Mi amigo y yo tenemos trece a�os y nos conocemos desde
jard�n, siempre fuimos muy buenos amigos y nos contamos todo, yo viv�a en su
casa y �l viv�a en la mia, fuimos a la colonia juntos y ahora, a punto de
finalizar nuestro primer a�o de secundaria, inseparables.

Un d�a est�bamos en la vereda de su casa cuando me dijo que
quer�a contarme algo, pero que no se animaba, que si lo hac�a no deb�a
contarselo a nadie� Me lo hizo prometer por mi vieja. Un misterio�

Nos fuimos para dentro de su casa, en donde en la parte de
atr�s se encuentra una especie de taller que anta�o hab�a sido de su abuelo y
que ahora adem�s de trastos viejos y herramientas herrumbradas, serv�a para
contener todos los motores y filtros de la pileta de nataci�n que estaba frente
a �l, en el patio. Desde que su abuelo no estaba ya m�s con nosotros, el taller
era nuestra guarida, en lugares estrat�gicos ten�amos todo lo necesario para
gozar de todas nuestras fantas�as, que en un tiempo eran de aventuras, pero que
�ltimamente eran netas fantas�as sexuales� Por supuesto me refiero a revistas
porno y fotos.

Pens� que se trataba de una revista nueva o algo asi, pero
las pocas palabras que me dijo me dejaron helado. Sus palabras textuales fueron:
"�le estoy tocando el culo a mi mam� y ella nunca me dice nada�",
yo no sabia que contestarle y me qued� en silencio� Claudio me pregunt� si me
gustaba su mam�, yo no sab�a que decir, pero me arm� de valor y le dije que era
linda y que ten�a un cuerpazo� Que estaba b�rbara !! Sonri� y me respondi� que
cuando �vamos a hacer los deberes a su casa �l me observaba cuando yo le miraba
el culo, y realmente me tranquiliz� al decirme, que a �l no le molestaba que a
m� me guste, que le mirara las tetas y el culo todo lo que quisiera� Desde all�
la premisa era hacerce pajas evocando y pensando en la figura de Alicia, su
madre, y asi formamos, el exiguo club de admiradores de ella.

La madre de Claudio tiene 39 a�os es de mediana estatura (1,60),
rubia de piel bien blanca, de contextura menuda y si bien sus tetas no son
grandes son altaneramente respingadas y con pezones que siempre se le notan por
m�s que se ponga cualquier cosa� , Ahhh !! y un culito bien, bien rellenito.

En cuanto a nuestras vidas a partir de la "confesi�n"
transcurrir�a con la promisoria venida de las vacaciones y con nuestras
maratones de pajas espiando a Alicia cuando realizaba los quehaceres en ropa
ligera, especialmente cuando colgaba la ropa en la soga estir�ndose y
permiti�ndonos ver curvas fabulosas, enfundada en un escueto y corto vestidito
floreado, descalza� Ahhhhggggg !! Con Claudio nos imaginamos tant�simas
situaciones sexuales con ella, mientras nos masturb�bamos. Qu� placer !!

Pero m�s temprano que tarde no dimos cuenta que ya no nos
colmaban esas maratones, que ya no nos satisfac�an, que nos qued�bamos con ganas
de m�s� , despu�s de la primera acabada, nos qued�bamos paje�ndonos eternamente
imaginando las situaciones, ya no volv�amos a tener orgasmos, aunque segu�amos
con los miembros duros como piedra. Por supuesto, que yo mismo a nada pod�a
aspirar, pero mi amigo Claudio, su hijo, s�

Otro d�a, en la soledad de nuestra guarida y despu�s de verla
agachada sacando hojas de la pileta, me confiesa : "� le toco el culo y la
concha tambi�n� y no me reta, no dice nada, me deja todo lo que yo quiera�"
, a partir de all� yo entr� m�s en confianza y empezamos a hablar del tema con
menos fantas�a y con m�s seriedad, esto ya no parec�a un delirio pajero�

Claudio me cont� que le empez� a gustar desde los 12 cuando
la ve�a en bombacha y corpi�o o en malla y que la espiaba por la cerradura del
ba�o cuando se ba�aba, adem�s, de que ella era la enso�iaci�n en sus pajas.

