Pero en realidad la que me quitaba el sue�o y aun lo hace era
la vecina de enfrente de mi casa llamada Mar�a Alejandra, casada y con tres
hijos a ella me la observaba cuando me llamaba a tomar el caf� a su casa todas
las tardes yo era de total confianza de su esposo y de ella y hasta era profesor
de sus hijos en sus deberes escolares. Esta es una mujer que est� buen�sima, con
unos ricos pechos duros y firmes un culo algo ancho pero bien divino y ricas
caderas.
Despu�s de su ba�o diario el cual yo ve�a casi todos los d�as
a trav�s de un peque�o orificio de la puerta de su ba�o....... yo esperaba que
se desvistiera y sonara el agua de la regadera.... en ese momento estaba seguro
que el agua cubr�a su cuerpo y no iba a salir repentinamente del ba�o.......
solo as� me aseguraba de ver su rico cuerpo humedecido a�n con la pantaleta
puesta.... la que se quitaba lentamente luego para enjabonarla y dejarla tendida
en el ba�o...... yo con mi pene totalmente excitado y manose�ndolo por arriba de
los pantalones .... tenia que arrodillarme para llegar al hueco de su puerta el
exquisito olor del jab�n y aquella bella mujer debajo de la regadera, pasando su
mano por todo su cuerpo y por su bella vagina, la que recuerdo muy peluda y
grande...... esa misma pantaleta luego de que ella sal�a de su ba�o era aspirada
por mi y tomaba sus jugos chupandola y pajeandome con ella a veces me la llevaba
para mi casa me la pajeaba y la volv�a a colocar en su sitio mas tarde o al
siguiente d�a (yo iba todos los d�as a esa casa).
A veces cuando ella iba al ba�o y orinaba y no me daba
oportunidad de observarla porque estaba el esposo o los hijos, agarraba el papel
toilette todav�a humedecido de orine y caliente de haber estado en contacto con
aquella mata de pelos lo agarraba de la papelera lo ol�a lo chupaba y sent�a el
aroma y calor aun en mi cabeza de mi polla enrojecida por tan divino placer
(recomiendo tomar los papeles usados por las mujeres cuando orinan reci�n
salidas del ba�o y pajearse con ellos es divino).
Luego pasaron los a�os y mas nunca pude ir a su casa, hubo
algo de enfriamentos de la relaci�n afectiva entre las familias y mas nunca pude
verla ba��ndose sollo me queda el recuerdo de aquella mujer que aun esta en mi
pensamiento y le he dedicado casi todas las pajas de mi vida, pero el m�s bello
recuerdo que me quedo fue una pantaleta de ella, que a�os despu�s ya yo casado
se la meti a mi esposa en su ropa interior y la usa sin saber que era la de mi
vecina, cada vez que mi esposa se la pone se me para la verga, con el solo hecho
de pensar que era la de mi vecina Maria Alejandra.
Esta es una historia ver�dica mi email de contacto es
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
tengo muchas historias primera vez que escribo.