Relato: Mi t�a me masturb�
Esto que voy a contarles fue lo que me pas� a lo largo de
varios a�os, mientras viv�a con mis dos t�as, las hermanas de padre. Espero que
lo disfruten tanto como yo al escribirlo...
Yo tuve la mala suerte de crecer sin madre y con un padre adicto a la bebida. Mi
madre falleci� cuando ten�a dos a�os debido a un c�ncer de pulm�n. Eso deprimi�
mucho a mi padre, quien crey� que en el alcohol encontrar�a el reemplazo de mi
mam�.
Cuando cumpl� cinco a�os, mi viejo comprendi� que hab�a ca�do demasiado bajo y
se fue �A d�nde? No s�, hasta ahora no lo he vuelto a ver... As� que yo fui a
vivir con sus hermanas. Luego comprend� que mis t�as Gladys y Nora eran de ese
tipo de mujeres solteronas que se pasan el d�a fumando y viendo telenovelas en
la tele. Hab�an crecido en un barrio marginal, as� que quiz�s no eran tan
"educadas". Sus modales y su forma de ser eran bastante... "groseras" ser�a la
palabra... Y bueno, as� le agarr� gusto a las mujeres caseras...
El vivir all� no fue f�cil. Mis t�as, de un humor casi siempre malo me
sermoneaban y me pegaban cada vez que hac�a algo que no era bueno para ellas.
Para colmo, parece que no he sido bendecido con una mente muy brillante que
digamos, as� que en la escuela me iba horrible... Cada vez que tra�a las notas
del colegio me pegaban con el cinto y me gritaban. Con el correr del tiempo pude
notar que mis t�as realmente disfrutaban al pegarme.
A los 18 a�os yo segu�a en la escuela seundaria. Repet� muchos a�os en la
escuela. No ten�a novia porque mis t�as no me dejaban hacer pr�cticamente nada:
Ni salir a bailar, ni nada. Era un adicto a hacerme pajas porque era la �nica
forma de desahogarme de todo lo caliente que estaba.
Una tarde de primavera muy calurosa me hab�a encerrado en mi habitaci�n para
hacerme una buena paja porque me hab�a comprado una revista porno bien sucia
(Esas que mustran fotos bien guarras) cuando volv�a del colegio. Estaba sentado
al borde de mi cama. Me hab�a sacado los pantalones y mis calzoncillos estaban a
la altura de mis rodillas. Estaba en lo mejor, casi me saltaba la leche, cuando
siento que alguien toca la puerta. Ocult� la revista abajo de la cama y me sub�
los calzoncillos lo m�s r�pido que pude y me qued� parado como est�pido en el
medio de la habitaci�n. Era mi t�a Gladys (Nora se hab�a ido en ese momento).
Era una mujer de 32 a�os. No voy a decir que ten�a un cuerpo escultural porque
les estar�a mintiendo. Si les dir� que estaba bastante bien, con un par de tetas
m�s o menos grandes, esponjosas y tiernas, que no estaban ca�das todav�a y un
culo nada despreciable que dan ganas de mirar y tocar. En ese momento llevaba un
jean ajustado y una sudadera. Seguro que estaba limpiando la casa y, como se
hab�a cansado, quer�a que yo siguiera con la tarea.
Yo me qued� petrificado. No quer�a pensar lo que me pasar�a si se daba cuenta de
lo que estaba haciendo... cosa que ser�a muy sencilla considerando que mi polla
estaba super erecta y el bulto se notaba a distancia en mis calzoncillos.
-�Qu� estas haciendo, Javier?
-Nada t�a. Hac�a mucho calor as� que decid� quitarme la ropa para refrescarme un
poco -yo estaba rojo como un tomate cuando dije esto.
-�Y por qu� tienes tu pito tan duro? -pregunt� al ver mis calzoncillos.
-Poque... -y no pude decir m�s.
-B�jate los calzoncillos, chico sucio -dijo ella. Yo al principio estaba muy
intimidado y no hice nada. Entonces mi tia Gladys se sac� el cintur�n-. Vamos,
b�jate tus calzoncillos si no quieres que te de unos buenos golpes.
Mis t�as eran partidiarias de los catigos f�sicos. Luego me di cuenta que eso
las excitaba, pero en ese momento ya estaba harto de los golpes, no quer�a que
me golpeara m�s, as� que me baj� los calzoncillos. Creo que instintivamente me
excit� m�s a�n de lo hab�a logrado la revista. Mi pija se endureci� hasta
ponerse tiesa como una piedra. El hecho de que una mujer, no importaba que fuera
mi t�a, me estuviera viendo desnudo me puso a mil. Mi t�a se acerc�, se agach� y
se puso a examinar mi pene con la vista. Como casi me hab�a saltado con la paja
de hac�a un momento ten�a una gota de esperma en la punta de la chota. Mi t�a se
dio cuenta de eso al parecer, pero jug� con ese detalle un rato.