Tambi�n me dijo, que le daba piquitos en la boca desde
chiquito, pero que ahora, �l buscaba cualquier excusa u oportunidad para hacerlo
y aprovechaba para acariciarla en el culo o en las tetas� De esta �ltima
combinaci�n solo hac�a poco, unos meses nom�s y despu�s de ocurrido un hecho
puntual que se rehusaba a contarme a�n� , yo le dije que era un mentiroso que me
estaba cargando y que no le cre�a nada, que todo lo que contaba estaba bueno
para hacerce pajas y fantasear, pero que aunque le tocara el culo por encima de
la ropa, ser�a porque ella no se daba cuenta.

Entonces, Claudio se asinser�, y me cont� que las primeras
veces, si bien no lo reprendi� expl�citamente, Alicia se qued� mir�ndolo
haci�ndole el adem�n de que estaba loco, pero con una oculta sonrisa que la
traicionaba, Claudio le dijo que ella era su amor, que iva a ser su novia toda
la vida, y entre risas y bromas la cosa sigui� adelante. Entonces, siempre desde
el silencio y sin abusar de las oportunidades, �l sigui� con el jueguito hasta
la noche del sof� Claudio me sigui� contando como la tocaba�, y justamente no
de manera inocente !!

La noche del sof�. Todo empez� cuando se quedaban los dos
hasta tarde, en la noche, mir�ndo la tele en el gran sill�n del living, lo que
principi� como dulces caricias y arrumacos por parte de Claudio, poco a poco se
transformaron en francos toquet�os y sobadas a las partes sexuales de su madre.
Alicia, vaya a saber por qu�, no lo reprend�a y el jovencito acentuaba sus
exploraciones t�ctiles. Ante tal benepl�cito, Claudio tent� suerte en otros
momentos, para asegurarse de lo que pod�a pasar, por ejemplo, cuando la
encontraba abstra�da cocinando, pasaba y le acariciaba el culo un ratito a la
pasada, ella solo sonre�a� y le dec�a : "Que quer�s Claudito�? Quer�s
algo mi amor�?" , con una suave voz � cuando a la mesa le serv�a la merienda
semifleccionada, Claudio le acariciaba el culo y la entrepierna, tanto, como
tanto tardara en colmarse la taza, sin que ella nunca le dijera nada, solo un
fuerte beso de madre en su cabeza y la recomendaci�n de que se alimente. Nunca
era rechazado o retado.

Claudio se hac�a la paja todo el d�a, adem�s de nuestras
maratones, �l se la hac�a despu�s de sobar a su mamita y cuando �sta se ba�aba,
tambi�n.

Me dijo adem�s que Alicia seguro lo sab�a, seguro sab�a lo de
sus pajas, que lo hab�a pescado alguna vez al salir del ba�o y �l sali�
corriendo� De hecho Alicia comenz� a bromear con ello, cuando se quedaban a
solas y era blanco de las caricias de su hijo, lo advert�a en forma jocosa y le
dec�a que se pod�a "secar" de tantas pajas� , pero nunca lo reprend�a
cuando Claudio la manoseaba, nunca�

Mi amigo comenz� a tomar provecho de esta pasividad de su
madre, y salvo, por la presencia de su abuela, no dejaba pasar oportunidad para
"franelear" a su mami en las partes m�s sensibles, si bien en tono de
broma al comienzo, las caricias y arrumacos dejaban claras huellas en los sexos
y en las mentes de ambos.

Un d�a me mandan a comprar algunas cosas al autoservicio
chino del barrio, ya era de tardecita y yo no quer�a saber nada de eso,
alucinado con la m�sica que se filtraba por los auriculares de mi est�reo y las
brumosos recuerdos de los dichos de mi amigo, por nada del mundo quer�a dejar mi
cama. A rega�dientes acced� , menos mal !! Deambulando por las g�ndolas me
encuentro con Claudio y Alicia, nos saludamos y la madre de mi amigo me hizo las
preguntas de rigor, que como estaban mis padres y mi hermanito, que ven�a a
comprar, etc� , seguro que mi estupor en la mirada se notaba y mucho, porque el
certero codazo de Claudio me recompuso. Mi amigo se las ingeni� para que nos
perdieramos por los pasillos y me cont� que las "cositas" con su mami
marchaban de maravillas y recalientes, a lo que yo opon�a los argumentos de
siempre : "La leche se te subi� a la cabeza�"

Ni corto ni perezozo, Claudio me desafi� a que si era cap�z
de seguirlos sin ser descubierto, �l, en el tramo de cuadra m�s obscuro, una
cuadra antes de llegar a su casa, le tocar�a el culo y la concha por debajo de
la pollera un buen rato� Gulp !! , tragu� saliva, esto ser�a a todo o nada�
Acept�.

