Lo que voy a relatarles es una experiencia incre�ble que ocurri� cuando
cursaba mi �ltimo a�o de secundaria, es decir, a mis 17 a�os.
Por aquel entonces yo era un estudiante normal, de una familia normal, de un
Colegio absolutamente com�n.
Adem�s jugaba rugby y mi cuerpo ya hab�a adquirido formas esbeltas
definitivas. No ten�a dramas con las mujeres, que es lo mismo que decir que
ten�a las que deseaba.
Con todo esto se imaginar�n que mi vida transcurr�a sin sobresaltos y con
alegr�a.
Por aquellas �pocas, frecuentaba mi casa una colega de mi madre (ambas son
enfermeras) cuyo nombre era Alicia.
Alicia era una belleza espl�ndida. Ten�a 29 a�os (era significativamente
menor que mi madre), med�a 1,70 metros pero con las sandalias de tac�n que usaba
aumentaba unos 5 vitales cent�metros m�s que la pon�an a la altura de mi metro
noventa..
De cuerpo muy esbelto, nalgas como rocas, piernas hechas a mano, senos que
sin ser gigantes eran magn�ficos y bien paraditos.
Su pelo negro era lacio y ca�a hasta sus hombros por la espalda y llevaba
flequillo sobre su cara, de manera de no ocultar unos ojos negros que bien
maquillados derret�an aquello donde se posaban.
Y encima de eso, vest�a minis super cortas o pantalones muy ajustados.
Todo rematado por el atractivo hecho de que era separada y que cada vez que
presentaba un novio ocasional estos eran cada vez m�s pat�ticos. Nada que a mis
ojos esa mujer mereciera.
No voy a mentir tratando de disimular que Alicia me pon�a a cien. Yo creo que
ella lo sospechaba porque su trato hacia m� era excesivamente meloso, como si
estuviera calent�ndome todo el tiempo aprop�sito.
Tampoco negar� su �xito. Podr�a decirles que cientos de veces fue el objeto
mas preciado de mis pajas.
Pero de ah� a lograr superar las barreras que me separaban de ella hab�a una
distancia inaudita que no se me ocurr�a vulnerar.
�C�mo la hubiera encarado?. Tal vez durante alguna visita a casa, en alg�n
rinc�n fuera de las vistas y de frente a lo kamikaze. Pero el riesgo de
encontrar una reacci�n hist�rica era grande. Me hubiese visto como un enfermo.
O tal vez llegar a su cada sin aviso y por cualquier motivo, y tratar de
seducirla. Pero seguramente mis t�cnicas de seducci�n ser�an a su criterio harto
primitivas y graciosas, es decir un papel�n.
Ante esa situaci�n, lo mejor era asumir mi lejan�a y aporrear mi polla en
soledad.
Sin embargo, un d�a, todo iba a cambiar.
Ocurre que en mi pa�s los 21 de setiembre (d�a de primavera) son festejados
por todos los estudiantes con un picnic y asueto escolar.
Ese a�o, hab�amos decidido con mis compa�eros de clase, pasar el d�a en una
quinta propiedad de uno de ellos y aprovechar en la piscina una ola de calor que
singularmente azotaba la zona .
Como todos �ramos varones, alguien propuso que compartieramos la fiesta con
las novias ocasionales y todos estuvieron de acuerdo.
Esto �ltimo era para m� un problema. En ese momento no ten�a novia y no
conseguir�a una tan r�pido como para cumplir con la idea, por lo que ir�a solo
al
Picnic y me aburrir�a un horror.
No s� que fue lo que me hizo contar esto en mi casa en un momento en que
Alicia estaba presente. Y lo que ella sugiri� naturalmente a m� me hel� la
sangre.
Ella dijo:
"�Quer�s que yo te acompa�e y fingimos que soy tu novia?."
Al o�rla yo trat� de no desplomarme en mi asiento, y r�pidamente contest�.
"Gracias Alicia, pero me parece que aunque sos muy joven la diferencia de
edad es insalvable como para hacerte pasar por mi novia. Simplemente nadie lo
creer�"
Pero ella no se rindi�.
"Si, eso est� claro. Pero creo que s� puedo ser un "levante ocasional" y eso
te har�a presumir frente a tus amigos."
Bueno. Ante esa insistencia fue suficiente. Era obvio que ella quer�a
prestarse al juego y era una boludez de mi parte negarme a comer el man� de los
dioses.
As� que acept�. Inmediatamente arreglamos que la pasar�a a buscar en el auto
a media ma�ana para llegar a tiempo de disfrutar la preparaci�n del asado y la
piscina desde temprano.
