Mi padre tiene una hermana que es la t�a mas imb�cil que se
puedan imaginar. La posici�n econ�mica de la que disfrutan hace que miren a todo
el mundo y en especial a la familia que no tenemos su nivel, como si fu�ramos
unos desgraciados. Desde que la conozco me ha ca�do mal y cuando empec� a pensar
en ella como objeto de deseo sexual la imagine como una puta de las mas tiradas
a la que pod�a humillar a cambio de cuatro chavos. Me corr� muchas veces
haci�ndola sufrir en mis sue�os. No me gusta ni practico la violencia pero tal
era la animadversi�n que me produc�a la mujer que nada me satisfac�a mas que
imaginar como le romp�a el culo y como la hacia gemir de dolor suplic�ndome que
la dejara. Me llamo una tarde para pedirme que fuera a su casa porque quer�a
hablar conmigo de un asunto. Yo le pregunte a mi madre si sab�a que es lo que
quer�a aquella idiota y me dijo que estaba preparando un fiesta sorpresa para
uno de mis primos y quer�a que alguien le ayudara, mas que nada porque al ser de
la misma edad los gustos ser�an parecidos y ella podr�a lucirse y quedar como
una madre moderna. Fui de mala gana y la encontr� como siempre: muy puesta, muy
estirada y muy cursi. Sent� ganas de tirarme sobre ella y violarla all� mismo
pero eso habr�a sido demasiado. Aquella noche me hice un par de buenas pajas
pensando en lo que le habr�a hecho. Quedamos en vernos dos d�as despu�s para ir
juntos a un especialista en la organizaci�n a domicilio de fiestas . La acompa�e
como acordamos y tuve que aguantar las tonter�as de la mujer mientras
contrat�bamos el asunto incluso se permiti� hacerme quedar como un pobre ante el
encargado pues si yo dec�a que alguna cosa en especial me parec�a demasiado
cara, ella enseguida estaba de acuerdo en el precio pues no paraba de decir que
pod�a permit�rselo y que si alg�n d�a yo ten�a dinero tampoco me importar�a
gast�rmelo con un hijo como hac�a ella. De regreso casi no le dirig� la palabra,
me llev� a casa en su flamante todo terreno que ol�a a nuevo y me dej�
pidi�ndome que volviera a su casa al d�a siguiente para revisar los pormenores
de la fiesta que hab�amos organizado porque no quer�a que faltara detalle.
Aquella noche me la pase pensando como abordarla, a ella que era tan fina y tan
cre�da. Realmente no val�a gran cosa, era alta flaca y tenia un pelo negro
intenso, tetas mas bien peque�as y un culo que no estaba mal pero que no era
ninguna maravilla. Estaba a punto de cumplir cincuenta a�os y para mi no ten�a
otro inter�s que el placer que me producir�a someterla, no le ve�a ning�n otro
atractivo que no fuera ese.
Llegue a su casa a la hora a la hora prevista cuando toda la
familia estaba fuera ya que aquello deb�a llevarse en el mas estricto secreto,
al parecer solo su marido estaba al tanto de la situaci�n pero el resto de la
familia no sab�a nada. La encontr� vestida como para ir de boda, para
impresionar con su poder�o: pantalones blancos ce�idos hasta marcar el tanga que
hab�a debajo, blusa de seda desabrochada hasta ense�ar levemente los bronceados
pechos, zapatos de tac�n que la hac�an casi mas alta que yo, y varios colgantes
alrededor del cuello y mu�ecas adem�s de pendientes todo ello, como no, de oro y
brillantes.
Me recibi� en el sal�n en el que hab�a dispuesto un servicio
de caf� y abundantes pastas sobre las que esperaba me tirar�a como el hambriento
por el que ella me ten�a. La salude con poco inter�s y repasamos los detalles
que figuraban en el presupuesto. Mientras ella hablaba y yo asent�a, por mi
cabeza solo rondaba la idea de foll�rmela. Ella hablaba y hablaba pero yo no la
o�a.
-Vamos al piso de arriba y comprobemos si la disposici�n de
las mesas es el adecuado porque aqu� sobre el plano no me convence.
La segu� escaleras arriba con la mirada fija en el culo y en
el trocito de tanga que se adivinaba bajo ellos. Llegamos al gran salon que
ahora estaba vac�o y examinamos sobre el terreno el dise�o del papel.
