Desde que me separ� de mi esposo, hace ya siete a�os, supe
que no todo ser�a f�cil para m�, sobre todo porque mis dos hijos, Marcia y
Facundo, en ese entonces ten�an 13 y 11 a�os respectivamente y sab�a que ten�a
que ser padre y madre para ambos cuando estaban por ingresar a una etapa
adolescente, llena de cuestionamientos y comportamientos dif�ciles. Soy de una
provincia del norte del Per�, lugar donde el clima es c�lido todo el a�o, por lo
que las vestimentas siempre son frescas, normalmente usamos pantalones cortos y
una camiseta.
Cuando reci�n me separ� algunas veces dorm�a con mis dos
hijos en mi cama, pero ya cuando fueron creciendo les prepar� una habitaci�n
para cada uno.
Pero la historia de lo que hoy les cuento, comenz� cuando
hace dos a�os (para a�o nuevo del 2000), compr� una computadora que era una
necesidad para mis hijos y de paso una distracci�n para m�; soy lo que se podr�a
llamar una ama de casa, vivo de las rentas de unas propiedades inmobiliarias que
es mi herencia por ser hija �nica y bueno, eso sumado a la mensualidad que pasa
mi ex esposo para sus hijos, nos da cierta comodidad. Actualmente tengo 37 a�os,
soy piel canela, ojos pardos marrones y cabello casta�o oscuro; mi f�sico trato
de mantenerlo bien, a mis hijos los tuve muy jovencita: Marcia naci� cuando yo
ten�a 19, ahora ella tiene 20 y Facundo tiene 18 a�os. La computadora
inicialmente se compr� por la necesidad que ten�a mi hija para hacer sus
trabajos universitarios que ya empezaba, as� que lo m�s l�gico era instalarlo en
la habitaci�n de ella.
A mediados del a�o 2000 nos conectamos a internet, que por
sugerencia de mi hija era una necesidad para encontrar temas referidos a sus
trabajos universitarios. El problema se suscit� cuando el a�o pasado, mi hijo
tambi�n empez� sus estudios universitarios y se quej� que la computadora est� en
la habitaci�n de su hermana; entonces para evitar problemas hice trasladar la
computadora a mi habitaci�n, as� ellos podr�an usarla en el momento que quieran
y finalmente yo no tendr�a ninguna queja, de paso le ped� a mi hija que me
ense�ara a manejarla sobre todo en internet para poder distraerme cuando ellos
no estaban en casa.
Fue as� que aprend� algunas cosas: buscar temas, chatear,
etc. Un d�a me llev� una sorpresa, mi hija estaba por salir y me dej� la
computadora prendida y conectada a internet, hab�a olvidado salir de su correo
electr�nico, por curiosidad me puse a leer las cartas que le enviaban, ah�
encontr� la de una de sus amigas quien le contaba que en las noches le gustaba
masturbarse leyendo historias en una web cuya direcci�n la escrib�a. Fue as� que
llegu� a entrar a Marqueze, nunca imagin� todo lo que
iba a encontrar. Al principio me sorprend� y pens� que no
volver�a a visitarla, pero como dicen la curiosidad es a veces tan grande que
empec� a visitarla cuando mis hijos no estaban y volv� despu�s de mucho tiempo a
mis juegos de masturbaci�n que la verdad me pon�an m�s relajada ya que no ten�a
relaciones sexuales hace un tiempo.
Una noche de diciembre del a�o pasado, mi hija me dijo que
ten�a que terminar un trabajo urgente, por lo que se quedar�a hasta la madrugada
en mi habitaci�n. Esa noche trat� de dormirme, pero de rato en rato despertaba
por el ruido del teclado. La computadora est� instalada a un costado de mi cama,
a unos dos metros y cuando despertaba la unica visi�n que ten�a era por debajo
de la mesa a mi hija que estaba sentada. Su cara era tapada por la pantalla de
la computadora.
Ella estaba ya con su ropa de dormir: una camiseta hasta los
muslos y debajo s�lo su calz�n, al principio la visi�n que ten�a era normal,
ve�a su calz�n al estar ella con las piernas entreabiertas.
Pero en otro momento que despert�, me qued� helada, Marcia
estaba con la camiseta levantada, ya no ten�a su calz�n puesto y jugaba con sus
dedos en su conchita, quise dejar de ver, pero la verdad es que a pesar que me
puse un poco nerviosa, la visi�n me empez� a excitar, adem�s que me sorprendi�
que ella tenga su conchita totalmente depilada. Se sentaba hacia adelante,
poniendo su culito al borde de la silla, quiz� para facilitar su masturbaci�n y
mov�a las caderas levemente de rato en rato. Evidentemente, estaba viendo o
leyendo algo en la pantalla para que est� haciendo eso. No la interrump�, cuando
termin� apag� el computador y se fue a dormir.
