Relato: Rencores(familia,violacion ,incesto)



Relato: Rencores(familia,violacion ,incesto)

EPISODIO I

LA TRAGEDIA


Una familia de turistas volv�a de unas vacaciones hacia su casa en una autocaravana. A punto de ocultarse el sol y puesto que a�n faltaba mucho camino hasta su llegada al hogar deciden pasar la noche acampados en el bosque junto al que transitaban.
Mientras madre e hija preparan la cena, los hombres de la casa arman sillas, mesas plegables, toldos y todos los aparejos necesarios para poder disponer de un improvisado cenador. Una vez acabada la cena y tras la charla de todas las noches sobre ning�n tema en particular. Se disponen a pasar la noche en el interior del veh�culo dejando todo preparado para su partida a la madrugada del d�a siguiente.
A altas horas de la noche y una vez que el sue�o hubo vencido a los 4 miembros, el ruido producido por unos golpes irrumpen en el silencio de la noche sobresaltando a la familia al completo. Tras unos instantes de incertidumbre comienzan a o�rse unas voces en el exterior, eran voces masculinas. El hombre que golpeaba la puerta se disculp� por las molestias a la vez que ped�a ayuda para �l y sus compa�eros.
El cabeza de familia abri� la puerta para prestar ayuda en la medida de lo posible a los hombres. Cont� hasta 5 individuos, 3 de ellos se encontraban m�s alejados de la caravana, junto al bosque. Intent� buscar con la mirada el veh�culo que los trajera hasta aqu� pero no logro verlo.
En cuanto hubo pisado la hierva, el m�s alto de los 2 golpe� al padre en el estomago y sujet�ndolo por el cuello con su brazo, lo giro hacia el resto de la familia. Gritando y amenazando al resto hizo bajar a los otros 3.
All�, en pa�os menores fueron interrogados hasta que les dijeron donde guardaban su dinero y las cosas de valor. El cabeza de familia no dudo en confesar lo que le ped�an con la esperanza de que una vez due�os del poco dinero con el que regresaban y de las pocas cosas que pudiesen significar algo para los ojos de los atracadores acaben con la pesadilla.
Nada m�s lejos de sus deseos, los ladrones, no hicieron sino comenzar la que ser�a la peor de las pesadillas para los 4 turistas.

Uno de ellos decidi� ahogar sus penas a costa de la madre y pasar un buen rato con ella, por lo que se dirigi� hacia la mujer y le orden� quitarse la poca ropa que llevaba.
Horrorizada por lo que se le ven�a encima no fue capaz de reaccionar ni hacer gesto o movimiento alguno por lo que el hombre, tom� el camis�n por el cuello con sus 2 manos y con un movimiento brusco de impaciencia lo desgarr� quedando los pechos de la mujer a la vista de todos por unos momentos.

La brusquedad del incidente hizo reaccionar a la mujer que intent� juntar los jirones del camis�n para tapar su desnudez.
Al conseguirlo recibi� un bofet�n como castigo. De nuevo, el hombret�n, tom� el camis�n con las 2 manos y estir� con fuerza hacia abajo. La parte superior de la mujer qued� totalmente desnuda y esta vez no se atrevi� a cubrirse. Su marido, sus hijos y los 5 extra�os observaban a la mujer en silencio.

El violento hombre comenz� a acariciar sus tetas y aun as�, la mujer continu� inm�vil debido al miedo a recibir otro bofet�n. Mientras tanto los otros hombres empujaban al resto de la familia alej�ndolos de la madre.

Les colocaron por separado, uno en cada lado del claro. Cada miembro de la familia era custodiado por uno de los asaltantes. Lejos unos de otros, pod�an verse entre s� pero no comunicarse.

El hombret�n, que segu�a con la mujer le orden� que se arrodillara y ella obedeci�.

Cuando vio la polla de aquel hombre salir del pantal�n sinti� asco y rabia pero sobretodo terror. Levant� la vista de la polla hasta cruzar sus ojos con los del agresor.
-Por favor... �suplic� en un susurro ante lo que se le ven�a encima.
-Vamos. �respondi� �l. �no me dir�s que es la primera vez que haces esto.
-Dios m�o, tenga piedad, se lo suplico. �sus ojos se inundaron de lagrimas
-Hazlo o te juro que t� y tu familia os arrepentir�is. �ronc� el hombre. �te juro que os rajo a todos.

Paralizada por el miedo dirigi� una mirada hacia su familia sin saber que hacer. El hombre la agarr� del pelo y le gir� la cabeza coloc�ndola frente a su miembro de nuevo.
�vamos � rugi� el hombre.
Aterrada pos� una mano sobre la cadera del hombre y con la otra asi� su miembro mir�ndolo con terror durante varios segundos para, al final, introduc�rselo en la boca.

El leve roce de los labios de la mujer relaj� todos los m�sculos y parte del mal humor de Artan, el cabecilla de la banda. Con cada vaiv�n de la boca sent�a como aumentaba tanto su presi�n sangu�nea como sus deseos de continuar una larga fiesta con aquella mujer.

Mientras tanto, el resto de la familia permanec�a at�nita al espect�culo, en la parte m�s alejada del claro boscoso estaba el marido, atado y custodiado por 2 de los delincuentes. En otro lado del claro estaba la hija mayor del matrimonio tras ella un hombre fornido no dejaba de mirarla y en el lado opuesto estaba el hijo menor.

La mujer continuaba su labor hasta que el cabecilla se apart� de ella y dijo:

-Muy bien, veo que eres una buena chica y te est�s comportando como debes. Si sigues as�, esto acabar� pronto.

Se limpi� los labios con el dorso de su mano con la esperanza de que aquello acabase cuanto antes, aunque no se ve�a con fuerzas suficientes para continuar chupando la polla de aquel hombre.

Ahora t�mbate hacia atr�s.
-�Co... como dice?
-Ya lo has o�do, t�mbate y abre las piernas.
-Pero... por favor... se�or..., no ser� capaz..., soy una mujer casada y con 2 hijos..., no me haga esto.
-Seguro que no querr�s estar aqu� toda la noche �verdad? Anda t�mbate y te prometo que acabaremos r�pido, as� podr�s irte cuanto antes.
-No por favor, no delante de mis hijos. Se lo suplico.

EL hombret�n mir� a sus hijos, espero unos segundos y dijo:

-Dime guapa �Como te llamas?
-M...Marta. �balbuce�
-Marta. Muy bien Marta, no quieres follar conmigo, �verdad?
-No, por supuesto que no. �susurro atemorizada.
-Bien, en ese caso no follaremos. �Te parece bien?

La mujer suspir� aliviada

-Si, me parece bien, gracias.
-De acuerdo entonces, puedes vestirte si quieres. �dijo complaciente -Yo mientras tanto ir� con tu hija, quiz�s a ella s� le guste follar conmigo. � y a�adi� - O quiz�s no. Es igual, me la tirar� de todos modos.

El mundo se derrumb� sobre Marta, el peor de sus temores desde que comenz� la pesadilla se le ven�a encima. No pod�a consentirlo. No con su peque�a. Apenas hab�a superado la mayor�a de edad por lo que para Marta era una prioridad absoluta su protecci�n

-Esta bien, esta bien, de acuerdo... como usted diga, har� lo que me pida. Pero no la toque por favor. -Clam� entre sollozos.- Se lo suplico.
-Eso est� mejor, que obedezcas, pero resulta que ya he cambiado de opini�n. �Sabes? Prefiero la carne fresca.
-Se�or, no lo haga, se lo ruego. Es muy joven, le prometo que har� todo lo que me pida sin objeci�n. Pero no la toque a ella.

El hombret�n sonri� ampliamente, estaba contento, nunca fallaba. La bonita hija de una buena madre era el mejor m�todo de sometimiento y el camino m�s f�cil de conseguir todo lo que un s�dico como �l se propusiera. Una madre que har�a todo lo que �l quisiera, no se negar�a a nada.

-De acuerdo, como t� quieras �dijo complaciente el hombre.

Se agach� sobre la mujer que ya le esperaba tumbada. Se recre� en su cuerpo, aparto los brazos de la mujer que reposaban sobre sus tetas, las observ� y las acarici� suavemente, acarici� su vientre, sus piernas, delgadas y largas. Las separ� un poco y con mucha suavidad desliz� las bragas de la mujer hacia abajo descubriendo su co�o.

Marta permaneci� inm�vil todo el tiempo, sent�a alivio por su hija pero temblaba de miedo por s� misma. Entonces sinti� el aliento del hombre entre sus piernas, un instante m�s tarde lo que sinti� fue la lengua del hombret�n recorriendo los labios de su co�o.
La recorri� con su lengua suavemente, despacio, entreteni�ndose en cada rinc�n de su cuerpo. Poco a poco la lengua del hombret�n ascend�a hacia sus tetas, recorri� sus pezones, los bes�, los lami�, los mordisque� y m�s tarde continu� su camino ascendente hacia la barbilla de la mujer. Ella manten�a los labios fruncidos, apretaba la mand�bula fuertemente por la repulsi�n que sent�a hacia aquel hombre que le horrorizaba y que intentaba besarla, no quer�a saborear su saliva.
Sinti� la penetraci�n de aquel m�stil a lo largo de su co�o, no lo hizo violentamente pero la penetr� por completo lo que obligo a abrir los ojos y la boca como platos por acto reflejo ahogando un quejido m�s de asco que de dolor.
En ese instante, antes de que pudiera darse cuenta y sin poder reaccionar recibi� un profundo beso de su captor que hundi� su lengua en la boca de Marta.
Casi sin poder respirar debido a que la lengua de Artan no dejaba de recorrer su boca hasta la garganta, recibiendo las embestidas de su polla y con sus tetas apretadas entre las manazas de aquel hombre Marta solo sent�a ganas de llorar, humillada, vejada y violada agarraba con fuerza la hierva que les rodeaba.