No me fue dif�cil escabullirme por detr�s de los �rboles y
seguirlos a prudente distancia, Alicia tiraba de un changuito con su mano
izquierda y Claudio cargaba una bolsa en su mano derecha, conversaban a paso
lento y faltando una media cuadra para llegar al lugar convenido, mi amigo tom�
a su madre de la mano. Ni bien cruzaron la calle y tomaron el paso en la �ltima
cuadra que era de �rboles muy frondosos y por lo tanto penumbrosa, apur� mi
pesquiza, desliz�ndome por la calle al reparo de los autos estacionados para no
perder detalle.

Ciertamente a un cuarto de cuadra, Claudio suelta la mano de
su madre y con pasmosa normalidad le comienza a meter la mano por debajo de la
pollera de jean. La prenda no era una mini, era una pollera que llegaba un poco
arriba de las rodillas, pero que en su parte de atr�s ten�a un tajo pronunciado,
eficientemente por ese tajo la mano se meti�, levantando un poco la tela. Una
vez dentro la laboriosa mano de Claudio, acarici�, sob� y se prodig� por la
sedosa bombacha de su madre� y por su culo !! Alicia le advirti� que tuviera
cuidado, que alguien pod�a aparecer de improviso, a lo que mi amigo le contest�
que se quedara tranquila que la sacar�a a tiempo. Alicia no lo ret�, no lo
reprendi� , se dej� toquetear a placer, hasta dio un respingo cuando Claudio le
hinc� el dedo, con tela y todo, por la concha !!

De sus labios solo se escuch� : "Bueno, bueno� ,basta , no
te alcanz� con todo lo que me tocaste hoy ?" y a continuaci�n agreg� :
"Ahora en casa ten� m�s cuidado que est� tu abuela y tu hermana�, esper� a que
se vayan a dormir y venis a ver la tele al sof�".

Al parecer mi amigo no ment�a�

La primera vez que estos toquet�os pasaron a mayores y que
las caricias se extendieron hasta hacerla trastabillar en un orgasmo, fue una
noche en el sof�, si bien los tocamientos siempre se daban en la penumbra y por
sobre las ropas, esa noche Claudio percibi�, lo bien que se la pasaban ambos, al
frotarle la concha por sobre el jean. Vio a su madre taparse la boca y tensarce
hasta acabar� Se avecinaban las fiestas de fin de a�o y pr�cticamente estar�an
solos todas las tardes.

A partir de ese dulce y caliente episodio, Alicia invitaba a
su hijo a "ver la tele", con un gui�o, Claudio ya sab�a lo que ten�a que
hacer, despacio, lento, sin descontrolarse, sab�a que deb�a frotar la
entrepierna y las tetas de su mami, hasta propinarle silentes, pero profundos,
orgasmos.

Un d�a me cont� que a la tarde estaban mirando la tele y �l
le tocaba las tetas para hacerla calentar y poder hacerla acabar, ya le hab�an
tomado el gustito al jueguito y a Alicia le gustaba tener orgasmos siempre que
se quedaban solos en la casa. Claudio sobrepas� las barreras y le meti� la mano
por debajo de la remera, para sobar las tetas de su madre por sobre el corpi�o y
si todo iva bien sacarlas afuera para toquetearlas a gusto y en carne viva,
Alicia a su vez, le empez� a tocar la pija por encima del pantal�n de gimnasia
que ten�a puesto su hijo, hasta entonces nunca lo hab�a hecho, nunca lo hab�a
tocado�

Ahora los magreos eran mutuos y las manos y brazos se
cruzaban como autopistas dificultando a Claudio llegar a tocarla con holgura,
aunque la entrepierna del pantal�n de jean ya era un calco de la vagina de
Alicia por los frotamientos y la humedad. Todo esto decidi� a Alicia a sin m�s
pre�mbulo desabrochar y bajarselo un poco dejando a la vista una vistosa
bombacha. Cuando Claudio intent� meter la mano por dentro de la bombacha su
madre musit� un "No�" y le tom� la mano gui�ndolo por sobre la prenda
�ntima� La cosa sigui� y sigui� hasta que Alicia acab� por el frotamiento en la
concha que le hab�a propinado Claudio por sobre la bombacha.

