Una tarde de hace varios a�os, vino a casa una amiga de mi
mam�.
Mi mam� ten�a que entregarle no s� qu� cosas, pero como a la
otra le urg�an, vino a recogerlas.
Esa tarde estaba en casa porque llevaba varios d�as buscando
empleo y no quise salir para tomar un respiro.
Cuando la vi entrar la salud� con calidez y amabilidad, ella
siempre me hab�a tratado educada y atentamente, as� que no podr�a ni tendr�a
raz�n para corresponderle de otra manera.
Se sent� en el sof� y comenzamos a platicar antes de que mi
mam� pusiera en sus manos una bolsita llena de unos envases que parec�an ser de
cremas o algo por el estilo.
Yo no sab�a que saldr�a de viaje y cuando lo coment�, le dije
en son de broma,
- �Y no me llevas?
- �Claro, vamos!
Esa respuesta me sorprendi� sobremanera y me hizo pasar un
momento inc�modo.
- No, �c�mo crees? yo lo dec�a en broma.
Pero la otra insisti�,
- En serio, vente con nosotras.
Y lejos de disuadirla, mi mam� se expres� en conformidad,
- ��ndale!, vete con ellas, es un fin de semana.
Como dije, me sent�a inc�modo. De una bromita hab�a pasado a
invitaci�n real. Pero pens�,
- Bueno, no estar�a mal... adem�s no tengo nada qu� hacer y
una oportunidad as� no se te presenta a diario... �Chingue a su madre! pus voy.
As� que confirm� haci�ndo hincapi� en que no ten�a lana y
ella respondi�,
- No es necesario, vamos a la caba�a de un amigo y vamos en
coche... y si hiciera falta, nosotras te prestamos y luego nos pagas.
Nos terminamos de poner de acuerdo y a la ma�ana siguiente
pasaron por m�. Me ofrec� como conductor, para corresponder a sus atenciones, y
tomamos camino. Nos detuvimos un rato a desayunar en "Tres Mar�as" y despu�s
retornamos a la carretera. De all� directo a Acapulco, usar�amos la
recientemente inaugurada "autopista del Sol".
Llegamos a una caba�ita muy bien armada y acogedora, cerca de
la playa. Baj� el equipaje y acomod� la comida en la alacena.
Mientras tanto, ellas se instalaban, una en cada una de las
rec�maras que hab�a, l�gicamente, a m� me tocar�a en la salita, que ten�a un
sof� r�stico, pero c�modo.
Al terminar, se cambiaron de ropa y me dijeron.
- Ya c�mbiate para que nos vayamos un rato a la playa.
No me lo dijeron dos veces, entr� al ba�o y me cambi� lo m�s
r�pido posible y me fui con ellas.
Cuando camin�bamos, de cuando en cuando les echaba un vistazo
a mis acompa�antes d�ndome cuenta de que ambas ten�an unos cuerpazos incre�bles,
no me lo esperaba de la amiga de mi mam� pues ya es una mujer madura.
Ambas ten�an unas caderas hermosas, redondeadas, y sus
piernas largas hac�an que cuanta mirada atravezara por su camino se entretuviera
vivamente en ellas.
Procur� cambiar el sentido de mis pensamientos, si no me
delatar�a f�cilmente en cualquier momento, y no quer�a que eso pasara.
El tiempo fue transcurriendo tranquilamente y el sol se
empezaba a sentir m�s fuerte, ocasionalmente alguien se met�a a nadar un momento
y regresaba a la arena. Me toc� el placer de verlas salir del agua un par de
veces como sirenas
La hija se levant� sent�ndose en la arena y nos mir�,
- �Ustedes no tienen hambre?
Ambos asentimos y nos fuimos de nuevo a la caba�a. Comimos y
sacamos unas sillas para quedarnos afuera a disfrutar de la brisa mar�tima.
La noche hizo su aparici�n y la hija dijo que ten�a ganas de
ir a bailar,
- Sale, vamos
- Yo no, vayan ustedes. Yo me quedo a descansar.
- ��ndale, mam�, vamos! Vinimos a divertirnos, no s�lo a
descansar. Adem�s la noche est� rica para salir.
Despu�s de una breve discusi�n, los tres terminamos
cambi�ndonos y yendo a un antro de moda.
Me turn� para bailar con cada una, y ocasionalmente con las
dos al mismo tiempo. Iban despampanantes en sus jeans y blusas ligeras, la mam�
llevaba color beige y la hija una azul rey.
De vez en cuando ten�a oportunidad de rozarme con cada una,
me estaba excitando mucho pero intent� discimularlo, aunque con poco �xito
porque la que se quedaba sentada nos miraba y por supuesto, la cachaba mirando
con cierto "encanto" mi pantal�n.