-Aqu� van las plantas, aqu� las guirnaldas y aqu� no
recuerdo... ah s� este espacio es para los regalos y aqu� se pondr� el disc
jockey.
Yo apenas si le prestaba atenci�n a aquella est�pida que me
hablaba con un aire de suficiencia y superioridad que me cabreaba a la vez que
me excitaba. Cuando crey� haber repasado todo me miro como quien mira a un
sirviente y me dijo en su tono cursi y prepotente:
-Bueno Manuel: creo que no nos dejamos nada, seguro que va a
ser un �xito. Gracias por tu ayuda. Si alguna vez quieres montar una fiesta y
necesitas de mi ayuda, ya sabes, dijo con sorna. Ahora, continu�, si puedo hacer
algo por ti..............acercarte a alg�n sitio.....
Me la quede mirando con cara de fastidio. Ya me estaba
despidiendo. Era su manera elegante de decir ya no te necesito as� que ya estas
estorbando. Vete.
Est�bamos en el pasillo que da a las habitaciones, camino de
la escalera. Me par� y me volv� hacia ella que venia detr�s como si empujara
para que me fuera.
-Oye t�a, le dije,
-Si? Respondi� ella con cara sonriente,
-Has preguntado que se pod�as hacer algo por mi.............
-Si claro, como no que necesitas? Dinero tal vez? Es
eso.....Sonri�.
Yo tambi�n sonre� con poco entusiasmo
-No t�a no es eso.....
-Entonces que es? Dime que puedo hacer por ti?
-Desnudarte � solt� yo casi sin darme cuenta
-Que?
-Lo que has o�do: Quiero que te desnudes para follarte como
nunca te han follado � perra � Quiero clavar mi polla en tu culo y apretarte las
tetas hasta que te duelan � guarra ! �vamos desn�date � �a que esperas?
La cara de la mujer cambi� de repente. No esperaba aquello.
De hecho ni yo lo esperaba. Su sorpresa fue may�scula. No sabia que hacer ni que
decir pero reacion� como era de esperar:
-Fuera de mi casa ! Vamos. Fuera de mi casa si no quieres que
ahora mismo coja el tel�fono. � pervertido!
La agarre por los brazos y mis palabras sonaron en toda la
casa vacia:
-Si coges el tel�fono te lo meto por el culo. Estoy seguro de
que quieres follarte a un desgraciado como yo. Estoy seguro de que en tus
fantas�as de nueva rica has pensado como ser�a follarse a un muerto de hambre.
�Pues aqu� lo tienes! dime que no te interesa y me voy.
Entonces me abr� la bragueta y deje que mi polla enorme, roja
y apunto de reventar quedara al descubierto. Sin dejarla pensar continu�
hablando:
-�vamos a la cama o quieres hacerlo aqu� mismo? �puta!
Se volvi� y se fue pasillo adelante y yo la segu� hasta el
dormitorio. Se sent� sobre la cama y mientras yo la miraba se quito la blusa,
los pantalones, los zapatos y dem�s abalorios que coloc� cuidadosamente sobre un
sill�n qued�ndose en tanga y sujetador antes de volver a sentarse.
-Y bien? Me dijo.
Por primera vez pude comprobar sin lugar al dudas lo poco que
val�a fisicamente, era realmente una birria. No dije nada, me desvest� sin
dejarme ninguna prenda y me fui hacia ella.
-No se si habas tenido muchas pollas como esta a tu alcance
pero ahora tienes una buena oportunidad �ch�pamela hasta que te diga que pares �
-� Pero oye �
- No hay peros que valgan �c�metela! si no quieres que te la
meta por el culo tal como est�.
Su cara mostr� una mueca de asombro y temor
-Por el culo no � pareci� implorar � Por el culo no �
La tome por los hombros. Hice que se pusiera de pie y le
arranqu� el sujetador y el tanga que como si fueran de papel cedieron tan pronto
como tire de ellos.. La voltee y la empuje de manera que cay� de bruces en la
cama. Me puse ahorcajadas sobre ella y le plante la polla caliente en la juntura
de sus nalgas haciendo que notara su calor.
