Relato: Masaje completo Estabamos las dos parejas en una casa rural alquilada para
nosotros solos, la casa ten�a tres habitaciones, en principio iba a venir otra
pareja m�s pero no pudieron, total que sobraba un dormitorio, mi novia Mar�a y
su amiga Ana, se conocen desde el colegio, y el novio de Ana, Fernando, lleva
con ella desde que era una ni�a, Ana no conoci� m�s hombre que Fernando, salvo
alg�n rollo espor�dico en un momento de bache en su relaci�n.
Ana y Mar�a son muy diferentes f�sicamente, Ana es bajita
(1,60m) y rellenita, no est� gorda ni mucho menos, es terriblemente coqueta (o
es la impresi�n que a mi me da); Mar�a es alta (1,70m) y delgada, aunque tiene
unas curvas deliciosas y unas tetas cada vez m�s hermosas, firmes y del tama�o
de unas buenas naranjas, las de Ana son m�s grandes, pero no tan firmes, aunque,
con los escotes que le gusta lucir la verdad es que se ven maravillosas.
Tras esta breve introducci�n voy al grano, Ana llevaba toda
la tarde quej�ndose de la espalda, y yo me ofrec� a darle un masaje sin segundas
intenciones, �bamos por la calle los cuatro y yo le echaba las manos a la parte
posterior del cuello y apretaba suavemente, ella gem�a de gusto, demostrando lo
que le gustaba, a pesar de que est�bamos ante nuestras respectivas parejas, eso
a mi me calentaba, porque, aunque no lo he dicho y como posiblemente habr�is
adivinado, aunque Ana no sea "mi tipo" ,despierta en m� un morbo tremendo, con
sus miradas p�caras, sus gemidos cuando le toco el cuello, la naturalidad con la
que me deja bucear con la mirada en su escote cuando se sienta frente a mi en
una cena, o en cualquier otra ocasi�n, y ya no digamos cuando bailamos juntos
algo de salsa, como se me arrima y la manera en que mueve su melena oscura, al
estilo de las bailarinas de los videos musicales, como me pone�.
En fin cuando llegamos a la casa despu�s de cenar algo,
agotados como est�bamos tras un d�a de playa, decidimos irnos para la cama,
cuando �bamos a subir a los dormitorios le propuse a Ana darle un buen masaje,
para que descansara mejor, acept�, Mar�a y Fernando se fueron cada uno para su
habitaci�n a descansar.
Ana y yo nos metimos en la habitaci�n que sobraba, le dije
que se tumbara en la cama de espaldas, se tumb� sin desvestirse ni un poco, yo
tambi�n estaba vestido m�s o menos como ella, un vaquero y una camisa, empec� a
masajearle el cuello y luego la espalda por encima de la camisa, pero al
arrugarse reduc�a considerablemente la efectividad del masaje (he de decir que
mis masajes no son ni mucho menos profesionales, se reducen a un puro sobeteo,
ella lo sab�a tambi�n como yo, pero creo que tambi�n le daba morbo estar conmigo
a solas), el caso es que le suger� que levantara un poco al menos la camisa, y
ya de paso desabrochara el sost�n, lo hizo como lo hace todo con suma
naturalidad, sin entrever segundas intenciones por mi parte (o no d�ndoles
importancia si las entreve�a) comenc� a acariciar � masajear � sobar la blanca
piel de su espalda, la acariciaba por los costados, rozando "involuntariamente"
sus senos, de arriba abajo, de abajo arriba, me paraba sobre sus hom�platos,
sobre su cuello, amasaba sus agarrotados m�sculos y ella gem�a levemente, a mi
eso, junto a la visi�n de su hermoso trasero enfundado en los vaqueros
el�sticos, me pon�a a dos mil, mis manos se volvieron atrevidas y comenc� a
bajar acariciando sus muslos, por la cara externa, desde la espalda hasta la
rodilla, lentamente, deleit�ndome en sus curvas.
Ella parec�a que se estaba quedando dormida bajo mis manos,
ya llevaba m�s de media hora amas�ndola, cuando decid� cambiar el masaje por
unas caricias, ahora pasaba mis manos muy suavemente por su espalda, casi sin
rozarla, y luego acercaba mi boca y le soplaba ligeramente, su piel se erizaba
al sentir mi soplido, se estremec�a bajo mis caricias, volv�a a soltar sus
excitantes gemiditos.
