----UNA VIRGEN DESESPERADA----
Tumbada en mi cama, un d�a m�s me saqu� las braguitas para
dejar paso libre a mi mano habilidosa que causaba estragos en mi a�n co�ito
virgen. A eso se limitaba mi vida sexual, a la pura masturbaci�n, si un d�a me
levantaba m�s calentita de lo habitual, me desfogaba de esa manera. No es que no
hubiera tenido oportunidad de acostarme con alg�n hombret�n, al contrario, ten�a
much�simo �xito con los hombres, pero no hab�a encontrado al hombre adecuado
para ello. Me enamor� de un mindundi, pensaba que ese ser�a el hombre perfecto
para perder mi preciada virginidad, pero no fue as�, no era precisamente lo que
esperaba, pues me di cuenta de que lo �nico que quer�a era llevarme a la cama y
yo�quer�a algo m�s rom�ntico de su parte. Desde peque�a era un nenita a la que
le atra�a el tema del sexo, con 5 � 6 a�os recuerdo que un payaso era mi
ayudante personal para llegar al orgasmo, me encantaba restregar mi peque�a
concha contra la cabeza del mu�eco.
Pero como ya he dicho, esperaba un hombre en
condiciones para tener mi primer revolc�n. Pas� un tiempo y a�n segu�a virgen,
hab�a tenido acercamientos con algunos hombres con los cuales no pas� de tener
algunos tocamientos indecentes, no pasaba de eso, pues no estaba dispuesta a
darles lo que buscaban, s�lo acostarse conmigo. Pero la verdad, empec� a
replantearme el tema de mi primera vez, pens� que tal vez no ten�a por que ser
con un hombre del cual estuviera enamorada, sino que quer�a hacerlo simplemente
con un hombre que me gustara su forma de ser y sobre todo,me atrajera
sexualmente.
As� lo hab�a decidido, s�lo me quedaba esperar al candidato
perfecto, hab�a muchos hombres que se asimilaban al pico de una mesa y me dec�an
claramente que quer�an acostarse conmigo, incluso hombres maduritos a�n sabiendo
que mi edad no superaba la mayor�a de edad, eran lo que se dice viejos verdes.
Aunque no llegaba a ocurrir nada ,yo les calentaba un poco simplemente para
reirme de todos ellos. Se acercaba el verano y en esta estaci�n ve�a la
oportunidad perfecta para iniciarme en el sexo.
Me ir�a dos semanas de vacaciones a una casa que se
encontraba en una peque�a urbanizaci�n. Gracias a ello, ten�a vecinos por todas
partes a los cuales conoc�a hac�a ya varios a�os, con uno de ellos en especial
hab�a estado a punto de ocurrir algo, pero como era demasiado pitufilla no lleg�
a cuajar la cosa. Pedro ya hab�a crecido, poco quedaba de aquel ni�o moreno y
regordete que hab�a conocido hace tiempo, ahora era m�s alto, mucho m�s delgado
y por supuesto otra parte de su cuerpo tambi�n estaba m�s desarrollada�
Despu�s de tres a�os sin verle, ya que no coincid�amos mucho
en vacaciones, nos saludamos un poco extra�ados al vernos, pues hab�amos
cambiado demasiado. Desde el primer momento que le vi, sab�a que era �l quien me
desvirgar�a, hab�a surgido una qu�mica especial entre los dos desde aquel d�a,
ven�a a buscarme cada d�a para ir a la piscina y pas�bamos mucho tiempo juntos.
La atracci�n ya era algo obvio entre nosotros, sab�a que muy pronto llegar�a mi
momento m�s esperado y dejar�a por fin, de ser virgen. Un d�a entre tantos en
los que me qued� sola en casa y Pedro vino a buscarme, le propuse a Pedro que se
quedara un rato antes de ir a la piscina, yo lo ten�a todo muy bien planeado,
estaba s�lo con el bikini puesto y una minifalda que dejaba a la vista de Pedro
todos mis encantos de mujer.
Ese d�a me arregl� de una manera especial para �l,
sab�a que ya me hab�a visto en la piscina en ropa de ba�o, pero nunca as�,
tan�sumamente sexy. Deb�a desprender un aroma peculiar, pues me dijo que ol�a
muy bien y ya hab�a olido mi perfume hac�a d�as, debe ser que mi cuerpo dejaba
escapar un aroma a hembra en celo. Estuvimos charlando durante un par de horas,
hasta que no pude aguantar la sensaci�n de estar tan distante, me fui acercando
a �l disimuladamente hasta que estuvimos casi frente a frente.
