Mi nombre es Yria, doctora Yria. Especializada en ginecolog�a
y sexolog�a. Tengo 30 a�os, melena larga, lisa y negra, ojos muy oscuros, con
curvas, buenos pechos y mido 1�62. Me distingue el tatuaje de un drag�n negro
situado donde termina la columna vertebral y empiezan mis nalgas.
Me dirijo al vestuario para cambiarme de ropa. Desabrocho la
camisa, me la quito y la cuelgo en el armario. Luego bajo la cremallera de la
falda y dejo que se deslice suavemente por mis muslos hasta caer al suelo. Llevo
puesto el conjunto de intimisimi negro con los bordes rojos y brasile�a a
conjunto haciendo un poco de relieve. Sinceramente me sienta bien. Cambio las
medias de color carne que llevaba por otras de rejilla rojas y procedo a ponerme
un vestido negro de l�tex corto y ajustado con una cremallera de arriba abajo.
Por supuesto, la cremallera queda abierta hasta la altura de los pechos, dejando
entreverlos. Me pongo los zapatos de aguja -de charol negro- que tanto me
gustan... Y lista. Bien, me queda repasar el maquillaje y el recogido, un
recogido bastante suelto dejando que los mechones caigan. Pinto mis labios con
el pintalabios de MAC, un brillo de color rojo con destellos p�rpura. Perfilo
una mirada profunda con tonos verdes y naranjas. Perfecto termin� de arreglarme
justo a tiempo.
Buenos d�as, princesa.
Buenos d�as, doctora Yria.
�Qui�n es nuestra primer paciente?
Se llama Aura. Tiene 25 a�os y es para hacerse una
revisi�n completa.
�Completa dices? Uhmmm �de cu�nto tiempo dispongo hasta
la pr�xima visita?
Hora, hora y media doctora Yria.
Bien princesa, hazla pasar a mi consulta.
Encantada de conocerte Aura soy la doctora Yria. Nerviosa
�tal vez?
S�lo un poco doctora.
Tranquila est�s en buenas manos. Cualquier cosa, no
vaciles en preguntarme, peque�a. Ahora entra en el ba�o y desn�date.
Encontrar�s una bata y unas zapatillas p�ntela y cuando est�s lista pasa a
mi consulta.
De acuerdo doctora, un par de minutos y salgo.
T�mbate en esta camilla. Deja caer tu culo casi al borde
y coloca cada pierna a cada lado. Bien peque�a as� est�s perfecta que imagen
m�s divina, eres preciosa �lo sab�as?. Empezar� haciendo una exploraci�n de
tus tetas. Vamos a ver como est� la derecha. Tengo las manos fr�as pero
enseguida coger�n temperatura, uhmmm hermosa textura, piel suave, tersa
�notas la presi�n de mis manos?
S� doctora.
�Te duele?
No doctora
Entonces prosigo. �Se te ha puesto erecto el pez�n Aura!.
Voy a pellizcarlo para notar esa dureza. Est� perfecta esta teta continuo
con la izquierda. Un poco m�s de presi�n. Est� todo en su sitio pero peque�a
pareces algo excitada, en todo caso, no te preocupes, est�s en mi consulta
no se lo contar� a nadie. Rel�jate la primera parte ya pas�, no te ha dolido
�verdad?
No doctora, estoy bien
Ahora observaremos tu conejito. Vaya� todo rasurado, una
delicia para ser inspeccionado. Tiene ese color rosado, brillante y lo
tienes h�medo. En este caso no har� falta que te ponga el gel al agua para
lubricarte, d�jame que piense� Un poco de fresquito no te vendr�a mal �sabes
qu�? de igual manera te lo pondr�. Vamos all� ahora notar�s como mis dedos
se introducen en �l. Con dos dedos bastar� para hacerte esa exploraci�n
rutinaria. Se dilata bien� notar�s como mis dedos se acercan a tu matriz y
los ir� deslizando.