Yo no sab�a como iba a reaccionar si le dec�a lo que me
estaba apeteciendo hacerle, al fin y al cabo es la mejor amiga de mi novia, que
dicho sea de paso, estaba, al igual que su novio en una habitaci�n del otro lado
del pasillo, para romper el hielo (que ya no hab�a) le propuse un juego que
hac�a de peque�o con mi hermana, escribir cosas sobre su espalda y ella iba
adivinando lo que pon�a, empec� poniendo tonter�as como Hola, Ana, pero luego le
empec� a poner otro tipo de palabras, para ver su reacci�n, y porque n� o�rselas
decir, en medio del juego y haciendo bromas le escrib�a: SEXY, FOLLAR, PAJA,
FOLLAME, cuando adivin� esta �ltima palabra, me acerque a su o�do y le susurr�
medio en broma, medio por ver su reacci�n.. �en serio quieres que te folle?
Ella se dio media vuelta y se puso mirando hacia m�, con cara
seria (yo me esperaba un bofet�n por atrevido, o un� bueno, me tengo que ir�)
pero ella me dijo-
�te atrever�as si te dijera que s�?
Yo estaba ardiendo y me qued� de piedra, no me esperaba esa
reacci�n, (a pesar de lo mucho que hab�a fantaseado con que se produjese dese
que la conoc�).
Me arm� de valor, y por seguir con el pique y ver quien dec�a
basta primero prosegu�
Si, a menos que seas muy ruidosa porque igual nos oyen�.
Me dio un inesperado beso en los labios y me dijo, vamos a
ver si duermen�
Salimos de la habitaci�n y comprobamos que estaban
profundamente dormidos, incluso se les o�a roncar (a ambos), lo que nos hizo
sonre�rnos c�mplicemente�
Volvimos a la "sala de masajes" y cerramos la puerta, de pie
tras la puerta nos fundimos en un ardiente beso, yo cre�a que era el �nico que
llevaba tiempo deseando un encuentro as�, pero comprob� que el deseo era mutuo,
desabotone su camisa, dejando al descubierto, despu�s de muchos a�os de
insinuaciones, aquellos pechos que tanto llamaban mi atenci�n desde el balc�n de
su escote, ella no tard� en buscar mi verga que quer�a salir del pantal�n, se
acerc� a mi oreja y con su dulzura habitual me susurr�, esta noche quiero toda
tu polla para m�.
Yo ya no pod�a m�s de la calentura, apretaba sus cachas sobre
los vaqueros el�sticos, mientras ella trataba de quitarme los pantalones y
liberar mi falo, lo que no le llev� mucho tiempo.
Lo agarr� con sus suaves manos y lo comenz� a agitar,
mientras nos bes�bamos y yo acariciaba su cuello y su espalda, bajando hacia su
trasero y tratando de bajarle los pantalones, tarea en la que colabor� ella con
una de sus manos, sin soltar en ning�n momento mi pene, despu�s me desaboton� la
camisa con los dientes (nunca hab�a visto tal habilidad).
Fue poni�ndose de rodillas frente a m�, acercando su cara a
mi polla, que segu�a en su mano, est�bamos ya completamente desnudos, apagamos
la luz de la habitaci�n, y comprobamos gratamente que la luna llena se encargaba
de iluminar la escena casi como si de una pel�cula se tratase, era perfecto,
ella bes� la punta de mi glande, yo me entreten�a acariciando su cabello largo,
oscuro y abundante, ella iba ensalivando mi miembro, deleit�ndose y
deleit�ndome, sus manos agarraban ahora ambos hemisferios de mi trasero,
mientras mi polla desaparec�a y volv�a a aparecer dentro de su c�lida y h�meda
boca�.
La avis� de que estaba a punto de correrme (llevaba excitado
desde que empec� con los masajes, lo raro es que no me hubiese corrido cuando me
dijo que s� a lo de follar), sac� la polla de la boca, me mir� y me
dijo�d�chame! No tard� ni treinta segundos en eyacular sobre su linda tez, ella
se relam�a las gotas que notaba cerca de sus labios, y con los dedos extend�a el
resto de mi leche como si de una crema hidratante se tratara, la cog� de la
mand�bula con ambas manos y atraje su boca hacia la m�a, el olor de mi semen
sobre su cara me resultaba extra�o en un principio pero terriblemente excitante
al mismo tiempo, la bes� al tiempo que, sin dejar de besarnos, la llev� hacia la
cama.
Segu� bes�ndola, pero mis besos dejaron sus labios y fueron
recorriendo su piel, primero su cuello, ella cerraba los ojos y suspiraba, baj�
hacia sus preciosas tetas, algo fl�cidos comparadas con las de mi novia, pero
con unos pezones que estaban duros como piedras, a los que dediqu� una serie de
leves mordisquillos mientras mis dedos buscaban ya su co�o, cuyo calor ya hab�a
sentido sobre mis muslos mientras me deslizaba por su cuerpo abajo, su co�o
estaba ardiendo, una peque�a mata de pelo flanqueaba la entrada, estaba mojado
como una ma�ana de roc�o, y el inenso olor de su sexo empezaba a inundar el
ambiente.