Al d�a siguiente, no pude dejar de pensar en lo que vi, hasta
ese momento jam�s hab�a pensado que mi hija. No s� si fue un error, pero al que
se lo coment� fue a mi hijo, que se qued� sorprendido, pero me dijo que no hab�a
porqu� alarmarse que eso es normal en hombres y en mujeres. Despu�s de esa
conversaci�n, fue mi hijo el que con cualquier pretexto se quedaba en la
computadora hasta muy tarde y sabiendo lo que le coment� en un momento
determinado se bajaba su ropa de dormir y empezaba a masturbarse sabiendo que
desde mi cama yo pod�a verlo, tiene un pene muy grande que la verdad me
sorprendi� porque su padre no era tan bien dotado.
Yo me quedaba en silencio pero tampoco dejaba de observar,
como con sus movimientos de mano, primero lentos y despu�s muy r�pidos llegaba a
eyacular, para lo que ya ven�a preparado con unas servilletas para limpiarse y
evitar que cayera al piso o al teclado o no s�. Una noche de enero de este a�o,
que mi hijo se qued� hasta tarde, en un
momento se me acerc� y me despert�, me dijo: mamita me dio
flojera ir hasta mi cuarto, puedo dormir aqu� a tu lado y bueno... como mi cama
es de dos plazas pens� que podr�a quedarse, la verdad es que no me imagin� a
d�nde quer�a llegar, pero le dije: claro Facu, qu�date si quieres, pero me dejas
dormir que tengo mucho sue�o. Se acost� a mi lado y yo me pude de costado
d�ndole la espalda.
Duermo igual que mi hija, con una camiseta hasta los muslos y
debajo s�lo calz�n. En un momento me despert� y me di cuenta que se me hab�a
subido la camiseta, al principio pens� que fue por alg�n movimiento, pero sent�
que Facu acariciaba mis nalgas de una manera muy suave como para no despertarme,
me qued� sin reacci�n y simplemente me qued� quieta y despierta y dej� que �l
continuara.
Me hab�a metido el calz�n entre las nalgas por las ten�a a su
merced para acariciarlas, sent� que algo me mojaba las nalgas y haci�ndome la
dormida llev� una de mis manos hacia atr�s.
Facu se qued� quieto pero lo que pude agarrar era lo que �l
me estaba pasando por las nalgas que no era otra cosa que su tremendo pene,
primero s�lo lo toqu�, pero ya me hab�a calentado por lo que lo agarr� y empec�
a menearlo, �l se dio cuenta que yo ya estaba despierta, pero igual ninguno de
los dos pronunci� palabra alguna, �l empez� a acariciarme los muslos y luego se
anim� a meter sus manos debajo de la camiseta hasta tocar mis senos que valgan
verdades es mi mayor atributo, ten�a ya los pezones duritos y mi Facu me los
apretaba de una forma que me hac�a estremecer.
Se anim� y me baj� el calz�n, yo levant� un poco mi cuerpo
para facilitar la tarea, segu�amos de costado, me los baj� s�lo hasta un poco
m�s abajo de las rodillas, pas� su pene por el medio de mi culito hasta llegar a
la vagina que ya estaba muy mojada, meti� una de sus manos para levantar
levemente uno de mis muslos y se acomod� de tal manera que empez� a entrar su
m�stil en mi cueva, lo hac�a despacio y con cuidado, primero entr� s�lo la
cabeza y luego empez� a empujar, se sent�a divino y ya en ese momento no pensaba
en que �ramos madre e hijo, sino en lo divino que se sent�a, yo gem�a levemente
y �l me besaba el cuello, cuando volv�a a poner una de mis manos para atr�s me
d� cuenta que �l estaba totalmente desnudo, sigui� as� hasta que en un momento
aceler�, sac� su pene y manch� mis nalgas, parte de mi espalda y las s�banas, y
no me di la vuelta para mirarlo, �l se par�, se acerc� a m�, yo cerr� mis ojos y
me dio un beso en la mejilla. No dijo ni una sola palabra y se fue a su
habitaci�n. En los d�as siguientes todo sigui� como siempre,
nunca me dijo nada ni yo a �l. Pero ya estoy con el bichito, y la verdad ahora
que leo estas experiencias en marqueze, quisiera volver a sentirlo, pero no s�
que hacer.
Tambi�n ahora veo a mi hija y aprecio m�s su cuerpo, no s� si
me estoy enamorando de mis hijos. Quiz�s alguien me puede sugerir algo.