A AINA LA COGEN DIOSES ANDINOS
Desvirgadas en Barcelona -8-
Dos j�venes latinos se cogen a Aina, que ahora tiene 14 a�os,
y desvirgan a su amiga y compa�era de clase Cristina.
El d�a 5 de Julio de 2005, Aina vio sorprendida � y casi
halagada, a pesar de todo-, en Internet que el primer relato sobre ella
publicado en TODORELATOS, el llamado A AINA LA HA DESVIRGADO CHINGO,
hab�a llegado ese d�a a los 10.000 lectores. En la noche del viernes d�a 8,
Aina, sola en Badalona porque sus padres han ido al entierro de un amigo en
Sevilla, decide celebrarlo saliendo de marcha con su amiga Cristina a la zona de
discotecas y bares musicales de su ciudad, Badalona. Cristina tiene autorizaci�n
de sus padres �que no saben que estar�n solas-, para pasar la noche en casa de
Aina�
LA NOCHE DE AINA Y PIERO
Entre Badalona y el Tur� de Mar de Montgat, primeras horas de
la noche del d�a 8 de Julio de 2005
Ufff�� Aina se dej� caer en la silla de la barra�. �Qu�
tarde!....
Ve�a las caras, siempre le parec�a que la miraban.
Nunca sab�a quien conoc�a en realidad que ella era Aina, la
protagonista involuntaria de unos relatos er�ticos que hab�a corrido de mano en
mano en los institutos de Badalona y muchas poblaciones del Maresme�
Pero ya no le importaba.
Estaba algo aturdida, pero hab�a decidido tirar hacia
delante, pasar de qui�n la conoc�a y qui�n no, e ir a divertirse aquella noche
de viernes con su amiga Cristina a la zona de bares y salas de bailes que
presid�a la m�tica discoteca Titus de Badalona.
S� Estaba en un excitante ambiente� Era una especie de club�
El club Coco Loco�En la carretera de la costa, en la zona de locales nocturnos
delante de la discoteca Titus�
Una fiesta divertida� Pero tal vez se hab�a pasado en los
chupitos y los mojitos�
Piero Altachua y su amigo, Puma Danael, dos j�venes miembros
de un clan latino �los Dioses Andinos-, que hab�an conocido en el Titus la
semana anterior se los iban dando� Estaban tan buenos y fresquitos�
La sala de baile era chula, no hab�a mucha luz�
En la m�sica predominaba el rap latino y el hip hop� Se
notaba un predominio de chicos y chicas latinos, pero tambi�n hab�a bastantes
frikis locales.
Ella y Cristina bailaban muy bien� Pero se hab�an mareado�
Piero y Puma las hab�an llevado a descansar�
Se tomaron unos hot-dog y colas en El Xampanyet, y luego
continuaron la marcha en El Sarao, y en el Club Nix, otros locales de diversi�n
de la zona�
Cansancio, calor, sudor, mareo�
Cristina y ella salieron hacia el parking con sus dos amigos
latinos agarr�ndolas por la cintura como si fueran pareja�
El coche, con tuning a tope y luces azules debajo del chasis�
Un peque�o recorrido�
La playita que hay entre la estaci�n de Montgat y el Tur� del
Mar�
El fresco aire del mar al dejar el autom�vil� El sonido de
las olas�
Sentados en la arena, viento de mar, olor de sal�
Las v�as del tren, con el paso del nocturno�
Los primeros intentos de besos y caricias�
Los chicos latinos prueban hasta donde llegar con las dos
jovencitas�
Las luces azules de la patrulla de polic�a recorriendo el
camino de costa�
Volviendo a poco a poco al coche, risas y nervios� Un cierto
mareo que no deja ver las cosas claras�
El coche estacionado ahora en una calle, una especie de
riera, cerca del puente de la autopista�
La puerta de un edificio, Piero sacando las llaves�
Una puerta abri�ndose, un brazo fuerte que te agarra por la
cintura�
Unas escaleras, unas risas�
Era una habitaci�n de un apartamento de edificio antiguo, en
el barrio entre la discoteca y la peque�a playa de Montgat�
Se dorm�an� Que descanso�
Pero�
Los dos hombres estaban a su lado, en la cama�
Oh� Las estaban besando�.
Ellos�. Ellos estaban desnudos�
Cielos, que penes ten�an los dos�
S�, mas largos que los de Jandro�
Un extra�o pensamiento la asalt� fugaz: �Qu� estar�a haciendo
Jandro aquella noche?
