Siempre es inolvidable esa primera vez en
la que uno despierta a la sexualidad. En mi caso, afortunadamente, pude
compartirlo con una chica muy especial y con la hormona bastante, bastante
acelerada.
Su nombre era Flor. En aquel entonces
teniamos 16 ella y 15 yo. Teniamos poco tiempo de haber empezado a salir. Era mi
primer novia, asi que ya se imaginar�n lo contento que estaba. El primer amor
siempre es tan especial. Y ella era una chica realmente linda: Muy bajita,
alrededor de 1.55, cabello cortito, su nariz respingada me encantaba. Era
delgada, su pecho era divino, evidentemente por su juventud bastante firme,
antes no sabia como clasificar las tallas pero me imagino que era un 34 B.
Cintura delgadita y caderas anchas, sus nalgas tambien eran firmes, dejaban ver
mucho trabajo en gimnasia para no engordar. Sus piernas eran divinas, me
encantaba verla de uniforme y ver esos muslos bajo su falda tableada.
Aquella vez, siendo ya epoca de ex�menes
finales, terminando las pruebas teniamos libre toda la tarde, es decir, haciamos
el examen y ya. Ambos est�bamos en escuelas diferentes, asi que cada quien
sab�a del otro hasta llegar a su casa y marcar. Pues resulta que un buen dia [un
martes] coincide con que ambos teniamos libre todo el dia por haber resultado
excentos del examen de ese dia. Entonces, ella me propone ir a desayunar a su
casa.
-��Hola amor! �Tienes mucho que estudiar?
- No, la verdad es que el examen de ma�ana
esta muy sencillo � le contest�- �que propones?
- �porque no vienes a mi casa y te
preparo de desayunar?
- �Me encanta la idea! � le dije �
Salgo enseguida para all�
Tom� mis llaves, mi cartera y me fui a su
casa. En autob�s hacia como 7 minutos, asi que muy pronto estuve en la puerta de
su casa. La idea de pasar un tiempo con ella me encantaba, teniamos una semana
sin vernos por estudiar, y la extra�aba muchisimo. Toque el timbre de su casa:
sali� a abrirme su hermana mayor.
- Hola Edgar � me salud� �p�sale,
vienes a ver a Flor �no?
- Si, me invit� a desayunar, la
verdad la extra�o mucho, asi que no lo pens� 2 veces.
- �Ja ja ja! Me da gusto que la
quieras tanto, es una ni�a muy cari�osa. P�sale que est� en la cocina.
Ahi estaba ella, con un pants y una
playera, parec�a regresar de haber salido a correr con su enorme Antiguo Pastor
Ingl�s [cuyo nombre ya no recuerdo]. Apenas me vi� dej� lo que estaba haciendo y
se dirigi� a mis brazos. Fue increible encontrarla despu�s de una larga semana
de no vernos. Est�bamos juntos y era lo que nos importaba.
- Nos vemos despu�s � interrumpi�
su hermana nuestro encuentro � Me voy a la universidad.
- Ok Adriana, vete con cuidado,
nosotros desayunamos y tal vez nos vayamos a dar una vuelta.
Despu�s de la despedida, regresamos
abrazados a la cocina, donde estaba la mesa puesta y un desayundo delicioso
[para mi era �nico puesto que Flor lo habia preparado]. Platicabamos de la
escuela, de los ex�menes, de la semana tan dif�cil, en fin, cosas de
adolescentes. Yo la miraba. C�mo me encantaba su risa, sus ojos, su voz.
De pronto ella se acerca y me da un beso,
un beso muy rico. Sonreimos.
- Que hacemos �le pregunt� � A
donde quieres ir
-A ning�n lado, quiero que nos quedemos
aqui en la casa, en otro lado no tendremos oportunidad de estar juntos como
aqui.
- Perfecto � respond� � si quieres
vamos a la sala.
- �Vamos!
Tome mi vaso de jugo y nos sentamos en el
sof� de la casa. La platica sigui� pero yo no me cansaba de mirarla. - �que
pasa? � me pregunt� en un momento de silencio de la conversaci�n � Me miras
mucho.
-Sabes que me encantas amor, eres una nena
preciosa
-Gracias, tu tambi�n me gustas mucho amor.
Nos abrazamos, felices. No exist�a nada
mas en el universo que ella para mi y yo para ella. Nos dimos un beso muy
intenso� sinceramente, nunca nos habiamos dado uno asi. Nuestras lenguas
bailaban entrelazadas, nuestros labios se devoraban entre si. Escuchaba su
respiraci�n entrecortada. Me encantaba esa chica, me volvia loco.