En un momento, Alicia para todo en seco y apaga la tele. Sin
entender, Claudio, que al momento hab�a conseguido el cometido de bajarle el
corpi�o liberando las morbosos conos, le recrimina la acci�n, pero su madre le
dice que se va a dar una ducha, que si tanto quer�a verle las tetas pod�a ir a
verla�, y se pod�a masturbar delante de ella, que ya no deb�a esconderse�, que
ella lo sab�a, que �l pod�a hacer lo que tuviera ganas frente a ella.

M�s, ganas�

Claudio se sent� en el hinodoro como espectador priviligiado,
se baj� un poco los pantalones con el�stico y mientras se hac�a la paja
observ�ndola. Lo �nico que Alicia le dijo fue que no acabara, que se hiciera la
paja cuanto quisiera, pero que no largara leche�Claudio lo entendi� como una
clausula, como una restricci�n a cambio de presenciar el cuerpo de su
progenitora desnuda.

Cuando sali� de la ducha, mientras se secaba no le dijo nada,
al contrario le sonre�a todo el tiempo, luego le pidi� que la acompa�ara a la
habitaci�n, se sac� la toalla y toda desnuda lo abraz� un rato mientras lo
acariciaba y se dejaba tocar toda.

Alicia lo desvisti�, prenda por prenda en el abrazo, por
completo, y mientras lo hac�a, Claudio le perd�a su mano por la entrepierna y la
frotaba fuerte, bien sobada por la concha h�meda y babosa.

Su madre lejos de terminar lo que hab�a incitado, lo ayud�
con su mano tambi�n, hasta que, por el trabajo de ambos Alicia explot� en un
climax fenomenal, desplom�ndose en c�mara lenta sobre la cama. Luego de un
ratito le tendi� los barzos invit�ndolo a su lado, y dej� que Claudio explorara
toda su anatom�a, con parsimonia le ense�� a besarle la concha y a que le pase
la lengua por donde ella le dec�a, despues de un rato de lecciones, Claudio se
hart� de chuparla y ella acab� varias veces a los gritos.

Como si nada le dijo que la hab�a hecho inmensamente feliz y
que adem�s de su madre ser�a su novia, pero que ahora ten�an que dormir la
siesta, descansar un rato y reponerse para no estar con "cara de calentones"
cuando vinieran su abuela y su hermanita. Claudio no separaba las manos de la
vagina de su madre a lo que Alicia le dijo que ahora le retribuir�a lo feliz que
la hab�a hecho. Lo tom� por detr�s, le agarr� la pija y le hizo la paja tres
veces seguidas�, primero una y sin soltarla, otra�, y en un ratito m�s, la
�ltima�, hasta que no se le par� m�s y se durmieron. Claudio me dijo que hab�a
por lo menos medio litro de leche en un charco sobre la colcha verde !! Nos
re�mos.

Todo se aceleraba y conspiraba para que madre e hijo gozaran
de las virtudes del amor filial y del buen sexo. Por las tardes era f�cil,
Ver�nica en la colonia y la abuela Cecilia en su boutique del centro o sea
"ver la tele toda la tarde", por la noche unas pajas mutuas en el ba�o con
ella antes de irse a dormir, o en el taller� Mam� Alicia, agudiz� el ingenio y
para estar m�s c�moda en los encuentros en el sof�, se ataviaba con una calza
gastada y por supuesto sin bombacha para que su hijo la masturbara a pleno.
Claudio no ces� hasta que la calza se raj� y tuvo un agujero por el roce, luego
sus dedos solitos se metieron el la vagina de su madre�

D�a a d�a, mi amigo me taladraba la cabeza con sus relatos, y
con los avances que ten�a con su mam� para principios de Febrero, dos meses
despu�s ya hac�an sexo total y desenfrenado, se pajeaban, se chupaban y coj�an,
siempre ocultos de la vista de su abuela y su hermanita Ver�nica.