Foll�ndose a un par de sus nuevas putitas rusas, seguro�
�Y Chingo?
Hab�a vuelto a encontrarse con �l en el Titus hac�a dos
semanas, el joven gitano, que iba con una chiquilla rubia de aspecto dulce e
inocente�
Al ver a Aina Chingo sonri� y la salud� con un gui�o de ojos�
Ten�a que reconocer que Chingo estaba ahora m�s grande y
guapo que cuando la desvirg�
Seguro que aquella chavalita que le acompa�aba ya no era
virgen, con Chingo, ya se sabe�
Record� a Michel, al que pronto volver�a a ver en el camping
cercano a Calella de Palafrugell, y la cosita peque�ita que ten�a en comparaci�n
a Piero y Puma�
Que tierno y guapo, Michel�
No pod�a ser, Aina se dio cuenta de que ella ahora ya solo
llevaba la braguita�Alguien la estaba desnudando�
Aina sinti� ahora que el hombre le estaba chupando los
pechitos�
Unas manos le bajaban la braguita�
Se dio cuenta de que estaba desnuda� Ten�a calor�
Piero jugaba ahora con su sexo� Le met�a la lengua�
introduc�a sus dedos�
Una m�sica caribe�a, se perd�a en el fondo�
El v�rtigo, el mareo, cerrar los ojos�
Hab�a alguien m�s�
S�, oh, s�, como no la hab�a visto antes�
La hab�a olvidado, qu� raro�
Cristina estaba tambi�n en la cama, gateaba desnuda�
Y hab�a otro hombre, tambi�n desnudo, oh, s� era el Puma� Le
pareci� ver que agarraba a Cristina de un brazo y se la llevaba hacia la otra
cama, mientras su amiga gem�a y se dejaba llevar casi arrastrada�
Y, de pronto, Piero estaba encima de ella, la besaba, la
sujetaba bien fuerte�
Oh�. Las luces�
Y algo enorme entr� de pronto en su cuerpo� Y Aina gimi�,
absurdamente sorprendida�
La estaban violando otra vez... Piero se la estaba follando�
S�, el pene del chico la penetr�, de nuevo una cosa grande,
dura, caliente, se hab�a metido dentro de su vientre� Y se mov�a�
Y ahora Piero gritaba, y luego aullaba de placer�
El tiempo, no sab�a si hab�an pasado minutos u horas�
Piero se mov�a como si se hubiese vuelto loco�
Ohhh�. Qu� bueno, qu� bueno, qu� bueno�
Cuanto m�s se mov�a y apretaba, m�s chulo se lo pasaba�
Ohhh�
Y ya un l�quido caliente, hirviendo la inundaba por dentro�
Se hund�a, se iba� El sue�o�
Y ahora abr�a los ojos, la misma pesadilla, estaba en el
mismo lugar�
Era como un infierno� Hac�a calor, sudaba, el cuerpo le
dol�a, especialmente el sexo�
A su lado, el Puma y Cris estaban juntos en la otra cama,
abrazados, ella encima de �l, se mov�an lentamente, jadeaban� � S�, la estaba
follando, el hombre gritaba, Cristina gem�a�
Y Aina sinti� que un cuerpo cay� de nuevo sobre ella�
Piero la estaba besando de nuevo, la agarraba con fuerza,
sudaba, la aplastaba con su peso� le hac�a da�o, y�
Oohhh� S�iiii�. De nuevo algo muy grande, parec�a mucho m�s
que antes, se met�a en su vientre, volv�a a sentir que la abr�an en dos, aquello
se mov�a dentro de ella, adentro, afuera� el joven peruano gritaba�
Una nueva inundaci�n� un r�o de lava caliente y viscosa se
mov�a de nuevo dentro de su sexo� el hombre que ten�a su enorme pene dentro de
ella continuaba gritando mientras segu�a eyaculando en el interior de su
vientre�
Estaba abrazada al chico, este la aplastaba, tal vez se hab�a
dormido encima de ella, le costaba respirar�
Se le volv�an a cerrar los ojos, Aina se dorm�a�
Oh, ten�a alucinaciones�
Despert�, no sab�a cuanto tiempo hab�a pasado�
Estaba en aquella cama, no hab�a sido un sue�o�
Todos dorm�an�
Ahora estaban abrazados Piero y ella por un lado, y Puma
Danael y Cris por otro�
Aina toc� su sexo, lo not� lleno de un l�quido pegajoso y
viscoso�
Llev� su mano al cuerpo del joven Dios Andino que dorm�a a su
lado�
Encontr� el pene� Lo acarici�
La muchachita se gir�, y bes� al hombre en los labios� �l
abri� los ojos, y sonri�
Aina not� en su mano que el pene de Piero se volv�a a hacer
grande y duro...