De pronto, me doy cuenta que tenia una
erecci�n. A�n nos abrazabamos, pero sentados, ella no se daba cuenta por los
apuros que estaba yo pasando. Jal� uno de los cojines de la sala para ponerlo
sobre mi cintura y que ella no se percatara. Ustedes se preguntar�n, si estaban
solos, �cual era el problema? La cosa aqu� es que ni ella ni yo habiamos tenido
relaciones antes, y no habiamos siquiera contemplado la posibilidad de que
hubiera sexo entre nosotros� Nos separamos un momento y ella me pregunt�
-�Que pasa? Te siento nervioso
- Nada amor no es nada, te amo mucho
- Yo a ti, pero que tienes, estas
muy rojo
-No es nada mi vida, de verdad.
Ella no era tonta, se di� cuenta de que me
estaba tapando la cintura.
-Amor, �porque te pones ese coj�n sobre el
vientre?
No le respond�, me sentia apenado con
ella. Pero su reacci�n, en vez de ser de enojo, fue mas de curiosidad. Estiro su
mano y quit� el cojin. Ahi estaba mi pantal�n guardando mi pene erecto y
doblado. Ahora adem�s de estar inc�modo quer�a que la tierra se abriera.
-Disc�lpame, ese beso me puso muy �hot�
-No tengo que disculparte nada, me gusta
mucho provocar eso en ti, la verdad no me lo imaginaba.
Despu�s de eso, los minutos parecieron
eternos� en silencio. Ella me miraba y yo a ella.
-Edgar� �puedo pedirte una cosa?
Imagin�ndome que me pedir�a que me fuera,
le conteste �Claro nena, dime
- �Me dejarias ver tu pene?
Me qued� helado. Sent� en el est�mago un
fr�o inexplicable� una sensaci�n de exitaci�n como nunca la hab�a sentido en mi
vida. - �Mande? Respond�
- Que si me dejas ver tu pene�
quiero ver como eres, quiero ver lo que provoqu� con ese beso.
Sin dejar de mirarnos, en mi cabeza hab�a
una guerra hormonal que parec�a no tener fin. Con muchos nervios, mir�ndola a
los ojos, desabroch� mis jeans y baje el cierre, para despu�s hacer a un lado mi
ropa interior y tomar mi pene� aun receloso de que me viera.
Ella se acerco y quit� mis manos. Ah�
estaba yo, sentado en su sala con mi pene desnudo y erecto�en uno de los
momentos mas er�ticos de mi vida.
- Es muy bonito� - dijo por fin. � �Que
sientes?
-Siento muchos nervios, en mi pene como
mucha ansiedad� mucho calor�.
-�quieres que lo toque?
Estaba llegando demasiado lejos. Flor me
estaba pidiendo tocar mi pene. De verdad que era m�s de lo que hubiera imaginado
esa ma�ana.
- Si � dije muy bajito�
Ella acerco sus manos y lo sob� sin
apretarlo. Lo sobaba sintiendo la piel tibia a lo largo del miembro. Lo miraba
como quien mira un juguete nuevo. Mi respiraci�n era mucho m�s r�pida que la de
ella. Parec�a que se tomaba su tiempo, que disfrutaba lo que hacia y lo que me
hacia sentir.
Despu�s de acariciarlo unos momentos, me
mir� a los ojos y lo tomo entre sus dedos. Sonriendo, empez� a subir y bajar su
mano apretando mi pene, muy suavemente. Mis ojos se salian de las �rbitas.
-As� es como lo hacen ustedes �no? � me
pregunt�
- Sssi� como sabess�
- Entre mujeres nos platicamos,
amor. Ten�a curiosidad si tu lo hacias.
- Si, no te niego que nno me
masturbo de vez en cuannn do� pero nunca como me estoy sintiendo ahorita
Mi cabeza daba vueltas. Estaba muy
exitado. Ella me besaba mientras me masturbaba con su mano. - �te gusta? -
Pregunt�. � Si mi vida me encanta� sigue-
Ella, sin embargo, se detuvo. Se levant� y
sali� de la sala. Regres� pocos segundos despu�s
- Fui a poner el seguro de la
puerta, uno nunca sabe
Diciendo esto, se par� frente a mi, y
lentamente empez� a quitar su blusa. Yo la miraba vuelto loco.