Me entretuve en su ombligo, mientras mis manos sub�an por sus
flancos buscando sus tetas y el premio de sus erectos pezones, mi boca bajaba
hacia las profundidades de su selva p�bica, mi lengua roz� su cl�toris y eso le
provoc� un espasmo inmediato, introduje mi lengua en su co�o, libando su n�ctar,
dulce, caliente, maravilloso, ella empezaba a agitarse con m�s violencia ante
mis pellizquitos sobre sus pezones, mis lametones sobre su co�o y acerc�ndose
tambi�n a por su ano.
Ella tap� su cara con la almohada para ahogar el grito de
placer que solt� al sentir llegar su orgasmo, casi no lo consigue.
Me agarr� fuertemente del pelo, y me atrajo junto a su cara,
me mir�, y entornando los ojos, como una ni�a t�mida me dijo�. �me metes ya tu
polla guapo?
Acerqu� mi glande a ese bosque empapado, con los dedos apart�
un poco sus labios inferiores y met� mi polla dentro de la mejor amiga de mi
novia, su co�o era caliente, h�medo y estrecho, sus blancos muslos flanqueaban
los m�os, mis manos acariciaban secuencialmemte sus tetas, sus caderas, sus
muslos, su cl�toris, cog� su pierna derercha y la mov� por delante de mi cara,
colocandola sobre su pierna izquierda, todo esto sin sacar mi verga de su c�moda
morada, de esta forma, con sus dos piernas hacia el mismo lado el panorama era
impresionante, sus muslos hacia un lado, su culo de otro lado y mi polla
ensartada en su co�o, en el centro, ella volteada de medio lado recibia mi verga
m�s adentro de lo que hab�a tenido polla alguna antes (no tanto por la longitud
como por la posici�n).
Yo la embest�a lenta y cadenciosamente, al alcance de mi mano
ten�a ahora su ano, los jugos que sal�an de sui co�o, y en la posici�n anterir
bajaban hacia su ano, seguian all�, y los aprovech� para humedecer mis dedos e
introducir primero uno, luego dos , y as� sucesivamente hasta cuatro en su ano,
que se notaba que no era la primera vez que era dilatado, seguia entrando y
saliendo de ella, haciendo rebotar sus tetazas al comp�s, llev� uno de mis dedos
empapados de sus jugos hacia su boca, lo lami� como si se tratara de un peque�o
pene mientras me miraba con esa cara de gata en celo.
Me dijo, quiero tu leche en mi culo, dentro o fuera, donde
prefieras, pero no en mi co�o�.
Es como si hubiese adivinado el momento, yo estaba a punto de
correrme dentro de ella, sab�a que sol�a tomar la p�ldora por lo que no me hab�a
preocupado del tema, saque mi pene con apenas tiempo para correrme sobre sus
blancas posaderas, ella esparci� la leche sobre su cuerpo con sus dedos y luego
los lami�.
Yo no pod�a dejar pasar el momento, a pesar de que ya me
hab�a corrido , mi polla segu�a dura y la met� en su dilatado ano, la cog� de
sorpresa y emiti� un peque�o gemido, pero enseguida empez� a mover su culo para
facilitar la entrada de toda mi verga, mis huevo botaban contra su cacha
izquierda , pues ella segu�a de medio lado, sin dejar de embestirla, la agarr�
de la cintura y la ayud� a ponerse a cuatro patas, con mi polla dentro de su
redondo culo, bombeando como un loco, por suerte para nosotros la cama no hac�a
ning�n tipo de ruido, yo la embest�a cada vez con m�s furia, y ella le daba a su
melena de un lado para otro como en los anuncios de champ�, puse mi mano sobre
su cl�toris, y como si le hubiese dado a un interruptor se agit� de nuevo,
estaba teniendo otro orgasmo y yo no tard� tampoco mucho en tener uno tambi�n,
no eyacul� (no soy una central lechera) pero mi cuerpo se estremeci� como si me
hubiera dado un gigantesco escalofr�o.
Detuvimos nuestros movimientos, agotados, extasiados, y nos
dejamos caer sobre un lado, todav�a fundidos en la penetraci�n, estabamos
sudando, nuestros corazones latian a dos mil pulsaciones, nos vestimos y nos
fuimos cada uno para su dormitorio despu�s de rehacer la cama y tras pasar un
momento por el ba�o a comprobar que no quedaran pruebas en nuestra ropa o en
nuestra piel, de lo que hab�amos hecho. Nuestras respectivas parejas seguian
roncando (literalmente) nos despedimos con un beso en el pasillo antes de
meternos en nuestros respectivos cuartos.
No se para ella, pero para m� fue una noche inolvidable.
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Relato: Masaje completo
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