Tengo suerte de tener la llave de la oficina as� que anoche
pude venir a dar con mis huesos aqu�, luego de bajarme una botella de Criadores
y fracasar con una copera en un prost�bulo de los bajos fondos. Ahora es domingo
por la tarde y voy a ver si aporreando el teclado de mi ordenador logro bajar el
nivel de veneno.
Mi mujer ya me ten�a harto con sus vueltas, sus negativas y
sus limitaciones. Que eso no, que lo otro no me gusta, que qui�n te crees que
soy y toda esa cantilena. Y adem�s, esa agresi�n permanente como que s�lo a m�
se me ocurr�an esas cosas por leer tanto de esas porquer�as, refiri�ndose a mi
colecci�n de pornograf�a.
Ayer como casi todos los s�bados empec� a darle besitos en la
almeja y cuando quise profundizar con mi lengua me fren� con lo mismo de
siempre, aunque esta vez mi reacci�n no fu� igual a la de siempre. No se�or, me
levant� de la cama, tom� de la c�moda uno de mis pa�uelos de cuello y
sosteni�ndola con dureza le at� una mu�eca al respaldo de la cama; ella empez� a
protestar, que hac�s, soltame y todo eso pero mezclado con alguna risa
desconfiada pensando en que era juego y que, seguramente, yo no iba a hacer eso,
as� que se di� cuenta que la mano ven�a pesada cuando - despu�s de atarle la
otra mu�eca con el segundo pa�uelo y dejarla casi indefensa y sin muchas
posibilidades de moverse - me tir� a sus pies y oblig�ndola a abrir las piernas
hund� mi cara en su entrepierna.
Grit�, patale�, pute�, hac� lo que quieras pero no te vas a
salvar que de una buena vez por todas te chupe la concha hasta el hartazgo, le
dije antes de colocar mi boca haciendo ventosa en su raja y empec�. Lengua,
lengua y lengua. Un poco por afuera, un poco por adentro, alg�n dedo tambi�n.
Durante largo rato ella luch� primero tratando de impedirme a m� hacer lo que
estaba haciendo y luego, tratando de impedirse a s� misma demostrar que le ven�a
el orgasmo. La muy terca s�lo se afloj� en el �ltimo instante, empapando mi cara
con su flujo pero, apenas termin�, volvi� a forcejear. Me import� un carajo su
orgasmo y segu� con mi lengua unos minutos m�s creyendo que con eso pod�a
hacerla aflojar del todo pero me cans�, as� que me incorpor� y le clav� las
rodillas rodeando sus costillas.
- Hijo de puta, asqueroso, dejame !!, gritaba mi mujer.
- Ahora que te com� la concha te vas a tragar mi leche !! le
dije sin dudar.
Le puse el nabo en la boca pero ella apret� los labios,
intent� pero no hubo caso; la agarr� del pelo de la nuca y tir� hacia atr�s
buscando que abriera la boca y ella, furiosa, me dijo "ni lo intentes porque te
la arranco, degenerado", y tuve la presunci�n que era capaz de hacerlo.
- Te la vas a tragar igual aunque no quieras, le dije.
Y me hice la paja frente a sus ojos, r�pida, violenta, hasta
que le vaci� la leche en su cara. Qued� divina la muy puta, con los lamparones
de leche en sus mejillas, en su boca, en toda su cara.
Me incorpor�, sal� de sobre ella y me sent� a su lado en la
cama. Sus l�grimas se mezclaron con mi semen.
- Porqu� llor�s, si no te lastim�, tonta, le dije intentando
calmarla mientras le acariciaba una mejilla esparciendo la crema.
- No me toques, salite, dejame sola, me pidi�.
- Anda a la mierda, le dije y me levant� como para ir a la
cocina a prepararme un caf�.
- Soltame!!, grit� (yo no le hab�a desatado los pa�uelos).
- Despu�s, cuando te hayas calmado un poco, le contest� y
segu� en lo m�o.