-Ahora mirame tu� - me dijo mientras
desabrochaba su sost�n. �Quiero que me mires Edgar�
Ella estaba muy exitada ahora. Desnuda de
la cintura hacia arriba, se sento sobre mis piernas y me acerc� a su pecho. La
sensaci�n de estar entre sus senos desnudos era increible, instintivamente
sujet� uno entre mis dedos mientras el otro lo lamia�
-Asi mi vida� c�meme� - decia entre jadeos
Lam� sus pezones como un beb�. Estaban
erectos, los sent�a dur�simos entre mis labios. Ella respiraba agitadamente y
hacia su cabeza hacia atr�s. Tom� mi playera y me la levant�.
- Quitate la ropa, vamos a vernos
desnudos � me pidi�
- Si mi vida, lo deseo mucho amor
� Le respond�, mientras torpemente bajaba mis pantalones al suelo. Ella me
miraba mientras se daba la vuelta y dejaba caer al piso sus pants y sus panties.
La exitaci�n nos hizo su presa. Nos bes�bamos y nos toc�bamos. Verla desnuda era
un sue�o para m�. Ella me masturbaba suavemente, yo no pod�a separarme de sus
senos ni de sus nalgas�Los dos gemiamos. Mi mano bajo a su entrepierna y sent�
su humedad.
- T�came � Me pidi� - -T�came el
cl�toris
Me gui� con su mano a donde quer�a que la
masturbara. Est�bamos de pie, desnudos, masturb�ndonos mutuamente. Dos
adolescentes completamente exitados, viviendo nuevas sensaciones. Sent�a su
humedad entre mis dedos, la frotaba mientras acariciaba su piel desnuda, de vez
en cuando le chupaba el pecho. Ella gem�a, masturbandome y sob�ndome los
test�culos. Las sensaciones de placer crec�an cada vez mas�
- Amor� - me dijo ella. � No
quisiera que hicieramos una tonteria. �Quieres que nos masturbemos nada mas? �No
quieres penetrarme?
Ante lo inesperado de la situaci�n, sin
preservativos, y con toda la inexperiencia del mundo, mi cabeza por fin us� el
cerebro: - Vamos a intentarlo otro dia� despues de platicarlo..
-Te amo mi vida
-Yo tambien te amo
- �Quieres eyacular? � Pregunt�
derritiendome con su pregunta. [no pude dejar de sentir ternura que ella conocia
asi al orgasmo masculino, por su nombre �t�cnico�]
- Por supuesto que si mi vida, �tu
quieres venirte en mis dedos?
- �venirme?
- Asi se dice mas coloquial�.
Dejarte venir� venirte�..
-Hazme venir nene� quiero explotar entre
tus brazos�
La abrac� con todas mis fuerzas, bes�ndole
los hombros, el cuello. Ella dej� de masturbarme para detenerse de mis brazos.
Esa sensaci�n de sentirse protegida y amada me puso m�s a mil, haciendo que le
frotara con mas intensidad pero sin lastimarla. Nos bes�bamos, mientras ella
gemia�.
De pronto lleg�, abri� la boca para dejar
escapar un grito que se ahog� con mis labios�. Dobl� sus rodillas mientras se
deten�a de mis brazos� Hab�a llegado al cl�max como nunca lo hab�a sentido:
comparti�ndolo en pareja.
Mir�ndola con ternura, ella se recuper� de
su orgasmo, y bes�ndome, retom� su labor. Se sent� en el sof� mientras
masturbaba mi pene, yo la sujetaba del cabello y ella me detenia con una mano de
las nalgas, y con la otra frotaba y frotaba, sin dejar de ver mi rostro perdido
por el placer.
Sin que me lo imaginara, deje de sentir
sus dedos aprision�ndome, para descubrir otra sensaci�n: ella lo habia empezado
a chupar. Baje la mirada y ahi estaba ella, chup�ndome el pene con mucho cuidado
pero con mucha exitaci�n. El verla asi bast� para sentir que estallar�a en un
segundo, y se lo dije: �Amor, me vengooo�. Ella se apart�, y masturbandome
fren�ticamente, hizo que explotara como pocas veces recuerdo que me haya
sucedido. Mi semen cay� en sus senos y en el suelo, que afortunadamente no era
alfombra sino mosaico. Ella me miraba feliz, feliz de lo que habia sucedido
entre los dos.
- No quise que explotaras en mi
boca, porque me gan� la curiosidad de ver como te ven�as � me explic�
Se levant� del sof�, nos miramos y
reimos�. Atravezamos una barrera que no creiamos que ibamos a pasar, por lo
menos no esa ma�ana. Nos besamos y nos vestimos, para despu�s abrazarnos y
platicar esa nueva experiencia