Momentos despu�s, la jovencita sinti� c�mo de nuevo el joven
latino se colocaba encima de ella e introduc�a de nuevo el pene en su vagina�
Envolvi� con sus muslos las caderas de �l y se dej� llevar�
Aina estaba siendo otra vez follada otra vez por su nuevo
amante�
Y EL PUMA DANAEL DESVIRG� A CRISTINA
El Puma vio como Piero preparaba con toda facilidad a Aina
para penetrarla. La putita rubia estaba muy buena, ten�a un cuerpo delicioso�
Sab�an quien era, una amiga les hab�a explicado los extra�os relatos er�ticos
que corr�an en Internet sobre aquella putita�
Piero se la hab�a reservado, pero no le importaba� Ya har�an
m�s tarde cambio de parejas, la noche era larga� Y �l se hab�a reservado follar
con la otra jovencita, Cristina, que era bastante tontita, pero estaba muy
buena, tanto como Aina, y adem�s todo parec�a indicar que seguramente era
virgen�
Su m�s querida afici�n, desvirgar muchachitas� Coger la flor
de la inocencia por primera vez�
Y las dos estaban bastante bebidas, los chupitos hab�an hecho
su efecto� De hecho, pod�an hab�rselas follado en la playita, pero era mejor la
tranquilidad y comodidad de una cama en la vivienda de Piero�
El Puma Danael se inclin� y la bes� en los labios. Cristina
cerr� los ojos y le dej� hacer. Con las manos, la tom� de los hombros, le
acarici� el cuello y las orejas.
Recorri� los labios de la chica con la punta de los dedos,
medio introduci�ndolos en su boca. Cris sinti� una especie de v�rtigo, al tiempo
que se deslizaba debajo de �l. El Puma Danael volvi� a unir su cara a la de
ella, uni� los labios y la volvi� a besar durante largo tiempo, explor� su boca
con la lengua y empez� a saborear su intimidad.
A�n bes�ndola, Puma Danael se apart� levemente de ella y se
quit� el slip. Su pene guerrero salt� enhiesto, dispuesto a una nueva victoria.
R�pidamente, de modo que ella no tuviera tiempo de pensar en qu� estaba haciendo
�l, le sac� la camiseta y la dej� solo con la braguita.
Empez� a jugar con sus pechos, todav�a peque�os, pero
erguidos y puntiagudos. Pellizc� los pezones y la jovencita se estremeci�. �l se
dio cuenta que el cuerpo de la ni�a estaba brillante por el sudor, aunque la
noche no era especialmente calurosa, despu�s de las tormentas de la tarde.
Reclinado de costado a su lado, sigui� acariciando el cuerpo
de la chica, que continuaba incrementando su ritmo de respiraci�n al sentir como
el joven Dios Andino exploraba su cuerpo.
Y as�, con toda suavidad, encar� el momento que
tradicionalmente resultaba m�s dif�cil cuando estaba con chicas v�rgenes, el
momento en el que siempre se produc�an las resistencias.
Con una mano la cogi� debajo de los hombros, besando sus
labios, cara y d�ndole peque�os mordiscos en el cuello, al tiempo que con la
otra mano recorr�a el pubis de la chica y, muy lentamente le fue bajando la
braguita hasta dejarle el cuerpo completamente desnudo.
Era una sensaci�n inigualable tocar el sexo de la putita y
acariciar la parte interna de sus muslos, pero para ella tambi�n lo era, porque
al hacerlo, Cris dej� ir unos leves gemidos de excitaci�n. El joven latino pens�
que no se hab�a equivocado con la chica, era una putita, pero ahora iba a
encontrar lo que buscaba.
El Puma Danael llev� su cuerpo hacia el de Cris.
El joven Dios Andino se coloc� al lado de Cris, la bes� de
nuevo profundamente en los labios y sigui� mordi�ndole y lami�ndole el cuello y
los pezones.
Luego la movi� suavemente hasta que qued� bien colocada en la
cama, a su gusto para lo iba a hacer. Le mordi� algo m�s fuerte el cuello, al
tiempo que le musitaba que era un chupacabras, un vampiro latino, y le acarici�
las caderas y los muslos. La jovencita se puso a temblar de excitaci�n.