Claudio estaba desesperado cont�ndome esto, pero yo segu�a en
la duda, le dije que era un mentiroso y que me hac�a calentar al pedo y que no
invente m�s cosas porque no le iba a creer, que le tocara el culo era una cosa,
piquitos, que sab�a que la espiaba� , pero todo lo dem�s. Sab�a que
desafi�ndolo�

Entonces esa tarde, esa gloriosa tarde, me propuso que entre
con �l a la casa, sin que la madre se entere y me esconda en el taller que tiene
el patio ya que su ventana da a la ventana del living de la casa, asi podr�a ver
lo que ellos hicieran. Era s�bado, estaban solos desde temprano, y seguro que la
convenc�a para hacerce pajas o coger�

Asi lo hicimos, Claudio me llev� hasta la guarida cuando su
madre estaba en la parte de arriba de la casa y la empec� a espiar. Alicia,
ten�a puesto una remera blanca larga, olgada y una calza de gimnasia de color
rojo y gris, no ten�a calzado ya que al hacer los quehaceres estaba m�s c�moda
descalza, sin maquillaje se hab�a recogido el pelo en un coqueto penacho. Iva y
ven�a por toda la parte de arriba, mientras Claudio estaba abajo, en el sof� del
living viendo tele. Cuando apareci� por las escaleras, en el living, tra�a unas
cosas que la hac�an tambalearse, muy sol�cito Claudio acudi� a su encuentro para
ayudarla. Pero el muy turro adem�s de aligerarla de algunas cosas le meti� mano
por donde pudo entre risas divertidas, cosa que motiv� a Alicia a correrlo por
el living una vez dejado los trastos, en un fingido castigo. Cuando lo alcanz�,
lo aporre� un poco y lo bes� por toda la cara mientras mi amigo le perd�a las
manos por lo bajo de la cintura de ambos lados. La mujer le dio un chirlo en la
cola a mi amigo y lo empuj� al sill�n, luego ri�ndose a carcajadas dio media
vuelta y se fue a colocar las cosas en la parte baja de un mueble en la
antecocina, se acuclill� y acometi� la tar�a. Pasaron unos minutos, donde
Claudio disfrutaba de la vista y Alicia contone�ba su pavo en cada movimiento.
Su hijo se le hacerc� por atr�s, se acuclill� junto a ella y le acarici� el culo
un rato por sobre la calza, Alicia le sacaba la mano espamentosamente, pero mi
amigo insist�a y volv�a con las calientes sobadas, hablaron algo mientras se
re�an y Alicia asent�a con la cabeza. En un instante mi amigo le meti� la mano
por dentro de la prenda estir�ndola hasta llegar a su entrepierna�, sin decir
palabra la madre sigui� haciendo sus cosas, no sin antes acomodarse separando
las rodillas en el piso, para que Claudio accediera mejor con su toquetona mano.
En ese momento no lo pod�a creer, despues de un ratito de tocarla y meterle los
dedos, (se notaba por el movimiento de mete y saca al estirar la calza), la
madre le sac� la mano se dio vuelta y le habl� algo, esta vez sin reirse.

Se notaba que con mucha ternura poque no dejaba de
acariciarle la cara y el pelo mientras lo hac�a. Se puso de pie frente a Claudio
y de un solo movimiento se sac� la calza y la bombacha, que quedaron hechas una
trenza gorda en el suelo, y sin m�s, se diriji� hacia el living, al sof�

Lamentablemente la holgada remera blanca no me dej� ver los
atributos que Alicia ocultaba bajo las calzas y como si fuera una sexy
minifalda, la prenda pendulaba a cada paso. Al llegar se sent� en el sof�
grande, frente a la tele, Claudio la sigui�. Ahora yo no pod�a verlos bien, solo
ve�a sus cabezas y sus espaldas, uno al lado del otro. Mi amigo se puso de
costado mir�ndola a ella y comenc� a ver que su brazo se mov�a inequ�vocamente
otra vez, supuse, que la estaba masturbando por la concha. Hablaron unas
palabras, la madre le dio unos besos en la boca mientras le revolv�a el pelo con
ambas manos, cuando Claudio se levant� y muy lentamente se arrodill� entre sus
piernas� , y ya no lo v� m�s !! Solo ve�a el choque el�ctrico en el penacho de
su mam� y sus rodillas bien separadas, cuando las levantaba, que se sacud�an
acompasadamente hasta que explotaba y se tensaban, luego volv�an al comp�s� y
todo volv�a empezar. Asi, tres veces. Cuando la calma volvi� a su cabello, ( �y
a sus rodillas) pas� un rato largo en que de a momentos tiritaba en espasmos que
se furon espaciando hasta que se qued� quietita. Claudio, la bes� y sali�
corriendo� Si, corri� hacia el patio, entr� al taller y me dijo si le cre�a
ahora, d�ndome a oler sus dedos�, obvio, le dije que si !!