Cuando lleg� el d�a y la v� subir a mi auto, supe que ser�a un duro d�a.
Ella llevaba un vestido corto y ligero, que dejaba transparentar una
min�scula tanguita de ba�o.
Adem�s llevaba un bolso con ropa de recambio porque tal vez se prolongaba el
picnic con una fiesta nocturna.
Todo el viaje lo pas� mir�ndola cruzar y descruzar las piernas y escuchando
las ganas que ten�a de divertirse con la mascarada.
Cuando llegamos, antes de tocar la puerta yo pas� mi brazo por la cintura de
Alicia que no solo no se resisti�, sino que me sonri� c�mplice aprobando la
iniacitiva.
De m�s est� decir que solo al entrar me convert� en el �dolo de todos los
varones presentes y en el objeto de deseo de sus novias que no alcanzaban a
explicarse que era "aquello" que yo deb�a esconder para poder florearme con
semejante mu�eca.
El parque del lugar era muy amplio, as� que con Alicia elegimos un lugar para
dejar nuestras cosas y tomamos un par de reposeras para solearnos.
Ella sac� su vestido y creo que ,si bien solo puedo dar f� de la m�a, 20
pollas sintieron simult�neamente que varios miles de voltios las atravesaban.
Andrea estaba recontramil buena.
Luego se sent� a mi lado, y comenz� su ba�o de sol.
Luego de la novedad, el d�a sigui� su curso entre juegos, m�sica, piscina y
bebida.
Despu�s del almuerzo, cada uno tom� su novia y se distribuyeron por el parque
para retozar.
Yo tom� una botella de champagne y con Alicia de la cintura la conduje a
nuestro lugar.
Mientras camin�bamos mi empalme iba en aumento. Ella estaba ya algo bebida y
eso la hac�a mas d�cil.
Nos sentamos y me alarg� su pomo de loci�n bronceadora para que la untara
mientras sorb�a su mil�sima copa de cava.
Yo empec� a untarla con suavidad en la espalda, como si fuera un masaje
relajador.
Nadie me prestaba atenci�n. Todos estaban en sus cosas.
Al llegar a sus nalgas me entretuve probando cerca de su rajita y Andrea nada
me dijo.
Entonces fui m�s audaz y pas� un dedo por debajo de su tanguita, casi tocando
su raja.
Estaba mojada. Yo me sorprend� y ella debi� darse cuenta porque me dijo sin
moverse de su posici�n: "�Te sorprende?".
Yo me acerqu� a su o�do y en una demostraci�n de valor insensato le dije
suavemente "Te deseo".
Ella se dio vuelta en la reposera, quedando sus labios muy cerca de los m�os
y cuando iba a responder algo, la bes� suavemente sin que se resistiera.
Al contrario. Abri� su boca y me entreg� su lengua para que yo la buscara con
la m�a.
El resto de la tarde lo pasamos bes�ndonos y con mis manos acariciando con
discreci�n todo su cuerpo.
Pero lo mejor fue a la noche cuando empez� la fiesta.
Alicia sali� cambiada del vestuario vestida de una forma que para m� solo era
un claro mensaje "Quiero que me d�s polla".
Un vestido muy ligero y corto, maquillada para el infarto y sandalias de
tac�n negras.
No necesitamos agregar m�s Champagne a nuestra calentura.
Silenciosamente nos apartamos de la juerga hasta la parte alta de la casa y
nos encerramos en un dormitorio.
Tan solo al cerrar la puerta se arrodill� ante m� y empez� a mamar mi polla.
"Ahora vamos a jugar a otra cosa", me dijo. "Ahora no soy m�s tu novia. Soy
tu putita".
No tienen idea de los polvos que Alicia recibi� esa noche.
La foll� vestida y desnuda. De pi� y acostada. Acab� en su boca, en su raja y
en su culo.
Ella me confesaba su amor desde el primer d�a que me vi�. Me contaba las
pajas que yo le hab�a inspirado. Sus miedos a confesarme todo. Su impotencia por
mi temor a sincerarme.
Yo estaba embelesado. A partir de esa noche comenc� a cogerla regularmente.
Como viv�a cerca del colegio la follaba r�pido antes de entrar a clase, la
follaba luego de clases y la follaba por la tarde, ya con m�s tiempo.
Luego ingres� a la facultad y comenc� a llevarla como mi novia a todas
partes.
A�os m�s tarde , en una noche de mambo et�lico, le propuse matrimonio, pero
ella lo rechaz�:
"Recuerda que No soy tu novia. Soy tu putita".
As� que hoy, a 20 a�os de aquel picnic, y a pesar de que yo me he casado y
tengo hijos, me la sigo cogiendo como mi amante.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO