Relato: Violada por mi hermano desde ni�a
Esta es la historia de como fui violada y torturada por mi propio hermano.
Mi nombre es camila, tengo 16 a�os soy blanca, delgada, cabello negro liso y ojos color miel. Mi hermano, Diego tiene 20 a�os, es fornido, alto, cabello negro liso y ojos color verde.
Todo empez� desde ni�a, mi entorno familiar se caracteriz� por ser disfunsional, lleno de frecuentes peleas conyugales entre mis padres y descuido de mi madre, que no perdia la oportunidad para dejarnos solos en casa.
Cuando empec� a ser consciente de la situaci�n tenia al rededor de 9 a�o y mi hermano Diego tenia 13 a�os.
Pas�bamos la mayor�a del tiempo juntos, solos en casa. Jugabamos video juegos, haciamos la tarea, dormiamos la siesta juntos.
Pero todo termino cuando el cumplio 13 a�os, estaba entrando a la adolescencia y toda una fiesta de hormonas se estaba desarrollando en su interior. Sent�a curiosidad su cuerpo y del cuerpo femenino tambi�n. Aunque no era tan t�mido no busco saciar su curiosidad con chicas de su escuela y tener novia, prefiri� usar me a mi, su hermanita, la que tenia cerca todos los d�as.
Un viernes por la tarde llegamos del escuela, entramos a la casa y yo coloco mis libros en la mesa de la sala y me lanzo al sof� a ver televisi�n, por ser tan ni�a me sente de una posici�n en la que mis piernas estaban abiertas para tener mas comodidad, no tenia la malicia de imaginar que mi hermano podia exitarse mir�ndome. Entonces me dice:
Diego-: Oye cami, Que estas viendo?
Yo-: El canal animado, no vez tonto (dije entre risas)
Diego-: (entre risas) si verdad, oye esas panty rosas son nuevas?
Yo-: Si, mama las compro el sabado quedan bien no?
Diego-: Pero no veo bien el dibujo. Dijo metiendo su mano tratando de subir mas la falta y dejando al descubierto mi panty.
Yo-: tonto, no vez que es hello kitty. Dije subiendo la falda y se�alando con el dedo.
Mi falda quedo completamente levantada hacia arriba dejando al descubierto mi panty rosada y adentro mi peque�a vagina virgen.
Mi hermano no perdi� tiempo y aprovechandose de mi inocencia manoseo mi vagina a su antojo.
La sensaci�n de sus caricias en mi vagina iniciaron que, sin entenderlo me mojara, dejando al descubierto mi excitaci�n. Mi hermano al percatarse de mis liquidos me convenci� para quitarme la tanga, separo mis labios y esculcaba cada rincon. El placer se convirti� en dolor cuando introdujo a la fuerza un dedo en mi estrecha vagina, lo hizo sin consideraci�n, lo encajo aparentemente con el proposito de hacerme sufrir.
Reaccione r�pidamente e intente quitarlo, lo empujaba mientras le gritaba que me dolia lo que le hacia a mi vagina, no lo entendia solo sabia que no estaba bien. El hizo caso omiso a mis s�plicas y con su otro brazo tomo mis dos brazos y los puso hacia arriba, mientras no dejaba de invadir mi vagina, esta vez con dos de sus dedos.
Aunque las l�grimas ca�an de mis ojos entendi que era imposible luchar contra el y solo me resigne a esperar que se detuviera. Aunque lejos de detenerse, Diego me llevo a su cuarto, me acosto en su cama boca arriba, separo mis piernas y comenzo a chupar mi vagina, la lamia la succionaba, separaba mis labios y hundia su lengua en mi clitoris. Esto lejos de molestarme, calmo el dolor que hace un momento me hab�a proporcionado con sus dedos y comence a relajar un poco. Aunque sin dejar de soyosar .
Diego: cami, no llores tranquilizate. Dec�a mientras lamia mi vagina como un desesperado.
Yo: Es que me estas haciendo da�o y te dije que pararas, porque haces eso? Dije soyosando.
Diego: Porque soy tu hermano mayor y puedo hacerlo. Puedo chupar tu vaginita eso no es malo cami. De hecho es muy rico. Dijo mientras daba lenguetazos, se notaba que gozaba de mi almejita.
Luego de casi 30 hora chupando mi almeja se detuvo, y miro mi vagina mientras separaba al maximo mis piernas, al punto de proporcionarme cierto dolor.
Yo: Ay no!!, me duele no separes tanto mis piernas.
Diego: solo quiero verte lo mas que pueda cami. Uff que bien me la voy a pasar con ese huquito tan cerrado.
Yo: No entiendo que estas diciendo, por favor Diego dejame tranquila, no le dir� nada de esto a mama pero ya sueltame. Dije tratando de soltar mis piernas sostenidas por sus manos.
Diego: No le vas a decir nada a mama porque si no te voy a hacer algo peor aqui. Dijo tocando bruscamente mi vagina.
Yo: hermanito porfavor no dire nada. Dije llorando.