No quer�a estar ah�, quer�a volver al lugar de vacaciones, al camping. Junto a la playa, con su familia, con sus amistades de verano, a tomar el sol y dormir eternas siestas, no quer�a pensar en que lo que le estaba sucediendo era real.

-Gime �dijo de repente el hombret�n.
-�Que?
-Ya me has o�do. Gime.
-Pero...
-Me gusta o�r como te corres cuando te follo. Gime y jadea bien fuerte, quiero o�rte bien.

Lo que faltaba, adem�s de ser violada ten�a que gemir de placer.
Comenz� a gemir. No le costo mucho puesto que ya venia ahogando gemidos de dolor durante toda la violaci�n.

-�M�s alto!
-Ah, ah, ah...
-�M�s alto!, grita m�s fuerte
-AAAH, AAAH, AAAH...
-Di �si�, �m�s�
-SIIII, SIIII, SIIIII, MAAAAAS, MAAAAS, AAAh... ...
-Muy bien preciosa, eso me gusta sigue as�, y acabaremos enseguida
-AAAH, AAAH, AAAAAAAH, MAAAS, SIIIII... ...

Comenz� a pensar en su familia, su marido maniatado y golpeado, su hijos, testigos de aquella horrible escena, vi�ndola desnuda, siendo follada por un desconocido que no paraba de sobarle y lamerle. Sufriendo con la imagen de su pobre madre abierta de piernas y zarandeada alante y atr�s, obligada a gritar como una furcia. Y la angustia de su marido por el sufrimiento de su mujer.

- � -

-�Maldita zorra!- pensaba su marido en la distancia. � No me lo puedo creer, �est� disfrutando con ese cerdo!. Si ya se ve�a, en todo este tiempo no ha hecho un solo amago de resistencia, �c�mo es posible?
-�Pero mirala! �continuaba- pero si est� gimiendo como una perra en celo, �si se la oye desde aqu�! como es posible que se excite con el primer cerdo que le mete la polla en la boca. No le importa nada su familia. �Acaso no es consciente del peligro que corremos?

-Lo sab�a, siempre lo he sabido. La muy mojigata. Conmigo se hace la estrecha y me cierra las piernas en cambio con otros bien que se desfoga. En el fondo es una puta, como todas. �C�mo puedo ser tan tonto y tan ciego?

- � -

-Vamos preciosa �dec�a Artan mientras tanto �abr�zame

Y Marta obedec�a.

-En toda la noche no me has dado ni un beso. Anda amor m�o, b�same.

Lo m�s que pudo hacer fue levantar la cabeza hacia la suya y juntar sus labios con los de �l con la boca cerrada.

Sin inmutarse gir� la cabeza hacia la hija de Marta y susurr�:
-Seguro que ella besa mejor que t�.

En esta ocasi�n y presa del p�nico agarr� fuertemente la cabeza del hombre y le planto un enorme beso en toda la boca que el hombre se encarg� de rellenar con toda la lengua que pudo meter dentro. Permaneci� as� todo el tiempo que pudo con la esperanza de que no volviera a fijarse en la peque�a Beatriz.

Aunque no fue mucho tiempo el que tuvo que aguantar pues unos segundos despu�s, el hombre ayaculaba mientras profer�a sonoros gemidos de placer.

Una vez acabada su fiesta particular, se qued� un rato tendido sobre ella, descansando.
Sus manazas quedaron sobre las tetas de la mujer, su cabeza reposando sobre su cuello.

- � -

Beatriz miraba at�nita aquella escena pornogr�fica. Llegaba a entender que su madre buscara fuera del matrimonio lo que nunca obtuvo de su marido. No era ajena a la falta de amor entre sus progenitores. No dispensaba a su marido mejor trato que a los dem�s miembros de la familia. Sus conversaciones eran escuetas y faltas de calor, nunca re�a o bromeaba con �l. Cuando no le daba �rdenes le daba quejas, o ambas cosas.

Con una relaci�n tan fr�a entre ellos no ser�a dif�cil entender que la implacable Marta pudiera tener alg�n romance secreto, aunque conociendo su car�cter, el amante perfecto deb�a ser una figura de piedra o un objeto de metal.

El caso de su padre era distinto, siempre fue m�s pasional. Beatriz sab�a fehacientemente que hab�a tenido m�s de un encuentro extramarital puesto que alguno de esos encuentros hab�a sido con algunas de sus compa�eras de instituto. Su padre nunca perd�a la ocasi�n de cortejar a ninguna de sus amigas. La posici�n econ�mica y social de su padre, era un poderoso im�n para unas jovencitas a punto de abandonar la adolescencia y su padre procuraba sacar el m�ximo provecho de ello.
No le gustaba verle babear por sus amigas y tampoco le hac�a gracia la idea de que pudiera tener una amante pero con lo duro que era la convivencia con su mujer tampoco le parec�a extra�o.

Ahora, el concepto que ten�a de ella hab�a cambiado diametralmente. Ya no era la fr�a madre llena de prejuicios que no paraba de impartir rectos valores. La o�a gemir bajo aquel hombre al que no dejaba de besar, no le importaba lo que pudieran pensar los dem�s miembros de su familia.

Beatriz hab�a tenido varios novios a los que su madre de alguna forma siempre consigui� espantar. Cada vez que uno de ellos desaparec�a el coraz�n de Beatriz acumulaba m�s rencor mientras no paraba en ser sermoneada para que no pensase en chicos hasta los 25, edad a la que deb�a acabar sus estudios ya prefijados desde la infancia por su madre. El �ltimo de ellos, Rudy, no vino a visitarla en todo el periodo vacacional, pese a la promesa de hacerlo y a las innumerables mensajes y llamadas a los que �l dej� de contestar. Beatriz sab�a que su madre ten�a algo que ver.
�Por que no se aplicaba ahora todos los discursos sobre dignidad con los que tanto la machac�?, era evidente, es f�cil predicar virtudes cuando no se tiene posibilidad de quebrarlas, sin embargo, lo dif�cil es resistir la tentaci�n cuando el demonio esta tras la puerta y su madre acababa de demostrarlo, hab�a dejado caer esa fachada de mujer recta y p�a de un plumazo.
Por fin hab�a encontrado lo que nunca obtuvo antes: pasi�n, lujuria, sexo desenfrenado, y cuando estas llamaron a su puerta cedi� ante ellas sin oponer resistencia.
El odio de Beatriz afloraba junto a todo el rencor acumulado.

- � -

-�Dios!, eres maravillosa. �susurro al o�do de Marta al fin �he disfrutado como nunca -y a�adi�
-�ves?, ya acab�, no ha sido tan largo �verdad?

Ella no contest�.
Pasaron unos minutos en los que ambos permanecieron inm�viles. �l por el agotamiento, ella por el miedo. Al final fue el hombre quien rompi� el silencio.
-Bueno, es hora de retirarme, ahora es el turno de mi compa�ero, -dijo mientras se levantaba �adi�s preciosa.
-�Co... como?, �tu compa�ero?, Pero...
-Tranquila, tranquila, no tendr�s que follar con �l. �ataj� r�pidamente- Le gustan las jovencitas.
-�Jovencitas?. ��Su hija no!, eso era peor que soportar de nuevo otra violaci�n. -pero me dijiste...
La voz de Marta se quebr�. Adem�s de ultrajada y humillada tambi�n hab�a sido enga�ada. Se lo hab�a puesto f�cil a su captor, hab�a colaborado y se hab�a dejado follar por �l para nada. Al final, se follar�an a Bea tambi�n.
-Te dije �continu� diciendo �que yo no la tocar�a. Y no lo voy a hacer. Pero nunca dije nada de mi compa�ero. Es �l quien decide con quien quiere jugar.
-Por favor, te lo suplico por lo que m�s quieras. No dejes que la toque. Dile a tu compa�ero que har� todo lo que me pida.
Artan sonri� para sus adentros. Lo que o�a sonaba a m�sica celestial.
-Est� bien, veamos que podemos hacer. �dijo mientras se arrodillaba frente a la mujer desnuda.
Tras unos segundos en los que el hombre parec�a cavilar continu� diciendo:
-Dime preciosa, �qu� es lo que m�s te gusta que te hagan en la cama?
-�C�mo?, pues no s�... yo... no lo s�. ��que quiere este cerdo? -Pens� Marta. ��intimar?
-Vamos, no seas t�mida, seguro que tienes algunos vicios ocultos, anda, d�melo. Cu�ntame alg�n secretillo.
-Bueno..., a veces... me gusta que me susurren al o�do mientras hago el amor. �dijo para deshacerse de preguntas inc�modas.
-Ya, entiendo. Si, ese es un vicio inconfesable, no hay duda.
-�Y que m�s te gusta?
-�y a ti que te importa? �pens�, no obstante contest� -Que me acaricien
-Que te acaricien �repiti� el hombret�n �entonces, si le pregunto a tu marido, me dir� lo mismo, �no?
-Sss.. s�. �Acert� a contestar. �d�nde quer�a llegar?
-Bueno, pues esto es lo que vamos a hacer. Si las respuestas de tu marido coinciden con las tuyas te mostraras complaciente con mi amigo y har�s todo lo que �l te pida. �de acuerdo?
-�Y si no coinciden?
-Ah, en ese caso, ser� tu hija quien deba mostrarse complaciente. �dicho esto, se levant� y se gir� dispuesto a irse.
Marta le vio comenzar a caminar. Entonces grito:
-Espera..., espera por favor.
Artan se detuvo en seco
-No, no es eso lo que m�s me gusta.
-Entiendo �respondi� sonriendo el ladino Artan �en ese caso, charlaremos un ratito.