Sent� que se
encontraba inc�modo ante mi atrevida actitud, entonces decid� dar un paso m�s,
me sent� encima de �l y mientras le besaba muy lentamente fui acariciando su
pecho, que estaba cubierto con una peque�a cantidad de pelo y bajando hacia su
pene. Al parecer ten�a un tama�o generoso, con gran cantidad de pelo, que a
pesar de que me repugnaba ,no rechac� palpar . Acarici�ndole su verga suavemente
al principio empec� a conocer m�s como era el instrumento de un hombre, tocaba
la punta muy lentamente, los test�culos que ten�an una textura muy suave y
finalmente el tronco de su enorme polla que estaba ya bastante durita y erecta,
a punto para la acci�n.
Me dispuse, al ver esa tremenda erecci�n a masturbarlo,
�l me ayudo a hacerlo ya que yo no hab�a hecho esto nunca, la cog� a modo de
micr�fono y fui pasando mi mano por su tronco primero muy despacito y cada vez
m�s r�pido. Pedrito estaba realmente cachondo y se hab�a corrido en mis manos.
De repente hizo una cosa que me dej� traspuesta , me cogi� la cara y la llev�
hasta su bulto grit�ndome que se la mamara. Eso no me gust� para nada, tocarla
estaba bien, pero a chuparla la verdad es que no estaba dispuesta, desde siempre
me hab�a dado much�simo asco. Pero no tuve m�s remedio que hacerlo, cog� aire y
acerc�ndome hacia su pene sent� un fuerte olor, parec�a ser que no s�lo a las
mujeres nos ol�an mal las partes nobles.
Totalmente desganada comenc� a chuparle
�nicamente la puntita, llegu� tambi�n hasta sus test�culos y los sabore�, ya que
lo estaba probando, ten�a que saborear todas las zonas del aparato. Ya proced� a
chuparla en condiciones, mmmm�no estaba tan mal la cosa, realmente me estaba
encantando, me gustaba poder hacer disfrutar al cerdo de Pedro y mirar su cara
de placer mientras le satisfac�a. Poco a poco descubr� el sexo con todas sus
variaciones, pero ya era hora de dejar atr�s los maravillosos llamados juegos
preliminares y que rompiera con mi virginidad de una vez por todas.
Abandon� mi
faena con el aparato de Pedro y me sub� encima de �l, estaba sentado en el sof�
y yo frente a �l, cog� su polla y la gui� hacia mi cuevita que estaba ya deseosa
de ser penetrada, la introduje poco a poco para no lastimarme y not� un ruido
dentro de mi, hab�a perdido mi himen por fin. Pedro me agarr� fuertemente del
trasero y empez� a controlar la penetraci�n a su antojo, variaba la velocidad y
la profundidad de la misma, era todo un as en la cama. Mientras tanto lam�a mis
pezones como un desesperado y yo para provocarlo a�n m�s, los acariciaba con mis
dedos para que estuvieran a�n m�s erizados. Cambiamos de tercio, me pidi� que me
pusiera frente a una pared, cogi� un poco vaselina que hab�a en la mesa del
sal�n y me dijo:
- Ya que vas a perder la virginidad�lo har�s en su totalidad
Tras esto mezcl� la vaselina con un poco de su saliva e
introdujo un dedo en mi culito, luego dos y hasta llegar a tres, ah� ya not� una
peque�a molestia. Me abri� bien y comenz� a meter su polla en mi peque�o culito,
lo hizo muy cuidadosamente pero no pudo evitar mi gran grito debido al inmenso
dolor que me produjo. Pero como ya se sabe, este peque�o dolorcito comenz� a
convertirse en un inmenso placer, aunque no puedo negar que era una de las
sensaciones m�s extra�as que hab�an pasado por mi cuerpo en toda mi vida. Pedro
sigui� con el trabajito y desenfund� de mi culo su polla, me volvi� a abrir y
recorri� con su lengua toda mi cavidad anal bajando cada vez m�s llegando
incluso a mi co�ito.
Tuve otro gran orgasmo, el sexo anal que tambi�n me
repugnaba me hab�a hecho alcanzar el �xtasis. Hab�a terminado uno de los
momentos m�s significativos de mi vida, sin duda, no me hab�a equivocado con el
hombre elegido. Segu�a pensando exactamente lo mismo que antes de lo ocurrido,
no era necesario perder la virginidad con el amor de tu vida, sino primero
aprender y luego disfrutar plenamente con tu hombre. Pedrito me ense�� mucho
aquella tarde y alguna m�s. Tras el acto me estuvo explicando como deber�a
hacerle ciertas cosas la pr�xima vez que ocurriera algo ,realmente era un
profesor ejemplar. Cuando me fui a despedirle a la puerta me pregunt� algo:
�De verdad eras virgen?
Si, era una virgen desesperada.
MUJERFATAL.