Un castigo para la suegra
-Antonio �
"Julia?, esta usted bien?" Antonio echo una mirada dentro de
la habitaci�n mientras abr�a un poco la puerta en medio de la oscuridad. La
habitaci�n era muy imponente era la recamara mas grande de la casa, y es que se
trataba de la habitaci�n de su suegra.
Abri� un poco mas la puerta e ingreso silenciosamente,
cerrando la puerta tras de El, "Se�ora se encuentra bien?" Otra vez el silencio.
Su vista r�pidamente empez� a adaptarse a la oscuridad del cuarto, Antonio vio
la figura inerte de su suegra acostada cerca de la orilla de la enorme cama
estilo Rey.
Desde donde estaba pod�a escuchar el sonido del televisor en
la sala fuera del cuarto, aun estaba trasmitiendo el partido de football. Era
obvio que la madre de su esposa se encontraba totalmente embriagada. Antonio
sabia que era costumbre de su suegra tomar hasta embriagarse cuando discut�a con
su marido.
Y es que hacia algunas horas su suegra hab�a llegado hasta la
sala y hab�a iniciado un tremendo pleito con su marido reclam�ndole porque
solamente se dedicaba a ver el partido en la televisi�n y no le prestaba
importancia. Antonio sab�a que muchas veces la se�ora se comportaba como una
santa, siendo una mujer agradable y simp�tica, pero en algunas ocasiones gracias
a su mal genio se volv�a una verdadera molestia, esa noche hab�a sido una de
esas ocasiones, su suegro hab�a salido de la casa hacia unas horas furioso y
cansado de escuchar los reclamos de su mujer por el partido, hab�a decidido
salir a la calle a mirarlo en otro lugar. Antonio no hab�a podido acompa�arlo
porque su esposa hab�a salido a visitar a unas amigas aprovechando que su marido
ver�a el partido con su padre y en cualquier momento lo llamar�a para que fuera
a recogerla.
En este momento Antonio pensaba que su suegra era una mujer
realmente dif�cil y amargada. Pero aun as� tenia que ser tolerante, aun no
ganaba lo suficiente para poder dejar de vivir en la casa de sus suegros y
alquilar su propia casa con su esposa. Pero esta noche era diferente estaba
molesto por la situaci�n que su suegra hab�a causado.
Primero Antonio verifico que su suegra aun respirara, se paro
junto a la inerte figura, miro la cara de esta que era alumbrada por la poca luz
que ingresaba por la ventana de la calle. Se ve�a descansar tranquila, miro su
cara, su suegra a pesar de su agrio car�cter y de su edad era aun una mujer
atractiva, una mujer que seg�n El se conservaba de buen ver para sus 56 a�os. Su
suegra siempre vest�a elegante y fina, como toda una dama que era.
Antonio la miro detenidamente, estudio la forma de su boca,
la curva de sus labios, su ment�n fino, la mirada de Antonio lentamente empez� a
bajar por su cuerpo, sus senos eran grandes, sus caderas anchas y unas piernas
largas y torneadas. Todo en su suegra estaba muy bien a excepci�n de su
car�cter.
Saliendo de su trance, Antonio camino hacia la c�moda y saco
una sabana, la extendi� y la coloco sobre el cuerpo de su suegra, cubri�ndola
casi completamente hasta que cuando iba a cubrir sus hombros El se detuvo.
La lengua de su suegra se hab�a deslizado fuera de su boca, y
hab�a humedecido sus carnosos labios. El mirar esto hizo Antonio mirara de nuevo
detalladamente la belleza de su suegra, subi� la sabana cubri�ndole hasta el
ment�n, luego se sent� en la orilla de la cama a la altura de la cadera de su
suegra mir�ndola silenciosamente.
Lentamente y con cuidado Antonio coloco una de sus manos
sobre la cara de su suegra, deslizo sus dedos suavemente sobre los h�medos
labios de su suegra. Esta nunca se movi�.