En una de esas, me toc� bailar una lambada con la hija, con
lo cual nos empez�bamos a cachondear porque era imposible que ella no se diera
cuenta de c�mo me ten�a, metiendo y una puerna entre las suyas. Era obvio que me
sent�a totalmente erecto. Y al mirarme a los ojos se le notaba sin disgusto,
hasta podr�a decir que la lujiria se apoderaba de ella, bueno, no s�lo de
ella...
De regreso en la caba�a, nos echamos un ba�o antes de dormir,
y cuando le toc� a ella salir empapada, envuelta en su toalla, me lanz� una
p�cara mirada, como invit�ndome a pasar la noche en su cuarto, aunque con cierta
discreci�n. Como si su mam� no se hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando.
Cada quien se acomod� en su sitio, no puedo decir que en su
cama porque a m� me toc� el sof�. No pod�a dormir, esperaba una hora prudente
para escurrirme en la cama de la chica y pasar una soberbia noche.
Como acostumbro dormir sin ropa, prefer� dejarme el traje de
ba�o, as� me podr�a mover con m�s confianza por la caba�a y por otro lado, me
ayudar�a a hacer m�s sensual el encuentro que me esperaba.
Mi fantas�a estaba volando en torno a c�mo me gustar�a que
todo pasara entre la chava y yo, cuando de repente sale de su cuarto la mam�. Se
acerca al sill�n donde estaba acostado y me pregunta,
- �No puedes dormir?
�Y c�mo podr�a hacerlo si esaba pensando en cogerme a su
hija?
- El sill�n est� muy duro, �no? ha de estar muy inc�modo.
Mira, si quieres, te hago un lugar en mi cama, est� muy amplia y cabemos los
dos, para que duermas... Debes estar cansado con todo lo del viaje, y la
bailada.
- No, en serio. Estoy bien, no hay problema con el sill�n, no
es tan inc�modo.
Por dentro estaba que me llevaba la chingada, �Que ya se
fuera a dormir!
- Vamos, vente a mi cuarto.
Y se encamin� haci�ndome seguirla.
�Ya vali� madre! ni modo, intentar� escurrirme con alg�n
pretexto.
Nos acostamos de espaldas pero me fue cayendo el sue�o y me
qued� dormido.
En alg�n momento de la noche me despert�, estaba boca arriba
y con la mano de ella dentro de mi traje de ba�o. Not� que se estaba
masturbando, jadeaba y me jalaba el falo hacia arriba y abajo. Me hab�a
desanudado el cord�n del traje y me ten�a a su disposici�n. Al principio no supe
si moverme o no, pero pens� que si me hab�a echado a perder la noche con su
hija, "��pus qu� chingaos?!", adem�s lo estaba haciendo muy rico. Segu�
haci�ndome el dormido pero escurr� mi mano para sentir la piel de su pierna, y
luego la fui moviendo hasta llegar a su candente vulva, llena de lubricantes
fluidos. Ella la recibi� muy bien, termin� con el teatro y me volte� de costado
para acariciar sus senos generosos y firmes, luego me abalanc� para tomar uno de
ellos con los labios y rozar su pez�n con la lengua, haci�ndole c�rculos y
mordisqu�ndolo.
Mientras le chupaba los senos dirig� los dedos a su vagina,
donde encontraron campo abierto para hurgar en su interior provoc�ndole una
serie de jadeos intensos.
No me aguant� m�s y me coloqu� de frente a ella... sus
piernas abiertasme mostraban el camino al placer. No esper� m�s y me inclin�
hacia ella para retomar el trabajo interrumpido en su enormes melones, al tiempo
que la penetraba suavemente. Ella me jalaba hacia adentro, pero lo tom� con
calma para encender a�n m�s el deseo.
Poco a poco le fui ensartando y bombeando hasta hacerlo
fuerte y m�s r�pido.
Ambos est�bamos jadeando cada vez m�s fuerte y ni en cuenta
de que estaba alguien m�s en la caba�a.
Sus fluidos inundaban todo, me empapaba y se o�a como
chapoteaba en su interior, era fenomenal. No sab�a lo salvaje que esta mujer era
en la intimidad, nunca lo imagin�.
Empez� a anunciar su orgasmo y comenc� a sentir el m�o, me
vaci� abundante y completamente en ella... fue incre�ble. Est�bamos
completamente sudados y ba�ados en fluidos corporales.
Terminamos exhaustos, dej� mi cuerpo sobre el de ella, sin
salirme de su vagina... nos quedamos dormidos.
A la ma�ana siguiente, quiz� por no querer perder la
oportunidad, inconscientemente, me despert� temprano, antes de que despertara la
hembra que se hab�a apoderado de m� la noche anterior.
Sal� de la rec�mara con cuidado para evitar que me cachara
saliendo de su hab�taci�n, pero la que s� me vi� fue la hija, quien, a juzgar
por la fr�a mirada que me dirigi�, se hab�a dado cuenta de todo lo que hab�a
pasado, y qu� mejor prueba que verme saliendo de la habitaci�n de su madre.