Relato: Sabrina, cosas de brujas: el perfume





Relato: Sabrina, cosas de brujas: el perfume

SABRINA, COSAS DE BRUJAS: EL PERFUME








SABRINA




S�LEM


Cuando Sabrina se despert� por la ma�ana, se encontr� a S�lem
removiendo p�ginas y p�ginas de un gran libro.



-�Se puede saber que haces?.



S�lem dio un maullido sobresaltado y luego mir� a Sabrina.



-Eso a ti no te importa. Estoy buscando algo importante que
me permita tener una vida mejor.



-�C�mo qu�?, �un pulgar para abrir las latas de sardinas?.



S�lem refunfu�� un poco mirando a Sabrina. �sta, sin hacerle
caso, se fue a duchar para luego vestirse e ir al instituto con Valerie y
Harvey, y cuanto qued� solo lanz� un suspiro de alivio.



-Ufff, menos mal-se dijo-. Si llega a saber algo de lo que
tramo a lo mejor me manda a Siberia solo para saber cuanto fr�o hace. A ver,
sigamos�creo que era...�aqu� est�-exclam�, triunfante-!. Ahora se van a enterar
esos de lo que es bueno.



Dio un salto para irse a buscar algo, mientras Sabrina se
duchaba y se enjabonaba el cuerpo. El roce del jab�n y de sus manos comenzaron a
excitarla, y creyendo lejos de ojos curiosos, desplaz� t�midamente una mano por
su pecho, sigui� por su vientre y se pos� en su pubis, con los dedos muy
juguetones tocando su co�ito. Con su otra mano aprisionaba sus pezones,
altern�ndolos en caricias y manoseos. Notaba como empezaba a calentarse y a
mojarse entre las piernas pero no por el agua de la ducha. Su calentura era
enorme y su deseo casi incontenible. Cerr� los ojos para dejarse llevar y
mordi�ndose los labios para acallar sus gemidos se masturb� con pasi�n hasta
satisfacerse por completo, quedando apoyada en la pared, jadeante, complacida.
Relajada sali� para vestirse y en el tiempo que estuvo en la ducha, S�lem hab�a
llevado varios frascos de colonia a su cuarto.



-�Qu� haces con eso?.



-Intento crear un perfume que vuelva locas a las nenas-se
excus�-.



-No cuentes conmigo gato salido-contest� con desd�n-. All� t�
con tus pociones.



-Solo hay que mezclar un par de cosas y casi est� hecha.



-Vale genio, t� a lo tuyo. Ahora tengo que vestirme, as� que
sal de aqu� y luego seguir�s con tus juegos de qu�mica.



-��No toques nada!!.



S�lem sali� y Sabrina, curiosa, se qued� mirando los frascos,
pregunt�ndose que tramar�a S�lem esta vez. Debido a las prisas se visti� con
rapidez y baj� a desayunar. En cuanto Sabrina march� S�lem volvi� a lo suyo,
acabando de mezclar las colonias y a�adir un brillante polvo dorado.



-��Perfecto!!. Si me pongo esto, convertir� a todo el mundo
en mi esclavo, y as� conseguir� volver a ser humano y a intentar conquistar el
mundo. Jajajajajaajaja�En fin, voy un momento a comer algo y luego vuelvo. Este
momento es importante.



Ignorante de los planes de S�lem, Sabrina baj� a la cocina y
se encontr� con sus t�as, que a�n estaban en albornoz sentadas a la mesa.





ZELDA Y HILDA



-Hola Sabrina-dijeron a la vez-.



-Hola t�a Hilda, hola t�a Zelda. Tengo algo de prisa, as� que
desayunar� ligero.



-�Y esa prisa-pregunt� Hilda-?.



-Un examen-contest�-. He estado estudiando y no quiero
suspenderlo.



-Eso est� bien jovencita-coment� Zelda-. Espero que lo
apruebes.



-Gracias t�a Zelda. Me llevar� un par de tostadas y las
comer� por el camino. Cojo el libro para repasar y���el libro-exclam�-!!, me lo
olvid� en mi cuarto. Voy a por �l y de ah� a clase. Hasta luego.



-Hasta luego-saludaron las dos-.



Subi� corriendo las escaleras y al llegar a su cuarto se
encontr� con un perfume de color rosado sobre su c�moda. Movida por la
curiosidad lo destap� y el olor la embarg�. Nunca hab�a olido nada tan
incre�ble. "Bueno-se dijo-, a lo mejor es una buena colonia tanto para humanos
como para gatos. Algo que huele tan bien no puede ser malo". Cogi� el perfume y
se lo prob�, echando un par de gotas a ambos lados del cuello y en las mu�ecas.
Al pon�rselo, qued� como en shock unos segundos y el perfume se le resbal�,
cayendo al suelo y rompi�ndose. Al o�rlo despert� de golpe.