-As� que casi te meas encima. Pendejo mam�n �Tienes 18 a�os y te orinas encima!
-y me dio un golpecito con el cintur�n. No fue muy fuerte, y pude ver que mi t�a
pon�a esa cara de disfrute.
-�No t�a! No me estaba orinando. Es que... -trat� de defenderme. Entonces vi que
mi t�a dejaba de ver mi pija para poner sus ojos en el suelo. Cuando vi para
atr�s quise morirme. Una esquina de la revista porno se ve�a desde donde
est�bamos parados -.
-�Qu� es esto? -y se fue a sacar la revista. La hoje� un momento. Yo segu�a
desnudo, con mi polla dur�sima. -. As� que el capullo del demonio tiene revistas
guarras y se hace la paja con las revistas -. Se levant� y me dio una bofetada
de verdad para luego tirarme la revista por la cabeza - �Desgraciado de mierda!
�Qui�n te has cre�do! Yo y tu t�a tratamos de educarte y tu s�lo haces
guarradas. �Qu� no sabes que hacerse la paja es malo? �Nunca vuelvas a hacerlo!
-Si t�a... perd�n. Es que... no s�, estoy demasiado excitado estos d�as -dije yo
temblando.
-�Est�s exitado? Mocoso insolente. Ahora ver�s �Ag�chate!
-�Qu� me vas a hacer t�a?
-Te voy a dar unos buenos golpes para que aprendas la lecci�n -yo sab�a que si
discut�a me iba a ir peor, as� que me agach�. Mi t�a me dio unos cuantos golpes
en el culo con el cinto mientras me gritaba y me insultaba, y pod�a llegar a
sentir ese tono que indicaba que lo estaba gozando. Algo que no pude comprender
fue que a pesar de todo eso, segu�a con la pija erecta. Hasta creo que con cada
golpe se pon�a m�s dura. Cuando termin�, mi t�a hizo algo que no esperaba en ese
momento. Empez� a acarciarme las bolas con cari�o. Mientras me las masajeaba
murmuraba "Mmmmm...". Yo me volv� a parar frente a ella.
-A ver... -dijo mientras me ve�a de los pies a la cabeza. Dio un paso adelante y
se agach�. Por un segundo se me cruz� por la mente que iba a chup�rmela, pero
s�lo se puso a mirarme la chota-. Ya eres todo un hombrecito. Si en serio est�s
tan excitado, entonces hay que hacer algo...
-Pero t�a, un amigo del colegio me dijo que masturbarse es la �nica forma de
sacarse la excitaci�n.
-Bueno, entonces vamos hacer una cosa: Cada vez que est�s excitado me avisas y
yo te acarico el pito para que te salte la leche y se te vaya la excitaci�n �De
acuerdo? Si yo te acaricio tu hermoso y duro pito no es malo para ti...
-Bueno, t�a... -alcanc� a decir yo, muerto de la verg�enza porque mi pija estaba
tan dura que casi tocaba la boca de mi t�a Gladys. Es m�s, cuando ella hablaba,
sent�a su aliento caliente en la punta de la chota.
-Ahora creo que est�s muy exitado �No? Esa revista debe haberte puesto a mil...
-Si... -no pude evitar tocar mi polla un poco. Estaba demasiado exitado y
necesitaba eyacular urgente. Pero solt� mi pija cuando not� que me iba a correr
en plena cara de mi t�a Gladys.
-�No te toques! �Es que no entiendes, imb�cil? -dijo mi t�a d�ndome una palmada
en el culo -. �Y...? �Est�s excitado? Dime la verdad o te vuelvo a pegar.
-Si t�a. Mira de duro que tengo el pito.
-Mmmmmm, si ya veo... -y se mordi� el labio inferior viendo mi pene -. Hagamos
una cosa, te calmas un poco para que no te salte la leche tan r�pido y te hago
una paja �Quieres probar?
-Es que...
-�No seas miedoso, mam�n de mierda! -grit� mi t�a -. �Aprovecha, ahora que te
estoy ofreciendo!
-Bueno... est� bien t�a... hazme una paja.
-Bien. Entonces ve al ba�o y m�jate el pito con agua fr�a. Cuando sientas que ya
no est�s tan caliente ven a la sala que te estar� esperando �Vale?
