Relato: Luisin (I) Bueno empezaré presentándome,
mi nombre es Jorge, muy común ya sé, tengo 28 años tengo
un título de cuarto nivel, Magister en Control Ambiental, trabajo para
una empresa privada dedicada a la construcción de vías, gano buen
dinero, mido 172 y peso 75 Kg. Soy de piel blanca mi pelo es claro, soltero,
guapo; no tengo por que decir otra cosa pues mi éxito con las chicas
ha sido rotundo desde cuando cursaba el bachillerato, he dejado de estudiar
hace un año cuando conseguí mi último título, y
ya no pienso seguir adelante con el estudio. Ya me cansé de eso, me encanta
el deporte principalmente las pesas, tengo un mini gym en mi depar y también
disfruto pescando. Bueno me parece a mí mismo pesada la descripción,
así que mil disculpas.
Les contaré que siempre me he considerado heterosexual, mis encamadas
con las chicas siempre han sido fabulosas, pero desde hace seis meses atrás
soy bisexual, les contaré de la manera más detallada cómo
sucedió. Mi afición por comer carne de cerdo en lo que se llama
en mi país el "HORNADO", tuvo la culpa de mi nueva faceta,
mientras comía un pedazo de hornado y mi diente central se fracturó,
tuve que recurrir al dentista uno recomendado por una amiga su nombre es Luis
un tipo alto como yo y muy atractivo, fui allá y mientras me revisaba
y arreglaba un poco mi pobre diente acostado en la camilla miraba sus ojos negros
y expresivos, no sé porqué lo hice, me tomó un molde y
dijo que volviera al día siguiente. Lo hice y saliendo del trabajo fuí
a la consulta, era jueves, me recosté en el sillón muy tirada
la camilla para abajo para mi forma de pensar cosa que me extrañó
pero no hice mayor caso, luego de trabajar en mi diente, se paraba y se sentaba
de tal forma que su bulto quedaba casi en mis ojos un frío intenso pasó
por mi nuca y no sé por qué casi estiro la mano para tocarlo,
me repuse casi de inmediato y me enojé conmigo mismo por esa tontería
YO TOCANDOLE LA VERGA A OTRO HOMBRE... no podía ser.
De pronto Luis se paró abrió su cremallera sacó su hermoso
y rico pene y me lo puso en la boca, mis ojos casi se salen de sus órbitas
no lo podía creer un olor mezcla de orines y semen llegó directamente
a mi cerebro y como autómata abrí mi boca para recibirlo lo lamí
y traté de morderlo de mamarlo estaba loco, en eso estaba cuando la puerta
sonó. Quién dijo Luis, yo mi amor, una voz femenina, y enseguida
el ruido de la puerta abriéndose, su verga desapareció de mi boca
como por encanto ocultada apenas por la bata blanca de médico. Pasa amor
ya termino le dijo a su mujer y mientras ella pasaba al escritorio oí
el ruido del cierre, tosí para amortiguarlo, para que ella no se diera
cuenta y me levanté, Bien me dijo mañana venga para pulir su diente,
salí como autómata tomé un taxi y fui a mi depar, cuando
iba subiendo con mi cabeza todavía volando por lo sucedido me di cuenta
que el sitio donde aparco mi auto estaba vacío, así que maldiciendo
tomé otro taxi y me regresé a buscar mi auto. En la noche pensando
en lo ocurrido me masturbé como un loco y no lo hacía desde que
salí del bachillerato. La leche me bañó el pubis el estómago
el pecho salió tanta que me asusté y luego me sentí muy
mal al masturbarme pensando en la verga de otro hombre era una locura algo que
no podía pasarme, casi no dormí aquella noche.
