Relato: La Mujer de mi mejor amigo, Infidelidad.
La Mujer de mi mejor amigo, Infidelidad.
Esta historia muestra como las m�s raras circunstancias te puede unir a la persona menos esperada y las consecuencias que se pueden presentar cuando el disfrute deja de lado cualquier principio.
Hace algunos a�os que llevo de compa�ero de trabajo con Alberto, mi nombre es Eduardo, nos llevemos tan bien, amigos para todas las que sean como se dice.
Compartimos de fiestas familiares, deportes, salidas de amigos, noches de farra y diversi�n, c�mplices de infidelidad con nuestras esposas, en fin los mejores amigos.
De varias reuniones familiares cumplea�os de nuestros hijos, cumplea�os, etc. Siempre particip�bamos incluso en familia.
No voy a negar que su esposa es muy bonita y siempre me pareci� una mujer sexy y atractiva, en varias ocasiones se lo he dicho a �l para que siempre la valore sobre todo cuando alguna vez tuvieron problemas serios.
Ella es madre de 3 hijos, f�sicamente de estatura mediana, cabello casta�o, contextura delgada de bonita figura, siempre bien arreglada, su carisma excepcional y ni hablar de su inteligencia, es una mujer muy importante en la Instituci�n donde trabaja. Una mujer para admirar.
En unas vacaciones fuimos en familia a la playa y pudimos convivir ambas familias por unos d�as llenos de diversi�n, fue ah� que en cierto momento al estar solos se nos cruzaron las miradas y fijamente al vernos los dos sentimos algo muy extra�o, que preferimos evitar no solo en ese momento sino por alg�n tiempo m�s.
Las salidas con junto Alberto continuaban, fiestas con nuestras compa�eritas del trabajo, amigas de la calle etc. Motivo por el cual su esposa y la m�a (buenas amigas por cierto) ya nos dieron el ultim�tum de que nos dejemos de andar en vainas y nos dediquemos a nuestros hogares y esto causa de problemas para los dos.
Hace una semana viaj� por mi trabajo fuera de la ciudad y muy temprano en el aeropuerto coincidimos por una bonita casualidad con Elena, quien muy preciosa vest�a ejecutiva importante cual ella, viajaba a la misma ciudad por tres d�as a un evento del Gobierno mientras que yo me quedar�a dos, bueno le dije que de todos modos �bamos a estar por ah� que me avisar� para salir a comer y no estar los dos en ciudad extra�a a lo cual me dijo que no hay problema, que me llamar�a.
Bueno concentrado en mi trabajo ni tom� en cuenta que ya era la �ltima noche y que al d�a siguiente regresaba a casa, luego de cenar recibo su llamada a la que atend� cordialmente, no hab�a cenado por estar muy ocupada y quer�a que yo la acompa�ase, no vi nada malo incluso le comente a mi esposa que saldr�a con Elena a cenar para acompa�arla.
La cena muy amena, siempre su elocuente conversaci�n te mantiene expectante, le pregunt� si ten�a problema en que pidiese algo de tomar y me dijo que no habr�a problema, mi buen amigo la llamo y ella le indico que estaba con migo y que luego se retirar�a a su hotel por lo que �l le expres� que muy bien y que estaba tranquilo.
Las copas hac�an su efecto y las conversaciones cada vez m�s aumentaban el calor de la conversaci�n, lo que me llama la atenci�n es que nunca topamos como tema sus problemas con Alberto o me pregunt� que hac�amos en nuestras salidas o de tal o cual persona, el di�logo fue abierto para hablar de nuestras experiencias de vida.
Cuando ya termin�bamos la botella de vino, top� el tema de que me dijera que sinti� aquel d�a en nuestro paseo en la playa porque sab�a que algo ocurri� en ese momento, me respondi� jocosamente que lo mismo que cuando la besaron por primera vez, a lo que respond�a que a desde aquel momento en cambio nunca la ver�a igual.