Antonio respiro profundamente, estaba un poco nervioso, que
estaba haciendo?, en ese momento no lo sabia.
Su dedo se movi� de nuevo sobre los labios de su suegra,
movi�ndolo despacio, su otra mano fue hasta el cabello de esta y lo acaricio,
despacio deslizo su dedo dentro de la boca de su suegra, sinti�ndolo hacer
contacto con sus dientes, su otra mano descendi� de su cabellos y acaricio su
cuello, sent�a la suave y lisa piel de su suegra, esto hizo que su coraz�n se
acelerara.
En ese momento disfruto del estado en que se encontraba su
suegra, completamente dormida, sonri� pensando que ella nunca sabr�a lo que le
hab�a hecho. Antonio se inclino entonces hacia delante y coloco sus labios sobre
los de su suegra, su lengua recorri� sus labios, pod�a sentir el aliento de su
suegra delatando el alcohol que hab�a bebido. Un impulso primitivo se apodero en
ese momento de El, un impulso de dominar a aquella madura mujer y cogersela
despiadadamente, era un sensaci�n nueva y extra�a, El siempre hab�a sido un
hombre muy tranquilo.
Antonio se levanto y tomo las manos de su suegra entre las
suyas, la miro, pensaba en cuanto deseaba controlar a aquella mujer, demostrarle
que El si era realmente un hombre y que tenia mas car�cter que su suegro, quien
simplemente hab�a salido de la casa para evitar escuchar los reproches de su
esposa. Con una de sus manos bajo la sabana hasta la cintura, miro sus senos
moverse al ritmo de su respiraci�n, su mano fue sobre uno de ellos y los palpo
sintiendo la textura y elasticidad de los carnosos globos.
Separando sus manos a los lados, Antonio sujeto la costosa
blusa de su suegra y la rasgo por el pecho, los botones volaron por los aires,
la tela cedi�, un sost�n negro cubr�a sus grandes carnes, era del tipo sin
tirantes, as� que Antonio lo bajo viciosamente exponiendo sus grandes senos
adornados con redondos y oscuros pezones.
Los pezones de su suegra eran de por lo menos una pulgada de
ancho, suaves y oscuros, Antonio pellizco uno con sus dedos, mirando la reacci�n
en la cara de su suegra, era obvio que esta estaba completamente sedada por el
licor y que no hab�a sentido nada, sujeto el otro pez�n y repiti� la acci�n, su
suegra no emiti� ning�n quejido de dolor, mas sin embargo sus pezones se estaban
endureciendo ante mi �spera caricia.
Pronto Antonio reemplazo sus manos por sus labios, empez� a
mamar los pezones de su suegra, meti�ndolos completos en su boca, El sent�a la
suave textura de estos ahora en su boca.
Antonio quer�a mas, quer�a que su suegra sufriera por la
humillaci�n que le hab�a hecho a su suegro, entonces bajo la sabana
completamente quit�ndola de su cuerpo, luego solt� el cierre de un costado de la
falda de su suegra volte�ndola de medio lado, hasta casi quedar boca abajo y
bajo la falda completamente hasta sus pies, la �nica prenda que su esta llevaba
bajo su falda eran sus medias blancas, Antonio se excito al mirar la forma en
que estas se adher�an a su piel, destacando sus pronunciadas caderas y la oscura
grieta entre sus nalgas.
Antonio sinti� rabia, en ese momento se dio cuenta que ni su
propia esposa, hija de esta mujer, estaba tan buena como ella. Aunque su esposa
era menor, la madre estaba mejor, con un fuerte y r�pido movimiento Antonio bajo
las medias de su suegra y se las quito.