Viernes, llegué a la consulta confuso asustado y con ganas de caerle
a golpes, luis me abrió la puerta y todas mis intenciones se fueron al
tacho de basura, su sonrisa amplia y sus ojos morenos me pararon en seco, sin
decir nada me señalo la camilla, acosté mi cuerpo allí
y con mi dedo señalé mi diente me molestaba una puntita de la
obturación que rozaba mi labio superior, tocó con sus dedos y
me dijo que no había nada, que sí le dije algo molesto por lo
que levantando mi labio superior acercó su boca a la mía y procedió
a tantear la puntita con su lengua mi verga se erectó al instante y Luis
seguía con su exploración lingual saqué la mía y
la rocé mientras mis manos tocaban su bulto y se sentía una verga
bien erecta, separó su lengua, pero mi mano seguía aferrada a
su verga y tomando el taladro limó esa puta punta y volvió a pasar
su lengua. Ya está me dijo se levantó hizo a un lado mi mano y
apareció su verga en todo su esplendor, la tomé hipnotizado y
me la llevé a la boca, empecé a mamarla como a mi me lo hacían
mis amantes de turno, mientras su mano tocaba la mía por encima del pantalón,
lo hice muy bien pues al cabo de unos segundos un chorro de caliente y espesa
leche inundó mi boca me la sequé y él la tomó terminando
de masturbarse sobre mi cara dejándomela toda mojada de su leche, me
levanté rápido y lo que tenía en la boca la eché
en la escupidera. Debiste tragarla me gritó y haló para atrás
me la volvió a meter en la boca y se la dejé bien limpia tenía
un sabor algo salado pero era deliciosa, luego con una toalla me limpió
la cara, y como que no había pasado nada me dijo que me invitaba a tomar
una copa en su casa, por favor se puntual, a las ocho, y caminó al escritorio,
yo salí peor que el día anterior, le había mamado la verga
a un hombre había tragado algo de su semen sentía la cara medio
reseca y lo peor.... me había gustado.. si que estupidez pensé
me gustó mamarla y que terminara en mi boca. Llegué a mi depar
y sentado en un sillón pasaron las horas yo tenía sólo
en mi mente la hermosa verga y en mi boca su sabor. El ruido del teléfono
me sacó del trance era Inés que me recordaba que esa noche salíamos
y que llevara suficiente lubricante pues quería que le dé por
el culo toda la noche..
Mira amor, le dije, perdóname pero no puedo e inventé la excusa
que mi hermano me visitaba. Bien respondió, tu te lo pierdes recuerda
cuanto tiempo has rogado por mi culo y cuando me decido a dártelo no
lo quieres... Pero Mi amor y clic me colgó.
Mi mente no tenía otra cosa que Luis llenándola y mi boca saboreaba
con anticipación su verga. Que idiota, si no se ni dónde vive
ni quién es, cuando iba a tomar el teléfono para llamar a Inés
y disculparme, encontré su tarjeta sobre la mesita, casi salto de alegría,
la leí y vivía algo lejos de mi casa, el reloj, cuarto para las
ocho, casi con toda la ropa puesta entré al baño y recuerdo que
mientras el agua caía de la ducha terminaba de quitarme los pantalones,
fue una ducha rápida me puse algo y salí raudo recordando su pedido
de puntualidad.
Cuando llegué lo vi saliendo de su casa acompañado de su "amor"
la reconocí enseguida pues llevaba el mismo vestido que cuando se presentó
en el consultorio, Luis estrechando mi mano, me presentó a su esposa
subimos a su auto luego de acomodar una pequeña maleta a mi lado partimos
al aeropuerto, en el trayecto decía a su esposa que le diera sus saludos
a su madre y bla. bla.bla...
Llegamos y anunciaban el vuelo que ella debía coger, uno al sur, abordó
y nosotros salimos, sonrió y me dijo, te das cuenta ella se va a ver
a su madre y regresará el martes, vamos. Salimos corriendo abordamos
el auto y en menos de 10 minutos estabas sentados en la sala con una copa en
la mano conversando de los más animados de esto y lo otro sin llegar
al tema del sexo...
Al levantarse a servirme la enésima copa, rocé su trasero con
mi mano y volteándose me regaló una tierna sonrisa, regresó
y me entregó una copa se arrodilló ante mí y sin palabras
bajó mi cierre extrajo mi verga de su encierro y se dedicó a atormentarme
oliéndola por mucho rato, hasta que por fin, su boca empezó a
darme lametones en toda la verga, para luego mamármela de una manera
tan rica que me mandó al cielo con la primera mamada. Era algo fabuloso
ni siquiera Inés, que según ella había aprobado un curso
semi presencial de mamada, lo hacía tan bien, que solo pasaron como 15
segundos y le llené la boca de leche que el saboreaba y se la tragaba,
lamía sus propios dedos y hasta un trocito de mi pantalón en donde
había un goterón también lo lamió, sin decirme nada
se sentó a mi lado tomó su vaso y continuamos con la insulsa conversación
sobre la pesca que habíamos interrumpido. Parecía que no había
pasado nada, yo no atinaba a decir palabra sólo miraba sus labios aún
mojados de semen que se movían al hablar de una manera sensual y su sonrisa
amplia que me volvía loco. terminamos la copa que teníamos y.
Bueno Jorge te toca a ti servir...