-Te aseguro bonita que te la voy a meter por el culo, aunque
no quieras, y te aseguro que te va a gustar. Es mas, cuando la tengas dentro me
pedir�s que no la saque cari�o.
Met� las manos bajo su cuerpo y le cog� los pechos. Eran
peque�os pero estaban muy duros y note los pezones largos y duros. Los apret�
hasta hacer que gimiera de dolor
-Me haces da�o � ahhh � bestia �
Segu� apretando hasta hacerla chillar y solt�. Liber� la
presi�n de mis piernas y pasando las manos por su cintura la hice poner a cuatro
patas. Pase el canto de mi mano por su culo y fui a buscar el co�o que apret�
como si quisiera exprimirlo antes de meter dos dedos en el. Estaba muy h�medo.
Ella solt� un jadeo al notar la introducci�n de mis dedos en sus entra�as. Me
puse en pie fuera de la cama y la atraje hasta el borde. Le separe las piernas y
por detr�s me abr� paso hasta clav�rsela en el co�o y que mis huevos golpearan
en la entrada. Gozaba la cabrona. La saque y la pasee por la raja del culo. Ella
sabia que no iba a escapar si decidi� colaborar agarrando sus nalgas tiraba de
ellas hacia fuera como intentando abrir aquel peque�o agujero por el que nunca
se la hab�an follado. Me escup� en la mano y dej� que la saliva se deslizara por
uno de mis dedos de forma que cay� sobre el agujerito. Mientras con la polla
daba peque�os golpes sobre el final de la espalda fui presionando con el dedo
lubricado hasta que se lo met� todo. Volv� sin sacar el dedo a poner la verga en
la vag�na y entonces empec� a mover el dedo de adentro a fuera y a lanzarle
acometidas que me proporcionaban poco placer pues yo lo que seseaba era hacerla
sufrir. Darle placer no me motivaba lo mas m�nimo. Cuanto mas satisfacci�n le
diera a ella menos recib�a yo.
La saque de nuevo y de nuevo la pasee por la raja del culo
mientras mov�a el dedo. Tambi�n lo saque y enseguida plant� el capullo sobre el
agujero que ella volv�a a intentar agrandar tirando de las nalgas. Apret�
tratando de penetrar pero era bastante complicado apret� y apret� hasta hacerle
da�o y hac�rmelo yo tambi�n. Gimi� ella de dolor y yo apret� los dientes. Volv�
a met�rsela por el co�o para aliviarme un poco, pero tambi�n le met� el dedo en
el culo que pase a mover de forma circular queriendo agrandar la cavidad y para
que no creyera que hab�a desistido. De nuevo le saque la polla de dentro y
haciendo que se diera la vuelta, pero sin sacarle el dedo del culo hice que su
cara volviera a estar frente a mi pubis.
-Te la vas a comer ahora puta?
Su mirada era una mezcla de lujuria, asombro y dolor. No dijo
nada alargo el cuello y yo me adelante para permitir que su boca alcanzara el
pene h�medo que le acabada de sacar. Se puso a chupar mientras yo continuaba
agrandando su agujero y continuaba haci�ndole da�o a juzgar por las expresi�n de
su cara y de sus ojos cerrados. Le liber� el culo moment�neamente y la hice
tumbar de espaldas. No hizo falta que le abriera las piernas pues en eso parec�a
tener practica suficiente, incluso las flexion� permiti�ndome ver su co�o
abierto y chorreante rematado por un cuidad�simo vello. Introduje mis dedos
buscando el cl�toris y cuando cr�e encontrar aquel preciado bot�n lo apret�
hasta que de nuevo no pudo sino soltar un grito de dolor. De nuevo se la met� y
la agarre por las nalgas tirando de ella hacia arriba me empec� a mover
r�tmicamente y ella empez� jadear abiertamente. Su frente se perl� de sudor.
Pens� que no tardar�a en correrse de seguir as� y por ello decid� volver donde
ella no quer�a. De nuevo la voltee y la puse boca abajo y muy sumisa ella me
ofreci� el culo sin que yo tuviera que hacer nada. Met� el dedo primero sin
contemplaciones y otra vez volv� con la polla. Esta vez apret� los dientes y
consegu� introducir el capullo casi en su totalidad. El dolor la hizo chillar
angustiosamente de manera que la habr�an o�do desde la calle si no se hubiera
tapado la boca con el cubrecama . Ahora si que yo me estaba poniendo a cien. Eso
es lo que quer�a:. Humillarla.