Una de sus manos azoto el trasero de su suegra, gozo al
sentir su mano hundirse en las gordas nalgas de esta, la piel enrojeci�
r�pidamente, entonces la volteo completamente quedando esta de espaldas. Gran
cantidad de pelo pubico sobresal�a por la grieta entre sus nalgas por detr�s,
Antonio suspiro profundamente cuando su mano recorri� la gruesa mata de pelos, y
llego hasta su sexo.
En ese momento Antonio deseaba cogerse a su suegra con todas
sus fuerzas, demostrarle que El si era un verdadero hombre, deteni�ndose un
minuto se retiro y r�pidamente se quito la ropa, su verga se encontraba
completamente dura, El separo con sus manos las nalgas de su suegra antes de
arrodillarse y meter su cara entre ellas muy cerca de su raja.
Antonio pod�a ver la enorme raja de su suegra surgiendo ante
sus ojos, solo El sabia cuanto deseaba deslizar su lengua sobre esta.
-Julia-
La primera sensaci�n que Julia experimento hab�a sido dolor,
sus pezones hab�an sido pellizcados fuertemente, ahora se encontraba boca abajo
con su boca y nariz apretadas contra la almohada casi impiendole respirar.
Una mano acariciaba sus nalgas, y recorr�a la raja entre
ellas, cuando Julia quiso voltearse para revelar que hab�a despertado, su marido
separo un poco mas sus piernas, un soplo de aire fresco llego hasta su vagina
que se encontraba levemente h�meda, Julia sinti� un escalofri� mientras un dedo
trazaba su recorrido entre sus nalgas, decidi� esperar un poco mas antes de
reaccionar, entonces Julia sent�a como su marido retiraba su mano de su raja y
r�pidamente se quitaba la ropa, luego este volv�a a inclinarse y separaba con
sus manos sus nalgas, apenas pudo reprimir un gemido al sentir la h�meda lengua
de su esposo, chupando la longitud completa de su raja, ella permaneci� quieta,
pronto la lengua de nuevo se deslizaba sobre su sexo, apenas explorando con
placer entre sus piernas. Un mojado dedo r�pidamente resbalaba dentro de su
raja, causando un gemido de placer que escapo de sus labios, le tomo mucho
esfuerzo seguir quieta despu�s de esta tremenda embestida, el dedo se meneo
r�tmicamente dentro de su vagina.
Julia trato de recordar lo que hab�a estado haciendo aquella
noche, los sonidos del partido eran todav�a muy fuertes en la sala contigua,
pero entonces Julia pens� que hacia su marido entre sus piernas si estaba
mirando el partido, un recuerdo vino a su cabeza como un rel�mpago, se acord�
que su marido hab�a salido furioso de la casa, adem�s su marido nunca le hacia
el amor cuando beb�a, parec�a que el licor causaba que su pene no se parara y
sabia que el hab�a estado bebiendo toda la tarde. Entonces quien estaba ah�?
Dos dedos ahora la penetraban con un movimiento r�tmico e
incluso fuerte. Era como si a la persona que la tocaba no le importara si ella
estaba excitada o no. Simplemente buscaba su propio placer, sinti� como este
hombre apretaba su duro pene contra su pierna. De pronto Julia se asusto, que
estaba pasando?.
Repentinamente Julia sinti� como El hombre se acercaba mas a
ella y hund�a su pene profundamente dentro de su raja, un peque�o gemido escapo
de sus labios, era una mezcla de placer y dolor, el miembro que la estaba
penetrando definitivamente no era el de su marido, este se sent�a mas largo y
mas grueso, sent�a unas gordas pelotas golpear contra sus nalgas abajo en la
entrada de su vagina. Julia levanto sus caderas permitiendo que este hombre la
penetrara aun mas profundamente, permaneciendo aun con los ojos cerrados.