- � -

Ferm�n ve�a a Marta hablar con aquel extra�o, distingu�a las caras bajo la luna llena y o�a algunos murmullos pero cualquier sonido quedaba absorbido por el murmullo del r�o cercano. Era imposible escuchar conversaci�n alguna o llegar a captar cualquier palabra.

Un rato despu�s Artan y uno de sus compa�eros, con el que se hab�a parado a conversar brevemente a escasos metros de Ferm�n, se sentaron junto a el y comenzaron a hablar entre ellos como si Ferm�n no estuviera.
-Dios, que tigresa. Al principio no quer�a nada conmigo pero cuando he empezado a darle carne en barra se ha puesto como loca.
Los 2 compa�eros re�an sin cesar a carcajadas.
-La muy guarra ha empezado a correrse enseguida y entonces no paraba de pedirme que le metiese el dedo en el culo. �continu� diciendo.

La cara de Ferm�n se volvi� blanca de repente, �c�mo?, eso solo se lo ped�a a �l. Como era posible que la muy zorra disfrutara tanto con aquel cerdo violador y aun m�s, �como era posible que llegara a pedirle tal cosa a un completo desconocido hijo de puta? No pod�a ser, lo que o�a deb�a haber sido una casualidad.
-�Entonces? �dijo uno de los otros compinches. ��acaso quiere m�s? �se ha quedado insatisfecha?
-Yo dir�a que s�. Me ha dicho que nunca ha disfrutado tanto. Al parecer su marido es eyaculador precoz, as� que siempre se queda con ganas y m�s caliente que un clavo ardiendo.

Los 3 amigos rieron al un�sono mientras dirig�an burlonas miradas al marido-buf�n.

La cara de Ferm�n estaba nidria, no pod�a creer lo que o�a. �Es cierto!, se lo ha contado ella, no pod�an ser casualidades. La muy golfa no solo follaba alegremente con aquel cerdo en sus narices y las de sus hijos, adem�s se mofaba de �l, era incre�ble, nunca hubiera imaginado esto de ella, tan mojigata, tan estirada. Ahora ve�a lo enga�ados que ten�a a todos. Sobre todo a �l.

Pero, �por qu� ten�a que contar su problema de eyaculaci�n? �acaso se estaba vengando de �l? Marta era muy vengativa y Ferm�n sab�a de lo que ella era capaz estando enfadada, pero no hab�a motivo para esa humillaci�n a parte de la que ya estaba sufriendo debido a su infidelidad manifiesta, amenos que... �Dios m�o! Pens� Ferm�n, no puede ser.

-Anda Sa�l, ve a complacer a la dama, no vaya a enfriarse ahora que te la he calentado.

Sa�l, mano derecha de Artan se levant� lentamente y con la misma lentitud se dirigi� a disfrutar de su bot�n. -En verdad �pens� Sa�l. -Artan es un grand�simo genio. -En todos los a�os que �l y el resto del grupo llevaban cometiendo multitud de tropel�as siempre hab�an salido indemnes, hasta en los casos m�s asombrosos y lo mejor, aunque nadie del grupo sab�a c�mo, lo cierto es que Artan era un maestro que consegu�a todo lo que ellos necesitaban, que en su caso se resum�a a dinero y sexo. De hecho, estaba a punto de obtener raudales de sexo con una guapa mujer en contra de su voluntad pero que har�a todo aquello que �l le pidiera sin la m�s m�nima resistencia. Solo Artan pod�a conseguir cosas como esa.

Cuando Marta vio levantarse al segundo hombre la primera impresi�n fue que sus pasos le llevaban junto a Bea, no fue as�, gracias a dios. El tiempo que duro el corto paseo del hombre fue para Marta un c�mulo de sensaciones contradictorias. Alivio por su hija, incertidumbre por su marido e hijo y terror por ella. De cualquier forma, al igual que hab�a sobrevivido a todo tipo de infortunios en esta vida, tambi�n sobrevivir�a a esto. Ante todo Marta era una superviviente, a lo largo de su vida hab�a hecho cosas de las que no se sent�a orgullosa, actos faltos de �tica con tal de mantener su estatus de se�ora respetable. Y las repetir�a si llegara el caso. Todo por su propio bien y el de su familia.

-Hola cari�o

Estaba sentada en el suelo con las piernas juntas y las rodillas dobladas a la altura de la barbilla, ten�a los brazos abrazando sus piernas. No contest�.
-Mi amigo dice que eres muy cari�osa
Marta continu� en silencio con la mirada perdida. No era capaz de mirar a nadie de su familia y no ten�a ganas de mirar a su nuevo violador.
-M�s vale que lo seas �continu� diciendo �No querr�a tener que buscar caricias en otro sitio. �Al decir esto se giro levemente hacia la posici�n de la hija.
Marta reaccion� de inmediato. �lo soy. �contest�. �har� lo que me pidas. �entonces le mir� a los ojos, aguard� unos segundos y a�adi� �pero eso t� ya lo sabes.
La sonrisa de Saul lo confirmaba. Se coloc� delante de ella, disfruto de la vista, pocas veces hab�an conseguido mujeres tan guapas como esta. Era una mujer madura pero a�n guardaba toda la belleza de su juventud. Ten�a porte de mujer elegante.
-Empieza conmigo como hiciste con mi amigo Artan
-Vaya, me ha follado un hombre con nombre de perro. -pens� Marta con toda la sorna que pudo reunir a pesar de su estado de �nimo -�como se llamar� �ste?, �Pat�n?
No se lo pens� durante mucho tiempo. Cuando se coloc� de rodillas frente a �l, �ste ya te��a la polla fuera de los pantalones. La cogi� con una mano mientras apoyaba la otra en el muslo de �l y se la meti� en la boca.
Sa�l disfrut� del roce de sus labios, ten�a el aspecto de una se�ora refinada y le agradaba que se comportara como una puta.
Nunca dejaba de pensar en la suerte que ten�a de haber conocido a Artan. Siempre consegu�a las mujeres mas incre�bles y desde luego aquella lo era, como tambi�n lo era su hija, aunque seg�n Artan, ese era terreno prohibido.

Cuando crey� haber disfrutado lo suficiente apart� con suavidad a Marta, se sent� junto a ella, la contempl� unos instantes y se tumb� hacia atr�s.
-S�bete encima cari�o, hoy no tengo ganas de hacer ejercicio.
-�C�mo?, �que me suba a donde?... �no querr�s...? �No se lo pod�a creer, bastante ten�a con dejarse follar. Ahora, para colmo ten�a que ser ella qui�n se lo follase a �l. �Acaso pretend�a este individuo que se comportase como una puta?
-Vamos cari�o, sube y cab�lgame.
Pues si, eso es lo que quer�a. As� que se coloc� a horcajadas sobre aquel hombre, tras un momento duditativo sostuvo su miembro en la entrada de su co�o, tom� aire y lentamente dej� caer su cuerpo sobre el de �l hasta que su polla entro por completo.
Coloc� las manos a ambos lados de los hombros de �l y comenz� a mover la pelvis r�tmicamente. No sent�a dolor, solamente en su orgullo, pero ya hac�a rato que no quedaba mucho de eso y lo poco que quedaba estaba a punto de desaparecer.
-Anda, jadea y gime para m�, cari�o. Como lo has hecho antes con mi compa�ero. �justo la puntilla que faltaba en esta faena.
Beatriz y Benito, los hijos de Marta, se miraban en la distancia incr�dulos al o�r de nuevo los org�smicos jadeos de su madre.
Benito, acomplejado por ella desde peque�o, siempre la hab�a sentido gran respeto pero sobretodo la hab�a temido. Era ella quien gobernaba en casa con mano de hiero y guante de p�as, la que infring�a castigos ejemplares y no dudaba en avergonzarle ante todo el mundo posible por cualquier falta que ella considerase grave, es decir, todas. De hecho, aun guardaba con especial escozor y verg�enza una de sus represalias que recibi� hace menos de 1 a�o y a la que a d�a de hoy su madre segu�a aludiendo a la menor ocasi�n.
Lo que Benito estaba viendo se contrapon�a a todo lo que con tanta dureza y severidad hab�a recibido: rectitud, castidad, un largo etc�tera de regias normas. Ella se las estaba saltando todas de un plumazo. Sent�a odio en lo m�s hondo de sus entra�as.