Me cont� que ahora ven�a lo mejor, que despu�s que la hac�a
acabar asi, quedaba como borracha y ya no se negaba a nada, todo lo que le ped�a
que hiciera o se dejara hacer, ella acced�a�

Por supuesto que le pregunt� si ivan a cojer, y mi amigo con
una sonrisa en sus labios, asinti� con un gesto, pero me advirti� que "eso"
lo hac�an en la cama, en el dormitorio de ella, arriba, que era m�s seguro�
Tendr�a que ir hasta la puerta sin hacer ruido si quer�a ver, y que despu�s de
verlos deb�a irme, porque ella se iva al ba�o a lavarse y podr�a encontrarme.
Luego de la explicaci�n y riendo me mostr� la verga dura a punto de explotar,
march�ndose para el living. Me coloqu� en posici�n para ver lo que segu�a�

No m�s al llegar Claudio se par� frente a su progenitora y se
despoj� de toda la ropa, present�ndole una buena erecci�n, luego se sent� en el
regazo de su mami y ambos se besaron un rato. Ahora a la que se le ve�a mover el
brazo era a Alicia, la madre de Claudio� En unos minutos, Alicia se pone de pie
y entonces mi amigo le comienza a dar besos en los cachetes del culo y a meterle
los dedos en la concha, mientras ella se despojaba de la remera.

En ese momento no aguante m�s y me hice una soberana paja,
era el primer culo que veia desnudo en mi vida.

Alicia, ayud� a ponerse de pie a Claudio, al tiempo que ella
descend�a para chuparle la verga, fuen un ratito porque por los corcov�os de mi
amigo agazapado sobre la cabeza de su madre, evidenciaban el tremendo orgasmo
que estaba teniendo. Despu�s de limpiarlo hasta la �ltima gota y dada la
posici�n en que hab�a quedado su hijo, lo bes� en la frente, recogi� la remera y
al paso, la trenzada calza con la bombacha y se fue por la escalera al
dormitorio.

Claudio me hace se�as a la distancia para que vaya a la
habitaci�n, yo sal� del taller a toda carrera y con las puertas franqueadas me
llegu� hasta el living. Gracias a lo alfombrado de la escalera, no tuve
problemas de llegar hasta la puerta misma del dormitorio, con buen tino, Claudio
la dej� casi cerrada.

Al principio solo escuchaba la voz de la madre dici�ndole
cosas y gimiendo enagenada algo que no entend�a�, y luego, el traquet�o de la
cama y el resoplar de mi amigo.

Estaban cojiendo� , y c�mo !!

Entorn� la puerta para ver y v�. Alicia sobre la cama,
abierta de piernas como una rana y Claudio encima d�ndole y d�ndole,
coji�ndosela con todas sus fuerzas. Yo no sal�a de mi asombro.

Estuvieron casi media hora en que Claudio se sacud�a sobre
ella, bombe�ndola y llen�ndola de leche en dos oportunidades, esto lo asevero
porque conozco el singular sonido gutural que hace cuando acaba. Su mam�, creo
que solo acab� una vez, ya que en un momento maldijo muy fuerte y su voz son�
como si llorara repitiendo incansablemente "Siiii Claudito, si� !!", al
tiempo que estiraba convulsivamente las piernas hacia el techo�

Despu�s de algunos minutos de resoplidos y suspiros, Alicia
se lo sac� de encima, haci�ndolo rodar a un costado, casi inerte. Entonces me di
cuenta que la sesi�n de sexo hab�a conclu�do y que deb�a desaparecer por donde
hab�a entrado. Asi lo hice, sin antes esperar temerariamente a que Alicia se
incorporara al pie de la cama para verla desnuda una vez m�s. Al pararse
inmediatamente llev� una mano en forma de cuenco a su entrepierna, luego observ�
como comenzaba a llenarse de miel blanca y esboz� una sonrisa satisfecha, con la
mano restante tap� a Claudio con la s�bana y le dijo que descansara, que despu�s
de ella se ba�ara �l y que luego bajara a merendar para reponerse. Dicho y echo
�sto, se encamin� hacia la puerta. Como un rayo sal� de la casa de Claudio sin
habla por lo que hab�a visto. A partir de ese momento mis tardes fueron
distintas