Con mis doce a�os mi t�a ha decidido que no necesito m�s una
ni�era.
Hoy viene vestida de una manera demasiado descuidada pero mi
t�a no le han dicho nada porque conf�an demasiado en mi inocencia. La raz�n es
que despu�s va a ver a su novio, de quien siento aut�nticos celos. Nos separan
30 a�os pero no me parece muy mayor para mi gusto. Viste con un jeans turgentes
y suaves nalgas me llaman poderosamente la atenci�n.
Mi mayor distracci�n es observar disimulada cuando se agacha
pues mi vista llega pr�cticamente hasta la visi�n de sus pompis. Nunca hab�a
vestido nada que me hubiese llamado tanto la atenci�n. Normalmente me he tenido
que conformar con adivinar su forma pero hoy esta al alcance de mi goce sensible
su suave y r�tmico bailoteo.
Estar� custodi�ndome durante 8 horas. Nos hall�bamos hablando
acerca de las chicas de mi clase y ella me preguntaba dulcemente quien me
gustaba. Yo no pod�a decir que estaba enamorada de ella por lo que hablaba de
ella sin mencionarla. Nos hall�bamos sentadas en los dos polos opuestos del
comedor sentados en sendas butacas. La televisi�n estaba encendida pero no
hac�amos caso de ella. Ella no cesaba de darme consejos sabios acerca de mi
pr�xima pubertad y como afrontar mis inminentes cambios en todos los sentidos.
Era una persona muy abierta pero nunca me hab�a atrevido a ponerla a prueba en
ciertos aspectos. Nunca me hab�a castigado y siempre hab�a confiado en m�, pero
a pesar de eso, mi timidez omit�a siempre ciertos detalles acerca de mis m�s
�ntimos deseos.
De repente decidimos jugar un rato a las cartas, la mesa no
era muy ancha por lo que nos hall�bamos relativamente cerca. En un movimiento
deliberado hice caer unas cartas al suelo para que ella tuviese que agacharse y
disfrutar de sus generosos pechos. Ella absolutamente ajena a mis segundas
intenciones se agach� aunque no me di cuenta que me miraba de reojo. Por
accidente uno de sus suaves pechos se le salio y tuve la visi�n m�s privilegiada
de mi vida. Ella al principio quedo roja de verg�enza pero luego me sonri� al
ver en m� la cara de lujuria infantil. Entonces en un tono condescendiente me
dijo: - no te preocupes si te ha incomodado lo que has visto puedes dec�rmelo
sin verg�enza.
Yo le respond� que no ten�a importancia. Jugamos 10 minutos a
las cartas y entonces mi vag�na h�meda no pod�a aguantar m�s y le dije que deb�a
de ir al ba�o. Se me ve�a muy nerviosa y ella me pregunt� con dulzura que me
ocurr�a, yo le dije secamente que nada y fui r�pidamente al ba�o. Ella dijo que
tenia que ir arriba a buscar otro juego.
Arriba hab�a dos ba�os por lo que en ocasiones era f�cil
confundirse. Yo me entretuve en mis solitarios "quehaceres" mientras ella
buscaba un juego de domino. Entonces me levant� la falda y empec� a masturbarme
sobre mis pantyes ya mojadas con unas ganas tremendas de aliviar mi l�vido.
Entonces se produjo la m�s dulce de las situaciones. Ella se equivoco de ba�o y
abri� la puerta y me vio en pleno masaje de chocho sin que tuviese tiempo de
reaccionar. Entonces cerr� la puerta y me dijo desde fuera con un tono amable y
sin ninguna brizna de violencia que ten�amos de hablar de lo que hab�a pasado.
Yo deje de masturbarme a la espera de una inquietante charla.
- Cari�o, comprendo que est�s creciendo y no quiero que te
averg�ences por lo que ha pasado. Quiero que me hables con absoluta sinceridad:
�por qu� no has esperado a que estuvieses sola?
� porque estaba muy nerviosa.
�te ha impresionado verme un seno?.
�si se�orita perdone que no halla cerrado los ojos.
Entonces ella se ri� y me dijo que me sentara en sus piernas.
� cari�o muchas cosas nos gustan mucho. Pero el mundo es muy
hip�crita y tenemos que ocultar lo que sentimos. Yo temo mucho por ti. Esto no
tiene que volver a repetirse. Dime te tocas la vagina muy a menudo?.
� si se�orita.
�pues tienes que aprender a controlarte, es algo natural y
muy bonito, y no te tienes que sentir mal, pero tienes que prometerme que
siempre pensaras en chicos cuando est�s sola.
� "as� lo har� se�orita".
� se que eres muy buena y muy inteligente y porque me
preocupo por ti, tengo que cumplir con mi obligaci�n- dijo ella d�ndome un
calido beso en las mejillas-.
� � va usted a castigarme se�orita?.
� no voy a castigarte, voy a ense�arte que lo que has hecho
no ha estado bien. No es un castigo lo que voy a darte sino una ense�anza que te
ser� muy �til cuando seas mayor.
� � va usted a darme unas nalgadas?.
� s� coraz�n, pero no quiero que te sientas avergonzada,
porque a veces se puede aprender mucho en el regazo de una "segunda madre".
� � se�orita va usted a hacerme da�o?.
� no coraz�n, te dar� unas pocas nalgadas.
Entonces me abraz� y me dijo que fuera a mi habitaci�n porque
ya era muy grande y no cabr�a en su silla, puesto que era un poco m�s alta que
ella. Yo estaba excitada y solo pod�a pensar en su mano nalgue�ndome como debe
de ser. Primero se sent� en la cama y me dijo que fuera a abrazarla, yo lo hice
mientras ella lloriqueaba dici�ndome que ya era una ni�a mayor y que pronto
tendr�a que ponerse de puntillas para darme un beso.
Entonces me levanto las faldas y me baj� las pantaletas
mientras me miraba con una franca sonrisa y con tres o cuatro lagrimitas que
corr�an en sus mejillas. Me dijo:
- cari�o, no tengas miedo y t�mbate en mis rodillas, quiero
que aprendas mucho hoy y te tendr� que dar unos cuantos azotes- me dijo cuando
estaba entre sus rodillas.
Entonces sin m�s pre�mbulos me azot�. La azotaina duro cinco
minutos, pero golpeaba muy flojo, por lo que apenas me hizo da�o, me dej� el
culo algo rojo pero tampoco me dol�a mucho cuando termin�. Entonces me visti�
ella misma y entre l�grimas me dijo que ya era una mujercita.
- �te ha dolido mucho coraz�n?
- no se�orita, solo siento un ligero escozor.
� pues quiero que te acuerdes de este momento siempre para
que nunca seas mala.
Poco antes de que vinieran mis t�as, me dijo que si alguna
vez se portaba mal, la fuese a visitar. La visite durante varios meses, y
siempre me obsequiaba con azotainas ligeras y largas. Siempre me tuvo como la
hermana peque�a que nunca hab�a tenido y yo como la hermana que nunca hab�a
tenido. Me quer�a tanto que cuando cumpl� los 18 me dejaba que le acariciase y
besase los senos como si fuese su bebe. Pero siempre me obsequiaba con
azotainas.
CHICAS ENVIEN SU COMENTARIO SOLO MUJERES NO M�S HOMBRES