Entonces, el joven Puma con su mano h�bil y sus dedos
expertos lleg� al bajo vientre de Cris, jugueteando con los pelitos del vello
que le estaba naciendo en la entrada del sexo. Ella, al sentirlo, se arque�
hacia arriba, como si su cuerpo pidiese que �l presionara con m�s fuerza.
�l llev� su cara a la de ella, uni� los labios bes�ndola con
su boca abierta y mojada de con gusto a tabaco y cerveza y volvi� a introducir
su lengua en la boca de ella, explor�ndola y absorbiendo su h�meda saliva. Cris
se complac�a en ello, y la excitaci�n que los manejos del joven Dios Andino le
produc�an hab�an anulado por completamente cualquier sensaci�n de asco que el
gusto de la boca del joven Dios Andino le hab�a podido provocaren un inicio...
Las manos del joven Dios Andino tantearon las entradas del
sexo de Cris, empezando a juguetear con sus dedos entrando en la vagina. La
jovencita not� que algo entraba en su cuerpo y sinti� un primer indicio
inesperado de p�nico, pero enseguida se apercibi� que eran los dedos del joven
Dios Andino jugando dentro de ella.
Cris vio con sorpresa que el muchacho latino se apartaba de
ella y se deslizaba hacia los pies de la cama. Se coloc�, arrodillado, entre sus
muslos, abri�ndolos con suavidad, y le bes� y lami� el vientre. Su lengua
entraba y sal�a, rodeando el ombligo de la jovencita
Sus labios besaron el sexo de la chica, y no s�lo fueron sus
labios, sino que tambi�n su lengua fue tanteando los suaves pliegues de su piel.
Cristina qued� paralizada por la sorpresa, al sentir que la lengua del hombre
empez� a tantear en las hendiduras de su sexo y, luego, mientras con les dedos
le iba separando poco a poco los labios exteriores, introduc�a su boca m�s
profundamente en el sexo de ella... Cris not� que se excitaba hasta casi no
poder resistirlo, pero continuaba paralizada por la sorpresa.
Ya incapaz de refrenarse, perdiendo todo control, Cris empez�
a mover sus caderas arriba y abajo, cada vez con un ritmo m�s acelerado,
refregando la piel resbaladiza de su sexo por la boca, la barbilla, la nariz y
frente del Dios Andino, sintiendo incluso como el le met�a la nariz en el sexo,
totalmente absorta y ofuscada en el placer que estaba sintiendo, que fue
acumul�ndose y acumul�ndose hasta que se entreg� completamente a �l, que se
hab�a ido colocando encima de ella, abraz�ndolo con los brazos, bes�ndolo y,
ahora ella, meti�ndole la lengua en la boca como �l le acababa de ense�ar a
hacer, rodeando con sus muslos las caderas y las piernas de �l y empezando a
transformar sus gemidos en casi gritos, al punto que el joven latino le tuvo que
tapar suavemente la boca poni�ndole la enorme mano en la cara.
El Puma Danael vio que la chiquilla ya estaba perdiendo el
control, acerc�ndose a la explosi�n final, y que ya no la podr�a retardar mucho
m�s tiempo. Se coloc� bien encima de ella, aplastando sus pechitos con su
poderoso t�rax y aprisionando sus labios con los suyos, se dispuso a penetrarla.
Baj� una de sus manos, busc� el sexo de la jovencita para situarlo, agarr� su
miembro y en un r�pido gesto lo coloc� en la entrada del sexo de Cristina.
Y, suavemente, empez� a introducirlo en el cuerpo de la
adolescente. Cristina not� que algo grande, duro y caliente hab�a empezado a
entrar en su cuerpo. Y ahora no eran los dedos del hombre, ahora no hab�a duda
de lo que era� Se qued� paralizada� Aquello entr� un poquito m�s� La jovencita
sinti� como una extra�a oleada de terror se mezclaba con la sensaci�n de placer
y excitaci�n m�xima que la invad�a� Abrazarse al chico, besarlo, o gritar y
salir corriendo�
.
Ya se ha dado cuenta, seguro, pens� el Puma Danael, de que se
han acabado los jueguecitos.
Ahora es cuando intentar� soltarse o gritar, pero ya est�
perdida porque s�lo tengo que dar un empuj�n para met�rsela toda.
Aquellos dos o tres segundos de observaci�n mutua parecieron
durar una eternidad.