-��Oh dios m�o!!. Yo me largo de aqu� antes de que S�lem me
descubra.



Cogi� el libro y se fue justo antes de que fuera vista por
�l, que al llegar se encontr� con su perfume roto en el suelo.



-No�mi perfume. ��Nooooooooooooo!!�Sniff sniff-olfate�-�un
momento, aqu� acaba de estar Sabrina. �Oh no, se ha puesto el perfume, y no s�
que consecuencia tendr� en una humana, y menos en una chica!...Bueno, all� ella.
A ver si puedo salvar unas gotas del perfume�



Sin saber lo ocurrido, Sabrina baj� para irse al instituto y
ya que a�n ten�a algo de hambre pas� para coger algo de fruta para ir comiendo.
En ese momento mir� su reloj y supo que ten�a tiempo suficiente relajarse un
poco. Se sent� para comer con tranquilidad con la mochila preparada en el suelo,
junto a la t�a Hilda.



-�Y t�a Zelda?.



-Ha ido a prepararse para una convenci�n de cient�ficos sobre
no s� que cosa importante, o algo as�Oye, �eso que huele eres t�?.



-S�, es un perfume que me puse para probarlo. �Te gusta?.



-S�, no s�. Huele bien pero, hay como algo�algo m�s, no s�
que es�



Cogi� la taza para beber el caf� y de repente algo azor� a
Hilda. Su vista fue incapaz de apartarse de Sabrina y fue directa a posarse en
su top, que dibujaba la silueta del pecho de su sobrina. "Tiene los pezones
erectos-pens�-, Sabrina est� empitonada". Como luchando contra una marea de
sensaciones, intent� apartar su mente de esos pensamientos, pero cada intento
solo intensificaba su deseo por ella. Antes de darse cuenta pod�a o�r su coraz�n
retumbando en sus o�dos como si fuera un tam-tam. Cuando vio que Sabrina iba a
irse no pudo controlarse y cogi�ndola de la mano la atrajo hac�a s�, sent�ndola
en sus rodillas y d�ndole un fuerte beso de tornillo. Sabrina recibi� el beso
entre el asco que le daba y el deseo de apartarse, pero a cada segundo que
pasaba notaba como que algo la invad�a y antes de que ellas separasen los labios
el deseo las ten�a vencidas a las dos. Sabrina se quit� el top y el sujetador y
dej� sus pechos al aire, dejando a Hilda maravillada ante la perfecci�n que
ten�a ante ella.



-Tienes unas tetas preciosas Sabrina. �Nunca te lo han
dicho?. Son muy guapas, y tus pezones�oh dios, ��esos pezones tienen que ser
m�os!!.



Las toc� largo rato, acarici�ndolas con mimo y dedicaci�n. Se
acerc� un poco abriendo la boca y mam� de las tetas de su sobrina tanto como
quiso. Chupaba, mamaba, pasaba la lengua, los excitaba con los pulgares y
saltaba de uno a otro presa de una incontenible lujuria. Sabrina se dejaba hacer
y aunque una parte de ella sab�a que estaba mal, la otra solo quer�a que aquello
no se parase ni acabase. Con su boca entreabierta gem�a y se relam�a. Abri� el
albornoz de su t�a, Cogi� su pijama y mir� por encima de �l, viendo los pechos
de su t�a relami�ndose con ojos llenos de encendida, casi ardiente pasi�n.
R�pidamente comenzaron a desnudarse y buscaron con desmedido af�n la entrepierna
de la otra, para lanzarse a acariciarse mutuamente y luego a devorarse a la una
a la otra, bebi�ndose los jugos de la excitaci�n que ambas produc�an. No pod�an
detenerse y solo quer�an ser d�ndose placer, comi�ndose entre ellas, gozar de
sus cuerpos hambrientos. La lengua de Sabrina entraba con fuerza por los labios
vaginales de Hilda y la de Hilda hac�a c�rculos en los de Sabrina. Como
queriendo acabar pronto aceleraron el ritmo, usaron los dedos para ayudar y
entre fuertes jadeos ambas gozaron y se derrumbaron sobre el suelo de la cocina.
Ninguna daba cr�dito a lo ocurrido, y no pod�an comprenderlo. Se vistieron en
silencio, casi sin mirarse, y Sabrina se fue, mientras Hilda se qued� tomando el
caf�, pregunt�ndose que hab�a pasado.