Me levanté y sentí su mano acariciar mi trasero de una manera
sutil, llené los vasos y regresé. Luis se había sacado
la verga y se estaba haciendo una rica paja, tenía el glande muy hinchado
rojo casi llegando a morado y sus líquidos seminales mojaban toda la
cabeza de esa verga que la veía sin poder hacer nada, estiró la
mano libre para tomar su vaso y sin pensarlo me arrodillé ante su rica
verga y la tomé con mi boca la empecé a deslizar hasta la garganta
mientras mi lengua se enroscaba en el glande saboreando su primeras gotas de
leche, cuando me separé para tomar aire, Luis aprovechó para bajar
hasta los tobillos su pantalón junto con sus, ..... que... no eran calzoncillos
era una tanga femenina de encaje negro, levantó sus piernas dejándome
ver su lindo y rosado ano sin pelos que me hacía pucheritos invitándome
a lamerlo, lo hice lamiendo desde su escroto sin pelos hasta llegar a su ano
su olor era embriagador me dediqué por completo a su ano mi lengua se
perdía en él y Luis seguía levantado las piernas, tomó
mi mano que ayudaba a sostener una pierna la haló hacia su orificio y
comprendí lo que quería mi dedo se enterró hasta el nudillo
en su recto, soltó un gemido sordo y cuando mi boca llegó a apoderarse
de su verga sentí las contracciones anales seguidas de un potente chorro
de leche que se estrelló en mi garganta traté de tragarlo toda
pero era mucha la cantidad que se escapaba por mis labios su sabor era delicioso
y busqué con mi lengua lo que había caído sobre su escaso
pubis y seguí lamiendo sin sacar mi dedo de su culo. Sentí que
sus manos empujaban mi cabeza y me tumbé en el sillón. Luis se
levantó se quitó los zapatos el pantalón y subió
la tanga que se le perdió entre los cachetes del culo y subió
las escaleras. Me dolía la garganta y ardía un poco también
así que apuré el vaso tratando de pasar el salado sabor que permanecía
en mi boca.
Oí unos tacones golpeando el suelo regresé la mirada buscando
de donde provenían y Santo cielo era Luis, traía un liguero color
negro con medias de igual color y una mini tanga por la cual escapaba su verga
erecta un sostén también negro que contrastaban bellamente con
su piel rosada, los labios pintados de un color casi morado bellamente maquillado,
unos tacones de vértigo, me quedé como de piedra viéndolo
venir hacia mí con su amplia y seductora sonrisa, si no hubiera sido
por la verga que erecta apuntaba al cielo yo hubiera jurado que se trataba de
una hermosa hembra, llegó a mi y sin decir una palabra me empezó
a quitar la camisa, el pantalón, me dejó desnudo ante mi pasividad,
me haló de la verga contoneando sus nalgas me llevó gradas arriba
yo lo seguía con mi vista pegada a su culo llegó hasta un cuarto
en donde había una enorme cama me entregó un tubo de KY se puso
en cuatro patas sobre la cama dejando su culo en pompa y moviéndolo como
una verdadera puta. Mi verga casi al borde del orgasmo por la hermosa visión
de ese trasero, tiré de los cordoncitos de la tanga y ahora si podía
admirar ese culo, qué culo, como el de una verdadera hembra amplio sin
pelos y su ojete rosado acerqué mi lengua y lamí, lamí
con verdadera pasión mientras mis manos acariciaban sus redondas nalgas
tocaba sus huevos duros y contraídos, le pajeaba, tomé el lubricante
y me lo puse en la verga, otro poco con mi dedo introduje en su ano que me lo
apretó y sin más clavé mi verga que fue devorada por su
ardiente recto, que delicia sus paredes internas se ajustaban a mi pene como
un guante y sentía como me apretaba su esfínter, mis huevos se
estrellaron con los de Luis y regué abundante semen en sus intestinos
sintiendo recién la necesidad de bombear su culo me empecé a mover
adentro afuera, adentro afuera y luego de algunas embestidas volví a
sentir otro orgasmo dándole a Luis otra ración de leche, mis piernas
ya no me sostenían así que salí de él y hubo un
sonido como de corchete, su ano dilatado seguía abierto y Luis pujando
soltó un sonoro pedo con el que salió parte de mi leche, Luis
seguía pujando y contrayendo el culo para la leche saliera de él.
Cuando me di cuenta Luis también se había venido regando su leche
sobre el cubrecama. repuesto se levantó y me dijo ven descansa o quieres
otra copa??, asentí con la cabeza y fue por otros dos tragos que los
bebimos como si nada. Esa forma de actuar de Luis me enloquecía, le había
culeado soltándole dos lechazos estaba vestido de mujer me había
bebido su leche y él la mía y actuaba como si nada estuviera pasando.
Bueno amigos esta historia continuará, les contaré luego como
fue que me la metió a mí y como lo disfruté y todas las
locuras de ese grandioso fin de semana, me encantará que me enviaran
sugerencias para probarlas con mi amigo y amante. Me encantan ahora las fotos
de hombres desnudos y con sus vergas erectas, las recibiré con mucho
gusto y contestaré todas sus cartas. Si quieren compartir sus experiencias
gays conmigo las leeré y me masturbaré a solas o con Luis.
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Relato: Luisin (I)
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