Relato: CASADA Y AMANTE DE LA VECINA
He de reconocer que leo los relatos muy a menudo, por eso me he decidido a embiar este.
Mi caso es real, tan real que cuando lo leamos juntas seguramente acabaremos como siempre, disfrutando de nuestros cuerpos.
Me llamo Mary, tengo 38 a�os, casada, con dos hijos, hasta hace aproximadamente un a�o, una ama de casa de lo mas normal, pero algo cambio cuando vino a vivir al bloque una pareja, ella morena de mi edad, el un hombre normal, todo empezo a cambiar en nuestras vidas de una forma casual.
Empezamos a coincidir a la hora de llevar y recojer a los ni�os al colegio, primero solo un saludo, pero a las pocas semanas ya eramos bastante amigas, tomabamos cafe al dejar a los ni�os e incluso haciamos la compra juntas.
Tanto es asi, que un dia le dije que tenia que ir a la ciudad para comprarme un poco de ropa, ella dijo que le gustaria acompa�arme, quedamos e hicimos el viaje juntas.
Ibamos caminando, solo mirabamos escaparates, de vez en cuando pasabamos preguntabamos por algo y volviamos a salir, lo que hacemos las mujeres cuando bamos de compras.
Llegamos a unos grandes almacenes y empezamos a mirar ropa intima, yo suelo llevar tanga y ahora se que ella tambien.
Cojimos varias prendas y nos dirijimos al probador, empece a desnudarme para probarme las prendas que habiamos elejido, pero los probadores son demasiado peque�os para dos personas, nuestros cuerpos desnudos se rozaban, tan solo con los tangas y los sujetadores, aunque sin darle mayor importancia salimos, pagamos y nos dirijimos hacia el coche.
En el camino de vuelta empezamos a comentar sobre lo que habiamos comprado, hice un comentario sobre lo estrecho del probador y ella me dijo.
-- no me estra�a que la gente haga el amor en ellos, hasta yo me he excitado cuando me rozabas.
--y yo, has visto como se me han puesto lo pezones?
-- ya lo creo que lo he visto, tienes unas tetas preciosas.
-- pues las tuyas tampoco estan mal.
-- vistas desde fuera son bonitas, pero tengo unos pezones demasiado peque�os, aunque se pongan duros no se notan.
Mientras decia eso, su mano se metio entre el sujetador y dejo a la vista un se�o.
--ves lo que te digo.
--lo que importa no es el tama�o.
Nos reimos mientras ella volvia a taparse.
Cuando llegamos a casa, subimos las compras y dijo que iba a hacer un cafe, la acompa�e a su casa y mientras que lo preparaba le dije.
--No deberias de tener complejo por los pezones, algunas veces a mi me molesta que se me pongan duros, todo el mundo te mira.
-- no es complejo, pero cuando te he visto asi, he sentido un poco de envidia, estos no se ponen duros nunca,,,, mientras hablaba volvio a dejar que viera sus tetas.
Mi mano fue hacia ella, empece a rozar su pezon y notaba como se endurecia con la caricia.
--ves, tambien se pone duro.
--si, pero no se marca como los tuyos.
Sin saber la razon, mis pezones se marcaban sobre mi camisa.
Su mano fue hacia ellos, por encima de la ropa, los acaricio y empezo a deslizar su mano hacia dentro, cuando sus dedos acariciaron mis pezones senti un escalofrio, yo seguia rozando lo suyos con mis dedos
sentia como me mojaba, deseaba parar, pero no pude, continue acariando y dejandome acariciar, nos miramos y acerque mi boca a sus tetas, mi lengua empezo con una caricia sobre sus tetas, ella se dejaba hacer.
Aparto mi cabeza de sus tetas.
--para, me los estas poniendo duros de verdad.
-- no decias que no se te ponian duros, pues dejame hacer.
--lo has hecho alguna vez con una mujer?
--nooooo, soy tradicional, me gusta la polla.
--pues has conseguido que me moje.
-- y tu, lo has hecho con otra mujer?
--no, como a ti, tambien me gusta la polla.
-- pues algo pasa, porque yo estoy que ardo de deseo.
-- a ver como estas?
Su mano se metio por debajo de mi falda, llego a mi tanga y sin miramientos sus dedos llegaron a mi co�o, estaba mojado, al sentir sus dedos un gemido salio de mi garganta, levante mi falda y me deje caer sobre la silla mientras abria mis piernas, sus dedos se metieron dentro de mi.
--sigue, no pares, me esta gustando.
Ella siguio acariando a la vez que metia sus dedos, aprete sus manos con las mias para sentir mejor la caricia y empece a correrme sobre sus dedos, mi mano apretaba mis tetas mientras me corria.
Cuando termine de correrme estaba sudando, ella llevo sus dedos a mi boca y los lami con mi lengua.
-- Pues te gustara la polla, pero te has corrido con mis dedos.
-- Crees que puedes correrte con los mios?.
--No lo se, pero quiero probar.
Nos levantamos y nos fuimos al sofa, hice que se tumbar y subi su falda a la cintura, baje su tanga y mi mano busco su co�o, estaba mojada, meti mis dedos dentro de ella y notaba como cada vez se mojaba mas, empece a masturbarla y note como su mano cogia mi pierna.
-- ven, ponlo en mi boca, quiero saber a que sabe tu co�o.
Gire mi cuerpo y mi co�o se quedo sobre su boca, su lengua empezo a lamer y mis dedos volvieron a meterse dentro de ella, sus gemidos aumentaron a la vez que mi placer, quite mis dedos y mi lengua ocupo su lugar, mis manos rodearon su culo para apretarla contra mi boca, notaba como ella gemia sin dejar de comerme el co�o, su corrida inundo mi boca, segui lamiendo mientras ella se corria.
Su boca volvio a mi co�o, apreto mi culo contra ella y empezo a morder con sus labios, mi placer aumento y me corri sobre su boca.
Me gire y fuy hacia ella, nuestras bocas se juntaron y nuestras lenguas se enlazaron, meti mi mano buscando sus tetas y estaban duras.
-- ahora estan duras de verdad.
Baje mi cabeza y mi boca mordio sus pezones.
-- Bamonos a la cama, quiero que me lo comas otra vez, pero esta vez desnudas.
Cuando terminamos hablamos de lo que habia pasado, nos gusto a las dos, aunque seguimos follando con nuestros maridos, luego nos contamos lo que hemos hecho con ellos, lo hacemos con mas placer que con ellos, aunque creo que jamas les diremos lo que hacemos, seguimos siendo amas de casa de puertas hacia fuera.