Me quede quieto al igual que ella. A ella le produc�a dolor y
a mi me produc�a un dolor que me resultaba placentero. Empuje de nuevo.
-Ya vale , Ya vale imploraba.
Aquellas s�plicas lejos de frenarme me cegaron mas. Apret�
los dientes y empuj� con toda mi alma. Con mis diecinueve a�os, con mis noventa
kilos y con toda la rabia. Se la clav�. Le desgarr� el culo y me hice un da�o
horrible. El grito que ella lanz� fue igual de horroroso. Nos quedamos quietos.
Ella lloraba de dolor y yo me notaba all� prisionero incapaz de moverme para que
el dolor que empezaba a descender no ganar intensidad. Le agarr� de nuevo las
tetas y la bese en el cuello sin que ella dejara de sollozar y proferir una
serie de insultos y juramentos que no pod�a descifrar. Pasados unos minutos el
dolor de aquella penetraci�n era perfectamente aguantable y empec� a tomar
conciencia de que ya hab�a conseguido lo que quer�a: La hab�a pose�do por el
culo y ahora ya solo me faltaba correrme. le habl�:
-Estas bien?
-Me duele, respondi�.
-Te duele pero te gusta �verdad?
-No �
-Y tanto que te gusta! Siente la polla que tienes dentro,
conc�ntrate y trata de notar como me voy correr dentro de este culo que acabo de
romper. Ver�s como te refrescas.
-S�camela cabr�n. Hijo de puta, Mal nacido, �s�camela �
Empec� a moverme mientras ella segu�a insult�ndome y me corr�
de lo lindo. Cuando la presi�n de mi sangre empez� a descender la fui sacando de
all�. Hab�a sangre restos de esperma y dem�s. Me quede tumbado boca arriba
mientras ella continuaba boca abajo. Mire el orificio por el que acababa de
salir y que poco a poco se cerraba y del que brotaba un hilillo de sangre. Ella
hab�a disfrutado poco de la experiencia. Respiraba de manera entrecortada y se
quejaba entre sollozos. Hice que se incorporara. Se levanto de la cama y se puso
en pi� con un gesto de dolor. Se llev� la mano al culo y se palp� el agujero. Al
retirar la mano vio la sangre que la manchaba y me miro como atemorizada.
-Que me has hecho cabr�n?
No dije nada la tome por los hombros y me dirig� con ella al
ba�o. Nos pusimos bajo la ducha y dejamos correr el agua. Estaba cabizbaja.
Mientras el agua nos limpiaba y se llevaba los restos de aquella follada me dio
pena. Le acaricie el culo con mucho cuidado y le pese una esponja para limpiar
cualquier resto de sangre. Luego hice lo mismo en el co�o pero un poco mas
en�rgicamente. Note que mi polla ya limpia empezaba a crecer y se lo hice saber
a mi t�a poni�ndosela en la mano. La agarr� con desgana y asi la mantuvo
mientras yo la abrazaba y acariciaba su cuello y espalda y besaba sus tetas.
Salimos del ba�o. Ella se puso un albornoz de toalla marr�n y
yo tom� una toalla que enrolle sobre mi cuerpo. La tome de la mano, la bese en
la mejilla y volvimos al dormitorio. Al llegar ella me mir� con un gesto de
interrogaci�n y yo no dije nada. Deje caer la toalla, la recog�, la doble
convenientemente, la coloque sobre la cama y hice que ella se sentara encima.
All� desnudo frente a ella que se abrigaba con el albornoz comenc� a masturbarme
a escasos cent�metros de su cara. Cerro los ojos y se qued� inm�vil ya con la
respiraci�n recuperada. Continu� con lo m�o lentamente como si ella no
estuviera. Le puse la polla en los labios y ella los apret� al notar el
contacto. Insist� con un peque�o empuj�n. Nada. Sin saberlo, eso era lo mejor
que pod�a hacer para excitarme. Le quite las manos con las que cerraba el
albornoz y se las puse en mi cintura. Las dej� caer pero no se cubri� los pechos
que ahora quedaban al aire. Me acerque sin dejar de masturbarme de nuevo a su
boca y mov� la polla por encima de sus labios tratando de separarlos. Puse una
mano sobre su teta y sin que llegara a presionar su boca se abri� permitiendo
que mi pene se colara en su cavidad. Entonces me quede quieto esperando y ella
empez� a chupar y fue chupando con los ojos cerrados como si estuviera ausente
hasta que ya no pude mas y me corr� llen�ndole la boca de semen que no quiso
tragar y que prefiri� dejar que resbalara por su boca hasta que llego cuello
abajo y mojo su pecho. Le tome las tetas y se le frote con mi liquido pegajoso.