-Vale, t�a. Gracias.
-De nada, sobrinito -dijo ella con una sonrisa y sali� de la habitaci�n.
Me puse los calzoncillos y fui al ba�o. Mientras me mojaba pens� que, por
primera vez, una mujer me tocar�a el pene. Era el sue�o de mi vida, pero me dio
un poco de asco al pensar que iba a ser mi t�a. Iba a negarme, pero luego me di
cuenta que era mejor no desobedecer a la t�a Gladys.
Cuando mi pija se calm� un poco, me puse los calzoncillos y fui muy lento a la
sala. Mi t�a estaba en un sill�n y fumaba.
-Ac�rcate �Y b�jate los calzoncillos, por Diooooos! �Por qu� eres tan est�pido?
-dijo mientras apagaba el cigarrillo en un cenicero. Me acerqu� hasta poner mi
entrepierna a la altura de su cara-. Si�ntate, Javier, que si te la hago de
parado vas a hacer un desastre.
Me sent� y me corr� un poco los calzones. Mi pija estaba dormida en ese momento,
aunque empec� a sentir el cosquilleo que antecede a la erecci�n. Mi t�a se
arrodill� frente m�o y desliz� su mano por mi pierna mientras me miraba con ojos
c�mplices. Lleg� hasta mi polla y empez� a masajearla. En pocos segundos estaba
tan dura como antes. Mi t�a Gladys empez� a masturbarme suave, bajando y
subiendo su mano derecha lentamente. Se meti� la izquierda por debajo de la
sudadera y pareci� que se pellizcaba los pezones. Cerr� los ojos y me dej�
llevar. El placer que sent�a era incomparable. Me olvid� que esa mujer era mi
t�a. Era una experta, al parecer, en las pajas. Me atrev�a a acariciarle su
cabeza mientras ella murmuraba cosas como "Mi hombrecito", "�Te gusta,
capullo?", "�Qu� duro lo tienes, hijoputa!" o "�Ya sale?".
-T�a, que me corro... -dije yo en medio del goce, mientras sent�a que la leche
sub�a por mi pija super dura y mi mano se deslizaba hacia su boca.
-Pues c�rrete, bomb�n... -dijo ella y empez� a lamerme los dedos con su boca
calentita
Un grueso chorro blanco de semen sali� de la punta mi chota. La leche sali� y
sali�. La mano de mi t�a qued� embadurnada y toda pegajosa con mi eyaculaci�n.
Sigui� frot�ndome la pija un rato m�s, mientras sal�an unas otras cuantas gotas
de esperma.
-Parece que lo disfrutaste �Te gust�, mam�n?
-Ahhhh... mucho t�a. Gracias por haberlo hecho...
-De nada, hijito, que para eso estoy �Acaso esto no es mejor que masturbarte t�
mismo?
-Siii... t�a...
-�Vaya! Est�s como drogado �Tanto te ha gustado? �No quieres otra?
-�Si! -no pod�a creerlo -. por favor t�a. Hazlo como lo hiciste, por favor...
Entonces empez� a frotarme bien r�pido la puntita con su dedo pulgar. Empez� a
subir y bajar la otra mano, sin dejarme de acariciar la punta, ahora que mi
chota estaba bien lubricada con mi esperma. Como se agach� lo suficiente pude
ver por el cuello de su remera que no estaba llevando sost�n, y que sus pezones
estaban bien duritos. En una revista porno hab�a le�do que eso le pasaba a las
mujeres cuando se excitaban.
Mi t�a segu�a con su tarea de hacerme acabar y yo dec�a, completamente fuera de
m�, cosas al estilo de "Asiiii...", "Hazme acabar t�aaaaa...", "�Qu� buenas
pajas que haces, t�a Gladys!". Por fin, otro chorro de leche un poco m�s chico
pero igual de pegajoso que el anterior, sali� de mi pene. La vista se me hizo
borrosa, y me qued� mirando el techo, mientra mi t�a segu�a masaje�ndome
suavemente. Le acarici� la cabeza a mi t�a. Ella me mir� y yo le sonre�.
-�Te gust�, Javier?
-Mucho, t�a. Gracias.
-Bueno, espero que de ahora en m�s me hagas caso y me llames cada vez que est�s
excitado. Entonces yo le har� mimos a tu pito y se te pasar�.
-Bueno, t�a...
Desde ese d�a la vida en casa de mis t�as se volvi� mucho m�s exitante. Luego
entr� en juego mi t�a Nora, pero eso lo dejo para despu�s...