El hombre empez� a penetrarla salvajemente, buscado su propio
placer, viciosamente la penetraba cada vez con m�s fuerza y vigor. Al principio
fue un poco doloroso para Julia pero pronto sus jugos hab�an lubricado
completamente su raja y el miembro que la penetraba, haciendo que su dolor se
transformara en placer, haci�ndola gozar, pero a la persona que se la estaba
cogiendo parec�a no importarle si ella gozaba o no solo buscaba su propio
placer, us�ndola como un juguete sexual, esto la excitaba mas.
La cama debajo de ellos se mec�a y se sacud�a ante la fuerza
con que este hombre se la cogia, ella no pod�a controlarse empez� a mover sus
caderas r�tmicamente acopl�ndose a la ruda y excitante penetraci�n que le
estaban dando. El hombre que se la estaba cogiendo era el mejor amante que hab�a
tenido jam�s.
Exactamente en el momento en que Julia estaba por alcanzar la
cima de su placer, el hombre retiro su dura verga de su raja, lo sinti�
r�pidamente moverse acercando su verga a su cara de medio lado, ella permaneci�
con sus ojos cerrados, tratando de estar tranquila, entonces volvi�ndola boca
arriba este meti� su verga entre sus senos y los junto con sus manos, comenzando
a cog�rsela entre ellos, este pellizcaba sus pezones suavemente mientras
sosten�a sus pechos juntos. Este hombre por sus gemidos estaba cerca de su
orgasmo.
Sacando su verga de entre sus senos, este hombre lo acerco a
su cara, Julia sinti� como frotaba su enorme verga contra su cara y sus h�medos
labios, incapaz de controlarse Julia saco su lengua para chupar ese miembro.
El hombre re�a maliciosamente y entonces dec�a "OH si voy a
regarme en su cara suegra!"
Era Antonio! El esposo de su hija, Julia sinti� la sangre
congelarse en sus venas, mientras Antonio volv�a a bombear su verga entre sus
senos nuevamente, por sus sonidos su yerno estaba por llegar al orgasmo en
cualquier momento.
Julia se imagino a su hija y a su yerno, que tenia sobre
ella, porque EL le hacia esto?, que hab�a pasado?.
El primer disparo de esperma sorprendi� a Julia, cayendo
sobre su mejilla y sobre sus labios, sinti� el ardiente liquido mojar su piel,
otro espeso disparo de semen cayo sobre su barbilla tambi�n cerca de su boca,
Julia sent�a como su cara era llenada con toda la abundante leche que sal�a del
pene de su yerno, mientras este entre gemidos gozaba de su propio placer.
Antonio se levanto inmediatamente y comenz� a vestirse
apresuradamente, le tomo solo unos segundos. Julia lo o�a moverse en la
habitaci�n, luego lo escucho sentarse en la cama a su lado, Una de sus manos la
puso sobre su cara y froto todo su pegajoso semen contra su piel, Antonio abri�
con sus dedos los labios de su suegra y hundi� un dedo completamente lleno de su
esperma dentro de su boca, limpiando su dedo entre sus dientes y con sus labios,
hasta dejarlo limpio. Antonio inclino su cara y hablo a su suegra "Quiz�s la
pr�xima vez que se emborrache yo me la cogere de nuevo suegra". Luego Antonio se
levanto y salio fuera de la habitaci�n dejando la cara y boca de su suegra
completamente llena de su salado esperma.
Julia estaba muy inquieta, como pod�a pensar que ella
estuviera tan bebida!, era un insensato, entonces deslizando su lengua fuera de
sus labios, probo el sabor del semen de su yerno. Permaneci� en la cama, despu�s
de quiz�s 10 minutos Julia se giro de medio lado en la cama, se sent�a culpable
por lo que hab�a hecho, culpable por su hija. Aun cuando lloro una mano se
deslizo entre sus muslos hasta su mojada raja, con uno de sus dedos comenz� a
acariciar su cl�toris, provoc�ndole un gemido de placer mientras sollozaba.
Julia se sent�a muy culpable, pero no por su hija, sino por
los deseos que sent�a en ese momento de volver a tener sexo con su yerno.
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