Diego: te dejare tranquila, despu�s de abrirte por todos los huecos. dijo mientras se paraba de la cama y cerraba la puerta de su cuarto con seguro.
No entendia la actitud de mi hermano, no era quien yo conoc�a, se hab�a convertido en un macho lujurioso que quer�a saciar su sed a toda costa. Que iba a utilizar mi cuerpo a su antojo hasta quedar completamente satisfecho.
Entonces, Diego se paro a un lado de la cama, donde yo me encontraba en un rinconsito con mi uniforme escolar, sin ropa interior tratando de cerrar mis piernas lo mas posible.
El se bajo su pantal�n dejando ver su enorme bulto marcado en el boxer. Tomo una de mis manitas y la puso en su bulto. Me dijo:
Diego: mira cami, te vas a tragar todo esto completico.
Yo: que me vas a hacer? Dec�a soyosando.
Se quito el boxer y pude ver su enorme falo en todo su esplendor, deb�a medir unos 18 cm, y adem�s, era bastante grueso.
Diego: Te lo quieres comer hermanita? Pregunto con una risa maliciosa.
Y entonces lo ensarto completamente en mi boca, intente morderlo, pero me amenazo diciendome que me lastimaria si lo hacia. Jalandome del cabello introducia y sacaba su miembro de mi boca, yo estaba desesperada ahogandome, tosiendo con el poco espacio libre que tenia para que algo saliera de mi diminuta boca. Los chorros de saliva caian de mis labios, resbalaban por mi ment�n.
Diego: Ni te quejes hermanita, lo hago por tu bien, si lo lubricas bien no te dolera despu�s.
Al cabo de 15 minutos de chuparle el miembro a mi hermano este se detuvo y lo saco. Me acosto en la cama, me quito la falda y la camisa, toco mis pechos, que eran solo dos botones rosados que apenas comenzaban a desarrollarse, jalaba mi fr�gil pezon y lo retrorsia, este comenzo a hincharse un poco por el manoseo constante y entonces Diego se inclino a chuparlos. Con su lengua succionaba mis diminutos pechitos como un cachorro hambriento, parecia que de verdad tuviera la idea de que podia sacar leche de ellos por la brusquedad con la que succionaba.
Mientras comia mis pechos con una mano bajo hacia mi vagina y comenzo a esculcar de nuevo como queriendo prepararla para lo que venia.
Tomo una frasada y amarro mis manos con ella a la cama, separo mis piernas y puso su pene en la entrada de mi vagina.
Diego: Con lo cerrada que has de estar desvirgarte me va a costar mucho, pero va a ser delicioso.
Yo: Diego porfavor no lo hagas. Decia tratando de soltarme.
Busco entre sus cosas sinta adesiva, la puso en mi boca y Sin contemplaciones Diego Empujo su miembro en mi interior, pero efectivamente estaba demasiado estrecha, mi vagina era demasiado infantil y no estaba preparada para recibir a un hombre, y mucho menos uno con un pene de esas proporciones. Intento varias veces, cada vez que lo empujaba lo hacia con mas fuerza para lograr romper la barrera que le imped�a estar dentro de mi.
Hasta que por fin, un chillido de dolor ahogado en la cinta adesiva afirmo que ya habia logrado su cometido, habia roto mi vagina y la habia amoldado a ese enorme falo. Comence a llorar desconsoladamente, el dolor era insoportable, sentia que rompian todo mi interior. Sin perder tiempo, Diego bombeaba sin compasi�n, lo sacaba hasta la cabeza para luego enterrarlo completamente.
Diego: Que rica estas cami, que delicia es romperte, vas a quedar abierta, te la voy a dejar como una grieta.
Estaba tan exitado que quito la cinta de mi boca de un tir�n mientras me penetraba con fuerza.
Diego: Quiero escuchar como te quejas. Pero eso si no vayas a gritar o ya veras lo que te va a pasar. Dijo mientras encajaba salvajemente su miembro produciendome un dolor insoportable.
Yo: me estas haciendo da�o Diego dejame ya. Dije llorando desconsoladamente.
La sangre no tardo es resbalar sobre mis muslos, ya no era virgen, el habia roto mi preciado himen algo sagrado para cualquier mujer.
Mi hermano me cojio de todas las formas que pudo, me hizo sentarme en el, me puso en posicion del perrito, en fin hizo con mi dolorida vagina todo lo que quiso ese dia.
Al terminar conmigo, recojio y lavo todo para que mama no se diera cuenta. Toda la casa quedo intacta pero algo habia cambiado, mi vagina nunca volveria a ser la misma.
Me fui a mi cuarto a lavarme y dormi sin ropa interior ya que el ardor era insoportable.
No dije nada de lo ocurrido a nadie, por miedo o porque no sentia confianza, creia que nadie podia ayudarme.
Mi hermano continuo violandome, me converti en su juguete sexual, me hacia hacer las cosas mas bajas, incluso metia en mi vagina todo lo que se le ocurriera, yo fui su juguete, pero creo que lo disfrutaba y por eso preferi callarlo por tanto tiempo.