El Puma Danael se sorprendi� al sentir de nuevo la boca de la
putita en sus labios, meti�ndole la lengua en su boca, al tiempo que lo abrazaba
m�s fuerte y colocaba sus manos en sus nalgas apret�ndolas. Aquello era mucho
m�s f�cil y sorprendente de lo que hab�a imaginado, y empuj� algo hacia adentro,
metiendo su pene un poquito m�s en el sexo de la chica.
Not� una especie de resistencia a seguir entrando, era,
claro, la barrera, el himen, nunca dud� de que la muchachita era virgen todav�a.
Eso se nota enseguida� Cristina mostraba la pasi�n del deseo dentro de la
timidez de la inocencia, como bien hab�a comprobado casi siempre que desfloraba
muchachas.
Cris not� como aquella cosa enorme continuaba intentando
entrar, aunque parec�a ser muy grande para aquel lugar peque�o. Pero sab�a que
no resistir�a, que se lo estaba pasando muy bien con el joven latino, que cuanto
antes sintiese aquello de lo que hab�a o�do hablar tantas veces a sus amigas que
ya lo hab�a hecho, como Aina� Pero tal vez ahora tambi�n ser�a una putita, como
otras amigas dec�an de Aina�
Por primera vez le entr� una leve duda, pero dur� un instante
fugaz, porque entonces el joven Dios Andino hizo un movimiento r�pido, con todo
el cuerpo hacia delante, al tiempo que dejaba ir una especie de grito ritual, y
Cris sinti� un pinchazo en su vientre, un dolor, era como si una tijeras la
hubiesen herido por dentro, y, aterrorizada, la jovencita grit�
El grito de la adolescente excit� al m�ximo al Puma Danael,
que la sujet� bien para que no se moviese, para que no tuviese tentaciones de
huir� Y, decidido, empuj� de nuevo hacia delante, culminando el desvirgamiento
de la chiquilla y acabando de introducir su miembro en el sexo de la muchachita,
mientras ella segu�a gritando al sentir el dolor que le produc�a la entrada de
aquella cosa dura y caliente en su vientre�
Y Cristina sinti� que el enorme pene del hombre se abr�a paso
dentro ella, penetraba ahora de golpe, r�pidamente, haci�ndose espacio donde no
parec�a haberlo�
La sensaci�n de terror y dolor que le produc�a hizo que
perdiese por unos momentos la noci�n de lo que le rodeaba, mientras la mano del
chico tapaba su boca para evitar sus gritos de dolor y protesta al ser penetrada
y rota por dentro , y not� que el joven latino ya hab�a acabado de meterle todo
su enorme pene en su cuerpo.
Y el dolor se mezclaba con el terror y el placer� Pero ahora
ya no pod�a huir� Ya no serv�a de nada�
Se dio cuenta de que se hab�a vuelto a abrazar a aquel cuerpo
masculino sudoroso que la estaba violando�
Cris recuper� el sentido de la realidad, sintiendo que
aquello enorme se mov�a dentro de ella, entrando y saliendo, al ritmo que
marcaba el joven Dios Andino, que ahora s� que la asustaba�
El Puma se hab�a convertido ahora realmente en un animal, en
una bestia, en un perro furioso, en una especie de caballo que cabalgaba
violentamente encima de ella, aplast�ndola, no dej�ndola respirar, sac�ndosela y
meti�ndosela con un ritmo fren�tico, provoc�ndole a�n dolor cada vez que se la
met�a, haci�ndole da�o cuando alguna vez le pegaba un mordisco � era el
chupacabras, le hab�a dicho-, en el cuello, el cuerpo o los brazos.
Pero, al mismo tiempo, notaba sorprendida como iba
recuperando, con los violentos movimientos de �l encima y dentro de su cuerpo,
aquella incre�ble sensaci�n de excitaci�n y placer que ten�a hasta el momento
que el gordo le hizo da�o al penetrarla.
El Puma Danael hab�a perdido cualquier sensaci�n humana. Ya
no pensaba, ya era s�lo una bestia obscena y lujuriosa que copulaba
violentamente cabalgando sobre el cuerpo de la jovencita que acababa de penetrar
y, acerc�ndose al paroxismo que le llevar�a a la explosi�n final que inundar�a
el cuerpo de la chica.
Era el protagonista resucitado de la m�s secreta y oculta
ceremonia de los antiguos ritos al Sol del Machu Pichu� El desfloramiento de
doncellas vestales que oficiaba el Gran Inca�
Los dos sudaban intensamente, y el Puma Danael, fuera de s�
como un loco rabioso, ni cuenta se dio que la putita volv�a a participar
activamente en lo que �l le estaba haciendo.