Cinco minutos depu�s volv� al dormitorio con un caf� para m�
y otro para ella. Te voy a soltar si dej�s de comportarte como una nena, le dije
y le acerqu� el pocillo con caf� a su boca.
- Esta bien, ya me calm�, soltame por favor, me pidi� con voz
calmada y sin enojo.
La desat� y ella, sin moverse de la posici�n que ten�a en la
cama salvo por los brazos ahora libres, tom� el caf�.
- Dejame salir un momento que necesito ir al ba�o, me pidi�
casi con dulzura.
- Claro nena, le dije, viste que no fu� tan malo, agregu�
mientras ella se incorporaba.
Se par� frente al placard y comenz� a vestirse.
- � Qu� haces ahora ?, pregunt�.
- No ten�s ojos, me retruc�, me voy a vestir.
- � Para qu� ?, si podemos seguir haciendo el amor, contest�.
Y sin dejar de vestirse se plant� dici�ndome:
- Mir�, hijo de puta, nunca tendr�as que haber hecho lo que
hiciste. Yo no soy una de esas putas a las que vos estar�s acostumbrado, pero si
lo que vos quer�s es que yo sea una de esas, lo vas a tener, ahora mismo, ya que
voy a salir y me voy a encamar con el primer tipo que se me cruce en la calle y
te vas a tener que aguantar eso, estamos?, tarado!, hijo de tu madre que en paz
descanse!!
Desgran� todo ese rosario de un saque y sin respirar; y
amedida que soltaba el rollo sus ojos se fueron encendiendo de furia y para
cuando lo termin� ya estaba totalmente vestida, as� que pas� frente a m� y sali�
llevada por los diablos.
- Par� loca! � D�nde vas ? intent� manotearla pero saf�.
- Ya te dije ad�nde voy a ir, y aguantatela si sos tan macho,
contest� sin dejar de ir hacia la puerta con pasos agigantados por su furia y
decisi�n.
Forcejeamos en la puerta un poco pero no quer�a lastimarla, y
mientras tanto le dije algo as� como que no le ten�a miedo ya que con tus
remilgos ning�n tipo te va a dar bola, que era una forra; a lo que ella contest�
que esperara sentado y que ya iba a ver de lo que era capaz, y tras soltar una
par m�s de groser�as sali� dando un portazo.
Yo me re�, de puros nervios nom�s y me fu� a sentar al
living, seguro que antes de cinco minutos volv�a a entrar. A los diez todav�a no
hab�a vuelto y, a�n seguro de m� mismo, me dec�a que ya iba a volver. A la media
hora ya ten�a asumido que estaba haciendo tiempo tomando un caf� en el bar de la
otra cuadra, as� que sal� y la fu� a buscar. No estaba. Nadie la hab�a visto.
D�nde mierda se meti�, me preguntaba.
Volv� a casa y a esperar. A la hora llam� a la casa de
Graciela, su amiga, para ver si sab�a algo de mi mujer. Nada y encima tuve que
inventar una excusa. A las dos horas se me prendi� la bombilla y marqu� el
n�mero de la madre, convencido que estaba en casa de mi suegra. Ni noticia y le
tuve que decir que no se preocupara, que hab�a salido de compras y nos
desencontramos, y qu� se yo cu�ntas boludeces por el estilo. A las tres horas
son� el tel�fono y corr�. Ten�a que ser ella, d�nde est�s, pregunt� apenas
levant� el tubo. No, Tito, soy yo, todav�a no lleg� ? No suegra, todav�a no
lleg�, le contest� y tuve que poner m�s excusas para que no se preocupara porque
ella ya quer�a venir para casa e ir a la polic�a si era necesario, porque con
las cosas que pasan hoy en d�a y todo eso. Logr� convencerla que no era
necesario y cort� la comunicaci�n justo en el momento que escuch� la llave en el
cerrojo.
- Hola, volviste, le dije tratando de mostrarme tranquilo.
