Ah� frente a mis ojos, a la altura de mi boca, la verga de mi hijo de 14 a�os, lista para ser acariciada, engullida, chupada, saboreada, disfrutada y adorada por su propia madre.
Tal como les coment� en mis relatos anteriores todav�a faltaba que les contara mis experiencias con Lorena, la menor de mis hijas, pero no por eso la m�s inocente. Lo que les voy a relatar espero que les guste y que me escriban para poder intercambiar opiniones v�a mail.