El joven latino no era ya un ser humano sino la
personificaci�n de los m�s terribles demonios que anunciaban el horror y el
placer en los Andes... Era la cara oculta de un Dios Andino� Ing. Nang, Dios y
Demonio�
As� lo ve�a ahora con terror Cris, pero era otra vez aquel
terror excitante que la induc�a a entregarse al monstruo y colaborar en lo que
aquel hombre le estaba haciendo.
Cris jadeaba entrecortadamente, casi sin respiraci�n, con la
respiraci�n y el coraz�n acelerados de forma incre�ble, con �l movi�ndose encima
de ella como las olas de una terrible marejada o como si la atropellasen mil
caballos salvajes.
Not� como el Puma le pon�a las manos en el culo, debajo de
las nalgas, agarr�ndole con fuerza cada mitad del trasero, y mir�ndole a la
cara, vio que el joven latino hab�a perdido por completo cualquier control, y
que tambi�n parec�a estar a punto de no poder respirar o de un ataque al
coraz�n�
Y Cristina se sent�a un juguete, una mu�eca de ropa en las
garras de aquel felino�.
Era ya el momento anterior a la inminente explosi�n, cuando
�l se iba a derramar en la jovencita.
Cristina no pod�a respirar, �l la aplastaba, la mov�a, la
desplazaba, la com�a, la penetraba profundamente mil y una veces�
Verle la cara, la acab� de excitar a�n m�s,
incomprensiblemente, porque se hab�a convertido en una m�scara horrorosa, pero,
al mismo tiempo, ella sab�a que su cuerpo, -s�, se dijo, el suyo-, ten�a el
poder de transformar de tal manera a un joven Dios Andino en un horrible
monstruo de corrupci�n...
Finalmente �l arque� su espalda, con el rostro cada vez m�s
distorsionado, y empez� a gritar al tiempo que se la met�a y se la sacaba con
movimientos violent�simos�
Cris sinti� como borbotones de una especie de l�quido denso y
muy caliente inundaban el interior de su sexo. Los gritos de placer del joven
Dios Andino eran cada vez m�s altos.
Se sent�a cada vez m�s inundada por aquel l�quido, al tiempo
que los salvajes movimientos del joven Dios Andino se fueron haciendo ag�nicos y
m�s lentos, mientras los gritos se iban apagando y transformando en gemidos de
placer que alternaban con las boqueadas que el joven Dios Andino daba para
llenar de aire su pecho exhausto y recuperar el aliento.
El Puma Danael continu� gimiendo, dej�ndose ir sobre el
cuerpo de la jovencita que acaba de desvirgar y follar, hundi�ndose en los
pechos y la cara de ella, dej�ndole el pene, a�n erguido, clavado hasta lo m�s
profundo del vientre de Cris, mientras empezaba a deshincharse y volver a la
normalidad�
Entonces, ella, con un nuevo impulso inesperado, le envolvi�
la cintura y la cadera con los muslos y se abandon� a una especie de �xtasis que
la estaba invadiendo, como si un hormigueo que le nac�a en el sexo la hiciese
flotar en una especie de para�so desconocido.
Cris sinti� como una especie de trompetas y timbales le
anunciaban algo terrible�
La jovencita grit� ahogadamente en el momento en que, tal
como el Puma Danael hab�a previsto con su larga experiencia, not� el pene de �l
como un ser que a�n estaba vivo dentro de ella, movi�ndose en un extra�o y
c�lido mar, ahora sin provocarle ya dolor, y un placer que nunca hab�a sentido
le lleg� como una explosi�n inesperada que le hizo perder, como antes le hab�a
pasado a �l, cualquier consciencia o sentido de la realidad, mientras gritaba y
se mov�a en medio de unas convulsiones que le proporcionaban un placer nunca
imaginado ni sentido cuando se tocaba en las soledades de la noche...
S�, hab�a o�do hablar del orgasmo real, de lo buen�simo que
era hacerlo de verdad con un t�o en el programa de radio llamado "Prohibit als
pares", prohibido a los padres, que secretamente o�an cada noche gran parte de
los adolescentes de Catalunya de ambos sexos, en la emisora FlaixBack� Pero ella
era la primera vez que�
Cris fue experimentando un orgasmo prolongado, y ahora era �l
quien le tapaba la boca para apagar sus gritos.