Pocas horas despu�s, ya en el instituto, Sabrina segu�a
pensando en como hab�a sucedido aquella barbarie. Ni se dio cuenta de que
Valerie y Harvey se hab�an sentado junto a ella en la mesa del comedor del
instituto.




HARVEY




VALERIE



-Sabrina, �est�s bien-pregunt� Valerie-?.



-S�, es solo que�esta ma�ana ha sido muy rara, y t�a Hilda�



-�T�a Hilda qu�-pregunt� Harvey-?.



-No, nada. Ya hablar� con ella. En cuanto al examen�



-�A que huele-interrumpi� Valerie-?.



-Es cierto-a�adi� Harvey-. Hay un�olor frutal, como a fresas.
Huele muy bien. �Eres t�, Sabrina?.



-S�, bueno, es un perfume que me puse esta ma�ana.



-Pues huele muy bien. Muy�bien�



Ambos quedaron como en trance y Sabrina, recordando lo
ocurrido con t�a Hilda, pareci� percatarse, tras lo cual decidi� una retirada
estrat�gica.



-Bueno, tengo que irme al ba�o y luego a clase. Os veo luego.



Se fue como alma que lleva el diablo al ba�o y se encerr� en
uno de los lavabos a sentarse a reflexionar. Aunque intent� captar algo en el
perfume, no fue capaz.



-��S�lem, gato tramposo-gru�� entre dientes-!!. Seguro que
esa obra suya. No me importa si pierdo la clase, pero me voy ahora mismo a casa
a hacer que lo pague.



Se levant� para irse, pero justo entonces Valerie entr� y la
llev� al lavabo de donde sali�. Se lanz� a acariciarla por todas partes y
Sabrina intent� zafarse para que no se repitiera.



-No Valerie, para �para!. No eres t� misma�



-Nunca he sido m�s yo misma. Te quiero mucho Sabrina. Eres
muy guapa.



-�Basta ya Valerie!. No, para�detente�



Pero no lo hizo, y en cuanto se dieron el primer beso
Sabrina, igual que antes, perdi� el control de su cuerpo y sinti� que el deseo
la pod�a. Observ� a Valerie un momento y luego se qued� desnuda de cintura para
arriba para que su amiga la viera. Valerie hizo lo mismo y pecho con pecho las
dos se abrazaron fundidas en un eterno beso. Sus lenguas jugaban entre s� y
probaban la dulzura de sus bocas, mientras que las manos recorr�an el cuerpo de
la otra y se deten�an en masajear sus tetas y acariciar los pezones. Sabrina
mir� fijamente los pezones de Valerie y fue incapaz de aguantar las ganas de
lamerlos y probarlos. Se agach� y se meti� uno en su boca mientras que con la
mano derecha excitaba el otro y con la izquierda buscaba la entrepierna de
Valerie, desplazando sus braguitas para comenzar a hurgarla y a que se mojase.



-Aaaaaaaaahh aaaaaaaaahh aaaaaaaaahh�sigue Sabrina, sigue
as�no te pares�me gusta lo que me haces�hazme m�s, hazme m�s�as�, as�iiiii�



-Voy a devorarte entera. No dejar� rinc�n de tu cuerpo por
probar.



Sabrina se puso de rodillas y admir� la vulva de Valerie, que
estaba oculta por las braguitas. Su olor alent� su deseo de probarla y comenz� a
pasar la lengua por ella, mientras Valerie gozaba y disfrutaba con la cara de
Sabrina entre sus piernas.



-Oh dios m�o���oh dios m�o!!...es la gloria, es la
gloriaaaaaaaaaa�no pares, no pareeeeeeeeeees�mmmmmmm mmmmmm aaaaaaaahh aaaaaaahh
aaaaaaaahh�



Obediente y sin rechistar Sabrina redobl� los esfuerzos en la
vulva de su mejor amiga y con gusto se beb�a los incipientes jugos que empezaban
a destilar. Su sabor fue suficiente para ponerla a�n m�s excitada. Valerie la
hizo detenerse e hizo sentar a Sabrina en la taza del WC. Subi� su falda, apart�
sus braguitas, la abri� bien de piernas y tras comprobar que Sabrina tambi�n
estaba h�meda, casi chorreante, le devolvi� el favor y comenz� a darle lengua y
a calentarla.