Al otro lado del claro Ferm�n, cabizbajo y avergonzado por las burlas de sus 2 captores estaba cada vez m�s y m�s enfadado. Lo que al principio fueron temblores de miedo ahora eran de rabia. Marta siempre lo trato cruelmente pero esto traspasaba todas las barreras imaginables, no debi� contarles nada sobre �l.

-Me pidi� que se la metiera por el culo, pero ya no pod�a m�s �alarde� Artan ante su compa�ero mientras Ferm�n escuchaba con la cara desencajada �me ha dicho que eso es lo que m�s le gusta pero que con este no hay quien folle as�.
Era cierto. Hacia mucho que Marta no quer�a hacerlo por detr�s con �l.

Largo rato despu�s de que Sa�l abandonara el grupo en busca de un polvo gratuito, Artan y su compa�ero segu�an mof�ndose a costa de Ferm�n con los supuestos comentarios maliciosos de Marta.
-Y dime, �cu�l es tu nombre? �pregunt� Artan al pobre cornudo.
-Ferm�n �tard� en contestar. Odiaba a aquellos majaderos. Pero en el fondo de su coraz�n, justo detr�s del asco hacia ellos, les ten�a envidia. Envidia por conseguir de Marta lo que �l no hab�a podido en a�os.
-Ferm�n, te felicito, tu mujer es una autentica loba. �dijo Artan socarronamente mientras le palmeaba la espalda.
-Una autentica zorra, eso es lo que es �musit� Ferm�n en un comentario inaudible. Aunque no para Artan que lo recibi� con toda claridad.
-Para ser sinceros, tengo que decir que al principio no quer�a nada conmigo pero cuando se la he ense�ado se ha quedado sin palabras. -ambos compa�eros re�an. -Me ha dicho que nunca hab�a visto una polla tan grande y dura como a m�a. �Eso le doli� m�s a�n pues arrastraba cierto complejo por su tama�o.
�Aunque le he dado de lo lindo, ella no paraba de pedirme m�s, fijaos en el pobre Sa�l.
Ferm�n dirigi� la mirada hacia los 2 amantes y lo que vio le destroz� a�n m�s. Marta se encontraba a horcajadas sobre aquel hombre moviendo sus caderas r�tmicamente, sus tetas se mov�an sobre la cara de su nuevo amante y este no paraba de besarlas.

Por encima del miedo hac�a aquellos atracadores Ferm�n sent�a un creciente desprecio hacia Marta, la odiaba con toda su fuerza. Hab�a padecido su indiferencia durante todo el matrimonio y ahora adem�s le castigaba con esto. ��puta! �musit�.
Tampoco esta vez Artan fue ajeno a este comentario. Observaba la reacci�n de aquel hombre abatido. Vio como los acontecimientos de la noche le transformaban en un perro apaleado, m�s tarde le vio como un perro apaleado y herido, ahora era un perro apaleado, herido y sobretodo... rabioso. Y eso le hizo feliz.

-que suerte tienen algunos de encontrar mujeres tan buenas como la tuya, �verdad?
La mirada de Ferm�n se clav� en los ojos de Artan. No contest�.
-dice que nunca agradec�is todo lo que ella hace por vosotros.
-�y que es lo que hace por nosotros, concretamente? �pregunt� Ferm�n incr�dulo pero sin inmutar la expresi�n de su cara.
-dice que no par�is de hacer tropel�as que ella se encarga de reparar. A�n as� os consiente todo, es muy buena.
-�buena?, �que sabr�s t�!. No tienes ni idea de como es ella.

Estaba entrando en el juego de Artan, el p�rfido y ladino Artan. Un d�scolo ni�o bien, educado en los colegios mas caros y que con el paso del tiempo se hab�a ido tornando en un mal hombre, sin escr�pulos. Un s�dico muy inteligente al que gustaba de jugar con el sufrimiento de los dem�s. No era la primera vez que secuestraban y abusaban de una familia al completo.
El procedimiento era siempre el mismo. Eleg�an una familia, la estudiaban durante d�as y despu�s entraban en su casa, bien con artima�as o bien con violencia aunque esta �ltima, muy rara vez era necesaria.
Despu�s los separaban en diferentes habitaciones de la casa y amenazaban con infringir da�o al resto de la familia si no hac�an lo que se les ped�a. Obten�an de cada uno todo tipo lo que quisieran sin la menor resistencia por el temor de estas a la integridad del resto. Pod�an pedirles cualquier cosa, nunca se negaban.

En el caso de la familia de Ferm�n, hab�a sido el azar quien les hab�a llevado hasta ellos. Muchos kil�metros atr�s, en la autopista, el grupo de malhechores almorzaba en la cafeter�a de una estaci�n de servicio cuando vieron llegar la fastuosa caravana conducida por el snob de Ferm�n. De ella se ape� una discreta y elegante mujer de piernas largas y busto generoso, a su lado una preciosa adolescente con no menos encantos que se adivinaban a trav�s de su juvenil ropa veraniega. Por �ltimo, varios metros m�s atr�s les segu�a un muchacho de aires distra�dos.
No se fijaron en ellos al entrar por lo que no se apercibieron de los 5 pares de ojos que miraban embobados a ambas mujeres. La madre, altiva, no paraba de dar ordenes sin elevar su voz un �pice, lanzaba duras miradas a todo aquel que le causara el m�s m�nimo trastorno. Era una dictadora dentro del seno familiar. Y eso agrad� a Artan.

Al cabo de una hora ambos grupos tomaban direcciones distintas. L�stima, quiz�s en otro momento, pens� Artan.

Pero la madre de todas las casualidades hizo que 6 horas despu�s la caravana de Ferm�n rebasara el coche de los 5 delincuentes que ahora estaban descansando junto a una carretera secundaria. La caravana se hab�a perdido. Y eso tambi�n agrad� a Artan.
Los 5 saltaron dentro de su auto y les siguieron a cierta distancia. Media hora despu�s la caravana se introduc�a en una pista forestal y paraba unos metros m�s adelante junto a un claro. Desde all� pod�a o�rse el fuerte sonido de un r�o cercano en un paisaje buc�lico.

Les vigilaron sin ser vistos. Sa�l y Lombardo, hombres de confianza de Artan, oteaban entre la espesura buscando alguna construcci�n habitada por gente que pudieran causarles problemas as� como los diferentes caminos que circundaban la zona y que pudieran servirles como v�a de escape. Intentaban adivinar cual ser�a el mejor modo de abordar la caravana. Sab�an que esta noche habr�a luna llena lo que iluminar�a el claro, eso podr�a perjudicarles.
Ambos eran unos rateros que daban peque�os golpes en comercios para subsistir. La alianza con Artan les proporcion� mucho m�s de lo que nunca hubieran imaginado. Gracias a �l dejaron los atracos y las carreras delante de polic�as y guardas de seguridad, no volvieron a pisar un calabozo. Le admiraban y le guardaban fidelidad plena.

Los otros 2 integrantes del quinteto eran unos palurdos con un coeficiente intelectual de un ni�o, al igual que los otros, ten�an un respeto absoluto a Artan al que obedec�an sin dilaci�n como magn�ficos gregarios, esa era la raz�n por la que segu�an con �l. Ambos se limitaban a mirar embobados a las 2 mujeres.

Por su parte Artan miraba lo que todos miraban pero ve�a lo que nadie pod�a ver. Escudri�aba a cada miembro, les estudiaba. Les vio sacar los aparejos de campa�a, les vio cocinar y preparar la mesa de camping, vio como cenaban juntos y les vio mantener una escueta conversaci�n aunque la distancia y sobretodo el murmullo del r�o imped�an captar cualquier comentario o palabra. Tampoco pudo captar risas o conversaciones animadas pero no por culpa del murmullo del r�o sino porque estas nunca se produjeron. Y se pregunt� porqu�.
Vio miedo y rencor en los ojos del hijo, hast�o en los de la hija, indiferencia en los del marido y todo eso junto en los de la madre. En aquella familia no hab�a calor, calor humano. Y eso, una vez m�s, le agrad�.

- � -

-�y como es? �continu� preguntando Artan a Ferm�n.
Ferm�n se mantuvo en silencio, detestaba a aquel hombre tanto que dese� que hubiera estado casado con ella tanto tiempo como �l. Idiota, subnormal. �Que sab�a �l?. Llega, se tira a su esposa y alardea de lo buena mujer y amante que es.
Lanzaba furtivas miradas llenas de odio a su mujer que ahora abrazaba y besaba a ese cerdo en la boca con m�s pasi�n de la que �l nunca consigui� obtener. Sent�a puro fuego en el cuerpo.

-es muy maja, continu� diciendo Artan.
-�es una hija de puta! �estall� por fin. Harto de aguantar que se lo restriegue por la cara.
Artan mostr� sorpresa. -no lo creo, no es capaz de matar una mosca.
-no la conoces como yo. No sabes de lo que es capaz.
-eso es una opini�n particular tuya.
-no es solo m�a. Marta hace imposible la vida del que le rodea. Cualquiera que la conoce bien, te dir�a lo mismo.
-bah, tonter�as. �Que pasa? �una vez te quem� tu camisa preferida?
-si eso fuera lo peor. Es rencorosa, vengativa y cruel. Sobretodo con su propia familia. �la temperatura en los comentarios de Ferm�n iba en aumento.
Ferm�n estaba seguro de que el espect�culo de esta noche lo hac�a en venganza hacia �l por lo ocurrido cierto d�a durante las vacaciones en la caravana, el tipo de cosas que ella nunca perdona y adem�s se castiga con especial virulencia. Como aquella noche.