Poco a poco, Cris se fue calmando, la explosi�n de placer se
fue apagando, y la jovencita se fue quedando quieta en la cama, con todo el
cuerpo del joven latino encima suyo, con el miembro de �l ya apagado, y
not�ndose tan exhausta y paralizada que crey� que nunca m�s podr�a levantarse.
Pens� que se ahogaba, que no respiraba, que se mor�a, pero despu�s de aquello,
pens� que no le importaba.
Durante unos momentos, la cabeza de Cris qued� en blanco.
Sab�a que �l la estaba aplastando con su peso, que lo ten�a
encima, que aquel salvaje hab�a hecho todo lo que hab�a querido con ella, que
todav�a no se la hab�a sacado aunque estaba ya blanda y peque�a, pero todo le
era igual, ya estaba bien todo aquello.
Nunca lo olvidar�a, y sab�a que siempre buscar�a repetirlo,
ahora mismo si tuviese fuerzas para moverse...
El Puma Danael pesaba mucho sobre ella, pero no quer�a que
cambiase de posici�n.
Le gustaba sentir su peso y los olores desagradables mezcla
de sudor agrio y otras cosas que dejaba ir la piel morena del joven Dios Andino.
De vez en cuando el mov�a la boca y aplastaba sus labios en
los suyos, a lo que ella correspond�a abriendo la boca y acarici�ndolo con su
lengua.
El Puma Danael se retir� poco a poco del cuerpo de la chica.
Observ� con satisfacci�n una mancha roja en la s�bana, prueba que la putita
hab�a sangrado al desvirgarla, hecho que entre sus amigos se comentaba como un
m�rito de la virilidad.
Su pene estaba mojado con una mezcla de semen y sangre del
himen de la adolescente.
Vio que ella continuaba respirando con dificultad, a�n
jadeando, recuper�ndose lentamente.
Ten�a que reconocer que pocas veces, en los �ltimos a�os, se
hab�a excitado y gozado tanto como rompiendo y estrenando a aquella putita.
Cris notaba calor, como si estuviera ardiendo.
Nunca hab�a sentido tanto calor en su vida, se notaba h�meda
de su propio sudor y del que hab�a recibido del cuerpo del joven Dios Andino
cuando estaba encima de ella.
Ol�a a tabaco, cerveza y, ahora se daba cuenta, a aquel
caracter�stico olor a perfume vulgar que exhalaba el Puma Danael.
Y, tambi�n, claro, ten�a una imagen, una sensaci�n clavada,
el hombre cuando la desvirg�, el pinchazo y el dolor cuando le met�a aquello
enorme en su vientre.
Ella no sent�a ninguna clase de culpa.
Simplemente estaba contenta, satisfecha, plena, aunque
exhausta y dolorida. No era ninguna cosa horrible, como les intentaban hacer
creer, haberse dejado follar por un t�o.
Se dio cuenta de que sin ser consciente de ello, hac�a mucho
tiempo que deseaba hacer aquello. Y ya lo hab�a obtenido.
Se gir� y mir� al Puma Danael, que tambi�n la observaba con
los ojos abiertos. Le acarici� el pelo de la nuca, disfrutando de la sensaci�n
que le produc�a ese contacto en la punta de los dedos.
El Puma Danael cambi� ahora de posici�n de forma brusca,
arrodill�ndose a horcajadas sobre el t�rax de la jovencita, con las nalgas
encima de sus pechos. El pene de �l se hab�a vuelto a poner enorme de forma
sorprendentemente r�pida e inesperada, y, al verlo delante de su cara como una
manguera que se acercaba a su cara, Cris crey� horrorizada que adivinaba lo que
�l quer�a que ella hiciera ahora.
Nuevamente qued� paralizada por la impresi�n, pero, otra vez,
el asco no consigui� ser algo desagradable, sino excitante, al fin y al cabo era
una nueva cosa que experimentar�a.
Cris pens� que aquello era grande, demasiado grande, y su
traviesa imaginaci�n le volvi� a presentar una imagen sorprendente: aquello se
transformaba en un helado de chocolate o en un pl�tano de aquellos tan grandes.
Volvi� a recobrar su seguridad y el convencimiento de que �l
no conseguir�a que se cortase.
Cris not� que quer�a hacerlo, que necesitaba introducir
aquello en su boca, para hacerle ver que no se impresionaba por nada.
Levant� la cabeza, abri� los labios y los cerr� en torno al
miembro del joven Dios Andino, momento en el que �l exhal� un leve gemido de
placer.