-Mmmmm mmmmmmm mmmmmmm mmmmmmm�vamos Valerie, c�memelo
todo�me gusta como lo haces�aaaaaaaah aaaaaaaaahh aaaaaahh aaaaaahh aaaaaaaaaahh
aaaaaaaahh�me gusta, me gusta mucho�dale, daleeeeeeee�



Valerie sigui� un buen rato devorando la vulva de Sabrina, al
tiempo que con las manos ten�a bien cogidos los pezones y los retorc�a y
pellizcaba, haciendo que Sabrina lanzase gemidos de placer y dolor que llevaron
a nuevas cimas de lujuria a las dos amantes. Cuando dej� de lamer, Valerie se
puso sobre Sabrina, sin sentarse en su regazo, y ambas se metieron mano y
comenzaron a hacerse el amor con rapidez. Los dedos iban imparables por el
cl�toris y los labios vaginales, frot�ndose cada vez m�s deprisa, con la
sensaci�n de que el cl�max estaba al caer.



-Vamos Sabrina, �ya me viene, me
viene!...��h�rgameeeeeee!!....aaaaaaahh aaaaaaaahh aaaaaahh�ya, ya est�aaaa
AAAAAAAAAAAAAAAAHHH�



-S�iiiiiiiiiiiii lo gozo lo gozooooo AAAAAAAAARRRRRRRGHHH�



Valerie cay� sobre Sabrina, que la recogi� en un abrazo.
Lascivas e inmorales quedaron un par de minutos as� que hasta que el efecto pas�
y Valerie, tan sorprendida como escandalizada, se fue, dejando a Sabrina con el
deseo de irse a casa. Sali� e intent� irse sin que nadie la viese, pero fue
salir del ba�o de las chicas y pasar por el de los chicos que la puerta se
abri�, una mano la cogi� y la meti� dentro.



-��NOOOO!!. Harvey no, t� no�no lo hagas, para. Por favor
para�



-No puedo parar Sabrina. Te deseo, te deseo m�s que nunca.



La atrajo hacia s� y el bes� el cuello y el apret� el culo.
Ella intent� apartarse de �l, pero no lo consigui�, y sus poderes, aunque no
hab�a reparado en ellos hasta ese momento, simplemente no funcionaron. Y como
las otras veces, al besarla, Sabrina se rindi�, cediendo al placer. Lo que m�s
le extra�aba era el aguante que ten�a, pero seguramente ser�a inducido por el
perfume de S�lem. En cuanto cedi� llev� su mano a los pantalones de Harvey y los
palp�, notando el bulto que hab�a. Dej� su mano ah� e inmediatamente se
arrodill�, desabroch�ndolos y comenzando a mamarle la verga. La ten�a dura y
caliente, su sabor le gustaba mucho. Con una mano masajeaba sus huevos mientras
su cabeza iba y ven�a, gozando de la verga de Harvey. �l se apoy� en la pared y
dej� que Sabrina siguiera con la maniobra.



-Eso es Sabrina, sigue mam�ndola�lo haces muy
bien�uuuuuummmmm que buena eres�vamos, disfr�tala toda�oh s�, s�iiiiiii�que
gusto�



-Me encanta tu verga Harvey, es deliciosa. No quiero parar de
mamarla.



-Pues no pares, no pareeeeeeeeees�



Como fiel esclava no solo sigui� mamando sino que adem�s
pasaba su lengua a lo largo de la misma y la meneaba un poco. Nunca hab�a hecho
algo parecido, pero algo en ella sab�a como hacer todo eso y mucho m�s. De golpe
se levant�, se agach� y se abri� de piernas, levantando la falda y apartando las
bragas.



-Vamos, semental, monta a tu yegua�



Sin siquiera palabras Harvey obedeci� y se la clav� por
detr�s. Sabrina emiti� un profundo suspiro y como si fuera una perra fue montada
por Harvey, que la penetraba de forma implacable y casi violenta. Estrujaba sus
pechos, hac�a fuertes caricias, le daba cachetes en el culo, met�a un dedo en su
boca. La usaba como una mu�eca. Sabrina se sinti� muy salvaje al dejarse hacer
de ese modo, y no sab�a porqu� pero le gustaba. Harvey se curv� para darle un
chupet�n en el cuello y ponerse sobre ella. El cuerpo de Sabrina qued� rodeado
por el de Harvey, casi fundi�ndose, al ritmo de la penetrada que ten�a a Sabrina
loca de placer.



-Aaaahh aaaaaahh aaaaaaaahh aaaaaaaaahh aaaaaaaaahh
aaaaaaahh�Harvey, ��Harveeeeeeeeyyyyyyy!!...me voy a correr, no aguanto m�s
AAAAAAAAAAHH�



-Yo tambi�n Sabrina�me corro me corrooooooooooo�



Con fuertes y �ltimos bombeos Harvey llen� la cuca de
Sabrina. Quedaron unidos unos segundos, disfrutando el momento, mientras el
orgasmo aun duraba. A los pocos momentos de separarse, Harvey sali� del trance y
viendo lo ocurrido se fue con rapidez, mientras Sabrina se acab� de vestir.



