Quise pasarme de listo�
Caminaba de madrugada por una avenida llena de putas y
mayates (mayates en M�xico son los chulos; hombres j�venes que se prostituyen)
sin un centavo, esa noche me hab�a gastado todo mi dinero en cerveza y regresaba
a casa solo y con la sangre hirviendo de calentura y cachondez.
A unas cuantas cuadras de mi casa veo que se aproxima un
hombre joven, medio borracho, nada extraordinario, pero a leguas se notaba que
estaba excitado. Discretamente se toca el bulto mientras me mira, me detengo y
se acerca, me dice que le preste unos centavos y me voy contigo.
-No traigo lana, neta, pero si quieres, podemos ir a mi casa
un rato, aqu� vivo a unas cuadras.
-Sale, pero si no traes lana, te voy a coger, t� dices
-No me gusta que me cojan
-Pues si quieres que vaya �sa es la condici�n
Le dije que s� s�lo por tener su compa��a, pero estaba seguro
de que a la hora de estar juntos, de alguna forma me har�a tonto y evitar�a que
me cogiera. No es que no me guste, pero entonces era m�s joven y mi experiencia
en el tema hab�a sido muy desalentadora.
Llegamos a mi casa, le ped� no hacer mucho ruido ya que
compart�a el departamento con un amigo. Al cerrar mi rec�mara, me orden�
quitarme la ropa, desde ese momento me sent� dominado, como si ya no tuviera m�s
que obedecerlo. As� lo hice.
-Recu�state en la cama y dame el culo� a ver, peludito como
me gusta
- Mejor te la mamo, soy buen�simo
Me volte� y comenc� a chupar su verga, era grande, sin
circuncidar, como me gusta; comenz� a decirme cosas que aceleraban mi
excitaci�n.
-As� putito, c�metela, �te gusta?
-S�
-Pues no se nota, a ver, toda, todaaaaaaaaaa
Sent� ahogarme y de mis ojos ya emanaban l�grimas, tuve ganas
de vomitar
-Pinche jotito, pobre de ti si me vomitas
Me provocaba curiosidad ver c�mo s�lo se quitaba los
pantalones, la trusa, pero nunca la camiseta.
-Ve a lavarte el culo porque te voy a coger
-No me gusta que me cojan, de veras, mejor te la sigo mamando
-Mira, putito, �quer�as verga?, pues ahora la aguantas, que
no vine hasta ac� nom�s pa� que me la mames
La situaci�n comenz� a salirse de control y no quise hacer
caso omiso de su recomendaci�n, fui al ba�o y me lav�, s�lo el culo, como me
indic�. Al regresar pude verlo al centro de la cama, masturb�ndose para mantener
su verga erecta.
-Hazte pa� ca, te voy a mamar el culito
Debo confesar que eso s� es algo que disfruto as� que acced�,
me puse en cuatro patas, con mi culo en direcci�n a su cara. Unos minutos y pude
sentir que lo que intentaba penetrar en mi colita no era su lengua, era su dedo.
-A ver, vamos abriendo este pedo pa`que entre m�s sabroso
-No, de verdad, me duele, mejor aqu� la dejamos, �no?
Quise pararme de la cama, pero no me dej�, de un apret�n,
jal� de mi brazo, me agarr� fuertemente el cuello y me dijo:
-�Quieres que sea violaci�n? Mejor d�jate que te coja y no
hay pedo, pero no te quieras pasar de listo porque te pongo unos vergazos
Sus ojos eran amenazantes, pero lo extra�o de esta situaci�n
era que me excitaba cada vez m�s verlo humill�ndome, someti�ndome a su voluntad;
mi verga no dejaba de palpitar al m�ximo de erecci�n.
Por fin logr� voltearme, bruscamente, me levant� un poco las
piernas y me penetr� de un solo golpe. Sent� mucho dolor y l e ped� que lo
hiciera con cuidado.
-Aqu� est� la verga que andabas buscando, �te duele?
-S�, un poco
Sus embestidas eran siempre fuertes y a un ritmo fren�tico,
no paraba de golpearme y mis huevos dol�an de tanto golpeteo. Me cambi� de
posici�n un par de veces; de perrito, con las piernas levantadas.
-A ver, jotito, sientes c�mo se te va toda la verga
-S�, se siente rico
-�Cu�ntas vergas te han metido?
-No s�, como 3 nada m�s
Aceler� el ritmo de sus cogidas, sac� su verga y me orden�:
-Ahora te vas comer los mecos
Comenz� a masturbarse cerca de mi boca y, al ritmo de su
respiraci�n agitada, me tom� de los cabellos y solt� chorros de leche en mi boca
entre exclamaciones y gritos.
Me gui�� el ojo, se visti� completamente y me pidi� que lo
acompa�ara a la puerta aduciendo que deb�a llegar a su casa o de otra forma
tendr�a problemas con su esposa.