-todo el mundo tiene derecho a enfadarse si alguien comete una falta.
-�enfadarse?, �una falta? �Ferm�n estaba fuera de s�. -hace 1 a�o pill� a nuestro hijo masturb�ndose en su cuarto. �sabe lo que hizo? �espet�. -Lo cogi� por las orejas y lo baj� al sal�n desnudo como estaba. Lo humill� frente a todos los presentes, le azot� y le hizo repetir en voz alta lo que estaba haciendo en su cuarto. Aquel d�a, mi madre y mi hermana estaban de visita y fue el d�a m�s bochornoso de nuestras vidas, sobre todo para �l. No creo que nunca olvide aquello en lo que le resta de vida.
-bueno, bueno, que un d�a la haya tramado con �l no significa que vaya a ser as� con todo el mundo �Artan segu�a tirando de la manta.

Ferm�n sosten�a la mirada de Artan, furioso con aquel hombre pero m�s a�n con su mujer y con la imagen de santa que siempre ofrec�a. A este individuo lo hab�a engatusado tambi�n.

-mi hija ha tenido varios novios �continu� �uno a uno mi mujer los ha despachado a todos.
-cuentitos de vieja. �Y que hizo, les mir� mal, no les dej� quedarse a cenar?.
-pon�a a un detective detr�s de cada uno de ellos y cuando encontraba algo de carro�a les obligaba a desaparecer junto con un cheque para que pudieran irse bien lejos.
-�como lo sabes?
-porque yo firmaba esos cheques �sentenci� con la voz serena y los dientes apretados. �el �ltimo lo firm� hace 3 semanas.
-�ah, s�?
-se llamaba Rudy, -ahora hablaba sereno -se present� en el camping para visitar a mi hija que en ese momento estaba en la playa. Mi mujer se enfado much�simo al verlo. Entr� en la caravana y volvi� con un sobre. Se lo ofreci�, conten�a diversa documentaci�n. Carro�a seguramente. Despu�s le ofreci� el cheque que yo hab�a firmado. Se fue, estoy seguro de que no volveremos a verle.

De nuevo Ferm�n dirigi� la mirada hacia los 2 amantes. Lo que vio le destroz� aun m�s. Marta galopaba salvajemente a aquel hombre, parec�a que estaba loca, le estaba follando a �l y no guardaba un atisbo de decoro. Se encorvaba, brincaba, no paraba de mover las caderas, sus tetas botaban arriba y abajo incesantemente mientras el hombre se las sobaba obsesivamente junto con el culo. Entonces, disminuy� el ritmo de sus embestidas, se agach�, rode� su cuello con sus brazos y le bes� apasionadamente largo rato.

Hubo un largo silencio. La hiel flu�a desde el est�mago a la garganta de Ferm�n que no pod�a aguantar m�s tiempo aquel bochorno.

- � -

-As� cari�o, as�, abr�zame m�s fuerte, sigue bes�ndome, demu�strame lo mucho que quieres que siga contigo en lugar de con otra �y al decir esto, Sa�l sonre�a sabiendo que ambos sab�an quien era esa otra. La cara de amargura de Marta se contra�a a�n m�s, �por qu� no dejaba de torturarla con su hija? �acaso no le hab�a dicho ya que har�a todo lo que quisiera?.

- � -

-donde vivimos �continu� Ferm�n -la gente conoce su fama de conseguir todo lo que se propone... sobretodo de los hombres... �hizo una pausa -...mayores.

No en vano recordaba con amargor hechos pasados. Tras la muerte del padre de Ferm�n, Marta figuraba como heredera a t�tulo personal de una peque�a pero valiosa parte de su herencia. Lo cierto es que el padre de Ferm�n hastiado de toda su familia y sabedor del odio ac�rrimo entre su mujer y su nuera a�adi� esta cl�usula a modo de venganza p�stuma contra su esposa.
Pero todo el mundo vio la oscura mano de Marta en aquella herencia y pensaron que entre ella y el viejo hubo alg�n affair, incluido Ferm�n, que nunca lo pudo borrar de su cabeza.

-�a que te refieres? �Artan quer�a saber m�s.
-Ferm�n sostuvo la mirada en los ojos de su interlocutor unos segundos y despu�s contest� �preg�ntaselo a ella. �dicho esto bajo la cabeza y se gir�.

- � -

Marta yac�a en el suelo tumbada boca arriba. Estaba agotada, nunca hab�a tomado la iniciativa en sus lejanas noches de entrecama, siempre se limit� a abrirse de piernas y dejar que Ferm�n hiciera el resto. No imaginaba lo agotador que pod�a resultar. Ahora pod�a sentir cierta comprensi�n hacia �l despu�s de todo lo que le hab�a reprochado lo mal amante que siempre fue.
Ten�a los ojos fijos en el firmamento, la boca abierta inhalaba bocanadas de aire, sus brazos ca�dos a ambos lados de su cuerpo con las palmas hacia arriba. El sudor la empapaba por completo. Estaba muy dolida en su orgullo, m�s a�n cuando en los �ltimos momentos del orgasmo de su violador, �ste introdujo un dedo en el ano de Marta. Sinti� tanta repulsi�n ante aquel cuerpo extra�o que se introduc�a a trav�s de ella que comenz� a brincar con m�s fuerza en un vano intento por expulsarlo o al menos evitar su progresi�n. Movi� las caderas desesperadamente, se agit� todo lo que pudo pero fue in�til, no solo no lo consigui� sino que con las embestidas produjo en Sa�l un mayor placer.
�se acab� -pens� �podr�a haber sido peor, podr�a llover �se consol� con iron�a.
Sa�l, a su lado, guardaba su misma posici�n. Tumbado boca arriba, una de sus manos reposaba en su pecho, la otra bajo la nuca. Estaba feliz.

Entonces lleg� Artan que se sent� junto a ella, sonriente. Acarici� su brazo con las yemas de sus dedos. Ella lo retir� y se cubri� las tetas con �l mientras con la otra mano tapaba su co�o. Artan puso cara de disgusto �no s� si habr�s sido suficientemente complaciente con mi amigo �no habr�s roto el trato, verdad? �los ojos de Marta comenzaron a echar fuego. -�qu� opinas t�, Sa�l? -continu� diciendo.
-En verdad que esta mujer me ha vaciado las pelotas. �contest� socarronamente. Ambos hombres estallaron a re�r.
-�y que tal se ha portado mi amigo contigo?
Marta no contest�
-�te ha gustado follar con �l?
-en absoluto.
-claro, a ti te van m�s los maduritos, �no?

Ese comentario la pill� por sorpresa. �porque ha dicho eso?, �qu� sab�a �l sobre ella?.
Artan sonre�a �tu marido dice que no te hace disfrutar en la cama porque a ti te va otro tipo de hombres. �y al decir esto re�a junto a Sa�l.
�Ese pat�n egoc�ntrico! �pens� Marta ��porque no puede estar calladito?. Siempre tiene que anteponer su ego a todo lo dem�s. �pero no es consciente de lo que estoy pasando?, maldito bocazas.
Lo que m�s doli� a Marta fue que Ferm�n tambi�n pensara igual que la gente de la calle.
-despu�s de todo lo que hago por la familia. Deber�a estar muy agradecido. Todo lo que tenemos es gracias a m�. �pensaba Marta. ��y as� me lo paga!
Se hab�a dejado follar voluntariamente por el bien de su hija y el muy majadero se dedicaba a chismorrear cotilleos que la her�an profundamente.
-�pues prefiero los maduritos que no las jovencitas! �estall�.
Se arrepinti� de haberlo dicho en el mismo instante, no quer�a entrar en su juego. Ya le arreglar�a las cuentas a Ferm�n llegado el momento.

Artan sonri� de nuevo, le gust� o�r ese comentario, esper� unos segundos y a�adi�. �te has portado muy bien con mi amigo as� que no tocar� a tu hija.
�gracias a dios �pens� Marta.
�aunque tu hijo... �a�adi� Artan frunciendo el ce�o a la vez que pon�a cara duditativa.
El semblante de Marta palideci� de nuevo. Mir� con expresi�n seria al hombret�n y esper� con el coraz�n en un pu�o que iba a decir.
-Veras � comenz� Artan �a uno de mis amigos le gusta �l, lleva toda la noche sin quitarle ojo. Le ha robado el coraz�n �sabes? �sonre�a al decir esto �ltimo. �dice que tu hijo tiene un culo muy bonito.