-Dios m�o, ya ven tres. Solo espero que nadie m�s me huela el
perfume.



T�midamente asom� la cabeza por la puerta del ba�o de chicos
y viendo que nadie hab�a sali�, yendo a su taquilla y haciendo ver que nada
pasaba. Con la intenci�n de irse a casa fue cautelosamente hasta la salida, pero
Libby Chessler apareci� en ese momento y al pasar junto a ella se detuvo a
olfatear.





-�Es que te has metido en un fresal, Spellman-pregunt� Libby
con desaire-?.



-No, es un nuevo perfume-contest� Sabrina sarc�stica-. �No te
gusta?.



-S�, est� bien�para una campesina. Eres muy rara Spellman, y
ese olor�



Tras oler un poco m�s, Libby mir� a Sabrina con tanta rabia
que �sta se sinti� fulminada. Hab�a rabia en sus ojos. Con rapidez Libby cogi� a
Sabrina del cuello, y la llev� dentro del ba�o de chicas. Una vez la tuvo para
s� comenz� a manosearla con violencia, apretando las nalgas de la joven bruja,
para despu�s quitarle el top como si se lo arrancase y sobarle las tetas con
tanta fuerza que Sabrina se dol�a.



-����Que haces Libby!!??, ��para por favor!!, ��basta
yaaaaa-solloz�-!!...



-No pienso parar-refunfu�� entre dientes con furia-, porqu�
s� que esto te gusta �verdad?. Te gusta que te manoseen a la fuerza, que te
desgarren. Ya te dije que eres muy rara Spellman, y lo demostrar�.



Sabrina intent� librarse de ella por todos los medios, pero
fue incapaz de conseguir su prop�sito. Libby la usaba a su conveniencia,
meti�ndole mano, desgarrando sus braguitas y haci�ndolas jirones. La agarr� con
fuerza por su vulva y meti� dos dedos dentro con tanta sa�a que Sabrina solo
pod�a llorar del dolor. Libby la estaba no solo forzando, si no humillando. Not�
como su ac�rrima enemiga se apropiaba de sus pezones y los lam�a, los chupaba,
los saboreaba, viendo como Sabrina gem�a de placer. Not� como se humedec�a, como
sus pezones quedaban duros, como su boca se entreabr�a para gemir y sonri�
mal�vola.



-�Ves como ten�a raz�n?. Eres una fulana, una cualquiera, una
a la que le gusta que le hagan de todo. Pues como me llamo Libby que vas a
correrte.



Dej� de hablar y se puso inmediatamente a forzarla, metiendo
no dos si no cuatro dedos por su vulva dilatada y casi empapada de jugos.
Sabrina era incapaz de aguantar semejante castigo, y su cara entre dolor y
placer, hac�a las delicias de Libby. Chupaba sus pezones, met�a los dedos hasta
el fondo secos y los sacaba mojados, lam�a su pecho y su cuello, la humillaba en
todos los sentidos, y en un oscuro rinc�n de su mente, verse sometida le
gustaba, le encantaba. Perdida entre fantas�as y sensaciones de placer Sabrina
goz� y qued� en el suelo, abierta de piernas, con su vulva chorreando y sus
braguitas hechas trizas. Estaba como conmocionada, mientras Libby se puso junto
a ella, oblig�ndola a desnudarla y a comerse su vulva y hacerla gozar hasta que
gritase. Quedaron rendidas una junto a otra, hasta que el efecto del perfume se
desvaneci� y Libby march� r�pidamente al ver a Sabrina semidesnuda e intentar
imaginar lo que estaba pasando. Sabrina, por su lado, y aun sabiendo que
perder�a el examen, la clase, y lo que fuera, necesitaba irse a casa, y
desbragada y todo sali� del cuarto de ba�o hasta la salida, pero justo al salir,
se encontr� a quien menos cab�a esperar.



-��Sabrina Spellman!!.






-��Director Kraft!!.



-A mi despacho, ��inmediatamente!!. Le ense�ar� las
consecuencias de eludir sus clases jovencita.



Sabrina entr� primero al despacho del director, y Willard
Kraft fue detr�s, cerrando la puerta y haciendo a Sabrina sentarse.



-Muy bien Sabrina, �puede darme una explicaci�n de lo
ocurrido?.



-S� ver�, es que estoy enferma, y tengo fiebre, y tengo que
ir a casa, no me encuentro bien, no quisiera contagiar a los dem�s�



-Basta de excusas. Creo que la castigar� un par de d�as y��a
que huele?.