La tumbe boca arriba y puse mi polla, que empezaba a ponerse fl�cida, entre sus
tetas y presione con ellas hasta aprisionarla masturb�ndome de nuevo. Ella
estaba dej�ndose hacer esperando que aquello acabara de una vez. Me incorpor� y
mire a mi alrededor. La habitaci�n era bonita y estaba decorada con gusto y
materiales caros. Sobre la cama yac�a mi t�a con los ojos cerrados esperando
abrirlos y que yo hubiera desaparecido, respiraba con normalidad. Mi pene se
hab�a arrugado completamente. Pens� que para acabar era justo darle algo de
placer pues la hab�a dejado a las puertas y aunque era una imb�cil al final
hab�a colaborado lo suficiente. Le aparte el albornoz y le separe las piernas
que ella cerr� enseguida.
-Ya basta �por favor � ya basta. �vete!
-No cari�o, no basta d�jame una vez mas, solo una.
-He dicho que me dejes, ya me has hecho lo que quer�as as� es
que vete de una vez.
-No preciosa no, no me ir� hasta devolverte un poco del
placer que tu me has dado...........
-Ve a follarte a tu madre cabr�n y d�jame ya, dijo gritando
de mala manera, lo cual me empez� a excitar .
Se levant� de la cama con fuerza y sin disimular un leve
gesto de dolor y me dijo:
-Largo de aqu� inmediatamente �fuera!
Lejos de obedecerla, me abalance sobre ella y ya con la polla
nuevamente dispuesta la tumbe sobre la cama, le puse una mano en el co�o y
comenc� a frotar hasta que poco a poco comenc� a vencer su resistencia y a notar
que el ritmo de su respiraci�n comenzaba a cambiar. Pase a lamerle el co�o y a
acariciar sus tetas con delicadeza arranc�ndole los primeros jadeos y gemidos.
-Cari�o, le dije con dulzura, cuando est�s dispuesta y
quieras que te la meta me lo dices. Este polvo es solo para ti
Y segu� lamiendo y acariciando durante un buen rato hasta que
ella quiso:
-M�temela ya por favor.
Hice como si no la hubiera o�do y segu� calent�ndola:
-Vamos a que esperas? Quieres que me corra as�? � M�temela ya
por dios �!
Hice lo que me ped�a y seco como estaba consegu� hacer que se
corriera ella sola y gritara de placer:
-Ah que bien � Si, si, si, �que gusto! Empuja amor empuja,
oh, oh, oh,
Mientras ella acababa de correrse y yo apuraba las embestidas
me corr� tambi�n. Mi polla estaba exhausta y dolorida. Casi sali� sola.
Volvimos al ba�o. El albornoz estaba manchado de sangre pero
no era una gran mancha. Nos duchamos en silencio y en silencio nos vestimos.
Ella tiro al cesto de la ropa sucia el albornoz y las toallas al igual que los
restos de su ropa interior que sustituy� por otras limpias y en perfecto estado.
Bajamos al vest�bulo en silencio y nos dirigimos hacia la puerta. Al llegar a
ella y antes de abrirla me volv� hacia ella, le tome la barbilla y le di un beso
en la mejilla. Ella me miro con ojos brillantes y no dijo nada su expresi�n
complacida fue suficiente. Sal�.
Desde entonces mi t�a y yo nos evitamos mutuamente. Solo
coincidimos en contadas ocasiones y nuestra relaci�n es casi nula, ahora bien,
desde entonces no me ha vuelto a hacer ning�n desprecio si hablamos se muestra
muy agradable y muy humilde. Su car�cter no ha cambiado pero por lo menos
conmigo se muestra de otra forma. Por supuesto a la fiesta de mi primo no fui,
b�sicamente porque nunca estuve invitado.