�Notas como si te tocara una peque�a nuez, algo rugosa
Aura?
S� doctora.
Pues ahora sentir�s como estimulo tu l�bido desde tu
interior. Con la otra mano, si te fijas tres dedos aproximadamente por
debajo de tu ombligo est� el centro donde se canalizan las energ�as. Si hago
una peque�a presi�n dando peque�as circunferencias voy a estimularte tambi�n
por ah�.
Ooooh doctora. Perd�n, lo siento, que verg�enza por Dios.
Ufffff �c�mo lo ha hecho doctora?
Es mi trabajo conocer todos los puntos de placer. Ahora
voy a introducirte esta c�mara que tiene forma de polla. Lo har� despacio
para que penetre mejor. De esta forma veremos como est�n tus �rganos
internos..
Uhmmm qu� gusto. Otra vez disculpe doctora, no s� qu� me
ocurre hoy nunca antes me hab�a ocurrido.
D�jame hacer mi trabajo. La entro un poco m�s, otro poco
m�s, �ves tus ovarios? Est�n perfectos todo en su sitio.
(Aura agarra la mano de la doctora, impidiendo que saque
la c�mara de su interior).
Un poco m�s doctora, tenga piedad de m� y contin�e.
Si accedo a lo que me pides �te sometar�s a m� voluntad
durante un rato mi peque�a?.
Lo qu� usted diga doctora, har� lo que sea.
Entonces est� hecho. No obstante, deja reposar cada brazo
a cada lado no te muevas. Estas correas no te doleran tan s�lo impediran que
te muevas. �Lo entendiste?.
S� doctora.
(Me dirijo hacia el tel�fono y hago una llamada interna).
�Princesa llama a Sam y que venga r�pido.
Ahora mismo doctora.
(Sam era un var�n de de treinta a�os de color, 1�85,
fuerte, ojos negros, sin pluma e irrestiblemente atractivo. Le conoc� en un
simposium de ginecolog�a en Cuba. Casualidades del destino vi en �l un perro
hu�rfano que deseaba ser adiestrado. As� que me lo llev�. Desde entonces ha
sido mi perro m�s fiel, obediente y siempre dispuesto a cumplir las �rdenes
de su Ama).
�Me llamaba?.
S�. Sam ver�s tengo una zorrita con ganas de ser follada
�crees que podr�s hacer algo al respecto? (La expresi�n de Aura era t�mida.
Se qued� algo at�nita ante tal situaci�n pero no dijo palabra alguna).
S� �qu� desea que haga Lady Yria?
Para empezar quiero que te desnudes c�mo te he ense�ado
con elegancia, insinuaci�n, provocaci�n y claro est� sin muestra alguna de
excitaci�n por tu parte.
A continuaci�n quiero que muestres a Aura tu enorme polla
de caballo. P�sala por su cara, sus labios, sus tetas y su co�o que note tu
textura, tu piel. Luego quiero que limpies mis zapatos hasta dejarlos bien
brillantes �has comprendido?
S� Lady Yria
(Sam se dispone a obedecer mis �rdenes. Para ello emplea
veinte minutos para enloquecer a Aura. Aura queda sorprendida en tanto que
se fija en el detalle de que Sam no est� empalmado. Sus ojos denotan
frustaci�n debe pensar que acaso no ser� suficientemente atractiva... No
obstante cuando Sam empieza a limpiar mis zapatos, poco a poco, su polla va
creciendo de tama�o. En ese momento los ojos de Aura denotan extra�eza, no
entiende el por qu�. Cuando m�s empe�o pone Sam en dejarlos bien
relucientes, m�s enorme se vuelve su polla.)
Lev�ntate Sam y f�llala sin compasi�n. Su cuerpo me
pertenece al igual que el tuyo. Tr�tala c�mo a zorra qu� es.
(Sam procede a ponerse el cond�n y a follarla sin
tregua).
