Encontr� un perfecto, guarda de seguridad en unos grandes
almacenes, no pagan mucho pero el servicio era por la noche, trabajaba con un
grupo de 7 guardas mas, uno en la sala de monitores exteriores y el resto
paseando por las diferentes plantas, y cada 2 horas nos junt�bamos para hacer un
caf�. Yo normalmente estaba en la sala de monitores, puesto que por cierto no
quer�a nadie por ser muy aburrido, pero para mi era perfecto ya que me permit�a
estudiar y as� mataba dos p�jaros de un tiro, estudiar y trabajar al tiempo.
Cuando ya llevaba casi un a�o, compartiendo con los mismos compa�eros, Juan el
mas veterano se puso enfermo, la empresa envi� una persona para sustituir a
Juan. Al entrar el jefe nos la presento, Silvia, una mujer de unos 35 a�os que
ya llevaba muchos a�os en la empresa pero que trabajaba en otro centro, no
presentamos uno a uno, le di la mano y le dije Silvia soy Sim�n, reorganizamos
nuestras rutas. Esa noche yo saldr�a por planta y dejar�a la sala de monitores
para Silvia por ser mueva en este centro. A mi me toco la planta de Se�oras y
complementos. Empezamos las rondas como cada noche, durante la primera hora iba
paseando por toda la planta admirando los maniqu�es con toda la libertad del
mundo, y sin verg�enza a que nadie me viera hacerlo, normalmente durante el d�a
al estar lleno de gente me da mucho apuro hacerlo. Pero esa noche era perfecta
incluso pod�a tocar la ropa con toda la libertad del mundo. Empec� a recordar
cuando era peque� y me enceraba en el lavabo a probarme la ropa de mama. Todo
era muy tentador, toda la ropa a mi alcance y para mi , todos los colores
del mundo, todas las tallas, todos los �ltimos modelos de la temporada en fin un
para�so para una mujer como yo.
Fui capaz de retenerme la hora que me faltaba para el Primer
caf� con mis compa�eros. Creo que ya estaba a probarme toda la ropa del
mundo en mi segunda ronda y si esperaba tendr�a 2 horas para poder hacerlo
tranquilamente.
Nos juntamos tomamos el caf�, habamos de banalidades como
cada noche, le pregunte a Silvia que tal lo llevaba, me contesto que bien me
ofrec� a ayudarle si tenia alg�n problema, ella me contesto que en principio que
todo iba bien. Despu�s del caf� volvimos cada uno a su puesto.
Fui directo a mi planta, a la secci�n de lencer�a, eleg� un
cors� rojo con bordados de puntilla negros y con liguero incorporado una medias
de fantas�a rojas, un conjunto de tanga y sost�n rojos, un viso de seda rojo,
unos zapatos de tac�n alto rojos y como un vestido de noche precioso de color
rojo. No hacia mucho tiempo que hab�a visto la mujer de rojo y quer�a probar
como me ve�a de rojo. Con todo mi vestuario a cuestas me fui al cambiador,
el sitio perfecto con todos los espejos de mundo a mi disposici�n y poderme ver
de una pieza. de camino cog� unos rellenos para el pecho, era todo perfecto. Ya
en el probador empec� mi ritual como hab�a hecho anta�o de peque� Comprob� la
hora en mi reloj para saber de cuanto tiempo dispon�a, me quedaba 1 hora y 45
min. Me quit� toda la ropa de var�n y una vez como mi madre me hab�a tra�do al
mundo empec� a vestirme. Primero el tanga y el sost�n y siempre mirando como me
quedaba, coloque el relleno en su sitio como estaba delgadita me ve�a muy bien,
me introduje en el cors�, este afinaba mi torso, realmente parec�a el cuerpo de
una mujer, me puse las medias y viso de seda. sentir el taco de todas esta
ropa en mi cuerpo era delicioso me hacia volver de placer me introduje en
el vestido de noche y me calce los zapatos. empec� a caminar por el probador
mirando mi figura, en un principio cre�a que los zapatos que hab�a elegido con
un tac�n tan alto me costar�a caminar pero para mi sorpresa caminaba con toda
naturalidad, fue como una reafirmaci�n de mi feminidad, me sent�a la mujer mas
feliz del mundo. Mir� mi reloj que estaba encima de mi ropa el la banqueta, aun
me quedaba una hora y media, y durante todo ese tiempo me hab�a propuesto no
quitarme para nada toda esta ropa maravillosa que me hacia sentir tan bien.
Cuando ya llevaba 10 min. mirando al espejo encerada en mi peque�o habit�culo,
pens� que una peluca me quedar�a perfecta y mejorar�a much�simo mi aspecto. Con
un poco de miedo abr� la puerta de probador por si alguien me pudiera ver, pero
luego pens�, eso es imposible todo deben de estar en su puesto y normalmente
nunca se cambiaba el puesto asignado. Ya mas sal� de probador, tenia
que cruzar toda la planta para llegar a las pelucas as� lo hice caminado con
paso decidido por una moqueta morada que cubr�a los pasillos principales de la
planta. Cuando pasaba cerca de los espejos mi vista no pod�a remedia admirar el
vuelo del vestido que hacia al caminar. Llegu� donde estaban las pelucas y como
no sabia cual elegir cog� tres diferentes una rubia una casta�a y otra pelirroja
volv� al probador ya sin el temor de antes. Una vez all� con toda la calma del
mundo me las fui probanado una a una, me las volv� a probar una y otra vez,
hasta que eleg� la pelirroja. Ahora si que me ve�a mucha mas hermosa que
antes..... pero me faltaba algo mas. Record� el mostrador de bisuter�a que
estaba al lado de las escaleras, y esta vez sin pens�rmelo dos veces con paso
decidido me dirig� hacia all�, volv� ha hacer como antes caminando por la
moqueta y mir�ndome en los espejos. al llegar al mostrador, me quede ,
all� estaba Silvia, me miro con unos ojos de par en par y empez� a balbucear y
me dijo
"Si....Sim�n .....eres tu?"
Asent� con la cabeza avergonzado no por lo que estaba
haciendo sino por que me viera ella, intente justificarme no sabia bien que
decirle pero algo deb�a decir muy empec� casi a suplicar que no dijera
nada a nadie
"Por favor.... no se lo cuentes ....... a.... na....die?
Antes de que pudiera seguir hablando se acerc� a mi, me puso
su dedo �ndice en mis labios, y dijo.
"Chiii....... no digas nada mas, estate tranquila no se lo
voy ha decir a nadie, creo que te comprendo mucho mas de lo que te puedas
imaginar "
Se dirig�a a mi como a una chica no sabia que hacer le
pregunte.
"Porque me tratas tan bien ......que quieres decir que me
comprendes mucho mas de lo que me puedo imaginar"
No dijo nada se acerco a mi, me beso en los labios, yo no
sabia que hacer, despu�s me susurro al o�do hoy vas a ser tu mi mujer y yo tu
hombre.
Continuara.