El Puma Danael sosten�a la cabeza de la jovencita entre las
manos, movi�ndose hacia adelante, y atr�s, gimiendo suavemente, meti�ndosela y
sac�ndosela de la boca. Ella, mientras tanto, le miraba con ojos desafiantes a
la cara, como para demostrarle que no le ten�a ning�n miedo.
�l la miraba tambi�n, realmente sorprendido, realimentado su
placer ante la visi�n de lo que ella estaba haciendo.
Not� que empezaba a aproximarse nuevamente al final, ya que
aquello le excitaba enormemente.
No lo pens� m�s. Se estir� encima de la chica, le abri� los
muslos para colocarla bien, y, sin pausa ni descanso, la penetr� de nuevo hasta
el fondo.
Cris dio un gritito, porque aquello enorme le volvi� a hacer
algo de da�o al meterse en su vientre, algo resentido todav�a de cuando la
penetr�. El la agarr� nuevamente por el culo, y sin pre�mbulos, empez� a
cabalgarla fren�ticamente, y la chica se sujet� a �l, sinti�ndose nuevamente
presa de una excitaci�n indescriptible�
La jovencita desvirgada perdi� el mundo de vista, hasta que
al sentir que �l hab�a llegado a la explosi�n final, los mismos movimientos y
jadeos del joven Dios Andino hicieron que ella tambi�n explotara, de manera que
esta vez los hicieron pr�cticamente al mismo tiempo�
�l, completamente agotado, se fue quedando paralizado encima
de ella, que sinti� otra vez el placer que le produc�a, parad�jicamente,
sentirse aplastada por el peso del cuerpo del joven Dios Andino.
Poco despu�s, �l se movi� y sali� lentamente de encima de
ella para quedar boca arriba. Cuando Cris, completamente exhausta, se gir� para
mirarlo a la cara y ver su expresi�n, se dio cuenta de que el joven Dios Andino
se hab�a quedado dormido de forma fulminante, e incluso empezaba a dejar ir unos
ronquidos.
Sent�a en el sexo una cierta sensaci�n de mojado, era el
l�quido viscoso en su interior. Aparte de las molestias en el vientre, se
encontraba muy bien, como satisfecha y relajada, sobre todo eso, muy relajada.
Se mir�, desnuda, en el espejo del armario del tocador de la
habitaci�n y se acarici� la cara, los pechos, el sexo, los muslos, pensando en
que eran las manos del hombre que la hab�a desvirgado�
El hombre� El Puma Danae� Su amante�
ILUSTRACI�N: Fotograma del film "EL AMANTE" de Jean
Jacques Arnaud,
protagonizado por Jane March y Toni Leung.
Gui�n de Gerard Brach y Jean Jacques Arnaud
Versi�n espa�ola de Filmax Home Video
Basado en la novela "EL AMANTE" de Marguerite Duras
Edici�n espa�ola de Tusquets Editores, colecci�n Andanzas
Julio de 2005
P.D.
Dedicado a los amigos y amigas que me han pedido que siguiera
escribiendo. Os lo agradezco mucho. Este �ltimo mes y medio sin enviar nada he
tenido much�simo trabajo. Y el tiempo libre que pod�a dedicar a entrar en
TODORELATOS, casi siempre de madrugada, lo dedicaba a leer los excelentes
relatos que est�n siendo publicados en esta web cada d�a� Hasta que los ojos se
negaban a continuar, y me dorm�a.
Hay textos y autores y autoras de enorme calidad literaria
y/o de enorme carga er�tica, que no siempre tienen que ir juntas las dos cosas.
Estoy contenta de que el verano me permita poder volver a
escribir con una cierta tranquilidad.
Espero que este relato no os parezca demasiado largo. He
intentado frenar las manos cuando pretend�an extender sin l�mites la narraci�n.
Tengo un texto escrito al estilo de los primeros que envi�,
de muchas p�ginas, y no s� que hacer con �l. Reconozco que es muy largo, pero me
cuesta empezar a cortar, a mi me gusta tal como sali� de mi cerebro y de los
recuerdos de amigas que me explican sus historias adolescentes.
Lo volver� a repasar ahora que tengo m�s tiempo, a ver qu�
puedo hacer, ya he visto y valorado que en esta Web en estos momentos parece que
se prefieren los relatos cortos, como los Micro relatos. Y no me puedo quejar,
yo soy la primera que no tengo mucho tiempo libre.
Besitos a todos y todas desde la comarca del Maresme, al
norte de Barcelona.
Celia-Tatiana
Julio 2005