Se incorpor� de un respingo y qued� sentada en el suelo. No pod�a ser cierto lo que o�a. Malditos sodomitas.
�por favor, se�or, es muy joven �lamentaba Marta �solo tiene 17 a�os.
-Pues ya es hora de convertirle en un hombre �contest� Artan
-se lo suplico, no le hagan nada.
-a lo mejor... �continu� con aire inocente �si alguien le ofreciera a mi amigo otra alternativa...
-pues..., pues..., -Marta estaba bloqueada, no quer�a volver a pasar por lo mismo �pues..., mi marido...
-�tu marido!, puaj que asco, �un culo lleno de pelos! No creo que mi amigo cambie el culito fino de tu hijo por el de tu marido.
-pues..., entonces... �ya no quedaba m�s remedio
�quiz�s... yo...
-�T�? �pregunt� Artan -�te cambiar�as por el?
Marta no contest�, estaba en estado de shock ante lo que ven�a de nuevo.
-dime, preciosa, �cambiar�as tu culo por el suyo?
Pasaron unos tensos segundos
-si �musit� tras una pausa.
-est� bien, le propondr� a mi amigo un cambio en el men� �coment� Artan �pero no te aseguro nada, as� que no te hagas ilusiones.

Los vio alejarse. Permaneci� en silencio. Unos segundos despu�s hundi� la cabeza entre sus brazos que manten�a apoyados en las rodillas flexionadas frente a su pecho. �podr�a ser peor �se consol� de nuevo �podr�a llover.
Se tumb� de costado de espaldas al resto del grupo mientras esperaba abatida la siguiente sesi�n.

- � -

Artan y Sa�l se sentaron junto a Bizco, uno de los palurdos gregarios que custodiaba a Benito y comenzaron a hablar entre ellos.
-nunca pens� que pudieran existir mujeres as�. �coment� Artan
-d�melo a m� �contest� Sa�l -la t�a no me ha dejado montarla, se ha puesto encima a galopar como una loca, casi me rompe la polla. �los 3 re�an, aunque en el caso de Bizco no ten�a ni idea de porque lo hac�a, era incapaz de entender cualquier broma. Es m�s, era incapaz de entender nada de nada, se limitaba a obedecer al pi� de la letra las instrucciones de Artan por incomprensibles que fueran para �l.

-es una gran mujer no hay duda.
-s� y por lo que me ha dicho, su hija es una buena chica. Nunca le da problemas, es una excelente hija con un comportamiento ejemplar en casa. �comentaba Artan

Benito escuchaba la conversaci�n en silencio.

-una hija modelo, estudiosa y muy digna, no como esas otras fulanillas que no hacen m�s que pensar en chicos.
Artan y Sa�l cargaban de metralla el ca�onazo que Benito estaba a punto de recibir.
-En cambio este otro ... �dec�a Artan con cara de asco mientras se�alando a Benito. �menuda pieza est� hecho.

El pobre Benito se qued� de piedra. No esperaba de su madre ning�n cumplido pero mucho menos que le desapruebe ante unos extra�os. Aunque a decir verdad, no era nada nuevo. Era moneda de cambio en su d�a a d�a. Reproches, insultos, castigos y todo delante de profesores, amigos, familiares...
-dice que es un pajillero que no para de mene�rsela en su cuarto.
Eso s� sorprendi� a Benito. Se le par� el coraz�n, sus ojos se abrieron como platos y la cara se volvi� p�lida. Incr�dulo mir� a su madre en la distancia pero solo vio su espalda.
-�no me digas? �pregunt� Sa�l
-si, si, una vez incluso lo sac� por las orejas de su cuarto para que todos se rieran de �l. Pero ni aun as� es capaz de escarmentar este piltrafa. Si al menos fuera la mitad de bueno que su hermana.

No pod�a creer lo que o�a, se hab�a quedado at�nito, ten�a los ojos llenos de l�grimas, el aire no le llegaba a los pulmones, �nunca se librar�a de tal vejaci�n?. A donde quiera que vaya su madre siempre se lo contaba a todo el mundo. Intentaba no hacer nada que la enfadase, apenas abr�a la boca en casa para que su madre no lo reprimiese tanto, pero era in�til siempre ser�a un hijo de segunda fila.
Para m�s INRI la guarra de su hermana, esa zorra sin coraz�n, esa fulana que tra�a a sus amigotes a casa cuando sus padres no estaban, que les sisaba dinero a escondidas para hacer novillos y que comet�a innumerables tropel�as, esa mala p�cora a la que le faltaba tiempo para chivarse y quejarse de Benito por cualquier bobada, esa furcia siempre fue su ojito derecho. No era justo.
-oye, t� �inst� Artan a Benito �porqu� no puedes comportarte como tu hermana �eh?
-eso �continu� Sa�l �aprende de ella, esa si que es una buena hija, no como t�.
-yo no tengo que aprender de esa �respondi� airadamente.
-�como que no?, para empezar ella no piensa continuamente en sexo como t�. �dijo Artan.
-�no?, pues bien que trae sus novios a casa. �dijo muy enfadado
-mentira, ser�n compa�eros de clase para estudiar
-no son para estudiar
-�y t� que sabes?, si no les has visto, ni�ato. �Siempre te inventas la cosas?
-si que les he visto. Les he visto follar juntos. En su cuarto. Y a veces en el de mis padres. Su �ltimo novio tiene un tatuaje en la ingle y el anterior ten�a pecas por toda la espalda. Preg�ntaselo si quieres. �explot�.

Pasaron unos segundos antes de que Artan volviera a hablar.

-�esp�as a tu hermana? �pregunt� mirando fijamente a los ojos de Benito.
�ste se qued� petrificado, hab�a hablado demasiado y ahora no sab�a que decir. �no �dijo al fin.
-�no?, �y como sabes que se lo montan en la habitaci�n de tus padres? �Benito titube� �pues... pues... por que les oigo desde mi habitaci�n.
-�y lo del tatuaje? �pregunt� inquisitivo Artan
Baj� la mirada y se arrug� como una bola de papel. No contest�.

- � -

Artan apareci� junto con un hombret�n de mirada huidiza y aspecto de borrego integral junto a Marta.
-hola preciosa, �has descansado?
Aun estaba hecha un ovillo. No se movi�.
-mira que si estas cansada... �comenz� a decir
Entonces Marta comenz� a voltearse lentamente quedando tumbada boca arriba. Abri� un poco las piernas, cerro los ojos, respir� hondo y dijo: -hazme lo que quieras.
-pues as� dif�cilmente, recuerda que lo que a mi amigo le gusta es tu culo.

Marta abri� los ojos de golpe, el coraz�n comenz� a palpitar m�s y m�s fuerte.
-�c�mo?, �quiere darme por el culo? Pero...
-adem�s, primero quiere que se la chupes un ratito. Ya sabes, para iros conociendo y eso.
-�puto bastardo! �pens�. �no me lo puedo creer.
Lentamente, con aire cansado, Marta se coloc� de rodillas frente al hombret�n sus ojos estaban llenos de l�grimas y a�n le escoc�a el comentario de Ferm�n.
-por cierto, tu hijo nos ha contado que hace 1 a�o le sacaste de su cuarto cogido por las orejas y lo bajaste al sal�n en pelotas.
�A que ven�a eso? �pens� Marta. -�qu� tiene que ver eso ahora?. El est�pido de su hijo siempre hablaba m�s de la cuenta o dec�a lo que no deb�a.
-dice que te mereces que mi amigo, te d� bien por el culo por lo de aquel d�a.
La cara de Marta era un poema. Los ojos abiertos casi tanto como su boca, su tez p�lida de angustia comenz� a volverse roja de ira, su cuello comenz� a tensarse, las venas de su frente comenzaron a inflarse, sus pulmones se llenaban de aire que expulsaba estert�reamente. Apretaba los pu�os con tanta fuerza que los nudillos se le quedaban blancos y las u�as se clavaban en la palma de su mano.

-no �intent� tranquilizarse �no pod�a ser cierto, eso no lo hubiera dicho Benito en un mill�n de a�os. No se hubiera atrevido.
-nos ha dicho que para una vez que se menea la polla en su cuarto no es necesario que su abuela y su t�a tengan que verlo. Y que espera que sufras la mitad que �l.
-Pues si �pens� Marta at�nita ��si que lo ha dicho! Ese peque�o judas. Encima que me ofrezco por �l para que me sodomice este cerdo con cara de subnormal. As� me lo paga. �Maldito cabronazo! �pero que pasa en esta familia?
Marta temblaba de ira, hubiera matado a tortazos la impertinencia de este mequetrefe.
-Es un buen chaval, un inocent�n. No se merece que le hagan eso por una paja.
-�Buen chaval?, �un buen chaval no se masturba oliendo las bragas de alguien de su propia familia! �grit�.

Estaba desbocada. Nadie os� jam�s dentro de su seno familiar obrar tal ofensa contra ella. Esto no quedar�a sin castigo. Le ajustar�a las cuentas a ese mequetrefe en su momento.

Decenas de campanillas sonaban en la cabeza de Artan, al parecer el chico no solo espiaba a su hermana, tambi�n ol�a sus bragas.
�eso no es tan malo. Despu�s de todo, solo era paja.
-�pues en ese caso, que le de por el culo a �l!
-no preciosa, el cambio ya esta hecho, no vale echarse atr�s.
-�y si me niego?
-en ese caso,... tu hija...
-AAAAh , �basta! �lloraba Marta �est� bien.

