Sebasti�n, el compa�ero de casa de mi t�o, no parec�a muy contento con mi estancia en aquel sitio, y casi todo el tiempo se mostraba serio conmigo, as� que yo trataba de agradarle para que mi presencia no resultara una molestia.
"Hijo m�o, parece que tu amigo Marcos est� un poco nervioso. Por qu� no lo tranquilizamos un poco, eh?. Anda, s� un buen chico. Ven aqu� y mu�strale lo que haces para relajar a pap�.