-A nada, de verdad-dijo Sabrina para evitar que todo se
repitiera-. No es nada.



-Huele a fresas, que rico. Es un olor muy�rico�



El director Kraft qued� en trance unos segundos, y luego mir�
a Sabrina, que se asust� e intento huir, pero antes de abrir la puerta Kraft la
cogi� del pelo haci�ndola da�o, la puso boca abajo en su mesa y luego deshizo su
vestido.



-�S�, se�orita Spellman, debe ser castigada!, ��severamente
castigada!!.



Se baj� los pantalones y comenz� a dar cachetes en sus nalgas
hasta dejarlas enrojecidas. Para entonces el director estaba bien duro y acerc�
a Sabrina, que ya temblaba de ver que el director la iba a forzar. Era una
violaci�n en toda regla. Kraft apunt� y la penetr� del todo, pero no en su
vulva, si no en su culo, haciendo que Sabrina gritara de dolor al sentir su ano
desvirgado, grito que fue acallado con la mano de Kraft sobre su boca. �ste
qued� quieto un momento para acomodarse, para despu�s comenzar a darle duro por
el culo, haciendo que sus nalgas chocasen contra las caderas de Kraft. Sabrina
no daba m�s de s�, no pod�a creer que en una sola ma�ana pr�cticamente todos sus
conocidos la hab�an usado y violentado, y ahora el mism�simo Kraft tambi�n lo
hac�a, �y de que manera!. La penetraba con brutalidad, con un comp�s de violador
experto que la sorprend�a, al igual que el tama�o de la verga que le estaba
desvirgando su ano. Apret� los dientes tanto como pudo mientras sigui�
recibiendo el castigo de Kraft, que tambi�n met�a mano en sus tetas para
acariciarlas y en su entrepierna para tocar su cl�toris.



-Mmmmmmmmmm que delicioso se�orita Spellman, realmente tiene
un buen culo�s�, es delicioso, deliciosoooooooo�aaaaah aaaaaahh aaaahh aaah
aahh�



-��Basta por favor, se lo suplico!!, ��D�jeme se�or
director!!...



-��Dejarlo!?, ����quieres que sea clemente contigo!!??.
��Ahora ver�s!!.



Sus bombeos comenzaron a ser m�s fuertes, m�s intensos, y por
supuesto m�s dolorosos. Sabrina se retorc�a de dolor, se agitaba en todas
direcciones y Kraft re�a complacido, como si estuviese dominando a una yegua
desbocada. Apret� el ritmo y acab� gozando de su alumna, llenando su culo de
leche. Dolorida, casi imposible de andar, Sabrina se levant� de la mesa y sali�
del despacho, con un Kraft totalmente confundido en cuanto el efecto se hubo
pasado. A toda prisa corri� hasta llegar a casa y encontrarse con t�a Zelda
sentada en una mesa con la cabeza metida entre papeles.



-��T�A ZELDA, T�A ZELDA!!. Necesito tu ayuda, por favor�



-����SABRINA, QUE HA PASADO!!??.



-Por favor, t�pate la nariz, y te lo explicar�. ��No
preguntes y hazlo!!.



Zelda, sin comprender nada, lo hizo y Sabrina le explic� todo
lo ocurrido, desde el perfume y el misterio de S�lem hasta lo ocurrido en el
instituto. Zelda qued� muy impresionada al o�r como todos y cada uno la hab�an
forzado.



-Est� claro que S�lem tiene mucho que explicarnos-dijo cuando
Sabrina termin� de hablar-. Gracias por venir lo antes posible, y estoy segura
de que pronto encontraremos el remedio. Ahora entiendo la actitud de Hilda.
Bueno, lo mejor ser� que vayas a ducharte, yo comenzar� trabajar en ello.



-Gracias t�a Zelda-dijo, d�ndole un beso en la mejilla y
subiendo al ba�o-.



Sabrina se desnud� con rapidez y se meti� en el ba�o con la
esperanza de que el perfume se fuera con el jab�n y el agua. Se iba a meter en
la ducha cuando Zelda, de improviso, abri� la puerta.



-Sabrina, no encuentro a S�lem pero���oh, lo siento!!.



-��T�a Zelda!!.



-�Lo siento lo siento!...yo�yo�



Sabrina qued� extra�ada por la cara ausente de su t�a, hasta
que vio que ella lo hab�a olido. Zelda fue a Sabrina, la bes�, y en el beso el
deseo de Sabrina brot� de nuevo. Su cuerpo de nuevo fue invadido por la lujuria.
Zelda la abraz� acariciando su vientre y sus hombros, para luego ver sus nalgas
aun algo enrojecidas y su vulva muy dilatada a causa de la fren�tica actividad.