- � -

Ferm�n miraba como Marta se la chupaba al hombre con cara de subnormal cuando Artan se sent� a su lado. Sus 2 captores comenzaron a hablar entre s�, al igual que antes bromeaban a su costa pero �l no les o�a, ten�a la vista fija en Marta. Si lo de esta noche lo hac�a como venganza, ya hab�a sido suficiente.
-tu mujer me ha dado un recado para ti. �comenz� a decir Artan.
Ferm�n lo mir� desconcertado pero no dijo nada.
-dice que este polvo te lo dedica por los viejos tiempos.
Entonces Ferm�n vio como Marta se giraba y se pon�a a 4 patas, despu�s apoy� los codos en el suelo y coloc� el culo en pompa. El subnormal la iba a follar por el culo.
La posici�n que muchos a�os atr�s ambos practicaban espor�dicamente. Era un mensaje, se estaba vengando.

-nos ha contado muchas cosas de vosotros. �hablaba lentamente, sin apartar la mirada de la de Ferm�n �s� lo de tu afici�n con... las jovencitas �tante� Artan.
-�co... como? �acert� a balbucear Ferm�n.
O sea que estaba en lo cierto, se vengaba de �l por lo ocurrido en el camping. Las represalias de Marta siempre eran desmesuradas pero esto iba demasiado lejos. Maldita bruja paranoica.
-bueno, en realidad nos ha contado lo tuyo con una en especial �y al decir esto sonri� ampliamente. Acababa de echar la ca�a a la espera de lo que pudiera pescar.
Ferm�n se puso colorado. Se vengaba y se mofaba de �l frente a aquellos sinverg�enzas.
-�yo no espiaba a mi hija! �grit�. �fue una casualidad que se estuviera cambiando cuando entr� en la caravana. Nunca quise verla desnuda.

Cientos de campa�illas repicaban de nuevo en la cabeza de Artan, a�n as�, no se inmut�.
-no es eso lo que ella dice �segu�a metiendo el dedo en la llaga.
-porque est� loca. Es una paranoica �levantaba la voz y gesticulaba sin parar. �piensa que todo el mundo quiere tirarse a nuestra hija, incluido su marido y su hijo.
-yo tambi�n lo pensar�a si le pillara oliendo sus bragas mientras se la menea.
Eso dej� a Ferm�n fuera de juego. �l no le hab�a dado ese detalle.

Artan volvi� a lanzar la ca�a. -y por lo que dice tu mujer, a tu hija no le desagrada lo m�s m�nimo que le ronde ning�n tipo de bar�n �hizo una pausa y a�adi� �aunque ese bar�n sea su propio hermano... o su padre. �y volvi� a esperar unos segundos antes de a�adir �o eso fue lo que tu hija le confes�.
�qu� dec�a este hombre?. �qu� su hija hab�a confesado qu�?. Imposible. Entre Beatriz y Marta no exist�an confesiones de ning�n tipo. Ferm�n le mir� con desconcierto en silencio.

Por la cara de Ferm�n, Artan se dio cuenta de que hab�a errado el tiro. No sigui� indagando... de momento.

- � -

Beatriz vio como el cabecilla del grupo se acercaba antes de sentarse a su lado
-tienes una familia un poco extra�a �dijo Artan
-no lo sabes tu bien �pens� Beatriz
-jam�s hemos conocido una mujer como tu madre. �a�adi�
-ni yo tampoco �pens� � la muy falsa.
-tu padre es un tipo estupendo.
Beatriz detestaba a su padre aunque comparado con su madre... todo pod�a ser.
-d�jame en paz. �contest�
-�est�s enfadada? �pregunto Artan con aires de inocent�n.
-quiero irme a mi casa.
-entiendo, no soportas ver a tu madre �no?
-para empezar �contest� malhumorada.
-entiendo. Te pone celosa �verdad?
�qu� dec�a este subnormal?. Encima se cachondeaba el muy cretino.
-vete a la mierda, t� y tus amigos. �y a�adi� �y os la llev�is a ella tambi�n.

Artan empez� a cargar de metralla de nuevo el ca��n que iba a disparar
-s�, ya veo que te pone celosa. No soportas que disfrute con nosotros.
Beatriz no quiso entrar al trapo. Detestaba a aquel palurdo. �qu� quer�a conseguir el muy imb�cil?
-como tampoco soportas que tu madre se haya follado a todos tus novios.
Se puso en alerta. Mir� al hombre a los ojos. �qu� estaba tramando?. �qu� sab�a ese hombre?
-no tengo novio �dijo al fin.
-ya lo s�, tu madre me lo ha dicho �pero no hace mucho ten�as uno. �Rudy, verdad?
El coraz�n le dio un vuelco. �qu� le hab�a contado su madre a este imb�cil?, es m�s, �por qu� le hab�a contado nada?
-dime. �est�s celosa de tu madre? �volvi� a preguntar Artan.
-por supuesto que no �ahora le temblaba la voz de rabia.
-�aunque se haya follado a tus novios?
-Jam�s se follar�a a ninguno. Ni en un mill�n de a�os.
Y entonces Artan apret� el gatillo, el ca�onazo fue directo al coraz�n
-�ves? Eso pensaba yo. Sab�a que era mentira y que tu madre solo alardeaba. � y a�adi� �como lo del tatuaje en la ingle.
-ta... �tatuaje?, �qu� tatuaje?, �de que est�s hablando?, �qui�n..., qu� te ha contado de Rudy? �No se lo pod�a creer, ese hombre no pod�a saber lo de Rudy ni lo de su tatuaje, m�s a�n, nadie pod�a saber de ese tatuaje. Al menos nadie que no lo hubiera visto... ... ��DESNUDO!?

La cabeza le daba vueltas, la sangre no le llegaba al cerebro, el est�mago se encog�a, las manos temblaban y un sudor fr�o empez� a recorrer su frente p�lida.
No daba cr�dito a lo que acababa de o�r. Estaba tocada, justo en plena l�nea de flotaci�n. �ser�a posible que su madre...?, -no, jam�s, es imposible.

Artan fingi� sorpresa y sigui� soltando metralla.
-oh, dios, �as� que era verdad lo que dec�a? -Y a�adi� -�Y es cierto que a otro de tus novios quer�a arrancarle las pecas de la espalda a ara�azos?
-���Pablo!!!! �musit� Beatriz con los ojos como platos.
Lentamente la expresi�n de la muchacha comenz� a transformarse. La frente p�lida se arrug�, la sangre brot� por las venas de su cuello, sus manos se apretaron como garras, sus dientes apretados tras los labios contra�dos, sus ojos inyectados en sangre miraban a su madre que ahora hund�a su cabeza en el suelo mientras aquel hombre le cog�a de las caderas para ayudarse en sus arremetidas contra su culo.
De un plumazo comprendi� porqu� la abandonaban todos sus novios. Ella, su madre. Ella era la culpable. Tantos sermones, tantos consejos de vieja birrocha sobre cualquier amigo o novio. La muy zorra los quer�a para s�. Se los hab�a follado a todos.
La odi� con todas sus fuerzas. �Maldita bruja! Comenz� a derrumbarse.
-no merezco esto �musit� con l�grimas en los ojos.
-t� follas con su marido y ella folla con tus novios. Ojo por ojo, eso es lo que dice.
-�su marido?,... �mi padre?, pero... ����ESTA LOCA!!?? �grit�.
-�crees que est� loca? Pregunt� Artan -a mi me parece que no.
-�qu� mi padre y yo...?, aajj -no pudo terminar la frase del asco que sinti�.
-�entonces?, �no hay nada entre vosotros?
-Por supuesto que no. Es mi padre, �por dios!. �bramaba desbocada.
-vamos, vamos, que ya s� que a tu padre le van jovencitas. Ya me ha contado tu madre.
-�jovencitas?, eso ser� por mis amigas, no por m�, so cerdo. �vociferaba Beatriz cada vez m�s enfadada.

Artan guard� silencio, miraba a Beatriz fijamente a los ojos. �sta le devolv�a la mirada, fr�a y enfadada. Hasta ahora el plan hab�a ido sobre ruedas. Ahora Artan, el muy ladino, comenz� a tejer la segunda parte.
-te voy a contar una cosa preciosa. � comenz� a decir.
Beatriz escuchaba con aire distra�do. Sus pensamientos estaban en otro sitio. Gir� la vista que volvi� a posar sobre su madre a la que intentaba fulminar con la mirada.
-el hombre que est� detr�s de ti lleva toda la noche esperando el momento para jugar contigo �sabes? �comenz� a decir Artan. �arde en deseos de follarte el co�o.
Qued� paralizada, el coraz�n dejo de bombear, se gir� lentamente y vio la mirada fija del hombre que ten�a tras de s�. Llevaba temiendo toda la noche que alguno de ellos se propasara e intentara violarla y comenz� a temblar. Sab�a lo que Artan iba a decir. No podr�a soportarlo.
-por favor, se�or �dijo lentamente con voz ahogada �se lo ruego, no deje que lo haga. �miraba fijamente a Artan con los ojos encharcados en l�grimas.
Artan sonri� levemente, levant� la barbilla y se ech� hacia atr�s.
-�Sabes? Tengo cierta intriga sobre algo �comenz� a decir -as� que te propongo un trato.
Beatriz esper� expectante la proposici�n del hombre.
-me doy cuenta de que no quieres follar con ninguno de nosotros como tu madre. T� te lo pierdes porque disfrutar�as tanto como ella.
Beatriz gir� la cara hacia su madre, hizo una mueca de asco y la volvi� r�pidamente.
-No obstante, te doy la oportunidad para que no tengas que hacerlo.
Pasaron varios y eternos segundos antes de que continuara hablando. Quer�a que ella tuviera tiempo de asimilar todo cuanto iba a decirle.
-vas a elegir a cualquiera de los hombres que estamos aqu�, el que t� quieras �y al decirlo hizo un adem�n con el brazo se�alando todo el claro. �el que t� elijas se colocar� frente a ti -Artan a�n esper� unos segundos.
-se la chupar�s unos ... 5 minutos.
Beatriz puso cara de asombro, despu�s baj� la mirada al suelo y contrajo una mueca de asco. Cuando volvi� a mirar a su interlocutor �ste continu� hablando.
-si en ese tiempo no se le pone dura, te dejaremos en paz. No tendr�s que abrirle tus piernas a nadie. Te doy mi palabra.
Beatriz manten�a contra�da la cara de asco. Cerdos asquerosos.
-eso es absurdo �espet� � sois una pandilla de pervertidos, cualquiera de vosotros se va a empalmar antes de que me meta la polla en la boca. �qu� tipo de trato es ese?.
Artan ri�, miro fijamente los ojos de ella y continu� hablando. �quiz�s haya alguien a quien no se le ponga dura.