En la habitaci�n s�lo se escuchaban los gemidos de Aura,
gemidos de dolor, �demasiado grande? Tal vez, pero ella accedi�, no la forc�
a nada que no quisiera hacer. Sus deseos de ser penetrada prevalec�an sobre
todo lo dem�s. Cuando Sam disminu�a las sacudidas, Aura emit�a sonidos de
placer as� que despu�s de todo no ser�a tan malo. Su cuerpo no aguantaba
m�s, mostraba abatimiento y sin embargo su mirada era profunda y radiante.
Al cabo de una hora de sus ojos sal�an l�grimas, sus piernas empezaban a
temblar, su cuerpo ya no era suyo. Se sent�a indefensa. Aura trataba de
implorar que detuviese aquello. Me acerqu�. La acarici� dulcemente y bes� su
frente para que notase que estaba con ella, que no estaba sola y eso la dej�
m�s tranquila. Sus l�grimas cesaron y su l�bido volvi� a crecer de forma
inmediata. La peque�a se sent�a exhausta pero su co�o no dejaba de lubricar.
�Parad�gico verdad?
Sam ten�a prohibido eyacular y en caso de que por alguna
raz�n ocurriese sab�a que tendr�a un severo castigo, la suspensi�n, ver su
cuerpo atado con los brazos y piernas abiertas sin llegar a tocar el suelo,
totalmente expuesto para mi satisfacci�n personal uhmmmmm, durante horas�
El rostro de Sam en cambio, reflejaba suplicio,
contenci�n. Sin duda estaba a punto de de expulsar su leche pero no lo ten�a
permitido, no era digno de ese regalo.
Tom� la fusta que ten�a colgada en la pared, toda una
preciosidad, y le di en todas sus nalgas. Un golpe seco. Lo suficiente para
indicarle que fuese a su rinc�n a cuatro patas con la mirada baja�tal y como
hacen los perros obedientes.
A continuaci�n cog� un pa�uelo de seda negro y vend� los
ojos de Aura. La idea era clara: crear la incerteza de saber que final le
esperar�a�
Encend� una vela. Tom� unos cuantos cubitos de hielo de
la nevera y los dispuse en un bol. Luego me quit� el vestido y coloqu� mi
arn�s.
Las primeras gotas de cera sobre el cuerpo de Aura le
arrancaron un chillido.
- ooohhhh est� muy caliente, me quemo doctora.
- tssshhhhhh no hables, s�lo siente, experimenta,
embri�gate de estas sensaciones�
Las posteriores gotas empezaron a excitarla. Su cuerpo se
retorc�a de dolor y de placer. Poco a poco fui alternando el calor de la
cera con el fr�o de los cubitos de hielo� de manera que su cuerpo no se
habituase a una sola textura�De forma brusca le met� mis dedos en su co�o:
lo que pensaba� peque�a eres una gran zorra, est�s tan
h�meda, se te ve tan viciosa, tan lasciva� tienes el co�o empapado. �Te das
cuenta de qu� eres como una fuente? �Escuchas tu propio sonido? Esa humedad,
esa lubricaci�n�esas olas�cuando te penetro con mis dedos�
uhmmm, ooohhh doctora pare por favor se lo suplico, no
aguanto m�s tenga compasi�n�(las l�grimas brotaban de sus ojos�)
el juego tal y como empez� tambi�n debe terminar, zorra.
No eres nadie para decidir.
Le quit� la venda para poder ver su mirada�. Me dispuse
encima de Aura c�mo lo har�a una loba ante su presa y empec� a follarla.
Movimientos r�pidos, bruscos, mi pelvis contra su pelvis. Las pechos de ambas
chocaban al un�sono. Empec� a pellizcarle los pezones, a darle mordiscos, a
pasar mi lengua por su cuello, por su rostro� hasta que agarr� esos labios finos
con los m�os y met� mi lengua dentro de su boca �uhmmm-
Al cabo de unas horas despert� y cruz� su mirada con la m�a.
La estaba observando desde hacia rato sentada en mi butaca.