-T�a Zelda�



-Sssshhh no hables Sabrina, d�jate llevar�



Volvieron a besarse durante un buen rato mientras se tocaban
entre s�, se exploraban con mimo y ternura. Zelda prob� el sabor de los pezones
de Sabrina y gimi� de placer al pasar la lengua para excitarlos. Sabrina mandaba
su mano por debajo del vientre de su t�a, pasando por su monte de Venus hasta
llegar a su vulva, la cual comenzaba a mojarse a ra�z de las incipientes
caricias de Sabrina. T�a y sobrina se entregaron a largos besos y sobeteos que
aumentaron su lujuria. Fue Sabrina la que primero se arrodill� y meti� la cabeza
entre las piernas de su t�a, pasando su lengua por la cuca de �sta y meti�ndola
para lamerla. Zelda se dej� hacer y se apoy� en la pared con cara de felicidad,
mientras su propia sobrina la hac�a el amor. Se prodig� a darle lengua una y
otra vez, sin prisa pero sin pausa, hasta notar que ya estaba h�meda. Fue el
momento en que cambiaron un poco las tornas y fue Zelda quien disfrut� de cada
uno de los jugos que se bebi� de su sobrina, que no paraba de gemir. Cercano el
orgasmo ambas de dispusieron en un 69 l�sbico y se comieron una a la otra sin
detenerse ni un solo momento hasta acabar gritando larga y roncamente de placer
cuando gozaron. Pasado el efecto Zelda se fue r�pidamente a descubrir el
ant�doto y Sabrina a la ducha, con la sensaci�n de que el polvo echado con su
t�a, en cierta medida, mitigaba el dolor de las violaciones sufridas a manos de
Libby y el se�or Kraft. Tras salir de la ducha Sabrina fue a su cuarto,
permaneciendo dos d�as dentro hasta que Zelda llam� a su puerta, cubierta con
una mascarilla y con un frasco en su mano.



-Toma, ponte esto y el efecto quedar� anulado. Me ha costado
un poco pero consegu� dar con la formula. Tambi�n hay novedades que contarte.



Tal y como lo hizo la otra vez, Sabrina se ech� un poco a
ambos lados del cuello y en las mu�ecas. Pasados unos segundos, Zelda se quit�
la mascarilla y olisque� el aire, sonriendo al no notar ese olor a fresas. Le
dijo a Sabrina que bajase a la cocina donde estaba Hilda con S�lem encerrado en
una celda y con un traje de presidiario.



-��Socorro, soy inocente!!, ��Soy inocenteeee!!. Bueno, quiz�
no lo sea-dijo al ver las caras enfadadas de Hilda, Zelda y Sabrina-�



-��Se puede saber que diablos era el potingue que me puse
hace dos d�as??.



-Era una colonia, ya te lo dije�



-��S�LEEEEEEEEEEEEEEEEEEM-grit�, se�al�ndolo con el dedo-!!.



-��De acuerdo, confesar�!!. Era algo que serv�a para que los
dem�s obedecieran mis �rdenes. Todos adoran los gatos, de modo que el perfume
har�a que todos me colmasen de atenciones, y pudiendo hablar, yo�



-�T� qu�, S�lem-pregunt� Hilda-?.



-�yo podr�a ordenar que me llevarais al consejo de magia, y
les convencer�a para que me devolver�an mi poder y mi forma humana.



-��Gato traidor-grit� Zelda-!!. En bueno l�o nos metiste.



-��La culpa fue de Sabrina-protest� �l-!!. El perfume estaba
dise�ado para un gato, no para una persona. Sus efectos no estaban comprobados
en humanos.



-����QUE LA CULPA FUE M�A!!??. TE VOY A�



Hilda y Zelda contuvieron a Sabrina y las tres se reunieron
en asamblea, sin que S�lem las oyera. Fue donde supo que la memoria de Harvey,
Valerie, Libby y el se�or Kraft hab�a sido borrada y no recordar�an nada. Tras
eso, se pusieron a pensar en como vengarse de S�lem.



-���sta vez se ha pasado-dijo Zelda-!!. Necesita un buen
escarmiento.



-�Castrarlo!. Traer� las tijeras�



-�Eso no es suficiente t�a Hilda!. Necesitamos algo m�s
cruel.



-Sabrina tiene raz�n-aleg� Zelda-. Algo muy muy cruel�



-�Tengo una idea-dijo Hilda-!.