No entend�a a donde quer�a ir a parar aquel subnormal pero tampoco quer�a hacerlo. No estaba dispuesta a hacer tal cosa. No quer�a seguir escuch�ndolo y quiso cortar aquella conversaci�n.
-pues yo no lo creo. Lo que �nico intentas es que os lo ponga f�cil. �Qui�n de vosotros, cerdos obsesos pervertidos no se excitar�a?
-tu padre.

Cuando lo oy� casi se cae de culo de no ser porque ya estaba sentada.
-��QU�...!?, �pero que te pasa a ti?, �estas loco? No pienso chup�rsela a mi padre.
-pues entonces elige a cualquier otro. �ret� Artan.
Estaba temblando de miedo, no pod�a pensar, miraba a todos aquellos hombres uno tras otro. Sab�a que era una encerrona y no hab�a donde elegir.
-�que pasar� si al que elija se le pone dura? �pregunt� dubitativa
-te tumbar�s y ser�s complaciente con �l.
-��me tomas por tonta o qu�!? �y a�adi� �t� lo que quieres es que se la haga una mamada a uno de vosotros y despu�s me deje follar voluntariamente. �Ni lo sue�es!.
-eso en el peor de los casos �contest� Artan pausadamente �pi�nsalo bien. El hombre que est� de tras de ti te va a follar tu co�o de todos modos tanto si te dejas como si no. Yo te estoy dando una oportunidad. Si como tu dices no hay nada carnal entre tu padre y t�, con una simple caricia bucal evitar�s que nadie te baje las bragas. Al fin y al cabo, una polla es una polla, sea de quien sea.

Las opciones de Beatriz no eran muy halag�e�as. Ten�a todas las opciones de ser violada voluntaria o involuntariamente e intentar evitarlo practicando una mamada a su propio padre era m�s humillante y asqueroso a�n. Fue mirando uno a uno a todos los hombres de aquel claro.
-�C�mo s� que cumplir�s tu palabra? �dijo al fin
-no lo sabes, tendr�s que fiarte de m�. �al decirlo miraba a Beatriz fijamente con aire solemne. Despu�s a�adi�. �de todas formas �que es lo peor que puedes perder?

- � -

De nuevo Ferm�n vio sentarse a Artan a su lado, acababa de verle hablar con su hija y ten�a una extra�a expresi�n en su cara. Artan estuvo observ�ndole durante largo rato antes de comenzar a hablar.
-Me has enga�ado �dijo al fin.
Le miro extra�ado -�enga�ado, yo a ti?, �en que?
-entre tu hija y t� hay algo m�s que una relaci�n � -dud� unos segundos antes de a�adir - �familiar.
-�a que te refieres? �Ferm�n no sab�a de que hablaba aquel idiota. Peor a�n, no sab�a que le hab�a contado Beatriz.
-entre vosotros manten�is una relaci�n, digamos � carnal.
-�carnal?, que quieres decir con� -entonces lo entendi�. -��pero de que est�s hablando!? �bram� furioso -�es mi hija! cerdo.
-s� lo de vuestro jueguecito �ataj� r�pidamente.
-�de que juego hablas? �pregunt� totalmente perdido.
-si, si, el que mantienen ella y sus amigas contigo.

Ferm�n cay� se s�bito. Pens� en las relaciones que mantuvo con alguna de las amigas de su hija. Siempre pens� que ella nunca se enter� o al menos que nunca lo aprobar�a, notaba su desprecio cuando intentaba acercarse a ellas. �ser�a posible que Beatriz hubiese permitido tales relaciones e incluso que las hubiera facilitado?. �su hija hac�a de celestina para �l con sus amigas?.

-ver�s �comenz� a decir Artan �parece que a tu hija no le hace mucha gracia que su madre disfrute con nosotros.
�no me digas �interrumpi� ir�nicamente Ferm�n todav�a enfadado.
-dice que ella tambi�n quiere disfrutar tanto como su madre. Dice que quiere� vengarse. Darle donde m�s le duele. Por eso quiere follar con alguien.
-ya, �contigo, verdad? �volvi� a decir ir�nicamente.
-no �cort� Artan, �contigo
-�co�conmigo? �balbuce� perplejo -��pero es que se ha vuelto loco todo el mundo!?
Mas calmado intent� pensar con claridad. Ese hombre tramaba algo y no se saldr�a con la suya.
-crees que miento. �verdad?
-s� que mientes �espet� furioso -no haces m�s que decir bobadas. Eres un pervertido.
-en ese caso no te importar� comprobarlo. �sentenci� Artan
-por supuesto que no. �contest� dispuesto a limpiar la imagen que este individuo ten�a de �l y esclarecer el embrollo que se estaba montando en buena parte por culpa de su mujer.
Artan sonri� ampliamente para sus adentros. La trama estaba tejida, solo faltaba esperar el resultado final.
-tu hija ha insistido en que os deje juntos para que pod�is follar a la vista de su madre. Y eso ser� lo que hagamos. Vas a ir junto a m� y te colocaras frente a tu hija. Si todo lo que he dicho es mentira� no pasar� nada, pero si llevo raz�n� tu hija� te chupar� la polla para que se te ponga dura y foll�is despu�s.
-que bobada, de acuerdo �repuso Ferm�n convencido.
-pero os advierto una cosa a los 2 �ahora Artan hablaba furioso �si todo lo que me ha contado tu hija es mentira y lo �nico quer�a ella es que estuvieras cerca para darte o decirte algo que yo no deba saber os rajo el vientre a los 2.
�Eso era! �pens� Fermin, �tendr�a Beatriz un plan o quiz�s habr�a robado alg�n arma a aquellos intrusos y quer�a que su padre estuviera cerca?
-te voy a decir lo mismo que a ella �amenaz� �follareis lo que os de la gana pero no quiero que habl�is ni una palabra. Como os vea pasaros algo o hablar entre vosotros os rajo. �Est� claro?
-cristalino �contest�.
-�ni una palabra! �repiti�.

- � -

Cuando vio acercarse a los 2 hombres el coraz�n de Beatriz comenz� a latir con m�s fuerza. Estaba nerviosa, le sudaban las manos. Entonces su padre se par� ante ella con una mirada extra�a que no supo descifrar. Artan se separ� hacia un lado mientras la miraba fijamente.
Se incorpor� coloc�ndose de rodillas frente a su padre. Lo que pas� a continuaci�n dej� a Ferm�n at�nito, completamente inm�vil ante lo que suced�a.

Tras una pausa, Beatriz alz� sus manos coloc�ndolas a ambos lados de la cadera de su padre, lentamente deslizo el pantaloncillo que utilizaba para dormir dej�ndolo caer hasta los tobillos.

Lo primero que Beatriz vio asomar fue el vello de su pubis, seguidamente comenz� a aparecer la polla que ca�a en estado laxo delante de los test�culos en una visi�n horrorosa.
Con gran esfuerzo de voluntad alz� de nuevo una de sus manos y asi� con ella la polla elev�ndola ligeramente, lo que hac�a que �sta, apuntara directamente hacia su cara que se encontraba a menos de un palmo. Sinti� una arcada. El glande y parte de la polla quedaba fuera de la mano. Aunque pudo determinar que su padre no ten�a un gran aparto a ella se le antoj� m�s grande de lo que esperaba.
Su respiraci�n era agitada, notaba el sudor en su frente. No pod�a dejar de mirar lo que ten�a en su mano, al fin se arm� de valor, cerr� los ojos, abri� ligeramente los labios y se inclin� hacia adelante.
Pos� sus labios justo tras el glande, despu�s recorri� el resto de la polla hasta el final. Sinti� el suave roce del vello p�bico acariciar sus labios y sus mejillas lo que hizo que se retirara hacia atr�s como un muelle. De nuevo recorri� con sus labios la polla de su padre intentando esta vez no llegar hasta el final.
-lo peor ya est� hecho �pens� �solo tengo que aguantar as� unos minuto



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Relato: Rencores(familia,violacion ,incesto)
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