- Si, no me ves ?, retruc� sin vacilar.
- Donde fuistes ?
- Ya te dije lo que iba a hacer as� que ahora no me molestes,
� s� ?. Estoy cansada y me quiero ir a dormir, contest�, yendo hacia la cocina.
- � C�mo te fu� ?, le repregunt� con tono marcadamente
sarc�stico.
- Bien, muy pero muy bien !!, me recontest� con tono
sobrador.
- � Y qu� hicistes para que te fuera tan bien ? inquir�
insistiendo en el tono sarc�stico.
- � Quer�s saber lo que hice ? recontest� dando la vuelta y
sosteniendo mi mirada. Sin darme tiempo a decir nada sigui�:
- Mejor, en vez de cont�rtelo, sentate y te muestro, quer�s
?.
- Dale, sentate, insisti� mi mujercita al ver que yo no me
mov�a. Lo hice. Se acerc� a dos pasos frente a m� y se levant� la pollera. No
ten�a ropa �ntima.
- Veo que te sacaste las bragas antes de entrar, le dije.
- No querido, las bragas y el resto me la sacaron hace largo
rato, apenas sal� de ac�, no ves que estoy mojada ? desafi�.
Era cierto, v� peque�as perlas semitransparentes en la mata
de pelambre.
Y entreabriendo un poco las piernas continu� con el desaf�o:
- Toc�, vas a ver y vas a sentir.
Yo estir� el brazo y con el canto de la mano le recorr� la
concha.
- Veo que te diste una ducha en el bidet, seguro que en la
casa de alguna de tus amigas, coment�, con dudas.
- No papito, ol�, olete la mano, vas a ver que rico perfume.
Me pareci� que era olor a concha nom�s y as� se lo dije.
- Pero..., que poco olfato ten�s, maridito m�o - en tono
canchero y sobrador - no reconoc�s el olor a macho.
Volv� a oler el canto de la mano y como no me convenci� la
volv� a tocar, esta vez metiendo y recogiendo el flujo con mis dedos.
- As�, mu�equito, ahora prob�, ol�.
Neg�ndome a creerlo todav�a supe que era cierto, era olor a
macho, a leche, a esperma !!.
Y te voy a dar otra noticia, querido m�o, dijo,
aprovech�ndose de mi estupor y - mientras hablaba, di� media vuelta y se agach�
poniendo sus hermosas ancas a escasos veinte cent�metros de mi cara; al mismo
tiempo, sosteni�ndose la pollera con sus brazos para matenerla arrollada en la
cintura, se tom� los gl�teos con las manos, abri�ndoselos, mostr�ndome su
orificio trasero. Jam�s hab�a hecho eso. Me pareci� verlo irritado.
- � Y ahora qu� ?, pregunt� con un hilo de voz.
- Ahora, querido, ves que te perdiste el estreno de mi colita
porque se la tuve que dar, sab�s, una puta no lo puede negar, cierto ?, me dijo
sobr�ndome.
A�n as� no le cre� que pudiera haber sido tan pero tan guarra
y sin pedir permiso ni dudarlo puse bien duro mi dedo �ndice, le apoy� la punta
en su orificio y presion�.
- Muy bien, papito, comprobalo, dijo..., moviendo apenas en
redondo sus nalgas y haciendo que el dedo, sin encontrar resistencia ninguna, se
deslizara �ntegro en su interior.
Evidentemente, ten�a el culo reci�n aceitado.
- Sos una hija de puta !!, le dije, herido en lo m�s hondo de
m�.
- � Por qu� mi amor ? � no quer�as que fuera puta ? pregunt�
y sigui�...
- Desde ahora, soy puta y voy a hacer lo que se me venga en
ganas, con qui�n quiera y cuando quiera y vos, maric�n de mierda, cuando quieras
algo, me vas a tener que pagar y con la tarifa que yo ponga !
Me dej� pasmado, all�, sentado en la cocina. Cinco minutos
despu�s sal� de mi casa.