Las tres escucharon la idea y sonrieron maliciosamente.
Volvieron con S�lem y le soltaron, diciendo que estar�a castigado durante dos
semanas sin poder entrar en casa.



-Bueno, eso no parece mucho castigo�



-Eso no es todo S�lem-dijo Sabrina-. Antes de irte, haremos
algo m�s�



A la ma�ana siguiente, las tres bajaron a la cocina y se
pusieron a desayunar, con una tranquilidad en sus rostros. En ese instante un
gran maullido son� fuera, seguido de muchos ladridos, pero ellas apenas se
inmutaron.



-��Socorro-se oy� desde fuera-!!, ��socorrooooooo!!,
��Sabrina, Zelda, Hilda, ayudadme, ayudadmeeeeeeee!!.



Las tres se rieron al o�r la desesperada voz de S�lem.



-Pues s� que fue buena la idea de t�a Hilda de rociar a S�lem
con un perfume que atrae a todos los perros de la zona-dijo Sabrina-.



-S�, muy buena-a�adi� Zelda-. Y si a�adimos el castigo de no
entrar en casa, mucho mejor, as� aprender�.



-Aaaahh-suspir� Hilda- que bien sienta la venganza servida en
fr�o. Chicas, ��por la venganza!!.



-��Por la venganza-brindaron las otras dos-!!



Las tres se sentaron a jugar una partida de cartas, ignorando
los gritos de S�lem que constantemente se o�an en la puerta de entrada.



-Sabrina, lo siento; Hilda, ay�dame; Zelda, por favor�Quieto
perrito. Vamos perrito bonito, quieto. �No!, ��para, para!!,
��NOOOOOOOOOOOOOOOO!!...


FIN







Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Sabrina, cosas de brujas: el perfume
Leida: 804veces
Tiempo de lectura: 21minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























follando con su cuñadorelatos eroticos por un accidente cuido de mi padrerelatos eroticos calzasrelatos eroticos jovencitas zorrasrelatos eroticos de insesto mi nietaRelatos me follan como me gusta con 14 snosrelato de como mi padre me fuerza y m deja embarazada"aprete los huevos" relatobdlol.ru vale precozlike relatos porno me cojio me yernitowww.relatos.pornograficos.incestoswww.relatos muy sabrosa la puja se my abiuelodespedida de soltera relatos eroticosmi amiga en lactancia relatos eróticosrelatos eroticos pornoRELATO EROTICO MI PEQUENA MARIANITA Incesto con la abuela relatadosPorno relato amor filial bdlol.rurelatos gay escuela de prostRelatos gay con mi primo en la casaRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezver relatos eroticos con mi tia culona y tetonaIncesto con la abuela relatadosrelatos gay de incesto/relato38899_Me-foll%C3%A9-a-mi-hermanita-de-8-a%C3%B1os..htmlRelatos eroticos de hermanosfollando con lobosIncesto con la abuela relatadosvideos de sexo con la mujer de mi t��o porno mi hijita de 9 añitos relatoRelato mama lesiana incesto relatorelatos eroticos follado por perder apuestame desvirgo mi amigomis hijas durmiendo relatos pornorelatos eroticos no consentidointitle:cura OR inocencia OR ingenua OR tontita OR retrasada OR padre site:sex.pcompas.rume folle a mi hermanita relatosrelatos eroticos mama dormidarelatos eroticos mi padrastro me rompio el culoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos porno amor filial follando hijas bdlol.rumujer folla co vagabundos por placer relatosrelatos eroticos de desvirgando a mi hermanita de 12relatos eroticos de hermafroditasUna noche con los amigos de m� hijo relatos er�ticos relato porno de lesbianas gimiendo siii ah siiii mas aaahhhrelatos eroticos amigo vergonMi marido es un cornudo relatosDesvirgue una jovencita relatosrelatos eroticos abueloIncesto con la abuela relatadosrelatos heroticos vecinitaserotico lesbianasrelatos eroticos padrastrorelato porno cosquillaslos mejores relatos porno gay con mi hermanastro y padrastoUn negro vergudo me violo en el baño relato pornorelatos xxx en mi casa con el culo rotolos juegos proibidos con mi hermanita relatos pornorelatos eroticos como viole a mi hermanitarelatos pies sobrina/relato46367_mi-sobrinita-Maria-de-7-y-yo.htmlrelatos eróticos me f**** a la secretaria del jefeabuelas en bragasIncesto con la abuela relatadosrelato porno juego de mi madrerelatos porno soy facilita desde chiquitarelato erotico suegra y hijarelatos porno incestuososbiberon relatos eroticos