso, levant� mis piernas y me la meti� nuevamente, gritaba tanto en cada embate que seguramente me habr�an escuchado desde las otras carpas a pesar de estar bastante lejos, manguera not� lo mismo, por lo que casi les orden� a los otros dos que callaran mi boca con sus vergas, y ellos obedecieron casi sin protestar. As� me encontr� sin pensarlo con ese monstruo comiendo mi esf�nter y mi boca asfixiada por dos vergas, estaba enloquecido, muerto de placer, de vicio, descubriendo cuanto me gustaban las vergas, manguera me dijo que me masturbara, se re�a de lo putito que era, de lo que gozaba, a tal punto que les orden� a los otros que me acabaran en la boca y que yo me tragara el semen�
Me pareci� repugnante pero nadie se anim� a contradecirlo, yo segu�a gimiendo, los minutos pasaban, de repente la verga negra del morocho comenz� a escupir leche en mi boca tal cual hab�a pedido manguera, la verdad es que me dio mucho asco, su sabor me pareci� horrible, as� que lo tragu� lo mas r�pido posible, Mario fue el siguiente, casi de inmediato cuando aun no terminaba de tragar la del negro empez� a llenarme la boca, encima era chorro tras chorro, unos seis disparos potentes, manguera se re�a al verme mi cara de asco mientras me desesperaba por tragar r�pido hasta que no quedara nada. Nuevamente qued�bamos nosotros dos, su pija se pon�a mas dura, lo sent�a pronto a acabar, aun ten�a el gusto amargo en la boca, mi pija tambi�n explotaba, lo hicimos al mismo tiempo, mis espasmos me hac�a contraer el esf�nter sobre esa vara de carne que me llenaba por detr�s, fue hermoso, porque yo no pod�a cerrarlo a pesar de apretar, as� tuve uno de los orgasmos mas intensos de m vida, mi leche saltaba sobre mi abdomen al tiempo que la suya caliente llenaba mi culo.
Luego el silencio rein� en el lugar, recuerdo que tuve que ir casi corriendo hasta el ba�o, estuve mas de media hora sentado en el inodoro para reponerme, me tocaba el esf�nter y me impresionaba, pobre de mi! de a poco fui escupiendo el esperma que manguera me hab�a dejado dentro. Cuando me repuse volv�, solo les hice jurar que mi amigo Charlie jam�s se enterar�a de lo sucedido, Mario y el negro no tuvieron problemas pero manguera puso una condici�n, para aceptar�
Nosotros dos �ramos los �nicos que ten�amos el vicio del cigarrillo, as� que noche tras noche sal�amos a fumar un poco despu�s de la cena, nos �bamos a un lugar apartado, en la oscuridad, entonces el indefectiblemente � me la daba por el culo � me hac�a chup�rsela y siempre me obligaba a tragar hasta la �ltima gota, as� me d� cuenta que solo esperaba a que llegara la noche para estar a solas con el, saben que es lo que mas me enloquec�a? Cuando �bamos a empezar y el se apoyaba contra un �rbol, yo me arrodillaba a sus pies y acariciaba su pija dura bajo oculta por el calzoncillo, me mor�a de deseo�.
Todo termin� a nuestro regreso, el cort� toda relaci�n y ya no fui su ovejita obediente, manguera fue mi primer hombre, esa fue mi primera vez�.
Pam
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Relato: LEJOS DEL MUNDO
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