El ambiente estaba propicio, la m�sica, el lugar ped� otra botella a lo que no puso oposici�n, los di�logos se fueron calentando a�n m�s al ella expresarme lo bien que se sent�a y lo importante que es para una mujer siempre sentirse alagada, que su esposo la trata muy bien pero que no es lo mismo cuando el alago viene de una tercera persona.
Al tomar sus manos supe y se lo dije que si ella quisiera me permita alagarla esa noche y le rob� un beso al que no sent� resistencia alguna.
Al salir me dice si cree que estamos haciendo bien le dije que no pero con la excitaci�n que ten�a le ped� solo dejarnos llevar.
Fuimos a mi hotel, al entrar a mi habitaci�n le insist� que no se sienta comprometida o culpable que si no quer�a pasar todo estar�a bien, pero que si entraba su seguridad me mostrar�a sus deseos de estar conmigo esa noche y que ser�a inolvidable para los dos.
Sin decir nada entro, la segu� se sent� en la cama y me puse a su lado, acarici� su cabello, bese su boca y su cuello deliciosamente perfumado, el morbo aumentaba tumbados en la cama y desnud�ndonos de a poco, fue impresionante quitar su falda apretadita por sus preciosas caderas y sus nalguitas respingadas. Me impresion� verla en sujetador y tanguita, al acariciar su sexo, delicado y depilado solo dejando ver una raya muy fina de bello casi imperceptible, h�medo de tanta excitaci�n, me arrodille ante ella para besarla y chuparla todita, acariciando sus nalgas con mis manos y mientras me dec�a no haberlo hecho as� en tanto tiempo.
Baje su tanguita, levante sus piernas y acarici�ndola con mi miembro su h�meda conchita, me dispuse a penetrarla con delicadeza, primero a un ritmo muy suave entrando y saliendo de su cuerpo lentamente y luego de varias veces un envi�n fuerte al cual gem�a de placer, el solo o�rla pedir que no me detenga me provocaba correrme dentro de ella, le ped� que se diera vuelta y recostada boca abajo la tom� por sus caderas levantando un poquito su culito y le introduje nuevamente en su mojada concha, mientras sent�a un nuevo orgasmo de mi amante, y al no aguantar mi excitaci�n quise terminarle en sus nalguitas ricas, pero ella insisti� en tener mi leche dentro, lo que me mato y la llene toda, mientras jadeante de placer o�a decir que �rico rico a los tiempos que rico!
Recostado ya junto a ella la bese fuertemente, diciendo lo maravilloso que estuvo, mientras acariciaba sus tetitas, ve�a como de a poco dorm�a.
Antes del amanecer siento que me hace despertar de la forma m�s deliciosa, besaba de a poco mi pene, lami�ndolo de a poco, al despertarme bien me dice si nunca me despertaron as� y era verdad, nunca, le ped� seguir, al estar dura y luego de chuparla por varios minutos, se sent� sobre m� y comenzamos hacer nuevamente el amor ahora m�s alocados, sabiendo y dici�ndonos que aprovechemos que a lo mejor no se repite, la voltee sobre la cama poni�ndola en cuatro frotaba mi duro miembro sobre su culito, ya que tan apretadito que con mis dedos acariciaba, hasta que se lo introduje sin m�s rodeos, solo un gemido fuerte de placer , entrando y saliendo de tan apretado culito que al sentir mi leche dentro de su culo ve�a retorcerse de placer.
El amanecer del nuevo d�a nos sorprendi� y cayendo de nuevo a la realidad, los nervios de los dos comenzaron a hacer presa de ella, que ten�a que llegar a su hotel que Alberto la llamar�a, etc. etc.
Acostado en mi cama ve�a como se vest�a y sin dirigirme mayor palabra, me ped�a que le llame un taxi.
De todas las veces que he sido infiel a mi mujer nunca me hab�a sentido tan excitado, ser� porque es rico saber que traicionaste no solo a tu mujer sino a tu mejor amigo.
La pr�xima les cuento como contin�a y termina la historia.
JyM